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The Secret por Jack Neptune

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Notas del capitulo:

Holaaaa, perdón la tardanza pero he tenido que hacer otras cosas y por eso no pude actualizar, perdonen cualquier error que haya en el cap, ya que me muero de sueño xd. Lo arreglaré si consigo alguno...

La fiesta sí que estaba entretenida, en el caso de nuestros dioses espías. Que solo tres de ellos se encontraban en una mesa.

― ¡Este alcohol está…hip…buenísimo!― Dionisio estaba ebrio a más no poder, ya iba por su cuarta botella, que se la bebía directamente del pico, tenía las mejillas enrojecidas y carecía de equilibrio corporal.

― Eres increíble, apenas ves licor y ya haces desastre―Hermes estaba al lado de él. Rodando los ojos con fastidio.

― ¿Se te olvida que es el dios del vino?― pregunta Artemisa con burla.

― No, pero este comportamiento es excesivamente absurdo.

― Hermes por favor…hip…, relájate y bebe conmigo…hip…― el dios de la fiestas rodea con su brazo tomándole de la cintura y acercándole la botella, mientras sonreía.

― No gracias, y suéltame, ¿quieres?― empuja el rostro del contrario, ya que le molestaba su respiración en el cuello y el desagradable olor a licor que Dionisio emanaba.

― ¿Por qué siento que estoy estorbando?― se cuestiona la chica, viendo como ambos chicos enfrente de ella peleaban infantilmente, ella solo se dispone a reír.

― Uff, esas chicas sí que tienen energía― Aparece Apolo en la mesa, estaba algo cansado y algo sudado, había bailado con varias diosas usando su encantadora actitud― ustedes se están divirtiendo por lo visto.

― Yo sí, aunque sabes my bien que odio los vestidos y mucho más los tacones…en serio, ¿a quien se les ocurrió inventar estas herramientas de tortura?― decía la rubia con tono cansino mientras señalaba sus zapatos de forma graciosa― ¿Y qué hay de ti?― veía a su hermano sentarse al lado de ella.

― Por supuesto que me divertí, pero no quiero dejar a mi hermanita sola mucho tiempo, no sabiendo de viejos verdes rodando por aquí.

― No me trates como a una niña, puedo patearles el trasero si se aprovechan de mi― se defiende sintiéndose ofendida.

― Pero te ves tierna cuando yo te salvo― sonríe apretándole ambas mejillas.

― Ya suélteme, ¿quieres?― su hermana le molestaba este comportamiento tan sobreprotector de su hermano.

― Si tanto eres un héroe, ¿Podrías quitarme a este imbécil?― Hermes lucía enojado por lo molesto que podría llegar a ser Dionisio, este ahora lo abrazaba diciéndole cualquier estupidez.

― No me meto en pelea de parejas― dice burlón alzando los hombros.

― ¡No somos nada!, prefiero una eternidad de soledad que un minuto con él― intentaba quitarse al de ojos morados de encima.

De repente una nueva melodía sonaba, siendo conocida para Apolo.

― ¿Quieres bailar?― invita a su hermana ofreciéndole la mano.

― Por supuesto― le toma de la mano y se van a la pista de baile.

― ¡Oigan!, ¡No me dejen con este idiota!

―Con ese comportamiento nadie te va querer, Hermes― el alcohólico pierde el equilibrio de nuevo y se recuesta del otro echando una exhalación en el cuello de Hermes.

― ¡No hagas eso!― sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, le dio un golpe en la cabeza por respirarle en esa zona.

Mientras que en otra mesa Asteria estaba algo más que preocupada, sus amigas obviamente se percataron de ello.

― ¿Estás bien?― Nix sacó a Asteria de sus pensamientos

―Oh, si…solo que me preocupa Astrea y los demás.

― No te preocupes por ellos, sabes muy bien que pueden controlar este pequeño desperfecto― Nike sonreía para tranquilizar a su amiga.

― Eso lo sé, pero al final son mis hijos y como madre no quiero que algo malo les pase.

― Y no pasará, los guardianes saben defenderse y el amor y vínculos que hay entre todos ustedes es suficiente para protegerse de todo mal― Nike logró su cometido en tranquilizar a su amiga.

― Bien dicho querida amiga, y entiendo muy bien lo de ser madre. Pero sabes muy bien que hay que dejar que nuestros hijos se desenvuelven en el mundo y tomen sus propias decisiones.

― Tienes razón, eso no te lo discuto…muchas gracias chicas― Asteria sonreía por inercia.

―Bueno ahora vamos al baño, de hace rato varios hombres no dejan de verme los senos―la diosa de la noche se levanta de la silla.

― Eso es por tener un escote tan revelador― se burla la diosa alada levantándose en conjunto con Asteria.

― Es un regalo de Astrea, obvio que tengo que ponérmelo― refuta la de vestido rojo, haciendo reír a las demás, yéndose hacia el baño.

 

Ganimedes y Nemea seguían luchando con Altair, el cual no se las ponía tan fácil. En dado momento, varias sombras rodearon a los guardianes confundiéndooslo sin saber quién era el verdadero. Nemea en un rápido movimiento, invoca llamaradas tan vivas que quemaron todas las sombras hasta hacerlas desaparecer, dejando a una en el suelo dándola como la verdadera.

  ― Mi turno― Ganimedes corría e inmovilizó al sacerdote con una especie de plancha de aire comprimido, impidiéndole cualquier movimiento.

― Bien hecho― felicita el mayor tocándole el hombro, haciendo que el rubio sonría de manera boba, agradecía que estuviera oscuro o se moriría de la pena.

 ― Gracias, aunque no lo hubiese logrado sin ti. Creo que debemos notificárselo a los demás.

― De eso yo me encargo― Nemea coloca sus dedos en la sien y empieza a hablar en su mente― Aquí el León, atrapamos a uno de los sospechosos, cambio.

 

Pólux y Cástor también luchaban con Eliott, en este caso podría decirse que lo tenían controlado, pudieron cancelar varias de las invocaciones del rubio, este por su parte ardía en ira, ya solo le quedaban dos ángeles para pelear.

― Pensé que eras más fuerte, típico de los invocadores, dependen de sus invocaciones― Cástor reía de manera altanera y con algo de rabia― Y aún así osaste invadir nuestro territorio― coloca una voz amenazante.

― Tengo entendido que ustedes los cazadores tienen ciertos aires de grandeza, creen que tienen el poder de todo y que pueden hacer lo que les plazca sin tener consecuencias. Aún así no debemos subestimar al enemigo, Cástor― el hermano veía al contrario.

― Basta de charla. Ahora verán mi mejor arma, aquellos que lo han visto…no viven para contarlo― Eliott estaba decidió en ganarles― Maldición, se suponía que una vez que saliera, le llevaría el cilindro con la energía de los Miradores a Leónidas, ¿Por qué tiene que ser tan difícil?― pensaba con irritación, no quería tener que toparse con uno de esos guardianes.

― ¿Con que llevas una herramienta con energía nuclear? Con razón sentía una esencia familiar proveniente de ti― Cástor vuelve a marcar su tono burlón.

― ¿Cómo mierdas sabes eso?― ahora sí que el rubio estaba anonadado, se supone que lo había pensado.

― Somos telepatas, hemos estado leyendo tu mente todo este tiempo, además de que poseemos una habilidad para el análisis y el almacenamiento de datos, algo así como las computadoras y los escáneres…  así que conocemos sobre el cilindro y las debilidades de tus ángeles…incluso del más fuerte― dice Pólux con suma serenidad y franqueza.

― No por nada somos Géminis, el signo de la comunicación y el conocimiento concreto― añade Cástor para volver a reír.

― ¡Ahora sí que me las van a pagar!, ¡malditos bastardos, Aarón encárgate de ellos!―dicho y hecho otra entidad hace aparición, acercándose lentamente hacia los motociclistas.

Los focos mostraron a un chico alto y de cabello castaño claro, ojos cual iris negros como la noche, tenía un semblante neutral, vestía un smoking y en los extremos de la frente sobresalían unos pequeños cuernos algo curvos en las puntas. Sin duda daba un aire de misterio aquel chico, y curiosamente no llevaba alas.

― ¿De verdad tengo que hacer esto?, no veo la necesidad…solo puedes escaparte y ya― decía el misterioso “ángel” de una manera algo educada.

― Deja de quejarte y destrúyelos― sentencia su amo, luego sin previo aviso se va corriendo.

― Como órdenes.

― Yo me encargo del Angelito, tú ve por el cazador― Cástor se baja de su moto y se quita el casco, mostrando a un chico de cabello marrón muy corto con unos llamativos ojos amarillos, y por qué no, también tenía cierto encanto físico.

― Por su puesto― Pólux arranca su moto y persigue al rubio.

Lo que no sabían es que dos personas veían el encuentro de Eliott y su ángel con los guardianes, ambas siluetas usaban chaquetas con capucha, estaban en lo alto de un edificio usando monóculos.

― ¿Crees que debamos ayudarlo?― la voz de la chica sonaba algo sugerente, el monóculo le ofrecía una vista nítida de la batalla, aunque veía todo de color rojo.

― ¿Disculpa?, ese cabrón no merece la ayuda de nadie― el chico mostraba su indiferencia y la ira que le tenía al rubio, a pesar de estar del mismo lado…no soportaba verle la cara.

― Aunque te caiga mal, es uno de los nuestros y su misión se conecta con la nuestra. Si le echamos una mano podemos adelantar nuestra misión también― la chica rodaba los ojos.

― Ya te dije que no Erika, él siempre alardea de ser mejor invocador…veamos si puede mostrarlo― esta vez su mirada pasaba a la invocación, quería ver que tan fuerte era.

― Siempre tan infantil, Yoru…ojalá alguien te soporte tanto como yo― bufa la pelirroja.

Aarón y Cástor se encontraron a golpes, el guardián pudo esquivar con total facilidad los puños y patadas que la invocación le proporcionaba, como contraataque, el castaño le da un certero golpe en el estómago y luego le toma del cabello para darle un rodillazo en toda la cara haciéndolo retroceder y caer.

― Eres bueno, pero yo me especializo en batallas cuerpo a cuerpo― le atina una patada giratoria en la cara, dejándolo de una vez en el piso.

― No subestimes el poder de un ángel caído― se levanta de un solo golpe, limpiándose la hilera de sangre que caía de sus labios. De la nada sus ojos se ponen rojos.

Con una velocidad inhumana se acercó al castaño le da un gancho derecho en la barbilla y usa otra patada giratoria.

― ¿Qué se siente que te den una cucharada de tu propia medicina?― una luz roja salía de la espalda de Aarón  y se dividió en dos convirtiéndose en una hermosas alas negras con cierta textura al terciopelo.

 Tomó a Cástor de la chaqueta y se lo llevó volando a una gran velocidad, para luego girar su cuerpo junto al de su enemigo y lanzarlo con toda su fuerza de regreso al suelo. Antes que el chico se diera de lleno con el concreto uso las ondas de sonido para amortiguar la caída y elevarse en aire para caer levemente de nuevo a la calle.

― Hora de acabar con esto― Cástor sonríe y mira al ángel que aún seguía en el cielo.

Levanta las manos a los lados y los faroles que estaban cerca empezaron a levantarse y acercarse a él. Sin pensarlo dos veces los lanzó hacia arriba.

― Parece que se le acaban las ideas― Aarón no tardó en esquivar los objetos con suma facilidad.

 El ángel se había distraído viendo los faroles alejarse en el cielo, pero al voltearse, un automóvil iba en su dirección y no pudo esquivarlo dándole un golpe tan fuerte que queda inconsciente cayendo con rapidez. Se estrechó en el suelo generando un sonido algo brusco y seco.

― No eres tan fuerte como piensas, amiguito― le pisa la cabeza con algo de gracia y coloca sus dedos en la sien― forzar cierre de invocación― dice en su mente y el ángel desaparece poco después.

Mientras que Pólux iba en persecución de Eliott, este último volaba gracias al último ángel que tenía disponible, intentaba volar hacia arriba pero cada vez que lo hacía, el guardián usaba las ondas sonoras para crear una especie de pared, haciendo que la invocación perdiera el equilibrio. No le quedó de otra que usar de nuevo su audiokinesis, a tal frecuencia que el ángel emitió un alarido, soltó a su dueño y desaparece.

― ¡Maldición!― Eliott se cae y rodaba en el suelo golpeándose en algunas partes. Intentó escaparse  pero en eso, una red metálica que había al lado empieza a soltarse de las barras y enreda al chico, inmovilizándolo completamente.

― Misión completada― el chico se detiene al frente del cazador, se baja de la moto también quitándose el casco, siendo un chico de cabello negro algo  largo y los mismos ojos amarillos muy llamativos, también era guapo pero curiosamente no tenía rasgos físicos exactos de su hermano.

― No has terminado, pudieron vencerme pero tengo a dos amigo más, no la tendrán tan fácil― el rubio veía con desprecio al otro.

― Lo mismo digo, nunca se saldrán con la suya…la magia seguirá existiendo, tú y tu tonto círculo son una banda de codiciosos degenerados, no le importa asesinar a una inocente vida humana o a un ser mítico, solo por una mísera suma de dinero― se agacha y observa al rubio detenidamente― de igual forma, hiciste un buen trabajo, es hora que duermas―su mirada se tornó seria y el color de sus ojos se intensificó.

Eliott siente un fuerte dolor de cabeza y un peso en sus parpados y cuerpo, la necesidad de sueño invadió todo su ser y a pesar que luchaba para no caer en la inconsciencia, no pudo ganarle y sin más su cuerpo entra en el estado de la relajación.

― Tienes algo que nos pertenece― investigó el molido y rasguñado cuerpo del chico y en uno de los bolsillos del abrigo encontró lo que faltaba, inspeccionó el pesado cilindro, recibiendo información que le llegaba a su mente― Con que un artefacto que permite el almacenamiento de energía nuclear, los cuarzos están bien preparados bajo un fuerte encantamiento, logrando transmutar la energía, siendo compatible para un uso en especifico. Notifica esto a los demás hermano.

― A la orden― la voz de Cástor le llegó a la mente con su típica voz entusiasta.

― Y tú te irás con nosotros― carga el cuerpo del rubio y lo coloca boca bajo en la parte trasera de la moto, para luego arrancar de nuevo.

Erika y Jade aún seguían el viendo el espectáculo de parte de uno de los suyos, aunque fue algo rápido.

― Que batalla tan patética. Aarón tiene demasiado potencial, pero este idiota no le sabe aprovechar, si ese ángel tuviese el entrenamiento correcto acabaría con ellos en un santiamén― Yoru reía en su interior, al final el rubio solo era de palabras pero no de acciones, fue muy vergonzoso que lo derrotaran tan rápido.

― Creo que deberíamos de irnos, no tenemos nada que hacer aquí.

― Tienes razón, ¿te parece ver unas películas y comer golosinas hasta el amanecer?

― Suena perfecto.

Ambos cazadores simplemente  se convirtieron en espirales de tela y desaparecieron con movimientos en zigzag.

 

Astrea había atrapado a Lorelei sin mucha dificultad, pero esta se resistía al decir cualquier dato.

― Eres muy molesta― la de cabello fantasía hizo un rápido movimiento y puso soltarse del agarra de la espiga, volviendo a tocar el suelo con los pies― Lili― alza su mano señalando a la rubia manifestando la misma esfera azul que rápidamente envuelve el cuerpo de Astrea.

― Esto no va a funcionar― la chica hace un movimiento con su cuerpo como si quisiera librarse de la luz azul, la cual se torna amarilla y desaparece al instante― No puedes poseer a los espíritus, es ilógico.

Astrea corre a una velocidad sobrenatural y logra darle una patada a la chica, para luego darle más patadas consecutivas de manera precisa, movía sus piernas con mucha flexibilidad hasta ocasionarle rápidos rasguños por la punta del tacón y uno que otro moretón, la última patada la manda volando.

― No creas que me rendiré tan fácil― Lorelei observa el árbol que tiene al lado y lanza una bola de luz roja que posee al árbol, moviéndolo del sitio.

Aquel árbol cobra vida propia, moviendo sus raíces como tentáculos en dirección a la guardiana, la cual no dudaba en hacer volteretas y movimientos acrobáticos para esquivar los golpes del árbol. Mientras la rubia era distraída, Lorelei veía a un gato pasar por allí y un ave volar cerca, emana una esfera morada y otra blanca de sus manos.

Astrea logra invocar mas espigas que inmovilizan al árbol en segundos alumbrando parcialmente el lugar, escucha un sonido provenir de atrás y observa una sombra con forma felina de un tamaño descomunal, esta bestia iba a lanzarse a la chica pero pudo esquivarle. Lanzó el árbol contra la criatura estampándola contra la pared, ambas criaturas volvieron a la normalidad, el gato al parecer no tenía heridas y salió corriendo del lugar, el árbol pues yacía recostado inmóvil en la pared.

― No eres tan fuerte como creía, pero me sorprende que hayas invadido una instalación privada.

― Detrás de ti― dice la cazadora con tono burlón.

Una bestia alada iba a atacar a la rubia, pero pudo esquivarla con una voltereta, el pájaro aleteaba con fuerza arrojando plumas con cierto filo hacia Astrea, ella invoca espigas formando una pared que interceptó el ataque, uso las misma espigas para agarrar, pero el ave era más rápida y pudo salir airoso de ser amarrado, vuelve a tomar vuelo  y se dirige de nuevo hacia su objetivo con tal de darle un placaje, pero apenas intenta acercarse se detiene en seco y desvía al cielo permaneciendo allí.

― Pensé que ya te habías encargado de la chica, Astrea― una voz muy familiar aparece detrás de la susodicha.

― ¡Eiríni!― se voltea viendo la silueta oscura de su amiga.

― La misma, al parecer necesitas algo de ayuda. No te preocupes querida, terminaremos esto rápido― chasquea los dedos y el ave vuelve a caer en picado pero esta vez hacia la chica de cabellos fantasía.

Le da de lleno haciendo gritar de dolor a Lorelei, la cual cae al piso ya con su cuerpo muy adolorido y varios moretones y rasguños. La mano derecha de la morena era envuelta en un círculo azul y la izquierda en rojo, las movía de una manera circular. Las luces mostraban a la chica usando un largo vestido verde con ambas piernas descubiertas, tacones negros y una tela negra alrededor de los codos atrás de la espalda.

― Purificando alma poseída― lo dicho por Eiríni, el ave vuelve a su estado normal y sale volando hasta perderse.

 La chica vuelve a levantarse, a pesar de ser molida de golpes su ira le proporcionaba la estabilidad suficiente.

― Ya es hora de acabar con esto― Lorelei alza su mano derecha y lanza una esfera verde hacia un punto en específico, de allí curiosas bestias  de seis patas con antenas empezaron a sobre salir de la tierra, juntándose demasiadas creando un ejército― a ellas.

La manada de bestias se acercaba como zombies hacia las chicas, las cuales estaban listas para atacar. Astrea derrotaba a algunos con sus rápidas y flexibles patadas o usaba sus espigas para inmovilizar a algunas criaturas y lanzarlas con otras o barrer el piso con ellas, Eiríni se encargaba de purificarlas hasta volverlas a su estado normal, pero no había un fin, básicamente eran demasiadas para ambas.

― Esto se vuelve interminable, Astrea será mejor que vayas tú por ella, si la derrotas no podrá poseer más.

― ¿Cómo sugieres que me acerque a ella?, hay demasiadas de estas cosas para poder caminar― la rubia usaba las ramas para agarrar a una bestia y barrer a otra más con el cuerpo.

― De eso me encargo yo― mueve de nuevo sus manos alumbradas― cambiando probabilidades: ataque entre enemigos aumentando al 70%― dicho esto, las bestias empezaron a atacarse entre sí, dejando atónita a Lorelei.

Pero a pesar de su esfuerzo más criaturas amorfas seguían saliendo.

― Aprovecha esta pequeña abertura, yo me encargo de las posesiones. Toma esto como ayuda…aumentando velocidad de la aliada al 68%― vuelve a mover sus manos y el cuerpo de Astrea se ilumina de color amarillo.

― Gracias Eiríni― la rubia sentía su cuerpo más ligero y empezó a correr por el espacio disponible hacia la cazadora, su velocidad era inhumana, sentía que volaba y le atina una patada ascendente logrando tumbarla.

 La alemana se levanta con rapidez y trata de golpearle pero la rubia frena el golpe con otra patada, y con la pierna disponible le da una patada trasera. Lorelei intentó darle una patada frontal pero fue esquivada y Astrea le da una tipo barrido haciendo que la chica cayera al piso de nuevo.

― Te especializas en el combate cuerpo a cuerpo, ¿tengo razón?. Tienes una excelente capacidad con las piernas― la cazadora se volvía a levantar, pero esta vez mas exhausta, y con fuertes dolores en su cuerpo.

― En efecto, y tú no eres muy buena en ello. Será mejor que te entregues o te seguiré pateando hasta dejarte inconsciente.

― Lo siento, pero las derrotaré a ambas y luego me…― antes que terminara de hablar un fuerte escalofrío invadió su cuerpo y poco después se desploma en el suelo, sorprendiendo a Astrea.

Las extrañas bestias también desaparecieron, y Eiríni sonríe satisfecha, daba a entender que su amiga pudo derrotar a la cazadora.

― Buen trabajo― la morena se acerca hacia su amiga.

―  No sé lo que pasó, iba a seguir luchando conmigo pero solo se desmayó.

― Tal vez su cuerpo colapsó por usar tanto maná. Debo decir que tiene una gran capacidad de posesión, incluso al grado de transmutar a sus víctimas― la morena se acerca e inspecciona el cuerpo sacando el dichoso pesado cilindro― Y aquí está lo que buscamos, supongo que ya terminamos nuestro trabajo.

― Así es, avisaré a los demás y nos llevaremos a los sospechosos―la rubia se coloca los dedos en la sien y notifica la conclusión de la misión.

Ambas no sabían que algo lejos de ellas, en un árbol, estaba una hermosa pelirroja de larga cabellera, la cual era rodeada de tres esferas de colores volando delicadamente.

― ¿Qué estás haciendo, Lorelei?― en eso la esfera azul se materializa convirtiéndose en una pequeña y linda hada, la cual titilaba su brillo― Tenía que hacerlo Ura, es mejor que la pusiera a dormir antes que ella la terminara lastimando más de lo que está, a pesar de tener caminos distintos…somos familia después de todo.

 

Ganimedes y su “compañero” recibían las notificaciones de los aliados.

― Bien, yo me encargaré de quitarle el artefacto al sujeto― el rubio se acercaba al cuerpo del sacerdote, el cual había vuelto a su forma humana.

Pero al estar casi cerca, el cazador empieza a reírse como psicótico de la nada, alarmando a los guardianes. Poco después Altair logra romper la plancha volviéndose a convertir en la tenebrosa sombra pero esta vez logrando una altura más titánica.

― ¡No podrán vencerme!―vuelve a reírse sacando un brazo con filosas garras logrando golpear al rubio mandándolo lejos.

― ¡Ganimedes!― Nemea corre auxiliar a su compañero el cual, apenas podría respirar sintiendo un dolor en su cuello.

―  Lo siento…― el rubio pierde totalmente la consciencia cayendo en un sueño profundo, sintiendo un ardor en su cuello.

― Está distraído, es hora de irme y llevarme a los otros―pensaba Altair a punto de irse.

― ¡Maldito bastardo, pagarás por esto!― Nemea se levanta con furia y lanza una llamarada tan efusiva que causaba ceguera, quemándole toda la parte izquierda del cuerpo de la sombra, generando un sonido como el vapor.

Altair lanzó un chillido de dolor, para luego su cuerpo empezar a distorsionarse y girar generando un agujero en el centro hasta desparecerse, dejando furioso al guardián. A pesar que dejó huir a su enemigo, no le prestó más atención a eso y fue donde su compañero  para cargarlo en su brazos rápidamente.

 

En el caso de los gemelos estaban a punto de irse cuando su sospechoso fue envuelto en un humo negro y poco después desparece junto al cuerpo dejando atónitos  los chicos.

― ¡¿A dónde coño se fue?!

― Un hechizo de tele trasportación― dice Pólux pensativo.

 

Lo mismo pasó con Lorelei, absorbida por el mismo humo e irse de allí sin dejar rastro.

― No puede ser, ya no está aquí― Eiríni se hallaba confundida.

― Avisaré a los demás de esto― Astrea vuelve a comunicarse con los demás.

 

La hermosa chica del cabello castaño rojizo ya se encontraba tranquila, su nerviosismo desapareció de la nada. Sabía que mirar el cielo estrellado funcionaba como una terapia para ella. Curiosamente encontró las constelaciones de Virgo y Libra.

― ¿Qué hace despierta a esta hora señorita?― una mujer vestida de blanco con velo salía del laberinto invadido por mariposas blancas.

― Oh lo siento, solo daba un paseo para después volver a dormir― la chica aún seguía agarrando el collar con fuerza mientras con la otra mano sostenía su abrigo para acurrucarse― ¿Es usted el oráculo del círculo?

― Por supuesto, tú eres una cazadora muy talentosa según me lo han dicho.

― No lo creo, pero de igual forma nunca la había a usted visto antes. Es que jamás he entrado a sus aposentos para una consulta.

― Y no te hará falta, eres una mujer con un futuro ya preciso.

― Uno muy triste de seguro― susurra con semblante triste.

― Claro que no querida― el oráculo se levanta el velo, mostrando una hermosa mujer de un cabello rizado y rubio y unos ojos llamativos ojos verdes, también poseía una cadenita en la cabeza con una perla blanca en el medio de la frente― las estrellas y los astros siempre te mostrarán el camino. Encontrarás la libertad de esas cadenas cuando menos lo creas…además una hermosa mujer como tú no debe de estar triste, más bien sonreír todo lo que pueda― la mujer sonríe gentilmente.

―Después de las atrocidades que he cometido, ya mi destino es pasar una eternidad de miseria, y me lo merezco―mostraba una sonrisa fingida apretando mas su collar.

― Si tan solo supieras, que las princesas siempre son propensas a tener obstáculos difíciles, pero siempre tienen un final feliz― dice con voz cantarina y un guiño de ojo.

― ¿Acaso está leyendo mi futuro?

― Tal vez querida― ríe la mujer.

Y sin darse cuenta, la chica también empezó a reír junto al oráculo. Esa extraña compañía le había agradado.

― ¿Con quién estás hablando?― la voz de otra mujer se escucha detrás de la chica castaña, que voltea para saber quién era.

― ¡Señorita Emma!― se encuentra con una mujer de cabello muy corto, rubia con puntas negras, de un cuerpo muy trabajado y varios piercings por toda la oreja izquierda.

― Te escuché hablar, pero no veo a nadie.

― Bueno…―la otra se voltea y ve que el oráculo había desparecido, sorprendiéndola completamente― estaba pensando en voz alta― sonríe tímidamente.

― Como sea, ve a dormir, mañana tenemos misión― ordena con una voz fuerte y semblante serio.

― Entendido― su tez se vuelve disimuladamente decepcionante, no quería ir de misión pero sabía que era su obligación― ¿Acabas de llegar de otra misión con el señor Nicolás?―observa las oscuras ropas de la rubia algo sucias.

― Así es, pero igual dormiremos algo para el trabajo de mañana. Algo que tú deberías de hacer también…no lo volveré repetir, Andrómeda― sin más la chica toma otro camino, dejando a la otra sola.

― Mañana será otro fatídico día… ¿cuándo acabará esto?― se voltea mirando por última vez al cielo, observando dos constelaciones en especifico― Buenas noches, papá, mamá― susurra para irse a su cuarto de nuevo.

Notas finales:

Creo que fueron buenas peleas, tal vez algo aburridas, pero bueno soy novato cuando batallas se trata. Me siento indentificado con Artemisa, siempre de lamparita.

¿HermesxDionisio será real?

¿Que opinan de las habilidades/batallas de los guardianes?

¿Andrómeda? ¿quién es?

¿A quien engaño?, la última escena es más que obvia xd. Bueno los dejaré con eso hasta la próxima semana.

Dejen Rw.

Bye <3.


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