Jade fue sin ánimos a su habitación, entró con desgana y vio su cama como el único refugio aparente para sus cargas. Se tiró como saco de papas ocultando su cara entre las sabanas pensando en lo ocurrido. ¿De verdad es atracción?, ¿estos tres meses fueron una verdadera amistad? , fueron varias preguntas que merodeaban en su cabeza. Se da la vuelta y mira fijamente el techo blanco y como si su mente se partiera en dos, opiniones distintas bombardeaban su cabeza: “Pues claro que te ama, y tú a él”, “no lo creo, es muy pronto para sacar detalles”
Todo es como siempre, desde que el castaño tiene conciencia todo era un dilema para elegir, un niño normal elegiría uno de tres sabores de helado, pero para Jade tal decisión era una faena. Tal vez de vainilla era la mejor opción, pero el de fresa era el favorito de todos, ¿qué tal el chocolate? Jamás aburría, y así era con todo. Hasta en su vida laboral, siempre pensado en que estudiar y que carrera iría mejor con él, y ahora también en el amor, y al parecer se inclinaba hacia los chicos.
― Tan solo quiero la respuesta a esto― susurraba.
Y como de un deseo se tratase, espontáneamente la imagen de Yoru se estampa en su mente, el de ojos verdes analiza al inglés, lo agradable fue conocerlo y entablar conversación y poco después una amistad. Recuerda el primer beso que tuvieron, que realmente ya tenía experiencia con eso, ya que su verdadero primer beso fue con su mejor amiga en el cliché juego de la botella. Ese beso con el azabache fue producto de su nuevo y primer ángel; luego el segundo, aquel informe que hicieron con Lauren, en el momento que ella se había ido habían entrado otra vez en contacto visual, y pasó lo mismo como hoy, solo que esa que la vez pasada sus cuerpos actuaron solos y unieron su labios en un romántico y pasional beso. Esa sensación de necesidad de ambos, una extraña sensación de haberse perdido por un tiempo y el reencuentro lo iniciaban con el intercambio de lenguas.
― ¿reencuentro?, Yoru tiene razón sobre eso. Yo también siento lo mismo…como si me hubiese separado de él y verlo de nuevo me ha hecho feliz…― hablaba en un tono suave, como si alguien estuviese allí escuchándolo.
Esta vez detalla más al chico, su piel clara y eso músculos dándole cierto volumen a sus brazos, espalda ancha, y los abdominales algo visibles al igual que sus pectorales, su cuello, y su rostro, tenía esa nariz de estilo romano, sus cejas sutiles, y esos hermosos ojos miel como el mismo amanecer. Y sobre todo su cabello negro como la misma noche con mechones largos, simplemente era la cualidad que más le atraía a Jade, su cabello casi por los hombros. De la nada pensó en sus labios finos y rosados, y veía como su cuerpo estaba sin camisa, mostrando otra vez el cuerpo en proceso de tonificación del británico, imaginaba su respiración bajo su cuello, esa sonrisa matadora y la forma en la que hablaba. Un imponente cosquilleo en su parte baja se hacía notar, no fue poco cuando el castaño observó el bulto que se formaba en sus pantalones.
Dudó un poco en lo que pensaba, pero colocó una mano encima de su entrepierna y la masajeaba teniendo aún en mente a aquel amigo que le sacaba las casillas, el placer era agradable. Sí, Jade ya se había masturbado anteriormente, pero jamás pensó en una persona conocida o mucho menos en alguien, ni siquiera hombre o mujer. Intentó con conocidas paginas porno, y ahí fue donde otro golpe de realidad vino en su mente, los videos llenos de chicas gimiendo, con enormes pechos o vaginas depiladas siendo penetradas no llamaban nada su atención, pero ahora se daba cuenta que lo que le prestaba atención era al miembro que colgaba entre las piernas de los actores, ahora sabía que la razón de su gozo de aquellos videos no era origen de la actriz dando lo mejor de sí con ropas provocativas, si no era el chico que estaba detrás de ella insertando su falo en la conocida cueva del amor. Jamás se masturbó usando su imaginación sino inconscientemente pensando en los actores de aquellos videos sexuales.
Abrió el botón de su pantalón con cuidado y bajó la cremallera, para darse más libertad decidió quitarse los zapatos de tela con sus propios pies, eran fáciles de deshacerse y no llevaba calcetines, con rapidez se quitó los pantalones; y ahora notó con más claridad su pene erecto escondido en la tela del bóxer blanco que llevaba. Sin más duda también lo bajó y lo tiró al piso encima de los pantalones y los zapatos, y por si fuera poco le dijo adiós a la camisa de cuadros para lanzarla también al piso.
Yacía en la cama como dios lo trajo al mundo, observando su falo bien despierto, viéndolo palpitar lentamente y como su abdomen subía y bajaba con lentitud. Agarró el miembro para levantarlo y bajó el prepucio por completo hasta dejar el glande al descubierto, sube el prepucio y lo vuelve a bajar esta vez añadiéndole más velocidad, empezando a notar el efecto placentero de aquella acción. La imagen de Yoru vuelve a invadir su mente y el estallido de placer se expande hasta toda la columna dorsal generando un cosquilleo por todo el cuerpo.
Se imagina al inglés desnudo, intentando deducir como sería su pene y glúteos, eso lo excita más, ahora su imaginación imitando la expansión del aire, empieza a crear escenas de Yoru algo más picantes, como por ejemplo el rostro del azabache debajo de los genitales de Jade, como su boca se abría e introducía el pene del brujo angelical hasta el fondo, le hacía un oral con frenesí. El de ojos verdes jadeaba como perro sediento, imaginaba como lo vería Yoru mientras le hacía ese oral como un experto, ahora se imagina algo más fuerte, mentaliza al ojos miel bajando poco a poco hacía su glande y la introduce en su ano quedando totalmente sentado. Esto es la llave que abre la puerta al placer, Yoru brincando con una sonrisa de gozo, mientras era penetrado por el castaño. Los dedos de los pies de Jade se golpeaban entre sí a modo de respuesta por el flujo satisfactorio que invadía toda partícula suya.
Era la primera vez que se masturbaba imaginando penetrar a un chico, y este era Yoru, pero por lo visto mandó a la mierda su racionalidad y dejó su parte animal estar a flote. Ahora quiso hacer lo contrario, ya se mentalizó ser el dominante en la escena, ¿pero qué tal de sumiso? No había abierto los ojos desde que empezó este acto de auto placer, así que Yoru dejó de estar encima de Jade y ahora estaba abriéndole las piernas al chico y sujetándolas, sin ningún resentimiento introdujo su pene y movía sus caderas con convicción. Ya casi sentía que su pene iba a estallar, y para darle más realismo a esta imagen, hiso algo que solo había visto hacer por una mujer. Mojó dos de sus dedos de su mano izquierda con saliva y sin pensarlo dos veces los metió en su ano, al principio le dolió un poco pero como estaban las cosas, el dolor era algo casi inexistente.
Con su mano derecha seguía masturbándose con rapidez, y la izquierda le daba un lindo masaje a su intestino, y de hecho esta última acción le gustaba, más cuando sintió un extraño bulto del tamaño de una castaña, que cada vez que lo tocaba le brindaba mas placer. Sin darse cuenta ya estaba en el límite y ya su eyaculación estaba en proceso, el esperma sale disparada como bala, dejando una delicada línea blanca en el abdomen de Jade.
Suelta su pene dejándolo descansar y con delicadeza se saca los dedos de su ano. Su cuerpo se relaja pero su corazón estaba a punto de salirse, el chico se percata que sus dedos tenían unas tenues manchas de un beige algo amarillento.
― Esto es…― habla entre jadeos debido a su respiración alterada, pero ya sabía lo que había ocurrido― Genial, en el porno no te avisan de esto.
Se levanta sin más, y recoge toda su ropa poniéndola en el cesto de ropa sucia que se encontraba al lado de su closet. Entra al baño y rápidamente se lava las manos con jabón, bueno era algo obvio, esa entrada también tenía otro uso y uno muy normal. Se secó las manos y luego tomó un poco de papel de baño para limpiarse la eyaculación de su abdomen, Iba a volver a salir aunque en realidad prefirió un baño de agua tibia para calmar sus lagunas mentales, pero admitía muy sincero que había disfrutado esa masturbación. Se mete a la ducha y baja ambas llaves equilibrando el paso de agua para darle la temperatura necesaria. Y así estuvo un rato, pasado unos treinta minutos de haberse bañado, cierra la ducha y se seca cada parte de su cuerpo con determinación.
Sale desnudo y ve a su closet para tomar su nueva ropa limpia, justo cuando tenía lo necesario escucha unas voces del exterior de su habitación y rápido como rayo entra al baño para que no lo vean desnudo. Escucha la puerta abrirse y las voces de sus amigos se hace más clara. Ahora que lo pensaba, se había masturbado y la puerta no tenía seguro, por lo tanto tuvo suerte de no encontrar a nadie en el acto, ya que todos ellos exceptuando a Lucem eran unos metiches y despreocupados que no tenían problemas de entrar en su morada sin permiso.
― ¿Jade estás aquí?― pregunta Daniel.
― Estoy en el baño, ya salgo― responde con un tono alto de voz. Se coloca el nuevo bóxer, esta vez azul, un short de algodón azul marino y una camisa holgada blanca y decide doblarse las mangas. Jade disfrutaba de estar descalzo en su casa y también lo hacía en su habitación. Sale del baño encontrando a todos los del grupo.
― ¿Estabas cagando?― pregunta Kyle burlón acostado en la cama, recibiendo un golpe de Blake que estaba al lado suyo.
― No, me daba un baño― señala su cabello húmedo como prueba.
― Jade, ¿Qué opinas del nuevo conjunto de Aurora?― habla Lauren empujando a la chica hacia su amo.
La morena llevaba un conjunto de dos partes, el top y la falda tenían estampado floral amarillo, el top no estaban tan corto y dejaba ver un poco el abdomen, usaba sandalias con tacón al estilo griego, y su cabello estaba mas aireado y su rulos mas definidos.
― Vaya, te ves muy linda― Jade pensaba que era muy atractiva y que ese estilo playero le quedaba bien, de hecho esa difuminación de blanco aumentaba mas la apariencia de espuma de mar con esos rulos mas definidos― Me gusta como quedó tu cabello.
― Gracias, Lauren escogió todo― sus mejillas se teñían de rojo por el cumplido de su amo, estaba algo apenada.
― No creerás como le hizo el peinado― Habla Blake con cierta emoción. Jade mira a la pelirroja esperando respuesta.
― Sencillo, magia de viento― muestra sus manos generando espirales de viento.
― Cambiando de tema, estás tomando cuerpo― Noire que estaba recostada de la pared, miraba las piernas y los brazos del chico, que mostraban sutiles músculos formados y su espalda estaba algo más ancha― La primera vez que te vi estabas más escuálido.
― Eso es gracia a los terribles ejercicios y prácticas del profesor Ares. Pero me agrada, tal vez en un año ya tenga un cuerpo atlético― responde e castaño feliz de su proceso, a parte va y se sienta en su puf.
― Si eso llega a pasar, vamos a tener que ayudarte a quitar toda zorra que quiera comer “tu dulce” ya que de por si eres lindo, con un cuerpo de dios griego, habrá mucha plaga que matar― decía el australiano con una sonrisa.
― Yo estoy de acuerdo con eso, pero a pesar de todo, es bueno para tu salud estar en forma. Y más si te dedicas a la magia― añade Lucem con una sonrisa amble, estando sentada en la esquina de la cama.
― hablando de magia, es cierto eso de las clases extracurriculares y además que ya muchos de los estudiantes estarán viendo nuevas clases― la bruja de runas jugaba con el cabello de Daniel que estaba recostado al lado.
― En efecto, tengo pensando tomar las clases de maquillaje, o según hay una clase de eso por unas chicas que escuché en el bazar. Ya mañana darán a conocer las clases― dijo Lauren, quien se había sentado con Aurora en el pequeño mueble.
― Les aseguro que les encantarán, es imposible no tomar una de ellas. Incluso mi videncia ha mejorado por tomar extras― podía verse la emoción den los ojos de la mayor del grupo.
― ¿alguna nueva magia que verán en este trimestre?― pregunta la bruja albina.
― Yo había tomado astrología cuando entré a la academia, así que ya mañana empezaré a verla.
― Quiero seguir adentrándome a la magia referente a la letras. La profesora Afrodita nos había dicho que podríamos pedir plazas para nuevas magias no importa cuando, así que fui a la coordinación y Atenea ingresó algunas clases que quise en mi nuevo horario― dice Blake.
― Yo tomaré clases de metalurgia y herrería con Hefesto, y más mis habilidades de alquimia, me irá muy bien sacándole provecho a las dos― Kyle también estaba ansioso por sus nuevos conocimientos.
― No tengo pensado tomar nuevas magias, creo que con el Encantamiento, la Invocación y a su vez la especialización en Hadas es suficiente para mí. Pero si tomaré alguna extracurricular por diversión.
― Concuerdo con Lauren, yo ya tengo demasiado con la fotoquinesis, las artes de sanación y encima la Magia Religiosa como para agregarme más, no quiero sobreexplotar mis límites, pero esas extras suenan divertidas― y Lucem muestra su típica sonrisa.
― Yo me considero un poquito ambiciosa, así que no sé si quiero expandir mis conocimientos. Soy buena con mi videncia, la umbroquinesis y el Encantamiento…no sé si debería practicar más esa magia― dice lo último pensativa y tocando su mentón.
― ¡¿manejas otra magia?!― Daniel se sorprende por dicha revelación.
― ¡Dinos cuál es!― exclamaron Kyle y Blake al unísono con la curiosidad saliéndose de los poros.
― No lo creo, es mejor que la vean por su propios ojos en un futuro― guiñe el ojo al trío.
― ¿Lo viste con tu videncia?― pregunta Blake con sarcasmo, a lo cual la de ojos rojos asiente con una sonrisa pícara.
― ¡No es justo!― se queja el rubio.
― Oye Lucem, ¿sabes que magia es esa?― pregunta el alquimista.
― Por supuesto.
― ¡Dímelo!
― No puedo, me temo que tendrás que esperar. Pero te aseguro que es una muy interesante― sonríe
Y así el trío, intentaba lo posible para sacarles información a las hermanas sobre la magia desconocida de la vidente, pero ninguna soltaba información que ellos querían. El otro trío formado por Jade, Lauren y Aurora también tenía curiosidad sobre esa misteriosa magia, pero no iba a insistir sabiendo que no iba a resultar nada por intentarlo, para Aurora esas hermanas eran unas chicas las cuales no deberías de jugar, su marcada intuición le aseguraba que detrás de ellas se ocultaba una Caja De Pandora que guardaba un inmenso poder, incluso las inclinaciones por las magias que practicaban ya dan una pista del potencial que ambas tenían.
― Sus auras y el olor que impregnan me recuerdan a alguien, ¿será esa mujer de la que estoy pensando? ¿Pero qué vínculo tendrán con ella?― era lo que pensaba la chica ángel.
Aurora estaba tan hundida en sus pensamientos que no se percató que de un momento a otro, Noire le veía fijamente.
― Parece que ya lo sabe, pero no será capaz de decirlo sin estar totalmente segura. Según mis predicciones, será en el festival cuando sepa nuestro secreto…la sangre real― la vidente hablaba consigo misma, para luego seguir escuchando las suplicas de los chicos para que les dijera su poder.
Los Guardianes habían terminado su reunión y vuelto al Palacio, tomando el ascensor todo el mundo, teniendo espacio cómodo entre todos.
― Y bueno, mañana tendremos al segundo grupo de futuros astrólogos, ¿cierto?― pregunta Chrysó.
― Así es, me alegra que muchos brujos estén interesados en la astrología― responde su líder alegre por aquel hecho.
― ¿Qué hay de las clases extracurriculares?, creo que ahora tendremos más trabajo― Nemea se rascaba la nuca con cansancio.
―En efecto, yo hablé con Afrodita y las Cárites, a mi me toca dar clases de maquillaje― decía Eiríni con toda la alegría del mundo.
― Yo me encargaré sobre moda y costura, también algo de artesanías― añade Astrea con la misma felicidad.
― Atletismo― habla el de cuernos.
― Yo daré clases de gastronomía― añade Marina.
― Dejando eso a un lado, y volviendo al tema que vimos en el Salón. Parece que hay un topo en la Hermandad de las Estrellas Errantes, ya que aparte de nosotros ellos son los únicos que saben sobre la fuente de energía de los observatorios― esta vez Alejandro se mete en la conversación, con brazos cruzados y mirada profunda.
― Justo quería hablar sobre eso, creo que hay que tomar cartas en el asunto y descubrir quién divulgó dicha información. Ya que una cosa es saber sobre la fuente de energía, pero estos usurpadores también sabían de La Triada Celestial Europea, no creo que fuese mera casualidad que robaran en esas tres ciudades― argumenta Sofía.
― Tienen toda la razón, hoy hablé con la Hermandad poco después de la información que me dio Alejandro, y los invité a cenar con nosotros con la finalidad de sacarles información. Será este domingo, solo espero que Stella Polaris no esté involucrado en esto, me sentiré muy traicionada― la voz de Asteria era algo triste y preocupada― Para eso, Eiríni necesito que organices toda la cena― ordena la diosa amablemente― cuando se trata de fiestas y relaciones públicas, eres la mejor― sonríe gentil.
― Me halaga que diga eso Lady Asteria, será un gusto tomar el trabajo― responde la morena complacida.
― ¿Sucede algo, hijo?― pregunta Mitera, viendo que su retoño tenía un semblante triste y sus ojos apagados.
― Mami, ¿Qué tal si todo esto sobre el robo en los observatorios….tenga que ver con la hermana Andrómeda?
Y un silencio macabro arrasa con todos en el ascensor, dejándolos totalmente mudos, como si esa pregunta tan inocente de Eryx fuese un balde de agua fría trayendo un recuerdo tortuoso a todos.
― Hijo, realmente no lo sabemos― la madre no sabía que responder.
― Ella no pudo desaparecerse así, yo creo que ella sigue por allí, intentando buscarnos― los ojitos de Eryx se humedecían.
― No te preocupes, algún día la encontraremos y estaremos todos juntos como familia― la madre se agacha y limpia las lágrimas de su hijo.
― ¿Lo prometes?―pregunta con un tono leve de voz.
―Lo prometo― el niño abraza a su madre y ella lo recibe con fuerza consolándole.
― ¿Cuánto ha pasado desde aquel día?― habla el hombre fornido algo melancólico.
― Unos tres años terrestres aproximados― responde Ganimedes con el mismo ánimo, mirando al pequeño siendo consolado por su progenitora.
― Fue un fatídico día, y claramente los más afectados fueron sus padres― Astrea recuerda lo doloroso del evento, esa chica era como una hermana para ella.
― Ese día se iba de misión…y nunca volvió― Cástor sentía un mal sabor de boca.
― Ni siquiera usando nuestros poderes o los de Alejandro logramos hallar su paradero― añade Pólux sintiéndose algo inútil.
― Y sin olvidar que…su novio se puso histérico y casi destruye ambos palacios― Eiríni recuerda esos momento también, aquel chico tomó unas conductas que para ella eran inapropiadas de ver.
― Juró que si alguien está detrás de todo esto, lo haré pagar en nombre de todos los astros― la diosa apretaba sus puños sintiendo aquel dolor regresar a su corazón.
Marina se sentía súper triste, las cargas emocionales de cada guardián las sentía en carne propia y sin más lágrimas bajaban por su ojos hasta caer por su barbilla.
― Gente por favor, Marina está recibiendo todo― comenta Quirón acercándose a la chica y dándole consuelo.
―Lo siento, no pude aguantar sentirme empática― la chica se limpiaba las lagrimas.
― Este ambiente y este recuerdo no es saludable para ti, o realmente para nadie― opina Mitera revolviendo los cabellos de su hijo, que la abrazaba por la cadera.
Y el silencio volvió a reinar, solo se escuchaba el descenso del transporte hasta el Salón Principal.
― Supongo que será una cena algo incomoda― añade el hombre fornido con una leve carcajada intentando alegrar al grupo.
― Ni que lo digas, aunque Lady Asteria es buena con la persuasión― comenta Chrysó siguiéndole el juego.
― Solo espero llegar al fondo de esto, mis hijos amados, no dejaré que sigan maltratando a esta familia― sentenció con seguridad― a ninguno más― esta vez mira a Marina.
― Y estaremos con usted para llevar la justicia a cabo. ¿No es así guardianes?― la voz de Sofía termina de darle moral a los chicos.
Todos asienten y poco después cada uno se va por su lado, necesitaban descansar por el día tan pesado que llevaban.
Al día siguiente ya iniciaban las clases en la academia Sonnenkonig, Jade ya tenía su respectivo uniforme, se había peinado y acomodado su corbata, tomaba su Libro de Sombras y sale de su habitación.
― Jake, ¿Qué tenemos para hoy?
― Empezaremos con su nueva clase, Astrología― la tablet muestra el mapa indicando el salón.
― Perfecto, ya estoy ansioso por empezar― el chico se desplazaba por los pasillos viendo como otros alumnos hacían lo mismo, algunos eran de su mismo nivel y otros por su uniforme distinto, ya dejaba en claro que eran de clases avanzadas.
Justo cuando estaba por cruzar otro pasillo, siente a alguien correr y estrepitosamente choca con esa persona. Jade cae pero nunca soltó su tablet, abrazándola, se levanta al percatarse que había una chica también tirada en el suelo y con su tablet por otro lado.
― ¿Estás bien?―ayuda a la chica a levantarse, analiza su rostro y le pareció conocida. Esta chica tenía rasgos asiáticos y cabello era castaño con californianas de un color rojo cereza.
― Sí, lo siento. Es que voy tarde a mi clase.
― Bueno pero, es peligroso que vayas corriendo así. Podrías salir lastimada―Jade recoge la tablet de la chica y se le entrega.
― Gracias y perdona por los sucedido― la chica hace una reverencia como disculpa.
― No te preocupes, solo ten cuidado la próxima― le sonríe sintiéndose algo extraño por el gesto de la desconocida.
Curiosamente ambos iban al mismo pasillo, pasaron como unos treinta segundos cuando Jade decide hablar.
― De casualidad, ¿a qué clase vas?― el castaño trató de no sentirse incomodo por el momento, ya que se habían despedido pero estaban caminando por el mismo sitio.
― Astrología― responde la chica con una sonrisa.
― Yo también voy a ella.
― ¡Oh, que sorpresa!, bueno pues deberíamos apurarnos, estamos entrando tarde― dice la chica con un tono sugerente e impaciente al mismo tiempo.
― No lo creo, faltan diez minutos― Jade le muestra la hora de su Libro de Sombras a la chica.
― ¡No puede ser!, el mío debe de estar equivocado― la asiática desconcertada entra en herramientas y acomoda la hora.
―Disculpa, pero creo que te conozco.
― ¿En serio?, yo nunca te he visto― la chica observa a Jade confundida, él debía admitir que la chica era muy linda y tierna.
― ¿No eres la chica que había luchado con Lucem Sactum?― pregunta sintiéndose seguro de que ella se había encontrado en batalla con su amiga.
― Sí, soy yo…una batalla algo penosa― susurra lo último apenada― ¿conoces a esa chica?
― Soy un amigo suyo, soy Jade Silverlight― alza su mano.
― Yuko Yamashita, encantada― sonríe estrechando la mano del contrario― veo que tú también eres un astrólogo.
― Hoy es mi primera clase, y de hecho me gustó esos hechizos que hiciste en aquella batalla.
― Aunque al final perdí, tú amiga es muy fuerte― sonríe apenada― ¿hablamos de aquí al salón?, tal vez podemos conocernos más el tiempo que nos quedé libre.
― Claro, suena bien.
Ambos chicos caminaron hasta su salón. A jade le había caído bien esta chica, a pesar de conocerse de una manera que el chico recordaba en series japonesas y el famoso anime, le pareció gracioso ya que parecía como si estuviese en uno.
Ahora podría decirse que tenía una nueva amiga. Ambos ya habían entrado en salón para recibir su respectiva clase.