Sus labios se juntaron suavemente, estaban húmedos, calientes, eran suaves, quizás para TaeYong era la primera vez que sentía unos labios tan peculiares sobre los suyos, si es que no contaba los de Yuta. Sin embargo para JaeHyun eran los labios más perfectos que alguna vez podría haber llegado a imaginar. El peligris abrió sus ojos sorprendido al sentirlo, quiso moverse pero JaeHyun lo tenía de las muñecas, lo tenía acorralado.
Sus pensamientos comenzaron a flotar de nuevo, era cierto que JaeHyun aún sentía cosas por él, era cierto que en todo este tiempo gustaba de él. En algún punto siempre había creído que JaeHyun en realidad no sentía nada, que era todo pasajero, por eso mismo lo había aceptado de nuevo como amigo sin importar que lo haya abandonado.
Y ahí se encontraban, besándose, superficialmente pero aún así era un beso del cual llegó a relajarse y en un momento de descuido cerró sus ojos, sus labios quisieron jugarle una mala pasada y se abrieron lentamente, comenzando a acostumbrarse a ese dulce tacto. YoonOh no desaprovechó la oportunidad y sin más su lengua empezó a penetrar despacio la boca de aquella persona que tanto le gustaba.
Al no esperarselo, emitió un pequeño sonido que para los oídos contrarios sonó como un gemido, provocándolo más, tratando de llegar con su lengua hasta lo más profundo, tratando de hacerle saber cuánto le gustaba y cuánto había esperado por eso.
TaeYong debía admitir que estaba en el paraíso, nunca en su vida había sido besado como ahora lo hacía su "amigo", de esa manera tan pasional, tan salvaje, queriendo demostrar más de un sentimiento a la vez, llevandose sus pensamientos, sus preocupaciones, callando su mente. Sus labios estaban llenos de saliva y su lengua presa por la lengua contraria, que chocaba con la suya una y otra vez. De esa forma no podía evitar los gemidos y suspiros que se le escapaban de vez en cuando.
JaeHyun trataba con todas sus fuerzas el no descontrolarse allí mismo y comenzar a tocarlo, de igual manera sabía que estaba llegando demasiado lejos, tanto como para arrepentirse o para decidir llevar la situación a otro nivel. Había esperado tortuosamente día y noche, anhelando aquellos labios que ahora tenía apresado junto a los suyos, que hasta parecía un sueño. Y le hubiera gustado jamás despertar.
No sabía cuanto tiempo había pasado pero sí el suficiente como para sentir que el aire le faltaba y no solo eso, habían jugado tanto con sus lenguas que una linea traviesa de saliva se escurría por un costado de los labios de TaeYong quien tuvo que romper el beso casi un poco brusco para poder respirar.
-Ah... Jae... tú... -apenas podía hablar después de ese desenfrenado beso que había durado como una eternidad para él; estaba tan agitado, sus manos casi temblaban y su cuerpo igual, su boca aún tenía saliva suya y de él mezcladas, incluso sus labios estaban rojos e hinchados hasta más no poder
-Sí, siempre me gustaste TaeYong -le contestó agitado, mirándolo a los ojos, observando el pequeño manojo de confunsión debajo suyo, sin embargo sonrió, detrás de esa mirada perdida había un deje de placer que TaeYong no podía ocultar, por eso mismo el peligris simplemente no podía mirarlo- le dije a Yuta que no se descuidara o serías mio
-¿Q-Qué? -esta vez lo miró a los ojos, pero cuando se encontró con los de YoonOh no pudo evitar sentirse molesto- ¿acaso creen que soy un objeto o qué?
-¿Que? N-no, nada de eso -comenzó a tartamudear debido al nerviosismo, eso no era lo que quería expresar.
-¿Entonces? Además, ¿cuándo hablaste con él? Me ocultaste cosas YoonOh -molesto y aprovechando la confusión de su amigo le apartó las manos que lo tenían agarrado de las muñecas y se levantó quedando sentado en el sofá con JaeHyun delante de él pensando en qué decir
-Lo siento es que... Fue Yuta quien me habló y quedamos en no decirte nada. Me había pedido alejarme de ti pero no pude y tú tampoco quisiste -casi estuvo por golpearse la cabeza con lo primero que encontrase, creyendo que no podría existir persona que cagara una oportunidad así como él. Estaba seguro que de no ser por lo dicho, TaeYong tal vez estaría pasando más tiempo pensando en lo bien que se habían sentido sus labios unidos y la manera en que sus lenguas danzaban.
-Bien hecho YoonHo, me has mentido -decía nuevamente recurriendo a su tic de revolverse el cabello cada vez que se enojaba
-Me gusta cuando haces eso -se le escapó a YoonOh quien recibió una mirada de reproche al instante y de nuevo sintió ganas de golpearse contra la pared.
-Nunca creí que te aprovecharías de la situación -volvió a decir con ese tono de decepción. Bajó sus piernas del sofá y sentó correctamente con los brazos cruzados. Ciertamente de no ser por las palabras de YoonOh probablmente habría caído a sus encantos, aunque no por mucho
-No me aproveché, solo no pude aguantar después de que me dijeras que ya no estas con Yuta. Tae, llevo tres años esperando por esto -decía desesperado, ahora que lo había probado, que había sentido aquella conexión, se le hacía más difícil dejarlo ir
-No es mi problema, recuerda que tú estabas con tu preciado DoYoung, en su momento podría haberte correspondido pero ahora... -miró hacia abajo arrepentido de sus acciones de todo lo que había pensado mientras sucedía- simplemente no eres Yuta... -una lagrima volvió a escaparse de sus ojos al recordarlo, por más que Yuta no fuera tan bueno con él, él lo amaba, lo ama con toda su alma, había llegado a un punto en que no se imaginaba con alguien más que no fuera Yuta
-¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser él? -decía dolido, a pesar de saber como manejar sus emociones, no podía evitar que desbordaran de vez en cuando- Si llegaste a sentir algo por mi, puedes sentirlo de nuevo, solo dame una oportunidad -rogaba mientras trataba de hacer que TaeYong lo mirara aunque sea una vez, lo necesitaba más que a cualquier cosa en el mundo
-No puedo, y aunque quisiera, este no es el momento. No puedo olvidarme de él tan fácilmente -nuevas lagrimas salían y comenzaba a preguntarse si el resto de sus días serían así como ese, llorando desconsoladamente- no quiero hacerte más daño, en verdad te aprecio...
-No sigas -colocó una mano en su muslo mientras lo acariciaba- al menos seamos amigos -dijo un poco más calmado mientras suspiraba. "No me duele" se repetía una y otra vez, tratando de concentrarse solo en el dolor que la persona que quería sentía, solo en él.
-Claro... -susurró luego de un interín de silencio. Estaba a punto de decir algo más cuando sintió que JaeHyun lo tomaba por tercera vez en el día y lo abrazaba, esta vez podía sentir el daño que le había hecho. Pensó que no habría nadie que estuviera peor que él en ese momento, pero al parecer su amigo estaba igual de destrozado. No tenía idea que tanto así estuviera enamorado de él como para esperar tres años pero a la vez lo enfurecía. Había sido culpa de JaeHyun por dejarlo- Ahora te toca contarme qué fue lo que hablaste con Yuta -dijo cortando el tierno momento. YoonOh suspiró cansado de escuchar ese nombre
-Ya te lo dije, me pidió que me alejara de ti, pero le dije que lo haría solo si tú te alejabas de mi por tu decisión. Y yo le dije... bueno, que si se descuidaba me quedaría contigo -sus mejillas se tornaron algo rosadas, ahora que le decía de esa manera, sonaba vergonzoso, demandante y posesivo. Y él no tenía derecho de ser así con TaeYong, lo entendía y sabía que por eso el pequeño se había enfurecido.
-¿Que te hace pensar que yo quiero quedarme contigo? -le preguntó alejándolo de un empujón, no estaba enojado pero aún rondaban muchas cosas por su cabeza
-Ahora que lo dices, no lo se. ¿Qué podría tener yo? Tú mismo lo dijiste, no soy Yuta
-No, eres YoonOh, una maravillosa persona... Deberías tener a alguien mejor que yo
-Eso es imposible -se levantó del sofá y se colocó enfrente de él- tú eres la personas más maravillosa del mundo -se agachó un poco hasta quedar a la altura de TaeYong quien lo miraba confundido por sus acciones, hasta que lo tomó de la cintura y lo alzó en brazos cargándolo en su hombro como un costal de papas.
-¡Qué haces! ¡Bajameee! -gritaba TaeYong riendo mientras le pegaba en la espalda. Así era, no podía permitirse estar triste o enojado en presencia del pelinegro, le era imposible ya que este hacía lo que fuera por verlo sonreir. Inclusive el ponerlo en prioridad sobre todo lo demás, sobre él mismo, sobre su mismo dolor.
-Te enseñaré lo maravilloso que eres ya veras -le decía mientras caminaba escaleras arriba hacia su habitación
-¡¿Que qué?! ¡Bájame! -seguía gritando mientras reía, le encantaba pasar esos momentos con JaeHyun
-Nop -de una patada abrió la puerta de su habitación, hizo un par de pasos y lanzó a TaeYong en su cama con cuidado de no lastimarlo
-Ya déjame -le decía desparramado en la cama con la camisa algo arrugada dejando ver su ombligo y parte de sus abdominales
-Olvida lo que pasó hace un rato- se sentó a un costado de él apartándole los cabellos de su hermoso rostro- tú y yo seguimos siendo amigos. Mejores amigos ahora que el molesto de WinWin no esta
-Ni lo menciones, aún no puedo creer que haya estado con Yuta... fui un idiota ¿verdad? -sonrió melancólicamente suspirando, esta vez dejando todo ir, no quería llorar más
-Puede ser -TaeYong le puso mala cara- oye, solo digo, yo no dejaría que la persona que está enamorada de mi pareja este cerca de él
-Era mi amigo mucho antes de saber de que él gustaba de Yuta -bufó fastidiado y se acomodó en las piernas de JaeHyun usándolas como almohadas- de todas formas ¡hay algo que se llama respeto! Es decir, tú gustabas de mi ¿cierto? Y yo gustaba de ti pero no me besaste cuando salía con Yuta ni yo te besé cuando salías con... DoYoung-dijo el ultimo nombre con asco, en verdad le molestaba ese chico.
YoonOh sonrió al escucharlo decir ese nombre de esa forma, pero sobre todo sonrió al escuchar la declaración tan directa del peligris.
-Primero que nada, aún me gustas -comenzó a acariciarle suavemente los cabellos- y sabes... tienes cara de que la gente quiera engañarte, eres muy inocente -le dijo bromeando
-Eso no ayuda en nada idiota -le dio un manotazo en el hombro ignorando por completo sus primeras palabras
-Era broma, yo no te engañaría -le guiñó un ojo a lo que TaeYong desvió la mirada apenas sonrojado
-Como sea, de todas formas las cosas con Yuta... tú sabes, su madre me odia
-Cierto, la psicópata que no deja que tú y Yuta se vean pero que adora a WinWin ¿verdad? -le recordó dolorosamente para remarcarle el hecho que no valía la pena estar con él y que hizo bien en terminarle
-Así es, gracias por decirlo -le dio otro manotazo- y pensar que WinWin conoce la casa de Yuta y yo ni siquiera por fuera la he visto
-Lo siento pero ¿me lo dices en serio? Tae, de verdad no se que pensabas estando con Yuta, sobre todo estando más de un año así -le decía pensando que toda esa relación era una completa locura y probable capricho del ex novio de su amigo
-Lo amo -dijo serio- no me importaba todo lo que tuviera que hacer o pasar por él, aún si teníamos que vernos en otros lugares y andar a las escondidas para que su familia no nos viera, nada de eso me importaba
-Pues que suerte tenía Yuta, se arrepentirá de haber dejado a alguien así... Sobre todo cuando vea que WinWin no puede darle lo que tú si
-WinWin no quiere estar con Yuta -escupió con cierta ira recordando la pelea que había tenido con su ex amigo hace unas horas
-En serio te pasan las cosas más insólitas TaeYong. Despues de todo uno pensaría que él y Yuta terminarían juntos ¿no?
-Sí ¡pero no! -se sentó en la cama dando un par de saltos acomodándose al lado de YoonOh- lo hizo solo para molestarme, no encuentro otra respuesta
-Yo tampoco, no sé que pensar. -sus manos volvieron a tocar aquellas suaves hebras grises, al tiempo que le dedicaba una mirada comprensiva, entendía la indignación de TaeYong, quería hacerlo sentir bien- Pero deberíamos dejar de hablar de ellos ¿cierto? No quiero que te amargues más de lo necesario -le acarició una mejilla mientras le sonreía
-Fuera -de un golpe le retiró la mano de su mejilla riendo apenas- sigo molesto contigo
-¿Por lo del beso? Olvídalo, yo...
-No es por eso -lo interrumpió- no me dijiste que hablaste con Yuta, se suponía que no nos guardábamos secretos ¿qué clase de amigo eres?
-Todo este tiempo te oculté que me gustabas, ¿no vas a decirme nada por eso? -TaeYong bajó la mirada
-No es momento para hablar de eso JaeHyun
-Esperé tres años, supongo que más tiempo no me hará mal
-¿Y cuando he dicho yo que quiero o quisiera estar contigo? -volvió a repetirle gracioso
-Por lo menos admitiste que gustabas de mi, eso es algo ¿no?
-Que seas hermoso no quiere decir que esté enamorado de ti -le dijo sonrojándose por la repentina declaración
-¿ves? Lo admites, solo espera y te enamorarás de mi
-Te ves muy seguro -le respondió tirándose a abrazarlo, quedando de esta forma acostados en la cama uno sobre el otro- todavía recuerdo cuando te conocí -le dice acomodándose en su pecho, sus manos jugaban con la tela de la camisa del menor, haciéndolo ver más adorable de lo que normalmente mostraba a los demás.
JaeHyun era el único que se daba cuenta de esto y le encantaba ser el que sacara esa faceta del peligris.
-Tenía 14, eramos unos niños -decía sonriente, con el recuerdo intacto en su mente del día que lo conoció.
-Tú lo sigues siendo, yo soy mayor de edad -comenta orgulloso
-¡Oye! Solo son...dos años -lo toma por la cintura posesivamente, le gustaría que fuera así de verdad, por un momento pensó eso- además soy más alto que tú
-¡Solo un par de centímetros!
-Lo dices para no sentirte tan enano -los dos comenzaron a reír animadamente, les encantaba hacer bromas y estar juntos, sentían que cuando estaban así era todo muy perfecto, pero para TaeYong no era tan perfecto como estar con Yuta
-Debería irme -dice de repente, cortando toda la felicidad de JaeHyun
-Quédate a dormir, estoy seguro que a mis padres les gustara la idea -decía esperanzado
-No debería, ya sabes después de lo que pasó entre nosotros...
-Te dije que lo olvidaras, cometí un error, creí que me corresponderías... ¿Podrías olvidarlo y seguir como antes?
-Dame un tiempo para asumirlo, pero te prometo que podremos volver a como antes -YoonOh suspiro preocupado, no quería alejarlo, todo lo contrario, quería tenerlo cerca de él costara lo que costara.
-Bien, si me lo prometes confío en ti -terminó por decir cediendo al mayor, no podía evitarlo, siempre haría lo que él quisiera
-Gracias
-Hey, ¿para qué están los amigos? -ya no le dolía decirle de esa forma, había aprendido que con TaeYong era eso o nada, mejor amigos que desconocidos
-Sí... bueno, me iré entonces
-Te acompaño hasta la puerta -ambos se levantaron en silencio abandonando la habitación de JaeHyun para llegar a la sala y posteriormente a la puerta de entrada, todo el camino silencioso
-Gracias por estar conmigo y haberme escuchado -dijo finalmente TaeYong una vez que estaban afuera
-Siempre voy a estar cuando lo necesites y ya sabes, si te sientes mal no dudes en venir -apoyó una mano en el hombro del peligris un poco dudoso, después de lo sucedido no quería que mal interpretara todos sus movimientos
-Eres el mejor -sin decir más lo abrazó, ahora era su turno devolverle todo el cariño que JaeHyun le había dado, aunque su relación siempre haya sido complicada lo quería demasiado y no deseaba perderlo
-Escríbeme cuando llegues a tu casa -le dijo en el oído aun abrazándolo
-Sí -respondió con una sonrisa, siempre se llamaban y se mandaban mensajes cuando no se veían, sin importar que vivieran a cuatro calles de distancia- adiós Jae
-Adiós Tae -le dio un beso en la mejilla antes de deshacer el abrazo por completo.
TaeYong solo lo observo por unos segundos antes de darse media vuelta e irse en dirección a su casa; JaeHyun lo observó unos minutos hasta que decidió meterse en su casa, le gustaba verlo lo más que pudiera.
-Soy un idiota -susurró para si mismo haciendo una mueca de enfado y revolviendo sus cabellos tal y como su querido peligris hacia. Se rió al darse cuenta este hecho, pues le parecia tierno que se le hayan pegado sus manías por pasar tanto tiempo juntos.
TaeYong iba caminando lentamente mientras recuerdos tristes lo inundaban nuevamente, cuando estaba con JaeHyun eso no le pasaba, pero una vez que se alejaba de él su mente comenzaba a recordarle lo triste que podía llegar a ser su vida, más aún que había terminado con el amor de su vida. Caminó mas despacio para tener tiempo para calmarse antes de llegar a su casa, no quería llegar y preocupar a su tía y su hermana mayor.
Ya no podía llorar, no quería mostrar su debilidad, ya no. Debía ocupar su mente en otras cosas, no debía estancarse, Yuta había sido su razón de ser en la vida, estudiaba para tener un buen futuro junto a Yuta, vivir con él y poder hacer lo que quisieran estando unidos. Ahora no sabía por quien o por qué vivir. Pensó que sería algo pasajero la forma que tenía de ver las cosas, pero en su depresión era lo único en que pensaba.
Su mente estaba trabajando a mil por hora, tan ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando alguien lo quedó mirando por largo rato y le tocó el hombro por detrás para llamarle la atención.
TaeYong se dio la vuelta del susto pero trató de disimular la exaltación, sin embargo la sorpresa no se detuvo al ver de quien se trataba aquella persona que lo había llamado en silencio.
-Do-DoYoung...