Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Once Again (JaeYong) por TaeRaw

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Sus ojos, totalmente abiertos de sorpresa, se movían incrédulos sobre la figura frente a él, aún sin terminar de entender el hecho de que esa persona estuviera parada a unos centímetros suyo. Por lo que DoYoung pudo darse cuenta de inmediato que su mera presencia estaba siendo incómoda para el peligris, más aún si se quedaba allí parado sin decir ni hacer nada más que mirar cómo el rostro de TaeYong cambiaba de expresiones mientras se hacía a la idea de que estaba allí, hablándole, o al menos tratando. Ambos se miraban a los ojos esperando que el contrario dijera algo, sin embargo estaban de acuerdo en quién le correspondía hablar, solamente que a esta persona se le estaba haciendo imposible pensar una oración decente para terminar con esa incomodidad.

-Lamento aparecerme así frente a ti -dijo nervioso casi pareciéndole estúpido lo que acababa de decir, su voz incluso había salido entrecortada. No parecía tan difícil hablar con TaeYong cuando se lo planteó hace momentos atrás mientras lo observaba caminar, mas ahora, frente de él con esos grandes y profundos ojos clavados en su persona, le resultaba complicado hasta respirar normalmente.- Yo... me preguntaba si tendrías un momento para charlar...

Las cejas del peligris se alzaron como nunca, al punto que hasta él mismo podía imaginarse la cara que en ese momento estaría poniendo. No quería parecer grosero pero de la última persona que esperó que le pidiera hablar tan amablemente era definitivamente DoYoung. Su expresión volvió a cambiar, esta vez frunciendo el ceño, confundido y aturdido todavía. ¿Hablar? ¿De qué quería hablar? Su curiosidad lo estaba matando, y el estar emocionalmente inestable no lo estaba ayudando, comenzaba a pensar que tantas emociones juntas no cabían en él. Mojó sus labios, nervioso, sin saber qué decir o pensar, DoYoung estaba esperando paciente a que le contestara o eso quería demostrar pero también se le notaba su nerviosismo por la manera en que sus manos se movían. Y antes de siquiera poder cavilar algo más, el de cabellos narajas estaba hablando de nuevo.

-¿Tienes cosas que hacer? -preguntó el más alto insistente y nervioso, lo más seguro era esperar una negativa de parte del mayor aunque no perdía las esperanzas, no quería rendirse ahora que había reunido el valor para hablarle.

"Sí, sí, sí. Dile que sí, tienes cosas que hacer"; reclamaba la mente de TaeYong, la parte que pensaba con racionalidad. Pero al parecer no estaba dispuesto a mentir, no ese día, pues su cerebro aún tenía tantos asuntos por resolver. Yuta, JaeHyun, y ahora DoYoung, hace tiempo no tenía una cadena de sucesos de tan mala suerte como aquella. Deseaba poder despertar en algún momento feliz de saber que se trataba de algún mal sueño. Sin embargo sabía que eso no sucedería. Y él seguía allí parado frente a la persona que una vez le hizo la vida insufrible.

-En realidad... -bajó la mirada, "Miente, ignóralo". ¿Por qué no podía decirle simplemente que no sin sentirse arrepentido?- en realidad, no tengo nada que hacer.

-Entonces... ¿crees que podríamos hablar? -decía jugando con sus manos en un gesto que en una situación diferente tal vez, solo tal vez, le habría parecido adorable a TaeYong.

-Seguro... -sus ojos se movieron hacia a todos lados, no pensaba en algún lugar cercano para hablar tranquilamente, y quedarse parados ahí en medio de la calle mientras intercambiaban palabras no le parecía muy cómodo, es más, ni siquiera estaba de humor para caminar más de dos calles al tiempo que hablaban, por lo que una idea loca cruzó por su cabeza- De hecho iba hacia mi casa, podemos hablar allí tranquilos.

"Mierda..." ¿Qué estaba haciendo?.

La mirada del menor se iluminó, asombrado, no solo por conseguir su objetivo, también por el hecho de que TaeYong lo estuviera invitando a su casa. No eran desconocidos, ni tampoco amigos, prácticamente no eran nada, y ambos tenían sus dudas en cuanto a hablar en la casa de mayor, pero uno necesitaba hablar y el otro tenía la curiosidad de escucharlo, no había muchas vueltas que darle al asunto por ahora.

-¿Debería...?

-No te preocupes, mi casa está a media cuadra de aquí, a excepción que tengas pensado un lugar mejor donde hablar. Si no es así entonces sígueme -le habló algo duro para ser verdad, todavía batallando con los sentimientos en su interior. Si algo había entendido (mas no aprendido) era que la confianza ciega que tenía hacia las personas, desconocidas o no, le había traído muchos problemas. Aún así, era incapaz de mostrarse reacio ante la petición de alguna persona, sobre todo cuando hablaba tan amablemente; no es como si dijera "sí" a todo, tal vez sí, pero el problema era que no podía evitarlo, y al final cuando se veía traicionado, tal como con Yuta, se culpaba a sí mismo por ser un ciego confiado.

Esa no fue la diferencia. Caminó en silencio el trayecto hasta su casa, sentía la mirada de DoYoung en su espalda mientras caminaba siguiéndolo. No recordaba cuándo es que se había sentido más incómodo en su vida. Sus manos incluso sudaban, y su espalda estaba tensionada; al tiempo que caminaba se sentía más inseguro de haber invitado al menor a su casa, pero ya no había vuelta atrás, una vez que tomaba una decisión rara vez se echaba atrás. Lo que pasara en los siguientes minutos era un misterio para él.

Una vez que llegaron a la entrada de su casa, TaeYong procedió a sacar la llave de sus pantalones para abrir la puerta, con un chico de cabellos naranjas a su espalda que lo observaba con las manos temblando.

-¿Estas seguro que quieres que entre? -susurró dudoso, ahora tendría la presión de decir bien las cosas o allí dentro no tendría oportunidad de arrepentirse.

-Pues no creo que estes dispuesto a robarme o intentar algo malo ¿verdad? -apenas volteó para verlo DoYoung negó efusivamente con la cabeza, tenía una expresión de pánico que casi hace reír a TaeYong.

Abrió la puerta e invitó a pasar a DoYoung con una seña el cual entró lentamente, mirando todo su al rededor y casi saltando cuando escuchó la puerta atrás suyo cerrándose. Se encontraba en una casa grande, brillante de lo limpia que estaba y tan ordenada que deseaba quedarse allí de por vida, era realmente linda y olía muy bien.

TaeYong dejó las llaves de su casa en un mueble, volteando a ver a su invitado y esta vez una sonrisa adornó su rostro al verlo aún en la entrada con los hombros alzados notoriamente. Le daba algo de compasión verlo allí tan nervioso, y aunque él estaba igual momentos atrás, ahora en la seguridad de su hogar estaba un poco más destensado y preparado para escucharlo.

-Descuida, estamos solos -su voz resonó en el lugar, provocando que DoYoung lo mirara asustado por tan repentino diálogo.

Al menos sus hombros bajaron súbitamente al escucharlo decir aquello, sin saber si era bueno o malo que se encontraran solos, pero tomándolo de todas maneras como un punto a favor por ahora.

-Ven, puedes sentarte, no está prohibido -se burló el peligris riendo a penas cuando DoYoung lo miró con el ceño fruncido y casi sonrojado con su repentina timidez. TaeYong le señalo el amplio sofá de la sala de estar donde luego el menor se sentó, sintiéndose más relajado, aunque el profundo silencio del espaciado lugar comenzaba a afectarlo de alguna manera.

-¿Quieres agua? -ofreció el mayor, tan educado como le habían enseñado por más que se tratara de una de las personas que más le desagradaba.

-Por favor -cuando habló se dio cuenta de lo seca que tenía la garganta. Jamás pensó que al pedirle a TaeYong que hablaran este terminaría invitándolo a su casa, pero claro, solo lo hacía porque su familia no estaba, y no tenía que presentarlo frente a ellos. No era nadie más que una persona que lo molestó toda la secundaria solo porque su ex novio gustaba de él.

TaeYong volvió después de todo ese instante, en que se la pasó pensando lo mal que había hecho en el pasado, con un vaso de agua en la mano y se lo tendió para que lo tomara. Luego se paró frente a él, apoyándose en un mueble con los brazos cruzados. Tenía una mirada evaluadora que lo escaneaba de arriba abajo, sabía que había llegado el momento de aclarar las cosas.

-¿Y bien? ¿Qué es lo que tienes para decirme? -dijo con una voz más calmada de lo que el contrario esperaba.

DoYoung siempre se había sentido algo intimidado por TaeYong, su mirada siempre parecía fría y calculadora, se mostraba serio en muchas de las ocasiones. Pero sabía que era diferente con sus amigos, con las personas en que confiaba pues de vez en cuando lo observaba con su grupo de amigos, entre ellos JaeHyun, y lo veía tontear, hacer chistes, o hasta mostrarse tierno. Por esto tenía una pequeña esperanza en que el mayor no se pondría agresivo si lo encaraba y le pedía hablar.

-No se como empezar... -se rascó la nuca con una mano mientras con la otra sostenía con fuerza el vaso vacío sin saber donde dejarlo ya que no tenía la confianza suficiente de apoyarlo por ahí- Uhm, ¿cómo has estado? -preguntó curioso, hace mucho no lo veía después de que TaeYong comenzó la universidad, por lo que estaba siendo sincero en mostrarse interesado en cómo había estado. Mas la mirada del peligris se ensombreció ante esa pregunta, y no tardó en darse cuenta que al parecer no fue un buen día para el mayor.

¿Cómo había estado? Realmente tenía un discurso preparado para la primera persona que se le ocurriese preguntar eso después de todo lo que había pasado ese día, sin embargo no tenía idea que esa persona sería DoYoung, por lo que sonrió de lado y miró hacia otra dirección. La dulce ironía, no sabía si reír o echarse a llorar.

-No creo que sea tema de conversación especialmente para nosotros dos, así que ve directo al punto -habló tan serio que DoYoung no hizo más que asentir.

-Bien... -comenzó a decir apretando aún más el vaso que tenía en sus manos, bajó la mirada y suspiró, tenía mucho para hablar, pero debía pensar con cuidado cómo decirlo, no quería enfurecer más a TaeYong- Primero que nada... Lo siento, por haber hecho tu vida imposible en esos años. Realmente no soy esa clase de persona pero estaba tan celoso. -hizo una pausa para mirar a TaeYong, pero este no dijo nada, su rostro estaba inmutable, sin embargo se notaba que estaba pensando en todo lo que había dicho, por lo que decidió continuar- Entiende, eres tan hermoso y perfecto, y la gente a tu al rededor no hace más que repetirlo. Me sentí inseguro porque vi que JaeHyun te miró diferente a lo que me miraba a mi. Él era la única persona que me entendía, que me trataba bien, lo amaba, tenía miedo de perderlo...

-Pero como ves no terminamos juntos DoYoung -lo interrumpió suspirando, no podía creer que todos esos años pasados había sufrido tanto por simples celos de un niño inseguro.- ¿De verdad crees que JaeHyun te engañaba conmigo?

-Todos decían que él hacía linda pareja contigo y que ustedes se veían a escondidas. ¿Cómo crees que me sentía con eso? -alzó un poco más la voz, no por estar enfadado, sino por la desesperación de que TaeYong lo entendiera.

-No tenía idea de que decían eso pero te diré la verdad. Sí, salimos a escondidas, pero al principio no tenía idea que JaeHyun lo hacía sin decirte nada a ti, además salíamos como amigos, nunca pasó nada entre nosotros.-paró al notar la cara de sorpresa en DoYoung, al parecer él sí estaba esperando que de alguna manera hubiera pasado algo entre JaeHyun y TaeYong.- DoYoung, jamás se me hubiese cruzado por la cabeza hacer que JaeHyun te engañe conmigo... Créeme, no me gustaría que sintieras eso por más que no nos llevemos bien -sus ojos bajaron, tratando con todas sus fuerzas de no llorar, todo lo que había pasado con Yuta comenzaba a florecer de nuevo, la herida estaba recién abierta y lo único que quería era distraerse de ese dolor. DoYoung estaba allí cumpliendo lo que quería pero no de la mejor manera- Por lo que a quien deberías haberle hecho la vida imposible era a él no a mi -finalizó conteniendo su tristeza y concentrándose en la conversación con el menor.

-A él lo amaba, no podía hacerle eso. Siempre creí que si lo mantenía a mi lado también estaría haciéndote daño a ti, de alguna manera pensé que estaba privándote de lo que creí que tú más querías... Pero cuando lo dejé ir...

-Nunca pasó nada -terminó por decir suspirando esta vez de alivio al entender un poco más de él y dejar parte de su pasado resuelto. Sus brazos se apoyaron en el mueble detrás suyo y esta vez le dedicó una mirada compresiva a DoYoung.- Cuando terminaste con él, JaeHyun vino a buscar refugio en mi, sabes... como amigo. No trató de iniciar algo conmigo más que amistad que seguimos manteniendo hasta ahora -miró el techo, recordando con nostalgia a un indefenso JaeHyun llorando en sus brazos y cómo le rogaba que volvieran a ser amigos- En verdad te amaba.

-Supongo... -dijo tratando de no romperse al enterarse de ese hecho. Aún recordando el por qué había terminado con JaeHyun- pero eso no quita el hecho que JaeHyun sienta algo por ti de igual manera ¿cierto?

-No lo se... -sus manos temblaron un poco, JaeHyun sí sentía algo por él, lo sabía, sin embargo no era capaz de lastimar a DoYoung así diciéndole la verdad- Pero si eso era lo que venías a decirme, descuida, pasado pisado. No te guardo rencor.

-¿No me odias? -todavía sin poder evitar el mostrar sorpresa en su rostro se volteó a ver al mayor con los ojos abiertos.

-¿Por qué hacerlo? -uno de sus dedos viajó a su labio inferior y desvió su mirada, en un obvio gesto de estar pensando- Es decir, sí, inventaste rumores acerca de que yo era un fácil, lo cual me hizo perder muchos amigos, y un estafador y hasta en mi graduación me llamaron "EstafaYong", -al mirar nuevamente al pelinaranja este le dedicó una expresión que significaba un "lo siento" en silencio; para ambos recordar aquello era una puntada en el pecho- incluso hasta hace unos minutos seguía sin poder pronunciar tu nombre sin poner cara de asco, -dijo sincero, no podía dejar de serlo aún con el que una vez fue el peor de sus enemigos- pero odiarte... Es un sentimiento muy fuerte. -terminó por decir, suspirando e impulsándose hacia adelante, donde caminó un par de pasos antes de quedar frente al menor y sentarse a su lado. Sonrió al ver cómo este apretaba el vaso que antes le había entregado con agua, al parecer nervioso, mientras lo observaba con los ojos desorbitados- Valoro que hayas tenido el coraje de hablar y disculparte conmigo, de hecho, valoro más el que te hayas tomado el tiempo de pensar en tus acciones y reconocer tus errores. No todos logran eso. -le quitó finalmente dichoso vaso y lo dejó en la pequeña mesa frente a ellos; su mirada seria ahora reflejaba algo de sentimiento cálido hacia el chico junto a él, sin poder contenerlo le sonreía con genuina sinceridad, en verdad no podía tenerle rencor.

-Vaya... TaeYong en verdad eres perfecto. -se relajó un poco más cuando escuchó la tímida risa de parte del contrario y entonces se aventuró a un poco más- Entiendo si JaeHyun quería dejarme por ti.

-No digas esas cosas. JaeHyun no tiene futuro como buena pareja si piensa dejar a su novio por cualquier persona que se cruza en su camino. -su sonrisa desapareció, teniendo en cuenta que siempre supo el motivo por el cuál nada entre JaeHyun y él hubiese funcionado, por más que lo quisiera o lo hubiese querido- Si querías una razón por la que no siento nada por él esa es una.

-¿Y entonces por qué eres su amigo?

-Por eso mismo. -no entendía por qué llegaba a ese punto de sinceridad con aquel chico, pero de alguna manera se sentía bien. Mas en su interior sentía que la conversación estaba cerca de terminar, y él prefería eso, de otro modo podría seguir diciendo cosas de las que se arrepentiría frente a una persona que no parecía de confianza aún.

-No lo entiendo...

-No es necesario. -lo interrumpió levantándose del sofá, ya era momento de acabar con todo aquello- Ahora puedes volver a tu casa con la consciencia limpia. -le extendió la mano para ayudarlo a levantarse del mueble, sin embargo DoYoung la tomó con ambas manos poniéndole cara de súplica y un tierno puchero.

-Espera, no quiero solo volver con eso... -comenzó a decir dejando en clara confusión al peligris. Sus manos apretaban cada vez más aquella ofrecida por TaeYong, y sus ojos grandes lo miraban desde abajo con ternura- Por favor, déjame ser tu amigo.

-¿Qué? -balbuceó parpadeando muchas veces, sin esperarse esa petición mientras era sostenido de esa forma por el menor.

-Sé que cometí muchos errores, y me arrepiento con todo mi corazón, pero quiero demostrarte que soy de confianza. -casi por reflejo sus dedos comenzaron a acariciar la delicada mano del mayor, tratando de que de esa manera se relajara un poco, prácticamente estaba tratando de engatusarlo para no recibir una negación como respuesta.

TaeYong se quedó mirándolo fijamente a los ojos con una ceja alzada, "No lo aceptes, él no es de confiar" reclamaba su mente nuevamente, con racionalidad, pero ese puchero junto a los ojos de cachorro abandonado que tenía frente suyo no estaban ayúdandolo y la respuesta que debía darle estaba lejos de ser pronunciada rápidamente.

-Por favor, seré mejor que JaeHyun. -insistía moviendo juguetonamente la mano del contrario y regalándole una tierna sonrisa- No te arrepentirás, sé que podríamos haber sido mejores amigos antes, ¿por qué no intentarlo ahora?

"No seas idiota, dile amablemente que se vaya" decía una y otra vez la voz en su cabeza, era claro para él que debía decir que no y dejar todo ese asunto allí. El perdonarlo era una cosa sencilla, tan solo escucharlo decir que se arrepentía le bastaba para eso, pero ser su amigo era un nivel diferente y mucho más alejado de lo que esperaba que llegaría con DoYoung. Sin embargo el pelinaranja estaba en lo correcto en un solo hecho, y era que él sí había pensado alguna vez que podrían haber sido grandes amigos. En realidad al principio quería agradarle a DoYoung, ya que al verlo le había parecido un niño muy adorable, pero al conocer su otra faceta esa idea se enterró muy profundo con la esperanza de jamás querer saber de ella de nuevo. Por lo menos hasta ahora.

-No creo que sea buena idea... -susurró, pero su voz salió con tal inseguridad que DoYoung pudo percibirla y ambos sabían que solo bastaban unas cuantas frases bien dichas y derrumbarían ese pensamiento en el mayor de los dos.

-¡Por favor! Juro que no volveré a cometer los mismos errores -ahora con una mano sostenía el antebrazo de TaeYong jalándolo un poco más hacia él, mirándolo con convicción y tratando de que el peligris viera esa verdad en sus palabras a través de sus ojos- No te lastimaré, y haré que nuestra amistad sea la más pura de todas -continuaba taladrando los oídos del otro con palabras que no quería escuchar por temor a caer en ellas.

Pero era tarde, TaeYong ya había caído, antes de siquiera pensarlo mejor la frase salió de sus labios sin poder detenerla:

-Mmh... dudo que superes a JaeHyun, pero esta bien, podemos intentar ser amigos.

"Santo cielo... Lo siento YoonHo, te he traicionado" fué lo primero que pensó cuando se vio envuelto en un fogoso abrazo que casi lo hace caerse de espaldas, mas se sostuvo de la cintura del cuerpo contrario y encontró el equilibrio antes de que el menor lo apretara más fuerte contra él.

-¡Prometo que haré que me quieras tanto como yo estoy haciéndolo ahora! -le dijo al oido refregando la cara contra su hombro, más que feliz.

Y en ese instante se dio cuenta de lo raro que se veía eso. El ex novio de su amigo que estaba enamorado de él ahora estaba abrazandolo y peor aún, se había hecho su amigo. ¿Qué estaba pasando por su cabeza cuando aceptó aquella locura? Cierto... El adorable rostro de DoYoung y sus súplicas. No le gustaba que le gente le suplicaba, caía fácilmente ante ello y así era como se aprovechaban de él. Aunque era extraño, ahora que lo pensaba, podría ver hasta donde llegaba esa supuesta amistad; nunca conoció realmente a DoYoung, esta era una nueva oportunidad pero se preguntaba si en verdad valía la pena conocerlo. ¿Qué era lo que había enamorado a JaeHyun? Ese pensamiento cruzó por su cabeza mientras trataba de alejar al responsable de que casi se quedara sin aire en medio del fuerte abrazo.

JaeHyun... ¿cómo tomaría su nueva amistad con su ex novio? Si es que se enteraba...

-Quiero saber más de ti ahora que somos amigos. -al verse apartado del pequeño y reconfortante cuerpo de TaeYong, recurrió a la palabra de nuevo, estaba ansioso, eufórico.

-Claro... -con desconcierto no le quedó de otra más que aceptar, cruzándose de brazos- ¿Qué quieres saber?

-No sé, ¿debería preguntar por tu familia? -sus manos se juntaron a la defensiva por si estaba pregutando por algo que no debía. De nuevo la expresión en la cara del peligris le hizo saber que había elegido mal.

-Paso, es un tema delicado y no estamos en confianza para eso aún. -suspiró cansado, no quería recordar temas que lo hacían sufrir y, sabiendo que DoYoung estaba dispuesto a saber todo de él, de seguro preguntaría por todas esas cosas.

-Entonces me lo ganaré. -dijo positivo, no perdería las esperanzas tan fácil- Uhmm ¿Y tu pareja? -no era tema desconocido para él que TaeYong estuviese saliendo con un tal japonés; no lo conocía pero tenía conocidos que eventualmente le contaron de aquella relación, y fue lo que terminó por hacerlo decidir a encarar al mayor, pues JaeHyun y este no habían terminado juntos como esperaba.

-Tema delicado también. -sentenció haciendo una mueca y removiéndose incómodo en su lugar, su predicción se había vuelto realidad otra vez.

-Esta bien... ¿cómo te va en la universidad?

-Bien... -se sobó la nuca, más incómodo que antes, más incómodo incluso que antes de invitarlo a su casa, era todo tan tenso que se le hacía difícil pensar que en un futuro serían más cercanos de lo que eran en ese momento- Oye, creo que esto no está funcionando. -se revolvió sus cabellos inquieto, él no tenía problema en decir lo que pensaba sobre todo cuando la situación lo requería más que nunca- Ciertamente, preferiría estar solo en estos momentos.

-Lo entiendo, -DoYoung sonrió apenado, estaba siendo una molestia sin embargo agradecía la sinceridad cruda de TaeYong al hacérselo saber- me iré pero espera, dame tu numero y podemos mandarnos mensajes ¿qué dices? ¿O estás pasando un momento delicado con tu teléfono? -rió contagiando al mayor y eso lo puso de mejor humor, al menos se iría con un logro.

TaeYong le sonrió al tiempo que le dictaba su número y DoYoung le dio el suyo. Ambos se miraron por un rato como asimilando todo lo que acababan de vivir y se sonrieron.

-Bueno... supongo que me iré -suspiró aliviado, esperaba que esa tarde todo saliera mal, pensó que TaeYong jamás lo escucharía y mucho menos aceptaría ser su amigo, por obvias razones con las cuales estaba en su derecho a negarse, pero ahora podría irse más que satisfecho.

TaeYong asintió, caminaron en silencio los pocos pasos hasta llegar a la puerta que abrió haciéndose a un lado para que DoYoung pudiera salir.

-Gracias por haberme escuchado -le dijo al voltearse antes de irse- Eres una persona increíble -lo miró a los ojos y sonrió con ternura al ver las mejillas del peligris tornarse un poco rosas ante el cumplido- Nos escribimos luego. ¡Adiós! -lo saludó con la mano mientras corría lejos de la casa de TaeYong quien se preguntó de donde sacaba tanta energía.

Al encontrarse solo de repente, pudo escuchar sus pensamientos. No entendía aún cómo se había dado todo para que terminara en lo más parecido a una amistad con DoYoung, pero eso era lo de menos ahora. Cerró la puerta y el silencio de la enorme casa lo hizo sentirse pequeño, indefenso con los sentimientos de la reciente ruptura con Yuta. El dolor en la soledad le parecía más insoportable y se dio cuenta que aunque fuera algo molesta la presencia del pelinaranja sí había ayudado en algo.

Sin poder contener su tristeza, se deslizó por la puerta cerrada hasta caer en el suelo, observando fijamente un punto incierto; tratando de observar, su vista se hacía nublosa antes de darse cuenta que estaba por llorar. Las lágrimas increíblemente estaban siendo aprisionadas entre sus parpados, todavía tratando de no romperse. Inmerso en lograr alargar más la inevitable lluvia, pero al momento de parpadear el agua salada se escurrió por sus mejillas como dos cataratas, acompañado por un llanto ahogado y un espasmo que lo asustó cuando escuchó algo en el profundo silencio.

Su teléfono estaba sonando y vibrando en sus bolsillos. Con la vista aún borrosa trató de ver quién lo llamaba, convencido de que fuese quien fuese cortaría sin atender. Pero al distinguir el nombre en la pantalla, secó sus lagrimas en un solo movimiento y trató de aclarar su garganta antes de desbloquear la llamada.

-Ey Tae ¿como estas? -habló la persona al otro lado de la línea, ansioso.

-Johnny, -suspiró contento con una triste sonrisa, a pesar que su amigo no lo estuviese viendo, y lo agradecía- no sabes el día que he tenido -sonó tan quebrado aunque había intentado un tono más simpático sin éxito alguno.

-¿Tan malo? -incluso Johnny lo había notado.

-Horrible, ¿y tú?

-Ayudando a mi papá con su negocio, ya sabes. ¿Qué te parece si te secuestro esta noche y terminamos en mi cama viendo una película o lamentándonos de nuestras vidas?

-Me parece perfecto. -rió con entusiasmo, siempre que Johnny lo llamaba era una conversación corta con una invitación a la casa de este; a su amigo le gustaba hablar con él en persona y valoraba eso- Te espero cuando termines lo tuyo.

-Te quiero, nos vemos luego, ponte lindo para mi.

-Sí claro. -dijo riendo con sarcasmo- Adiós.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).