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Hielo y fuego. Serpiente y León. por EeveeChan

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Notas del capitulo:

Holi :3

Molestia no fue lo único que sintió Pansy en aquellos momentos, también sintió la increíble necesidad de volver a tener otro momento a solas con aquella leona de melena rebelde 'Alerta Parkinson, ese no es un buen camino' dijo una voz en su subconsciente, pero evidentemente la Slytherin no iba a prestarle atención. Como bien era sabido a los Slytherin les encantaban los retos, andar sobre aguas peligrosas y salir airosos de todo y para ella esa Gryffindor era algo así como ¿un reto? ¿Pero reto de que Parkinson? Volvió a preguntar su vocecita interior, nuevamente la ignoro. Pues Pansy ya se había autoconvencido de que su necesidad por estar cerca de la castaña era estrictamente por orgullo herido y si algo no le gustaba para nada a los Slytherin sangre pura, era tener que deber nada a nadie, así que se reuniría con Granger unicamente para devolverle el favor por haberla ayudado.

La clase de pociones llego a su final y todos los alumnos huyeron deprisa de las mazmorras, que Snape era un profesor temido no era una sorpresa, así que esas reacciones al terminar dicha clase eran muy normales hasta para el mismo profesor. Pansy observo como la come libros salia de la instancia acompañada de sus fieles amigos, Harry Potito y la comadreja traidora de la sangre Weasley. Los siguió sin ser vista, algo cansada de ir dando bandazos de un lado a otro Pansy empezó a resoplar, hasta que finalmente vio como el trío dorado se detenía delante de un inmenso portón. Los dos chicos se despedían con la mano de una enfadada Hermione. La morena en seguida dedujo los motivos del enfado de la castaña, al igual que también dedujo a donde iba a entrar esta.

Dejo pasar varios minutos para cerciorarse de que los dos chicos Gryffindor se habían alejado lo suficiente, y cuando vio que había pasado el tiempo necesario entro a la biblioteca. No tardo mucho en vislumbrar a su presa, pues aunque trataba de esconderse, su ansia por acaparar todos los libros la delataban. Parkinson se acerco con sigilo como si de una serpiente se tratara y cuando estuvo lo suficiente cerca se quedo calla, observando a su eterna rival.

Hermione por su parte estaba sumida en su mundo, como siempre que estaba en la biblioteca, lo demás desaparecía de su campo de visión y lo único que existía para ella en ese momento eran las múltiples historias que contaban su adorados libros. Seguía enfrascada en el trabajo que les había puesto Snape al finalizar la clase, tenían que escribir una redacción sobre la esencia de díctamo, todos sus ingredientes, como administrarla y sobre que heridas era más eficaz. Hermione sabia que sus dos amigos más tarde copiarían su propia redacción cambiando alguna que otra palabra, hecho que le había enfadado minutos atrás. Resoplo, aunque para la castaña pociones era una asignatura interesante a la par de practica y útil debía confesar que tenia muchos problemas con ella, no solo por el profesor que evidentemente eso ya jugaba mucho en su contra, sino también por el temario en si, le dolía admitir que no era una bruja extraordinaria cuanto a pociones se trataba, era buena en la teórica, pero la practica ya era otra cosa, recordó su fallido intento por preparar poción multijugos en segundo año, negó con la cabeza. Debido a los desastres que había ocasionado en mas de una ocasión aparte de la redacción se había propuesto hacer dicha poción de díctamo para ver si había mejorado en cuanto a su ejecución.

Estuvo un buen rato con la vista pegada al pergamino hasta que un potente resoplido la hizo alzar la vista. Frente a ella se encontraba Parkinson mirándola de forma aburrida y reprimiendo sin esfuerzo un bostezo, nada mas verla Hermione advirtió problemas.

-¿Que quieres Parkinson?- pregunto la Gryffindor de forma tajante.

-¿Que te hace pensar que quiero algo Granger?- respondió a modo de pregunta una indiferente Slytherin.

-El hecho de que estés aquí me hace sospechar- sentencio Hermione.

-A ver a ver, vale que seas una fanática come libros, pero eso no significa que seas la única que pueda estar aquí- dijo la morena inspeccionando el lugar y pasando un dedo sobre una estantería cubierta de polvo, al mirar su dedo salto a un lado de la estantería y puso una mueca de asco.

-Parece ser que si soy la única- respondió Hermione con una sonrisa en los labios debido a la reacción de la morena.

-Como sea, el caso es que sí- el cambio de tema dejo a la leona un poco fuera de lugar -No me gustaría tener que deberte nada, así que bueno he venido a devolverte el favor- sus ojos esmeraldas se posaron sobre el matiz café de su rival.

-¿De que estas hablando?- después de dejar pasar varios segundos de silencio.

-Vamos Granger no te hagas la despistada, me refiero al incidente de la semana pasada, no quiero deber nada a una asquerosa sangre sucia como tu, así que he venido a zanjar este tema- sentencio escupiendo parte del veneno que llevaba dentro.

-Resulta curiosa tu forma de querer devolverme el favor- comento la castaña reprimiendo el dolor de las palabras de aquella serpiente, por su parte la otra chica alzo una ceja en señal de interrogación -Me estas insultando- añadió la Gryffindor para aclarar sus dudas.

-Insultar no es decir la verdad Granger, tu que eres una sabelotodo deberías diferenciar ¿no crees?- aquello hizo enfadar a la chica de melena de león, la cual con un gruñido se levanto de la silla y se dispuso a marcharse -Vamos Granger no seas dramas, si no sabes aguantar un simple comentario a estas alturas, deberías retirarte- se mofo la Slytherin.

-¡A quien no aguanto es a ti víbora insufrible!- diez puntos para Gryffindor se felicito Hermione mentalmente al ver la cara de la otra chica.

-Ya claro, por eso no pudiste dejarme abandonada a mi suerte- jaque mate gatita, pensó la morena al ver la expresión de su rival pasar a un color carmesí.

-No se de que te enorgulleces tanto, ¿debo recordarte que le debes la vida a una sangre sucia?- la sonrisa de burla de Pansy se esfumo tras aquella respuesta de la come libros.

-Mira asquerosa sangre sucia- dijo Pansy acorralando a Hermione contra una estantería -No vuelvas a mencionar aquello o te arrepentirás por el resto de tu vida- Hermione agacho la mirada unas décimas de segundo, pero sacando valor volvió a encarar a aquella chica que estaba a escasos centímetros de su rostro y con una mirada que podría petrificar al mismísimo basilisco respondió fiera.

-No soy yo la que vino en mi búsqueda para saldar la deuda- el apretón de la serpiente ceso y una sonrisa de suficiencia se instalo nuevamente en su rostro.

-Touché- se limito a decir y después de eso se sentó en la silla frente a la que estaba situada la Gryffindor.

Hermione la miro y la inspecciono por varios minutos, dudando en si hablar, callar, sentarse o huir, ante la duda lanzo otro vistazo a la morena que estaba frente suya mirándose las uñas como si fueran lo más increíble del mundo.

Al paso de cinco minutos la Gryffindor se sentó, pues se había dado cuenta de que su enemiga no iba a marcharse y ella tenia una importante redacción que terminar.

Pansy empezaba a aburrirse de ver a la doña perfecta prefecta escribir sin parar sobre su pergamino, así que empezó a dar golpecitos sobre la mesa. Al principio solo escuchaba los gruñiditos molestos de la leona, más tarde empezó a sentir sus miradas asesinas y en aquellos momentos estaban en posición de ataque, ambas varita en mano y esperando por el siguiente movimiento.

-¡Merlín! ¿Cual es tu problema?- grito una exasperada Hermione. La señora Pince carraspeo fuertemente en señal de advertencia.

-Solo me aburres- respondió Pansy con indiferencia. Ninguna bajo sus varitas pese al carraspeo de la bibliotecaria.

-Entonces vete con tu estúpido grupito de serpientes a maltratar a algún otro ¡a mi déjame en paz!- la gatita sacaba sus garras.

-Te he dicho que he venido a negociar- siseo la serpiente, divertida por la situación.

-Primero era a devolverme el favor, después que no querías deber nada por tu orgullo y ¿ahora son negocios? Aclárate- sentencio la castaña con una mirada de odio que no podía contener.

-Vale vale- cedió la Slytherin pues sintió la amenazadora mirada de la señor Pince a sus espaldas y un enorme escalofrío sacudió todo su cuerpo -He venido a ayudarte con tu “asignatura favorita”- ironizo la Slytherin guardando su varita y tomando nuevamente asiento.

-¿Mi asignatura favorita? Claro como si supieras cual es- bufo Hermione a su vez guardando la varita y sentándose de nuevo.

-Por supuesto que se cual es- se mofo Pansy ante la mirada incrédula de Hermione -Aritmancia, esa es tu favorita realmente claro, pero yo me refería a tu otra “favorita”, pociones. Dejando de lado adivinación, que esa nadie la aguanta- dejo caer como si fuera la cosas más evidente del mundo.

Hermione Granger se quedo boquiabierta tras las afirmaciones de Pansy Parkinson, porque para su orgullo de león no podía corregirla, pues lo que había dicho era totalmente cierto y eso la dejo aun más sorprendida, ¿como podía ser que su enemiga, su eterna rival, la chica que no para de insultarla desde primero supiera cosas que ni sus propios amigos sabían? Hermione volvió a mirar a aquella chica que tenia enfrente confundida y al mismo tiempo curiosa. Cosa que hizo que algo se le pasara por la mente, por primera vez era ella quien podía tener a aquella Slytherin engreída contra las cuerdas.

-¿Como sabes todo eso Parkinson, acaso me has estado espiando?- sonrió de manera burlesca la castaña.

-Se le llama observar, Granger- respondió con un bufido inconforme.

-Así que me espías y no lo niegas- sentencio la Gryffindor con una sonrisita de suficiencia.

-Cualquier idiota podría darse cuenta de ello no te creas lo más- Hermione enarco una ceja, esperando una respuesta convincente. Pansy suspiro -Esta claro que eres una doña perfecta sabelotodo come libros que quiere tener todo bajo su control, ¿y que es lo que estudia la aritmancia? Las propiedades de los números e incluso más allá, su estudio lleva a la predicción del futuro mediante estos, ¿que mejor forma de tener todo bajo control que prediciendo el mismo futuro?- concluyo Parkinson su explicación, dejando por segunda vez perpleja a Hermione -Y ¿bien? ¿Me equivoco en algo?- añadió al ver que la chica que tenia frente suyo no reaccionaba.

-Casualidad, simplemente- le respondió Hermione sacando a flote todo su orgullo Gryffindor.

-Ya, ahora me vas a decir que, precisamente tu crees en casualidades. Vamos Granger eso ni en sueños te lo crees, porque no simplemente aceptas por una vez en tu vida que hay alguien más eficaz que tu- dijo la morena cruzándose de piernas y volviendo a sus cuidadas uñas.

-Que sepas dos cosas de mi no te convierte en alguien más eficaz- chasqueo la lengua molesta.

-¿Ah no?- pregunto Pansy disfrutando de la expresión de furia de la otra.

-No- respondió rotundamente la leona.

-A ver, ¿cual es mi asignatura favorita Granger?- pregunto la Slytherin.

-Defensa contra las artes oscuras- respondió sin dudar un momento, Pansy alzo una ceja interrogativa -Se le llama lógica, Parkinson- Pansy sonrió de lado ante la respuesta de su enemiga -Y cuidado de criaturas mágicas, esa claramente es la que menos te gusta.- concluyo cosa que dejo aun más sorprendida y gustosa a Pansy.

En aquel momento Parkinson descubrió dos cosas de las cuales estaba completamente segura. La primera era que estar en compañía de ese ratón de biblioteca le gustaba más de lo que le hubiese gustado nunca admitir. Y la segunda, era que las dos se conocían demasiado y a la vez no se conocían nada y la parte de la curiosidad ganaba a la Slytherin, que en esos momentos, deseaba saber todo acerca de aquella asquerosa sangre sucia que la miraba retadora.

Por su parte Hermione había descubierto que si no fuera por el orgullo, la arrogancia, la intolerancia, las amistades, la Casa, la familia, la sangre y que desde siempre la había insultado, Parkinson habría sido del tipo de personas que le hubiese gustado tener a su lado. Una bofetada mental sacudió a Hermione cuando se imagino a ella con Parkinson agarradas del brazo contándose sus problemas o en alguna que otra posición cariñosa, sin insultos de por medio.

Después de un rato en silencio, ambas admirándose con fascinación a la par que con odio, Pansy decidió hablar.

-Entonces ¿aceptas mi ayuda o no?- pregunto nuevamente cansada de estar en aquel sitio con olor a antiguo.

-Exactamente ¿en que podrías ayudarme tu a mi?- pregunto Hermione con un deje de superioridad, a Parkinson eso no le gusto, es decir, ella era la reina del bambo en lo que a superioridad se refería, aun así en vez de lanzarse al cuello de la leona para introducirle su veneno, decidió jugar con ella.

-Pues podría ayudarte en muchas cosas, como por ejemplo enseñarte a como maquillarte, a ver si así dejas de traumatizar a la gente con tu horrible cara- se burlo, Hermione fue a protestar, pero Pansy se adelanto -Vamos Granger que era broma, ni con todo el maquillaje del mundo muggle o mágico podrías llegar a ser guapa- se carcajeo.

-Vete a la mierda Parkinson- gruño la leona levantándose dispuesta a irse.

-Ya te dije que si no sabias aguantar comentarios te retiraras- bufo la Slytherin tomándola del brazo para sentarla de nuevo.

-Eso quiero, irme, perderte de vista de una vez, pero estas tan obsesionada conmigo que no me dejas- la castaña empezaba a perder la paciencia, cosa no muy rara en ella cuando se trataba de Parkinson.

-Vamos, con lo inteligente que eres seguro que en algún futuro consigues crear algún hechizo contra tu fealdad- la morena resto importancia a los comentarios que decía el ratón de biblioteca.

.¿Se supone que eso es una halago?- pregunto la Gryffindor no muy segura de querer saber la respuesta.

-Podría decirse, así que ya puedes morir en paz la Diosa sexy y sensual de Pansy Parkinson acaba de elogiar tu inteligencia, apunta este día en el calendario porque créeme, no volverá a repetirse.

-Tranquila Diosa todo poderosa no quiero acabar con tus milagros misericordiosos- continuo la broma Hermione.

Ambas rieron, una con suficiencia, otra simplemente tranquila de no escuchar mas insultos y así en silencio los minutos volvieron a pasar.

-Si quieres puedo enseñarte a diferencia un pezón del clítoris, te vendrá bien en futuras relaciones, si es que en algún futuro tienes alguna, siempre puedes consultarlo con tu aritmancia- Pansy miro atentamente a Hermione esperando su reacción y esta no se hizo de esperar, en cuanto la castaña había digerido toda la información en seguida salto.

-¡¿Pero de que diantres estas hablando Parkinson?!- las carcajadas de la morena hicieron eco por toda la biblioteca, cosa que hizo que la señora Pince le llamase la atención a modo de gritos y amenazas.

Pansy trato de controlarse cuando la vieja loca, más amante de los libros que la propia Granger, se puso en pie dispuesta a lanzar cualquier hechizo para que parase sus tronantes carcajadas.

-Deberías de haberte visto la cara, te has puesto más roja que tu corbata- se limpio una lagrima que le había caído por la risa.

-A mi no me da ninguna gracia ¿a que viene esa confianza para hablar de estos temas?- pregunto Hermione avergonzada.

-Vamos, ¿acaso la sangre sucia nunca ha hablado con nadie de temas tan triviales?- al descubrir su cara obtuvo la respuesta -Así que ¿no sabes la diferencia de un pezón al clítoris? Pobre comadreja Weasley- suspiro fingiendo tristeza.

-Piérdete Parkinson- esta vez la Gryffindor no le dejo tiempo a su rival a que la interceptase, así que salio apresurada de la biblioteca. La Slytherin la siguió.

Caminaron en silencio por los largos pasillos de Hogwarts, sin rumbo fijo, pues lo único que quería Hermione era deshacerse a toda costa de su burlesca compañía. Pansy Parkinson.

-¿No te cansas?- pregunto después de un largo rato Hermione.

-¿No es evidente?- típico de Pansy, responder con otra pregunta.

-Mira Parkinson- dijo de golpe Granger, parándose en seco y encarandola -No soy como tu ¿de acuerdo? No soy la reina del bambo, ni una “Diosa”, ni una cualquiera que va haciendo según que cosas Merlín sabe con quien. Si tu único propósito era burlarte de mi, ¡felicidades! Ya lo has hecho y durante un largo rato, ahora ¿simplemente podrías dejarme? Tengo cosas mejores que hacer, como una redacción que nos ha mandado tu querido jefe de casa- tras soltar toda aquella parrafada acelero su paso dejando tras de si a una muy confundida Slytherin.

Pansy desistió de seguirla de nuevo, no por falta de ganas o tiempo, sino porque el día de hoy ya había tenido bastante emoción y quería dejar algo de esa emoción para otra ocasión, así que simplemente se quedo observando los andares de aquella leona rebelde y sin pretenderlo su vista recorrió la figura de la gryffindor de arriba abajo hasta posarse en su culo.

-Veo que escondes muchas cosas interesantes Granger- sonrió de forma traviesa, pensando en su siguiente movimiento contra esa asquerosa sangre sucia a la que tanto le gustaba molestar. Y con esas cosas en mente se dirigió hacia su sala común.  

Notas finales:

Y ya esta :c


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