Orgullo y Prejuicio al SasuNaru por Mitsuki Akimori

Cuando Deidara y Naruto se quedaron solos, el primero, que había sido cauteloso a la hora de elogiar al señor Itachi, expreso a su hermano lo mucho que lo admiraba. 
 
-Es todo lo que un hombre joven debería ser -dijo el- sensato, alegre, con sentido del humor. Nunca había visto modales tan desenfadados, tanta naturalidad con una educación tan perfecta tan ¡explosivo!
 
-Y también es guapo -replico- lo cual nunca está demás en un joven. De modo que es tu joven completo.
 
-Me sentí muy aludido cuando me sacó a bailar por segunda vez. No esperaba semejante cumplido.
 
-¿No te lo esperabas? Yo sí, ésa es la gran diferencia entre nosotros. A ti los cumplidos siempre te cogen de sorpresa, a mi, nunca. Es lo más natural que te sacase a bailar por segunda vez. No pudo pasarle inadvertido que eras cinco veces más guapo que todos los demás donceles y doncellas que había en el salón. No agradezcas su galantería por eso. Bien la verdad es que es muy agradable, apruebo que te guste. Te han gustado muchas personas estúpidas.
 
-¡Naru! Querido 
 
-¡Oh! Sabes perfectamente que tienes cierta tendencia a que te guste toda la gente. Nunca vez un defecto en nadie. Todo el mundo es agradable a tus ojos. Nunca te he oído hablar mal de un ser humano en mi vida dattebayo. 
 
-No quisiera ser imprudente al censurar a alguien: pero siempre digo lo que siento.
 
-Ya lo sé, y eso es lo que lo hace asombroso. Estar tan ciego para las locuras de los demás. Fingir candor es algo bastante corriente, se ve en todas partes, pero ser cándido sin ostentación ni premeditación, quedarse con lo bueno de cada uno, mejorarlo aún, y no decir nada malo, solo lo haces tú. Y también te gustan sus hermanas ¿No es así? Sus modales no se parecen nada a los de él.
 
-Al principio desde luego que no, pero cuando charlas con ellas son amables. La señorita Izanami Hinata va a venir a vivir con su hermano. Estoy seguro de que encontraremos en ella una vecina encantadora. 
 
Naruto escucho en silencio pero no estaba convencido. El comportamiento de las hermanas de Itachi no había sido a propósito para agradar a nadie. Naruto estaba poco dispuesto a aprobar a las Izanami. Eran en efecto unas señoras muy finas, bastante alegres cuando no se les contrariaba y cuando ellas querían, muy agradables pero orgullosas y engreídas. Eran bastante bonitas; habían sido educadas en uno de los mejores colegios de la capital y poseían una fortuna de 20 mil libras, estaban acostumbradas a gastar más de la cuenta y a relacionarse con gente de rango, por lo que se creían con el derecho de tener una opinión de si mismas y una pobre opinión de los demás.
 
El señor Itachi heredó casi cien mil libras de su padre y considero adecuada la mansión de Netherfield para realizar su sueño de ser propietario de una mansión aunque por el momento solo sea arrendamiento. 
 
Él y Sasuke Uchiha tenían una firme amistad a pesar de tener caracteres muy opuestos. Itachi había ganado simpatía de Sasuke por su temperamento abierto, dócil y por su naturalidad. Él sabía el respeto que le tenía el señor Sasuke , por lo que confiaba plenamente en él, así como en su buen criterio. Entendía a Sasuke como a nadie, Itachi no era nada tonto pero Sasuke era mucho más inteligente, era al mismo tiempo arrogante, reservado y quisquilloso, y aunque era muy educado, sus modales no lo hacían atractivo. En lo que a esto respecta su amigo tenía toda la ventaja. Itachi estaba seguro de caer bien dondequiera que fuese, sin embargo Sasuke era ofensivo. 
 
El mejor ejemplo es la forma en la que hablaron de la fiesta de Meryton, Itachi nunca había conocido gente tan encantadora ni a chicas más guapas en su vida: todo el mundo había sido de lo más amable y atento con él, no había habido formalidades ni rigidez, en cuanto al doncel Namikaze, no podía concebir a un ángel que fuese más bonito. Por lo contrario Sasuke Uchiha había visto una colección de gente en qué había poca belleza y ninguna elegancia, por ninguno de ellos había sentido el más mínimo interés y de ninguno había recibido atención o placer alguno. Reconoció que el doncel Namikaze era hermosa, pero si sería demasiado. La señora Hyuga Tenten y su hermana Hinata lo admitieron, dijeron de el que era un doncel muy dulce y que no pondrían inconveniente en conocerlo mejor. Por eso el hermano se sentía con la autorización de pensar en el como y cuando quisiera. 
 
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A poca distancia de Longbourn vivía un familia que los Namikaze tenían una supuesta amistad, los Haruno. 
 
La señora Haruno era una buena mujer aunque no lo bastante inteligente para que la señora Namikaze la considerará una vecina valiosa. Tenía varios hijos, la mayor Sakura era una joven inteligente y sensata de unos 27 años, era la amiga íntima de Naruto. 
 
Qué más Haruno y los Namikaze se reuniesen para charlar después de un baile era algo sumamente necesario.
 
-Tú empezaste bien Sakura -dijo Kushina fingiendo toda la amabilidad posible hacia la Haruno- Fuiste la primera que eligió el señor Itachi
 
-Sí, pero pareció gustarle más el segundo
 
-¡Oh! Te refieres a Deidara, supongo, porque bailó con él dos veces. Sí, parece que le gustó: sí, creo sí. Oí algo, no sé, algo sobre el señor Haruno.
 
-Quizá se refiera a lo que oí, ¿No se lo he contado? El señor Haruno le preguntó si le gustaban las fiestas de Meryton, si no creía que había muchachas y muchachos muy hermosos en el salón y cuál de parecía el más bonito de todos. Su respuesta a esta última fue inmediata "él mayor de los Namikaze,sin duda" 
 
-¡No me digas! Parece decidido a... Es como si... Pero, en fin todo puede acabar en nada.
 
-Lo que yo oí fue mejor que lo que oíste tú, ¿Verdad Naruto? -dijo Sakura- merece más la pena oír al señor Itachi que al señor Sasuke, ¿No crees? ¡Pobre Naru! Decir solo "No está mal" 
 
-Te suplico que no le metas  en la cabeza a Naru que se disguste por Uchiha Sasuke. Es un hombre tan desagradable que la desgracia sería gustarle. La señora Aburame me dijo que había estado sentado a su lado y que no había despegado sus labios 
 
-¿Estás segura mamá? ¿No te equivocas? Yo vi hablar al señor Sasuke con ella. 
 
-Sí claro, porque al final ella le preguntó si le gustaban Netherfield, y él no tuvo más remedio que contestar, pero la señora Aburame dijo que a él no le hizo ninguna gracia que le dirigirse la palabra.
 
-La señorita Hinata me dijo -comentó Deidara- que él no solía hablar mucho, a no ser con sus amigos íntimos. Con ellos es increíblemente agradable. 
 
-No me creo ningúna palabra querida. Si fuese tan agradable habría hablado con la señora Aburame. Pero ya me imagino que pasó. Todo el mundo dice que el orgullo no le cabe en el cuerpo, y apostaría que oyó que la señora Aburame no tenía coche y que fue al baile con uno de alquiler.
 
-Si a mi no me importa que no haya hablado con la señora Aburame -dijo la señorita Haruno- pero desearía que hubiera bailado con Naru
 
-Yo tú Naru -agregó la madre- no bailaría con él nunca más dattebane
 
-Creo mamá que puedo prometerte que nunca baile con él.
 
-El orgullo -dijo la señora Haruno- ofende siempre, para mí el suyo no me resulta tan ofensivo. Él tiene disculpa. Es natural que un hombre apuesto, con familia, fortuna y todo a su favor tenga un alto concepto de sí mismo. Por decirlo de algún modo tiene derecho a ser orgulloso.
 
-Es muy cierto -replico Naruto- podría perdonarle fácilmente su orgullo sino hubiese mortificado el mío. 
 
Y así siguieron discutiendo hasta que se dió finalizada la visita.