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¿Héroe o Villano? por minima

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Notas del fanfic:

Otro idea loca surgida de mi mente.
Soy un asco para elegir títulos y resúmenes.
Algunos Fanarts están en la descripción.
Es un Toffee x Marco de Star vs The forces of evil

1.- ¿Héroe o villano?

Que glorioso es el reino de Mewni, que afortunados son aquellos los que son capaces de vivir en este majestuoso lugar, para que este lugar permanezca tan maravilloso… hay que eliminar la inmundicia.

*+*+*

La noche cae y la quietud reina en el campamento, adentro de las tiendas los soldados y sus comandantes tratan de conseguir algo de descanso mientras unos cuanto están de guardia vigilando que no haya ninguna amenaza alrededor o dentro del campamento.

No todos pueden descansar.

Esa es quizás su última noche y más de uno no eligió participar o enlistarse en esta guerra, especialmente ellos que son extranjeros y su patria natal esta tan lejos que ahora solo está en el recuerdo, ¿Por qué rayos están ahí?

Caprichos de una monarquía rodeada de gloria pero también de cruel tiranía disfrazada de promesas de justicia.

Gloria disfrazada en sacrificios que bañan los campos de batalla con sangre inocente.

Guerra, simple y cruel como es, ya ellos no tienen escapatoria.

-Fer… ¿estas despierto?- un chico moreno y con unos lentes rotos que han tenido mejores días pregunta al chico pelirrojo a su lado.

-See…- el pelirrojo responde con un claro sentimiento de antipatía, no por su amigo al lado suyo sino por toda la situación que les está tocando vivir.

-No puedo dormir-

-Yo tampoco, al menos nos hubieran dado una cena decente-

-No creo que yo haya podido tragar cualquier bocado aunque fuera la comida más deliciosa de este mundo-

-Yo si, después de todas estas semanas comiendo cosas miserables me hubiera gustado algo decente-

-Fer… crees que… ¿crees que lo veremos ahí?-

-Ya hablamos de esto, es… deja de pensar en ellos Alfonzo-

-Pero si es él seguro que debió pensar en un plan para aguantar hasta ahora-

Ferguson suspiro, el realmente quería creer en eso, que su amigo que habían enviado antes que ellos al frente de batalla seguiría con vida, pero era imposible.

-¡Cállense! ¡Algunos si tratamos de dormir!- alguien les grito algunos cuerpos lejos de ellos, era un chico con unas curiosas orejas similar a las de una cabra u oveja, y no era lo único similar a esos animales en su cuerpo sino que también en lugar de pies tenía dos pesuñas semejantes a la de esos animales.

-No te metas en conversaciones ajenas Nix- le regaño Ferguson, desde los días en el campo de entrenamiento sentía cierta enemistad con el amargado fauno o sátiro o lo que sea.

Nix no era el único con características tan únicas dentro de esa carpa en el campamento, todos jóvenes reclutados a la fuerza de diversos lugares tan distantes a los que se desarrolla este campo de batalla, en realidad eran de dimensiones distintas tan absurdo como suena, pero si ya vieron como una reina era capaz de usar magia esta idea no era tan descabellada.

Ferguson y Alfonso eran los únicos humanos en ese pelotón, no se sentían incomodos o extrañado de compartir espacio con sus demás compañeros después de largo tiempo convivir con ellos, aun así en un principio los trataron un poco mal debido a sus similitudes físicas con aquellas personas que los secuestraron. Pero ellos eran humanos, y los otros eran mewmanos.

-Si dejaran de hablar de tonterías en medio de la noche no les tendría que callar-

-No, tú cállate-

-Vamos Ferguson, no pelees, esta noche no-

¿Por qué un grupo tan diverso se encontraba en ese lugar precisamente?

Todos sin excepción en esa tienda de campaña fueron secuestrados de su propio hogar para ser obligados a pelear, les habían dicho que tendrían el “honor” de servir al imperio de Mewni defendiéndolo de las malvadas fuerzas que les aquejaban, monstruos viles que se oponían a toda la gloria de este basto reino.

Obviamente no creían todas lo dicho por sus secuestradores, pero si los obligaron a entrenar para aprender a pelear era obvio que al menos la parte de que se estaba desarrollando una guerra era verídica.

No tenían muy en claro o acababan de digerir porque les secuestraron, con el pasar de los días se dieron que las únicas opciones que tenían eran cooperar para sobrevivir o los castigos físicos podrían derivar en muerte.

Pero hubo uno que no se doblego, alguien que constantemente hacia las cosas a su manera y se peleaba contra los soldados que los forzaban a entrenar, especialmente cuando sentía que se portaban injustamente contra alguien fuera que hubieran venido de su misma dimensión o no, y ese joven precisamente había sido el mejor amigo de Alfonso y Ferguson.

Siendo que toda su vida escolar fue conocido como uno de los chicos mejor portados y educados hasta ser apodado “chico seguridad”, en este mundo sus compañeros fueron capaces de conocer el otro aspecto del chico que solo pocos conocían, el del joven que no daba media vuelta cuando veía una injusticia sino que trataba de hacerle frente, el joven que defendería a quien creía merecerlo aunque la situación parecía superarle, el joven que no se doblegaría ante esos mewmanos.

Pronto los capturados lo empezaron a mirar con admiración, el chico no se rendía aun cuando lo castigaran físicamente o le reducían sus raciones.

Pero fue por eso mismo que decidieron mandarlo al campo de batalla primero que sus demás compañeros a pesar de que no había terminado su entrenamiento.

Debían deshacerse de las semillas de la discordia entre las tropas jóvenes que trataban de formar hasta ser soldados decente para la causa, y el “chico seguridad” no debía seguir interfiriendo.

Dijeron que lo enviaron ya que notaron cierto talento en su manera tan peculiar de pelear sin necesidad de armas, años de clases de karate al parecer rindieron sus frutos para defenderse, pero era una simple escusa barata, incluso “chico seguridad” lo sabía.

Alfonso y Ferguson no lo habían visto desde entonces, hace ya mucho tiempo ya.

Recordarle era un poco doloroso, aun así no querían olvidarle.

Callados por fin se quedaron con esos amargos pensamientos y recuerdos cuando cierto aroma empezó a molestar sus narices.

Humo, algo se estaba quemando.

¿Fuego?

-¿Qué está pasando?-

-Ese aroma… ¿están quemando algo?-

-Imposible, es muy noche-

Poco a poco más de los jóvenes dentro de la tienda comenzaron a despertar o a reaccionar con el característico aroma de algo quemarse, lo cual era extraño ya que no siquiera dejaron prender antorchas o fogatas en el campamento supuestamente para permanecer de incognitos en medio de la noche para las tropas enemigas.

-¡Están tratando de quemarnos!- se escuchó el grito de uno de los caballeros en el exterior junto al sonido de mucho movimiento, eso solo puso aún más nerviosos a los jóvenes.

Eso solo quería decir que habían sido encontrados por el enemigo, que no tendrían una última noche para descansar o aclarar su mente antes de la batalla ya que esta misma los había buscado y encontrado.

Y más de uno estaba helado de terror en esos momentos, ¿y cómo no? Si ellos tendrían que enfrentarse por fin al enemigo jurado del imperio Mewni, los monstruos.

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