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Le Viol por Tina Black

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Notas del capitulo:

Perdón por la tardanza.

Zoro se encontraba alistando algunas cosas para llevarlas a la sala de entrenamiento lo cual eran algunas pequeñas pesas y una espada de madera. Salió de la habitación y fue de camino a la sala. Estando ya a unos metros de llegar, escuchó algunos golpes -¿Será posible? –Se dijo algo sorprendido y corrió para llegar a la puerta y al abrirla, se encontró con Sanji quien estaba entrenando un poco dando algunas patadas al costal. –No pensé encontrarte aquí… -Dijo el espadachín entrando al fin a la sala.

-Ah… Hola. –Detuvo el entrenamiento para recibir a su nakama –Sólo me faltan unos diez minutos y acabo.

-Ah, no te preocupes. Por mi no hay problema… De hecho… Me alegra ver que estés bien.

-Bueno… Ya me hacía falta un poco de ejercicio… No puedo dejar que mis piernas se conviertan en una gelatina. –Dijo esto con una contagiosa risa. -¿Qué harás? –Zoro se encontraba algo hipnotizado al ver aquella sonrisa de su camarada -¿Ah, Zoro? –Preguntó divertido el cocinero.

-Ah… ¿Qué? –Por fin salió del trance –Ah… Aaah… Yo… Creo que haré un poco de brazo.

-Podemos entrenar juntos. –Dijo animado.

-¿Ah…? ¿Juntos? –Reaccionó nervioso y con un notorio rubor en las mejillas.

-Si, juntos… Claro, si tú quieres… -Posó su mano sobre su brazo izquierdo en señal de pena temiendo por el rechazo de Zoro.

-Claro que sí. ¿Por qué no? –Carraspeó –A… A… Además, ya es hora de que entrenes. Debemos estar preparados para cualquier pelea y… -Fue a dejar sus cosas en el sillón, pero en su camino se tropezó.

-¿Estás bien? –Sanji fue con el para auxiliarlo –tu nariz… Está muy roja… -Le ayudó a levantarse –Vamos a que te cure ese golpe.

-No hay problema… Estoy bien… Es sólo un golpe… -Dijo algo aturdido por la caída.

-Estás sangrando… Vamos a la cocina. Ahí tengo un botiquín y…

-No, no, no… En un rato se me pasa… -En eso, Sanji sostuvo al marimo de la mano, acto que provocó que Zoro se apenara más.

-No, iremos a curarte y fin de la discusión. –Lo obligó a salir de la habitación y fueron directamente a la cocina con Zoro llevándolo a rastras –No puedes descuidarte de esa forma, entiendo que seas fuerte, pero también debes entender que no eres indestructible.

-¿Quieres retarme? –Dijo furioso el marimo.

-Estoy hablando en serio… Siéntate. –Le dijo señalando la silla. El marimo tuvo que obedecer a regaña dientes. –Levanta la cabeza. –Sostuvo el mentón de Zoro y le hizo levantar la mirada, seguido de eso, le pidió que presionará el tabique para así controlar un poco el sangrado –Quédate así mientras voy por el botiquín –Se dirigió a la alacena y sacó de ahí una pequeña cajita, acercó una silla y se sentó en frente de Zoro.

-No es necesario que lo hagas…

-Claro que sí. Déjame ver… -Se acercó para revisarle la nariz –Creo que sólo fue leve…  -Tomó con delicadez el mentón de Zoro para levantar mas su cabeza –En verdad eres fuerte… -Cada caricia que sentía lo hacía sentirse mas nervioso y ahora al tener demasiado cerca al cocinero –Creo que deberás quedarte un rato así, creo que unos cinco minutos bastaran. –Se levantó de la silla y empezó a preparar los ingredientes para preparar la comida.

-Mmm… -Comenzó a recuperar la compostura y dijo -¿Qué prepararás?

-Estaba pensando en hacer curry o filete…  ¿Qué se te antoja? –Lo miró con esa dulce mirada. Zoro no pudo evitarlo mas y salió corriendo de la cocina dejando a un confundido Sanji –Mmm… Tiene razón, creo que haré curry.

Zoro fue directo al nido del cuervo para poder calmarse al fin -¡¿Por qué siento esto cuando lo veo?! –Se preguntó nervioso -¡No, no, no, no…! ¡Ese bobo! ¡No puede gustarme ese bobo! –Se comenzó a dar de topes contra la pared para olvidar ese sentimiento -¡No puede gustarme…! –Un golpe -¡Es un mujeriego…! –Otro golpe -¡Cara de naruto…! –Otro golpe -¡Cejas de Diana!

-¡¿Qué rayos le estás haciendo a la pared?! –Zoro se detuvo por fin y lentamente giró su vista para encontrarse con Franky.

-Ah…

-¡¿Cómo te atreves a dañar de esa forma mi barco?!

-¡Debes tocar antes de entrar! –Gritó encarando al carpintero.

-¡Esto no es el baño!

-¡Si, pero me espantaste!

 

-¡Ah, Robin! –Robin llegó de sorpresa a la cocina encontrando a Sanji quien estaba por preparar la comida -¿Qué pasó?

-Cocinero-san, hola. –Dijo con una sonrisa y yendo hasta donde se encontraba el muchacho –Vinimos a ver cómo se encontraban. Pero veo que todo está bien. ¿No quieren venir a acompañarnos? Estamos en un bello hotel.

-Disculpa por no haberles avisado antes. –Dijo algo arrepentido –Es sólo que…

-¿Pero se encuentran bien?

-Ah… si… Estamos bien. –Intentaba comportarse lo mas neutro posible.

-¿Seguro? Te noto algo decaído…

-Ah… Claro que no. No te preocupes. Estoy bien… ¿Pero, viniste sola hasta acá? ¿No te pasó algo? ¿Te encuentras bien? –Dijo algo alterado y sobe todo preocupado por su nakama.

-Si, estoy bien. ¿Qué pudo haberme pasado?

-Yo… Lo siento. No debí alterarme…

-Descuida. Vengo con Franky.

-Por cierto… ¿Dónde está? –En eso, escucharon la persecución que estaba haciendo a fuera. Salieron de inmediato de la cocina y encontraron a Franky intentando atrapar a Zoro –Chicos… -Robin no prestó atención a la tonta pelea que estaban teniendo el marimo y Franky, con disimulo no despegaba su vista del cocinero. Tenía el presentimiento de que algo le había ocurrido ya que aunque se veía tranquilo, podía presentirse en él una triste aura invadiéndolo por completo. Estaba mas que segura que algo le había ocurrido a su nakama.  -¿Quieren comer? –Sanji volteó a ver a Robin con una dulce, pero aun apagada sonrisa.

-Cocinero-san… Yo… -Pero antes de poder decirle algo, escucharon un grito de guerra por parte de Zoro contra Franky quienes estaban por fin el pasto continuando con su tonta pelea. Zoro estaba intentando zafarse de la llave de Franky.

-¡¿Quieren comer algo?! –Exclamó el cocinero con la intención de que esos dos se detuvieran.

-¡Por supuesto! ¡Será un placer! –Dijo el carpintero con una gran sonrisa mas de victoria.

-¿Qué vas a preparar? –Preguntó la peli negra.

-Arroz y curry. Pero tengo listo algunos filetes de pescado para preparar.

-Lo que sea que hagas será bastante bueno.

-Mientras les platicaremos lo que hasta ahora ha pasado. –Dijo el peli azul soltando al marimo –La comida que nos sirven allá es genial, pero no tanto comparada con la que tu haces. –Aquel comentario logró hacer que el cocinero se sonrojara un poco, pero para Zoro fue una señal de guerra.

-<<¿Quién se cree?>> -Pensó muy en sus adentros mirando con desafío al grandote -<<Un momento… ¿Por qué lo pensé…? No, no… >> -De nuevo se estaba golpeando, pero esta vez con el poste.

-¡¡Te dije que dejaras de hacer esas estupideces contra mi precisado barco!!

-Fufufufu… Creo que ya sé lo que pasa. –Dijo pícara la peli negra al notar el extraño comportamiento de Zoro. Entraron todos a la cocina y Sanji comenzó a preparar los filetes mientras escuchaba un poco de los que les estaban platicando Robin y Franky –El loge pose no ha podido indicar la siguiente isla, puede que tarde unos días mas… Pero mientras estamos hospedados en un maravilloso hotel.

-El cual ganamos gracias a Nico Robin. –Dijo orgulloso el carpintero –Pero fue bastante extraño el concurso.

-¿De qué trató? –Preguntó con indiferencia el marimo.

-Debíamos encontrar algunas cosas e ir descifrando ciertos acertijos, pero fue muy extraño y tonto, pero lo valió…

-Si quieren, pueden venir con nosotros. -Comentó la arqueóloga.

-¿Y quién cuidaría del barco? –Preguntó el espadachín.

-No te preocupes por eso. El barco está muy bien escondido. Además, creo que corre peligro contigo… -Dijo molesto el carpintero mirando con desafío al marimo.

-¡¿Qué dijiste?!

-Este lugar es fantástico. Una aldea subterránea, es una ida bastante original. –Robin continuó con la plática ya que sabía que Sanji era el único que le estaba prestando toda la atención mientras estaba preparando todo –Aunque, pasamos por la aldea que está en la superficie… -Franky dejó de prestarle atención a Zoro para integrarse de nuevo a la conversación.

-Si, pareciera que hubiera estallado una bomba o algo peor… No pensé que unos piratas fueran capaces de hacer una atrocidad así.

-De hecho, encontramos algunas ruinas cubiertas por sangre…  -Comentó Robin algo extrañada –Se supone que las personas de este pueblo son los únicos que saben donde están ubicados los atajos para regresar a la ciudad subterránea…

-¿Y eso qué? –Preguntó algo curioso Zoro.

-Que no hubo ningún muerto durante el ataque, en cuanto pudieron desaparecieron como fantasmas, dejando el pueblo sin importar que. Los rastros de sangre parecían recientes. –En cuanto a Sanji, se notaba pálido al escuchar la plática de los muchachos. Pero fue mayor su miedo al escuchar esto último –Estoy segura de que esos rastros fueron por otra cosa y no por esa vez de la invasión…

-No quiero imaginar lo que haya ocurrido en ese lugar, espero y sólo haya sido una pelea entre animales…

Una pequeña lágrima salió de su ojo. Se quitó de inmediato de la barra y salió a prisa de la cocina dejando perplejos a los presentes. Se fue a la bodega y se encerró, llegó a un rincón donde apoyó su espalda a la pared y poco a poco fue cayendo al suelo abrazándose a si mismo y agachó su cabeza dejando liberar consigo aquella cascada de lágrimas –Ese… Mal nacido… Debo sacar todo esto… -Dijo entre sollozos –Debo ser fuerte… Por mi tripulación y por… Mi… ¿Pero por qué no puedo hacerlo?

 

-Espadachín-san…  -El mencionado la volteó a ver con algo de desconcierto -¿Qué fue lo que le pasó a Cocinero-san? Lo he notado triste desde que llegamos. Es como si fuera otro… Cuando llegué sólo me llamó por mi nombre…

Zoro sabía que Sanji aún no se encontraba bien y que eso llevaría tiempo para que se pueda recuperar, y estaba seguro de que el rubio estaba haciendo su mejor esfuerzo para sobrellevar su situación, pero era imposible poder evitar una recaída. –Bueno el…

-¿Qué le hiciste? –Preguntó con autoridad Franky.

-¿Qué te hace pensar que le hice algo?

-¿Entonces qué sucedió?

-… -No podía decirlo. Sería malo, era algo que el mismo Sanji debía contar, pero si no estaba dispuesto a hacerlo aún, no lo podían obligar y mucho menos que alguien hablara de su situación.

-Yo estuve en ese lugar… -Todos miraron a Sanji quien estaba entrando de nuevo a la cocina ya mas calmado, pero podía notarse en su ojo las lágrimas que derramó en la bodega.

-Cocinero-san…

-La verdad es que… Perdí contra unos piratas…

-¿Estás bien? –Se levantó el carpintero de su silla y fue con Sanji para acompañarlo y mostrando preocupación. Algo que molestó un poco a Zoro.

-Descuida… Estoy bien. Es sólo que… -Se quedó callado por un instante con la mirada abajo.

-No siempre se gana, Sanji. –Dijo Franky apoyando su mano sobre el hombro de Sanji, el respondió mostrándose nervioso, acto que hizo sin intención –ah, yo lo siento mucho no quise ser confiado, es sólo que quiero mostrarte que puedes confiar en nosotros…

-No, discúlpame tu a mi. Es sólo que no puedo evitar recordar lo que pasó…

-a veces se pierde y a veces se gana… ¿Te tomaron por sorpresa? –Comentó apacible Robin.

-Si… -Debía creerse en su propia mentira. Por otra parte, Zoro se sentía mal al ver como Sanji sufría al contar lo que no sucedió. Sabía que lo que platicaba, en su mente estaba pasando todo lo que vivió en aquella violación.

-Si pierdes no significa que te harás débil, sólo no fue tu batalla…

-Yo sé que te pondrá de mejor ánimo –Dijo el carpintero –Salir e ir con nosotros al pueblo –Sanji negó de inmediato a la petición con la cabeza y comenzó a apretar un poco el borde de su suéter.

-En verdad, lo siento… -Dijo con la cabeza abajo –Lo siento mucho… Les he fallado…

-Sanji… De verdad no es para tanto haber perdido una pelea. No es el fin del mundo.

-Cocinero… -Zoro se levantó para ir a tranquilizar a Sanji.

-¿Po…? ¿Podrían dejarme a solas por un momento al menos hasta que termine de preparar la comida, por favor?

-Claro… -Respondió Franky algo escéptico.

-Está bien, Cocinero-san. Robin se levantó de su lugar y fue directo a la puerta con una posición comprensiva. Los adultos salieron por fin del lugar dejando solos a Sanji y a Zoro.

-Zoro yo… -Dijo con un pequeño hipeo y en un tono bajo aun apretando con mas fuerza el borde de la prenda –Soy un cobarde… no pude… -Sintió unos fuertes, pero cálidos brazos rodear su cuerpo –En verdad… Lo lamento…

-No te preocupes… Yo estoy aquí… Sé que no es nada fácil…

-Debes pensar que soy un tonto… -Dijo con una risita al separarse un poco de su nakama y mostrando con ello una inocente y tierna sonrisa, algo en lo que volvió a decaer Zoro.

-Si… -Carraspeó un poco y antes de decir otra cosa, Sanji lo abrazó con mucha ternura y sinceridad como una gran muestra de afecto y gratitud por lo que Zoro estaba haciendo por el. Al sentir aquel calor ajeno, se acurrucó mas en el abrazo.

-Eres un gran amigo… Disculpa las veces en las que te molesté y también por no poder enfrentar esto como se debe… No quiero ser una carga… Yo…

-No eres una carga… -Respondió firme intentando no flaquear ante la muestra de cariño de su nakama –Yo… Yo… ¡Te apoyaré! –Sanji se separó un poco sin deshacer el abrazo mirando con sorpresa a Zoro.

-Zoro…

-Y… Y también quiero decirte que… Que… Que yo… Yo…

 

-Nos mintió… -Franky y Robin estaban sentados en el banco del jardín esperando a que Sanji terminara de prepararles la comida. Franky se mostraba bastante serio –Ahora que lo comentaste, es verdad, se ve desanimado y por lo que vi hace rato, no pudo haber sido una simple pelea… Se mostraba nervioso… Tal vez no lo conozca mucho, pero sé cuando alguien en verdad está deprimido… -Dijo concentrado mirando a la nada -¿O dime tu qué crees? Nico Robin… Oye… -Volteó a ver a su nakama quien estaba dándole la espalda -¿Sucede algo?

-…

 

 

-Cocinero yo… Yo… -Quería decirle lo que estaba comenzando a sentir por Sanji, pero al ver ese rostro lleno de esperanza y ternura era demasiado para el. Ninguno de los dos se había dado cuenta que Robin estaba usando su habilidad y los estaba espiando para poder sacar información de lo que en verdad estaba pasando con su camarada.

-Te prometo que haré mi mayor esfuerzo para ser fuerte… No voy a defraudarte. –Dijo con esa resplandeciente sonrisa. Al estar con Zoro, olvidaba por completo ese terrible recuerdo, el estar a lado de su amor secreto lo reanimaba y mas aun cuando este mostraba su preocupación esperando ver la felicidad que alcanzará Sanji. Aunque para Zoro…

 

-Oye mujer te estoy hablando… -Antes de que Franky obligara a que Robin lo mirara, escucharon un estruendoso golpe de la puerta de cocina al abrirse dejando ver a un enloquecido espadachín corriendo a todo lo que daba -¿Pero qué…? –Vio como Zoro tenía la cara bastante roja como cual jitomate, este llegó al límite del barco y de un salto se lanzó al mar -¡¿Pero qué le pasa a ese loco?!

Lo que Franky no sabía es que Robin lo vio todo y estaba haciendo lo posible por no dejar ver su rostro lleno de emoción al saber que podría haber algo especial entre esos dos; su rostro estaba algo rojo y hacía lo posible por que tuviera un derrame en su nariz aun mostrando un semblante serio -<<Son tan… Tan… >> -Lo que vio nuestra morena fue el momento en el que Zoro estaba a un paso de decir lo que estaba sintiendo por Sanji, pero gracias a los nervios no pudo mas y se separó abruptamente del cocinero dejando a este muy confundido por la reacción que acababa de tener y vio como el marimo salió de golpe de la cocina. Se podía ver en el rostro de Sanji que estaba mas que convencido de que Zoro sentía algo por el. Y eso lo hacía sentirse feliz, ahora su propósito era poder recuperarse lo mas pronto posible para no interponerse y dejarlo vivir de nuevo y poder expresar sus sentimientos hacia Zoro.

-También haré esta lucha por ti.

Notas finales:

Espero sus reviews pronto. Nos vemos.


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