PDV Draco
Me encantaba ir de tiendas por Atlantis. La ropa estaba mágicamente preparada para dejar salir nuestras alas. Bueno, estaba preparada para un Wydra pero a los Veela nos salían las alas en el mismo sitio y de la misma manera por lo que encajaban conmigo. Tener buenas camisas y túnicas que no se rompiesen me parecía perfecto. Harry había consentido en venir de compras conmigo. Todo un lujo.
Harry, mira ese escaparate, la camisa tiene el mismo color que tus ojos.
Oh no.
Harry, solo es una camisa.
Se supone que te acompaño para TUS compras.
Bueno, tal vez compre alguna cosita para cada uno de nosotros. Si veo algo que piense que se ve bien en Charlie se lo llevaré. Anda, entremos y te pruebas la camisa.
Vaaaale
Estas muy guapo Harry esa camisa te queda espectacular.
Bueno nos la llevamos, dijo todo sonrosado.
El motivo de estar colorado.
Me miras como si quisieras comerme.
No me des ideas Harry, no me tientes o hago una locura en el probador.
Pagando en la caja escucho.
¿Potter?
Hola Zabini.
Hola Blaise, ¿qué haces aquí?, le dije acercándome a ellos.
¿Podemos ir a algún sitio a tomar algo y charlar?
Harry, ¿te parece bien?
Bueno
Nos sentamos en una preciosa heladería, estaba un poco escondida por lo que solía tener mesas libres. La habíamos descubierto el año pasado y sus helados eran muy ricos. Harry se pidió el especial de tres chocolates, yo me decidí por un helado de frambuesa y Blaise se pidió una granizada.
Blaise, le dije, no sabía que hubieses recibido una herencia.
Bueno tú también te lo tenias muy callado, me dijo sin dejar de mirar a Harry. Había que reconocer que ver a Harry comiendo algo con chocolate solía ser todo un espectáculo. Pero aunque yo desde luego podía ponerme duro, Blaise no tenía ese derecho.
Por favor Blaise, mírame a mí.
Lo siento, es solo que no os esperaba.
No pasa nada, le dije. Se supone, que por el color de su piel, no es fácil detectar cuando se ruboriza pero la verdad es que después de 7 años yo podía verlo. Harry desde luego sabia disfrutar de un buen chocolate, pensé moviéndome un tanto incomodo.
Bueno dijo Blaise, soy un íncubus. Estoy buscando la posibilidad de iniciar el cortejo con algún sumiso de por aquí.
Nosotros no nos vamos a quedar en Atlantis, dijo Harry.
La verdad es que no necesito quedarme aquí. Solo he venido por ser más fácil conocer sumisos pero no me importa donde viva el círculo.
Blaise, le dije, ha sido un placer verte pero nos tenemos que marchar, nos esperan.
Una vez solos
Draco, se trata de un amigo tuyo ¿cierto?
Si lo es.
¿Has sido un poco brusco?
Harry, estaba intentando ligar contigo.
No.
Sí, lo estaba. Sé que no te diste cuenta de lo que estaba pasando pero a mí me salió la vena posesiva y un poco protectora. Un dominante no debe intervenir en una posible propuesta de cortejo, pero estaba nervioso.
¿Un nuevo cortejo?
No creo equivocarme, creo que Blaise te mandará una carta de cortejo. Además nos ha dicho que no le importa el lugar al que tenga que ir.
PDV Harry
Volvimos a la Mansión para el almuerzo. Draco les estaba contando a los demás las novedades, la verdad es que yo estaba un poco pensativo. Sabía que el círculo no estaba completo, pero todo parecía precipitarse y yo esperaba un poco de relajación. Cada vez que pensaba en esa palabra se subía mi libido y decidí que era hora de volver a visitar uno de los dormitorios de relajación.
Unos días después, por la mañana me desperté sintiendo el estomago un tanto revuelto. Corrí al servicio a vomitar pero lo único que tenía era bilis.
Pel estaba a mi lado en un instante y Severus estaba tendiéndome un pequeño vial. Me tome la poción y de forma inmediata me sentí mucho mejor.
Creo que Tom debe hacerte una prueba de embarazo, me dijo Pel.
Me tumbé en la cama y Tom realizo el hechizo, iluminándome en azul brillante. Estaba embarazado.
Pero ¿no se suponía que era difícil?
Creo, dijo Draco, que simplemente la vida a decidido que con todo por lo que has pasado te mereces lo que quieres y te lo ha dado.
Eso es muy bonito Draco.
No se lo digáis a nadie pero puedo tener una veta un poco poeeetica
Todos echamos unas buenas risas. Estábamos celebrándolo cuando recibimos una lechuza.
Hola Harry
Soy Blaise Zabini soy un íncubus y tengo 18 años. Me encantaría que aceptases un cortejo para conocerme mejor.
Esperando tus noticias
Blaise Zabini
Hotel Excelente.
Bueno, dijo Pel, parece que el día de hoy está lleno de sorpresas.
Blaise es un buen chico, dijo Draco, un poco promiscuo pero eso parece normal ahora que sabemos que es un íncubus.
Bueno, dijo Severus, eso explica todos los marido muertos de su madre.
¿Qué quieres decir?
Si es por línea materna su madre debe ser un súcubo, necesitan tener más de una pareja para no drenarla.
Su madre entonces, ¿realmente mato a sus esposos al drenarlos?
Bueno Harry, dijo Tom, no sabemos toda la historia. En ocasiones eligen como pareja a personas con graves problemas de salud, se alimentan de ellos y al alimentarse de alguna forma les quitan sus dolencias. En medicina hemos estado estudiando el fenómeno, ya que aunque no los curan sí que les proporcionan una buena calidad de vida. Pero todo parece ser debido a la magia de su raza y no se ha conseguido duplicar el efecto para utilizarlo en los tratamientos médicos.
¿Debo aceptar su cortejo?
Harry, me dijo Pel, eso nunca nadie debe decidirlo por ti. No preguntes nunca, recuerda amor, es tu círculo y solo debe ser formado por tus elegidos. Míranos, todos nos llevamos bien y nos amamos los unos a los otros. Es la magia del sumiso la que nos une. Para un círculo sano es imprescindible que su formación se deba única y exclusivamente al sumiso.
Lo olvide.
No te apures, me dijo Pel, vas a cumplir 18. Estas embarazado y hemos librado una guerra. Te ha pasado mucho en muy poco tiempo.
Mi vida siempre ha sido así, un hecho tras otro desde que a los 11 descubrí que era un mago. Ahora que se de mi embarazo quiero volver al Castillo Gryffindor. Me gustaría que mis padrinos estuviesen con nosotros.
Solo tienes que invitarles amor, me dijo Draco.
Entonces ¿nos vamos?
Harry, me dijo Pel, si nos vamos debes tomar una decisión sobre Blaise y contestarle antes de marcharnos.
Estaba sentado en el jardín de la Mansión, reflexionando un poco sobre mi vida. Los primeros años no merecían detenerse en ellos. Pero desde que descubrí que era mago, había sido una cosa tras otra. En primero, la piedra. En segundo, el diario. En tercero, mi padrino. Bueno tercero al final había resultado extraordinariamente bien, tener a Sirius y a Remus en mi vida me había hecho mucho bien. De hecho, no era capaz de imaginarme mi vida sin ellos, todos los niños deben tener un adulto en su vida en el que poder confiar. Hasta Siri no tenía a nadie, y aunque Siri era un adulto bastante infantil abrirme a él me cambio, me hizo crecer y confiar en otras personas. En cuarto, el torneo y en quinto mi herencia. Pobre Blaise, una herencia despreciada por muchos. Yo no la despreciaba, tal vez era por formar parte de un círculo.
Muy pensativo, me dijo Severus acercándose.
Siéntate a mi lado.
Harry es una hermosa tarde y se ve preciosa aquí sentados.
Severus, creo que todos nos merecemos la oportunidad de ser felices.
¿Pero?
No quiero darle falsas esperanzas a Blaise y no sé si quiero darle una oportunidad por resultarme atractivo o por creer que todos nos merecemos una oportunidad. Además está el problema de su necesidad de sexo.
Harry, su naturaleza le hace tener suficiente con besos cuando están cortejando.
En serio, ¿no lo necesitan como necesitan comer?
Si lo hacen, pero hasta los 30 solo con besos es suficiente. Aunque la mayoría de ellos si pueden tener sexo lo tendrán. Su naturaleza les da la oportunidad de conseguir su triada o su círculo, lo que ocurre es que no suelen encontrarlo. Recurren a matrimonios concertados, muchas veces entre ellos, y a tener amantes. No suelen encontrar el amor por lo que solo unos pocos deciden buscarlo.
No es difícil amar.
No, pero si es difícil que las dos personas que tu amas se amen. Nosotros tenemos una unión mágica que lo facilita todo pero ellos carecen de esa ventaja. Por eso Pel te habla de la magia del sumiso, tu magia nos une y nos permite amarnos los unos a los otros.
¿Es eso amor verdadero?
Harry, no lo sé, pero no creo que importe. Los amo a todos y ellos me aman a mí.
Zabini siempre andaba con Draco pero a diferencia de Draco nunca fue ofensivo o cruel conmigo y siempre ha sido neutral en la guerra. Creo que voy a aceptar su cortejo. Solo advirtiéndole que no hay nada seguro.
Creo Harry, que de eso estamos seguros todos los que cortejamos. Todos tenemos la esperanza de ser elegidos y el temor de ser rechazados.
Me acerque a él y le bese profundamente y como unos críos nos fuimos a buscar un dormitorio, a pesar de estar embarazado seguía con una libido muy saludable.