Fandom: fullmetal alchemist
Finalmente me había librado del reporte de la última misión que tuve, acababa de entregarlo y aún no era ni medio día, eso me dejaba un buen rato para disfrutar con un poco de lectura, claro que sin al para variar, de alguna manera sheska lo convenció de acompañarle durante el día.
En cuanto salí de la oficina de Mustang, vi a los chicos con un par de papeles y una inusual cesta con lo que parecían ser paletas.
-¿Para qué son esas?- dije señalando la cesta.
-oh, jefe, Acaso no recuerda qué día es hoy- respondió havoc alzando la vista con su típico cigarro en la boca, seguramente aprovechando que hakweye no estaba cerca al tener que entregar algunos documentos.
Me quedé mirando tratando de hacer memoria. Pareció notarlo y volvió hablar -supongo que no le toma mucha importancia. Pero bueno no creo que haga mal si toma una- extendió la canasta cerca de mí y tomé una de las paletas, viendo bien tenía la forma de un corazón, pero aun así no terminó de recordarme que debería de celebrar hoy.
Les agradezco, no me tomo mucho tiempo despedirme argumentando que aún tenía cosas que hacer, aceptan y comienzo a dirigirme a la biblioteca.
Al llegar tomo un buen montón de libros, suficientes para formar un par de montañas en la mesa donde me disponía a sentarme.
Luego de un rato en el que termine con al menos una de estas montañas, una mano interrumpe mi lectura posándose frente a sus hojas, alzo la mirada, hace poco comencé aprobar la paleta a que me habían ofrecido, lo que evitó que soltara palabra alguna, sólo pudiendo fruncir el ceño al ver al hombre parado al lado.
-Al fin volteas, casi no te noto atrás de todos esos libros- afirmó el maldito Coronel con su inquebrantable sonrisa socarrona.
Quitando la paleta de mi boca a punto de gritar hasta de lo que se iba a morir, algo detuvo todo sonido que quisiera salir, unos labios presionaron los míos haciendo movimientos ligeros, terminando con una pequeña lamida, para por fin separarse definitivamente. -Dulce...- susurro el moreno -feliz día de San Valentín Edward- terminó con el mismo tono antes de alejarse. Quedando en la misma pose por un rato, la paleta en una mano con la otra posada en el soporte de la silla, podría asegurar tener un rubor que competiría con mi abrigo.
"ese maldito bastardo. Me las pagara."
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bueno, llego hoy con un solo capitulo, estare algo ausente, tengo trabajo que entregar asi que no esperen mucho por ahora.