Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cigarettes and chocolate por AoFushicho

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 Su mirada, y la sonrisa que me lanzó... Parecía un lobo a punto de comerse un corderito. Me quedé paralizada en mi asiento unos segundos ¿Cómo demonios era capaz alguien de verse increíblemente atractivo y aterrador al mismo tiempo? Mejor aún ¿A qué venía esa repentina sonrisa? ¿Qué tenía planeado hacer conmigo? Dándole vueltas a dichas preguntas, comencé a moverme lentamente para recoger mis cosas, tardando más de lo normal en salir de clase. De camino a casa me puse los cascos, intentando que la música ahogase todos los acontecimientos de hoy, que acabarían dándome dolor de cabeza si seguía dándoles vueltas, sin embargo la música acabó por hacer que mi mente pensase cada vez más rápido, haciendo que mi cuerpo acabase corriendo en un intento desesperado de alcanzar la velocidad de mis pensamientos. Acabé llegando a mi casa en tiempo récord y con las ideas menos claras aún. 

Ese día mis padres no estaban en casa, y no llegarían hasta tarde, así que comí el trozo de tortilla que quedaba con un poco de ensalada de huevo. Con el postre me tomé una pastilla para el dolor de cabeza, que había acabado por aparecer, para después tumbarme en el sillón, no tenía ganas de hacer nada, estaba agotada tanto física como mentalmente, pero no quería dormirme, ya que como mañana también tendría instituto, deberé irme a la cama temprano, por lo que no quiero malgastar el tiempo durmiendo, y menos teniendo la casa para mí sola. Cogí el libro de Jane Eyre, que me había regalado una compañera por mi cumpleaños, para leer un rato mientras ponía de fondo canciones de rock, dejando de lado la lectura para bailar cuando mis canciones favoritas sonaban. Puede que esto para algunas personas resultase aburrido, pero para mí era la gloria, pocas cosas me hacían tan feliz como estar con mis libros y mi rock and roll, que es sin duda mi género favorito de música. Me gusta porque es descarado, siempre diciendo lo que quiere decir sin tapujos, sin preocuparle lo que la gente pueda pensar. Para mí, el rock dice todo lo que yo no me atrevo a decir debido a mi timidez, es como la libertad para mí. Una vez, mi tío me llevó a un concierto de Aerosmith, por supuesto, yo conocía bastantes de sus canciones de antemano, es más, creo que mi favorita dentro del género es "Falling in love (is hard on the knees)" aunque hay muchas otras que también me gustan mucho, casi llegándole a hacer competencia... El concierto me pareció increíble, y no solo por la diferencia de escuchar las canciones en directo, si no porque el cantante, que debía tener unos 70 años, se tiró por el suelo a dar vueltas, al terminar una canción se bebió una cerveza y lanzó un eructo, sacó unas maracas gigantes y empezó a cantar mientras las tocaba y por último, casi al final del concierto, salió al escenario con un chaleco sin abrochar, sin llevar nada debajo, vamos, que casi no tenía parte de arriba, y esa noche hacía frío, mucho frío. Recuerdo que el cantante dijo, en inglés obviamente: "Hace un frío de cojones... ¡Que jodidamente genial!" Y eso me terminó de enamorar del rock, y de Aerosmith. Esa locura, esa libertad... Simplemente me conquistaron.

Estaba tan concentrada en mi lectura, escuchando mis canciones y recordando el concierto que conseguí olvidarme de cierta chica que se sentaba a mi lado. 

Cuando me aburrí de leer, me puse a ver series, y así pasó mi tarde, perdida entre mis hobbies, sin querer regresar a la realidad, pero todo lo bueno acaba. A las ocho de la tarde llegó mi padre, haciendo que me pusiese rígida. Cada vez que él aparecía, me levantaba de un brinco, poniéndome de pie y todo lo derecha que pudiese, como un soldado ante su general. Él preguntaba cualquier cosa, y yo respondía con voz monocorde, intentando no trabarme ni tartamudear para no enfadarle, con los nervios y el miedo a flor de piel. Cada vez que mis padres estaban cerca, me sentía como una muñeca que solo está ahí para decorar, que solo se mueve cuando ellos dictan a donde ellos dictan y como ellos dictan. Era un poco exasperante, pero mi padre me daba demasiado miedo como para desafiarle, siendo sincera, me da mucha vergüenza que a mis dieciocho años siguiese así, pero no puedo hacer nada, no tengo la fuerza para ello. Mi carácter ha sido moldeado desde que era niña para que no causase demasiados problemas cuando fuese más mayor, y aquí estoy yo ahora, sin ser capaz de desobedecer a la más mínima orden, una muñeca a la que simplemente dan la cuerda suficiente para que diga y haga lo que ellos quieren, dándome como recompensa pequeñas libertades que ni de lejos son suficiente para satisfacerme.

Cuando mi padre me libra de su interrogatorio, corro a mi cuarto para esconderme. Ahora que ya no necesita a la muñeca, ésta se guarda en su caja, después de todo, hay que ser ordenado. Me pongo los cascos, tratando de evadirme de la realidad todo lo posible, y cojo un libro diferente. En el tiempo que queda antes de irme a dormir, solo salgo de mi cuarto para cenar algo, cuando mi madre no está nos autogestionamos en lo que a cenas se refiere. Simplemente me como unas galletas, porque me las puedo llevar a mi cuarto. El tiempo pasa antes de lo deseado, y antes de que me dé cuenta, ya es hora de que me vaya a la cama. Recojo todo para acostarme, sintiéndome más sola que nunca, la desesperación arremolinándose en mi pecho. Quiero irme, salir de aquí lo antes posible. Incluso quiero irme a otro país a vivir, para estar lo más lejos posible de esta familia tan tóxica. Es posible que para algunos sea una exageración lo de irse a otro país, pero ya estoy harta de no poder dar un paso sin preguntarme antes cien veces si no les estaré decepcionando.

-No quiero ser una muñeca -Susurro a la oscuridad de mi habitación, antes de dormirme.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).