-¿Te has sentido mejor con respecto a tu resfriado? Todo el camino aquí estuviste estornudando.
-Estoy mejor, pero a veces siento cosquillas en la garganta- el más alto sonrió y saco las palomitas de su mochila, tenía muchas ganas de ver una película con Jimin, la última vez que lo hicieron estaban en secundaría –estas tienen sal y estas miel ¿Cuál prefieres?- pregunto con entusiasmo sujetando ambos paquetes frente al menor.
-Miel, quiero comer algo dulce- vio como el castaño lanzo a alguna parte el paquete de palomitas saladas y luego metió el escogido al microondas "se nota que está feliz".
Jimin escogió una película de ciencia ficción y se arropo hasta la cabeza con una manta que había tomado de la habitación de Jungkook, él también estaba emocionado, pero no pudo evitar recordar que la última vez que vio una película, fue al lado del pelí menta. Esa noche toda la sala olía a alcohol. No pudo disfrutar de esa película, porque su novio solo le hablaba de incoherencias mientras le lamia el cuello y mordía su oreja. Pero ahora ya el pasado no importaba, dirigió su mirada a la cocina y sonrió cuando vio al castaño aproximarse con un bol lleno de palomitas.
-¿Está todo listo?- pregunto Jimin dándole espacio en el sofá.
-Sip ¿Qué película escogiste?
-Creo que es de ciencia ficción, aunque solo la puse porque el titulo era llamativo.
-Con eso es suficiente- ambos se pusieron cómodos y le dieron play a la película.
*
Al día siguiente ambos despertaron abrazados en el sofá, no se dieron cuenta de en qué momento se quedaron dormidos. De seguro se aburrieron porque la película no fue buena.
-Buenos días- dijo Jungkook estirando los brazos y bostezando.
-Buenos días...- contesto Jimin con pesadez arropándose hasta la cabeza con la manta.
-¿Vas a seguir durmiendo?- busco su teléfono que estaba a un lado del sofá sobre una cajonera, lo desbloqueó y vio la hora – son las once, levántate, vamos a desayunar- se levanto de un brinco y tiro de su brazo para que se pusiera de pie pero este no se movió ni un poco.
-Mmñ!- se quejo Jimin entre dientes - él me dejaría dormir hasta tarde...- susurro adormilado. A Jungkook se le oprimió el corazón, Jimin estaba medio dormido y parecía no haberlo dicho conscientemente, pero sus palabras no pasaron desapercibidas.
-Bien, entonces duerme...- dijo en un hilo de voz apenas inaudible. Entrando a la cocina se sorprendió al encontrar a sus padres y su hermano sentados desayunando en el comedor.
-Buenos días, mamá, papá... Jackson- abrió la nevera y saco la leche. La noche anterior cuando llego con Jimin todos estaban dormidos, sin querer había olvidado que estaban en casa, y de hecho, eso le molestaba un poco.
-Dormiste muy cómodo ahí con tu novio- se burlo su hermano.
-Sabes que Jimin no es mi novio.
-Sí, pero aun así te aprovechas- se estaba divirtiendo molestándolo.
-Cállate el podría escucharte.
-¿Serías tan amable Jungkook de sentarte a la mesa y desayunar con tu familia sin discutir?- pregunto su madre con un tono autoritario. No fue capaz de llevarle la contraria a la mayor y se sentó junto a su hermano que enseguida le despeino el pelo.
-¡Ay ya deja de molestarme!
-B-bueno días- saludo avergonzado llamando la atención de todos un pequeño rubio entrando a la cocina –Señor Jeon, señora Jeon, lamento haberme quedado dormido en su sofá.
-No te preocupes hijo, estás en tu casa- dijo el padre de Jungkook –ven, siéntate y desayuna con nosotros- este hizo una reverencia y tomo asiento al lado de Jungkook.
-Qué lindo, es como si ya fuera parte de la familia- susurro Jackson haciendo molestar a Jungkook, que lo iba a mandar a callar pero se detuvo por la mirada de reproche de su madre.
-Y bien Jimin ¿Cómo has estado?- pregunto la mujer sonriéndole al rubio.
-Bien, todo me va de maravillas- respondió casi en un susurro antes de beber un vaso de jugo de naranja. Jungkook noto la incomodidad del menor y fingió estarce ahogando con la leche.
-¡¿Estás bien Kookie?!- pregunto Jimin preocupado.
-Si estoy bien, pero no tengo hambre ¿tu tampoco verdad? Bien vayámonos entonces- dijo tan rápido que apenas se entendieron sus palabras. Tocio levantándose de su asiento tomando una rebanada de pan tostado y sacando a Jimin del comedor sin dejarlo terminar de beber el jugo.
-Pero yo si tenía hambre- se quejó mientras subían las escaleras.
-Te invito a comer en una cafetería- dijo Jungkook empujando a Jimin dentro de su habitación y luego de entrar cerró la puerta de un manotazo. Se sintió aliviado, evito que su familia bombardeara al rubio de preguntas, eso solo les abría arruinado la mañana.
*
Yoongi desayunaba solo en el enorme comedor de su lujoso departamento. Lo que antes era su piano seguía casi a mitad de la sala completamente destruido pero aun no se dignaba a limpiar o siquiera llamar a alguien para que lo hiciera por él, porque cada vez que lo veía, se le quitaban las ganas de beber... bueno, solo un poco.
Tenía la mitad de la nevera llena de cervezas y en la alacena guardaba un par de vinos de distintas marcas. En su departamento nunca faltaba el alcohol.
La noche anterior cuando volvió de la casa de Jimin bebió cuatro cervezas pero era muy poco si lo comparaba con lo que bebía normalmente por la noches, sobre todo si estaba deprimido y molesto.
Dejo los cubiertos sobre los platos en la mesa y se aproximo a la nevera, cuando estaba por abrirla para tomar una cerveza su mirada sin querer se detuvo frente a dos fotos que estaban pegadas a la puerta de la nevera con unos imanes.
"Debería deshacerme de todo esto"
Sin más, abrió la nevera y saco una botella, la destapo con un abrebotellas que llevaba siempre en el bolsillo y en cinco sorbos largos se la bebió toda, la dejo en el mesón de la cocina y cayó al suelo quedando arrecostado de la nevera. No tenía fuerza de voluntad. En ese momento de verdad creyó que había perdido a su pequeño príncipe para siempre.
Sus únicos consuelos, eran la bebida y aquel hermoso mirador... al que sin pensarlo mucho se dirijo cuando bebió otras dos botellas de cerveza fría.
*
-¿Qué quieres hacer hoy?
-No lo sé, hace mucho que no salgo a divertirme...
-No te deprimas, hoy será un buen día, solo piensa en algo divertido- Jungkook estaba intentando animarlo, pero todo lo que decía de alguna forma, hacia a Jimin ponerse tenso o muy deprimido. Le acaricio el hombro al menor y este trago saliva –deja de pensar en cosas tristes Minie.
-Es... muy difícil- levanto la cabeza e hizo contacto visual con el castaño – lo siento, siempre hago que te deprimas y preocupes por mi.
-...- Jungkook tomo de la mano a Jimin y camino a paso rápido, necesitaba llevarlo lo mas lejos que pudiera, a un lugar calmado en donde solo pudiera disfrutar de un momento juntos.
-¿A dónde vamos?- pregunto intentando caminar a su ritmo esquivando a las personas que caminaban en la dirección contraria.
-Solo sígueme, debemos tomar el autobús.
-¿Eh? ¿Saldremos de la ciudad?
-Algo así.
*
Cuando bajaron del autobús Jimin le entrego una sonrisa al castaño, era sincera, por primera vez en mucho tiempo sintió algo de emoción.
-Este mirador... se puede ver la ciudad perfectamente, aunque eso tu ya lo sabes- dijo Jungkook aproximándose al barandal.
-Sí, fue en donde te conocí, pero era solo un niño- río – ese día también estaba nevando.
-Es un lugar muy agradable, lástima que este a mitad de la carretera. Tendremos que caminar bastante para regresar a casa.
Jimin asintió y se sujeto del barandal admirando el paisaje. De repente una ráfaga de aire despeino completamente al rubio haciéndolo esbozar una mueca de molestia. Jungkook se rió y lo levanto por las caderas para sentarlo en el barandal, le arreglo el pelo y apretó su nariz con sus dedos.
-No trajiste bufanda y ahora tienes la cara helada- el menor inflo los cachetes y le sonrió. Esa sonrisa lo volvía loco... y ya estaba perdiendo todo su auto control...
Jungkook trago saliva ¿se iba a arrepentir? Quizás, pero aun así se atrevió. Aunque no era el momento mas indicado.
Tomo las mejillas del menor entre sus manos y se aproximo para besarle mientras este tenia la mirada perdida en la carretera, pero en ese momento el menor dio un respigo y se tambaleo sobre el barandal. De no ser porque Jungkook lo estaba sujetando y pudo atraparlo a tiempo entre sus brazos echándose hacia atrás habría caído.
Cayeron sobre la nieve, el castaño lo tenia sujetado como si fuera un tesoro, su corazón casi se detiene por el susto.
Antes de que pudiera abrir la boca para preguntarle por su extraña sacudida, el menor se separo de él abruptamente y saltando hacia atrás golpeo su espalda contra el barandal, tenía una expresión de terror. Jungkook se levanto dando una vuelta y vio la razón por la que Jimin casi había caído del mirador.
"¡¿Es enserio?! ¡¿Qué hace este idiota aquí?!"
La distancia entre el peli menta y ellos era muy corta, pero para el rubio parecía estar a muchos kilómetros de él. No podía creer lo que sus ojos veían, quería correr y abrazarlo, pero no se movía, estaba estático tocando con las manos desnudas el frío hierro del barandal.
Jungkook se acerco precipitadamente a él, palpo su pecho y brazos intentando hacerlo reaccionar y susurro su nombre un par de veces – ¡Escúchame! No vayas a flaquear, estoy aquí contigo, el no hará nada para lastimarte.
Jimin temblaba entre sus brazos, estaba decidido a ir con el peli menta, pero su cuerpo no reaccionaba ante esa orden que él mismo se imponía, solo estaba ahí, entre los brazos de Jungkook, pero a la vez haciendo contacto visual con el chico de piel pálida a cinco metros de él. Cerró los ojos y respiro hondo, vio a los ojos a su amigo y de esa forma este entendió que debían separarse.
Yoongi se acerco a él en cuanto el castaño se movió a un lado para no interferir entre los dos, estaban a un metro de distancia y justo cuando el peli menta abrió los brazos, las lágrimas empezaron a caer, ya Jimin no aguantaba más, necesitaba desesperadamente a ese chico.
-Yo... ¡Yoongi!- gritó suplicante abalanzándose a sus brazos, este le lleno la cara de besos y junto sus frentes.
-Por favor perdóname, perdóname, perdóname ¡perdóname! Soy un idiota.
Jimin no podía responderle, estaba ahí pegado a él, sintiendo su calor, desahogando todo el dolor que sentía en un mar de lagrimas. Jungkook que los miraba atentamente, no podía sentirse peor, quería gritar y separarlos, acabar con todo eso por su cuenta. Pero no hizo nada, solo metió las manos en los bolsillos de su abrigo y sin interrumpirlos empezó a caminar en dirección a la ciudad.
Cuando se dio cuenta de que los había dejado atrás, un par de lágrimas escaparon de sus ojos.
¿Jimin iba a perdonar de nuevo a Yoongí? o más importante... ¿Él perdonaría Jimin?
Le había dicho tantas veces que dejara al peli menta para dejar de sufrir, y no se había dado cuenta de que el rubio hacia lo mismo con él, poco a poco lo estaba dejando vacío y sin esperanzas.
Iba a reír irónicamente, pero escucho algo que lo hizo detenerse y voltear.
-¡Jungkook!- vio al rubio correr hacia él. Dio un par de zancadas torpes y empezó a correr también, dando un brinco acorto la distancia entre ellos, envolviéndolo con sus brazos ¿Qué ocurrió? ¿Había dejado a Yoongi? No lo entendía pero se sentía feliz.
Ambos cayeron al suelo, Jungkook sobre Jimin, permanecieron así un minuto y luego el castaño deshizo un poco el abrazo para poder verlo a la cara.
-¿Qué paso?- pregunto con la respiración agitada.
-Yo solo... me separe de él y vine por ti...
-¿Eso qué significa?
-Cuando caí en cuenta ya estaba corriendo hacia ti.
Jungkook sonrió y volvió a abrazarlo con fuerza, quizás esta vez sería diferente, el rubio ya empezaba a corresponder a sus sentimientos, inconscientemente, pero lo hacía.