-¡Entonces corrió hacia ti y fueron felices por siempre!- bromeo un peli rojo intentando ser dramático.
-¡No juegues así Tae!
-Lo siento, pero debes aceptar que pareció una escena sacada de un dorama.
-No sé ni para qué te lo conté si siempre terminas volviendo las cosas algo que no son- se quejo Jungkook cerrando su casillero.
-Porque quieres un consejo, y ahí te va. Debes decirle que lo amas y que siempre has estado a su lado en busca de algo mas- se detuvo un segundo con el ceño fruncido y agrego- aunque a estas alturas no entiendo por qué él solo no se ha dado cuenta, eres muy obvio, siempre te aprovechas.
-¡Claro que no me aprovecho!- lo mismo le decía su hermano, se ruborizo y miro hacia los lados, tenían algo de razón- él esta muy ocupado pensando en ese idiota como para notar esas cosas.
-¡Uyyy! Tú sí que eres pesimista- el castaño rodó los ojos. Ya sabía que debía declararse, pero no era tan fácil como llegar y decir "¡me gustas desde hace mucho! Deja al idiota ese y sal conmigo!" necesitaba que Jimin terminara definitivamente con Yoongi y se recuperara de la depresión, solo así podrían empezar una relación sana, claro, si es que el rubio aceptaba.
-Ahora tengo una clase, te veo luego Tae- se despidió caminando hacia su aula.
-Pobre de él, no sabe qué a Jimin le gusta... aunque él mismo no se da cuenta...- dijo para si mismo "¡ash! me desesperan las personas que no se dan cuenta de sus sentimientos" pensó un poco irritado.
-¿Dijiste mi nombre?- pregunto el rubio haciendo que casi le diera un infarto.
-¡Jimin!- puso su mano sobre su corazón y se sostuvo de su hombro tomando aire –¡No aparezcas así de la nada! Casi muero de un infarto.
-Pero es lo que tú siempre haces- el pelirrojo se quedo con la boca abierta y enderezándose cruzó los brazos, era verdad, siempre lo hacía, no podía negarlo.
-¿Y bien? ¿Estabas hablando solo?
-Sí, estaba pensando en ti y como sueles dejar al pobre de Jungkook en la deriva.
-Sabes que no te entiendo cuando hablas metafóricamente.
-No importa- le revolvió el pelo al menor y sonrió, era mejor que él solo descubriera lo que sentía – vamos a clases- Jimin asintió y lo siguió.
*
Jimin llego muy tarde a casa, fue a comer con Jungkook y Taehyung a un puesto de hamburguesas y luego de eso recorrieron un centro comercial prácticamente hasta que cerró. Eran las once y esta vez, su habitación estaba hecha un verdadero desastre, había tirado todo buscando las cosas que llevó a casa de Jungkook el fin de semana.
No se molesto en mover nada, paso por encima de la ropa tirada en el suelo y se recostó en la cama destendida. Observo el techo durante un rato pensando en todo lo que ocurrió en el mirador, pero esta vez no se deprimió, tomo su teléfono y sin pensarlo mucho le envió un mensaje al peli menta, aun debían aclarar las cosas.
Tal vez no era el mejor momento, ya que ni él mismo sabía qué hacer con respecto a su relación. Esta vez intentaría cambiar las cosas, por lo menos solo un poco.
"Va a ser muy difícil"
*
Yoongi estaba bebiendo su sexta botella cuando sintió su teléfono vibrar en el bolsillo de su ajustado pantalón, tuvo que forzar un poco la vista para poder leer de quien era el mensaje. Al ver que era de Jimin rió, pero no fue una risa normal, cada vez alzaba mas la voz, parecía un maniático riéndole a la nada. Lanzó la botella que tenía en la mano sin importarle que estuviera prácticamente llena.
Intento contestar el mensaje pero cada que escribía una letra se marcaba otra, estaba tan ebrio que no podía teclear bien. Después de varios intentos que lo hicieron enfadar, decidió llamarlo.
-¿Hola?
-Jimin...
-¿Por qué me llamas? Solo contes~... ¿estás ebrio verdad?
-Te extraño... por favor no cuelgues.
-Si estás ebrio prefiero no hablar contigo.
-Solo fueron cinco... bueno- volteo a ver el suelo mojado y lleno de vidrio por la botella que acababa de tirar – casi seis...
-Adiós Yoon~...
-¡No cuelgues!- pidió y empezó a hipar – ¡hip! necesito escuchar tu voz...
-...- se escucho un suspiro del otro lado de la línea –mi mensaje... ¿vas a responder a mi pregunta?
-¿Para qué? ya sabes que estoy ebrio, no sirve de ¡hip! ¡hip! nada prometerte que no lo volveré a hacer.
-Es cierto- el peli menta escuchó unos sollozos.
-Cada vez que me embriago ¡Hip! te hago llorar- dijo muy tranquilo soplando los cabellos de su flequillo.
-¿Entonces...? ¿Qué vamos a hacer?
-¡Hip! no lo sé...
-...Apuesto a que si estuviera a tu lado en este momento ya me hubieras tirado tres botellas.
-No lo haría, no es por ¡hip! Por un bloqueo que estoy ebrio ¡hip!- declaro el peli menta arrodillándose para levantarse pero fallando en el intento–Yo ¡hip! Te quiero... por eso bebo.
-... hasta mañana Yoongi- el rubio colgó antes de que pudiera objetar. Tiro su teléfono al sillón y fue por otra botella, esa llamada lo puso de peor humor.
*
Jungkook estaba molesto y preocupado, habían pasado dos días y no sabía nada de Jimin, no contestaba sus mensajes ni llamadas, Tae les había preguntado a sus padres y dijeron que no lo veían desde que salió para ir a la universidad el martes en la mañana, ¡dos días! ¡Dos malditos días y sus padres no hacían nada aun sabiendo que sus amigos tampoco sabían nada de él!
Jungkook le dio varias vueltas en su cabeza y al final se sintió un idiota, si no estaba en su casa ni en la universidad, obviamente estaba en casa de Yoongi.
Cuando su última clase culmino no perdió tiempo en ir a dejar los libros en su casillero, salió corriendo de la universidad hacia el departamento del peli menta. Hace dos años Jimin le había dado la dirección, pero esa era una historia que no quería recordar.
En menos de media hora llegó al pie de ese edificio lujoso y con toda su fuerza tiro de la puerta giratoria. Vio en todas las direcciones. Un montón de personas esperaban el ascensor, y subir por las escaleras no era una opción, el departamento estaba en el doceavo piso.
Esperó unos minutos y la tercera vez que el ascensor abrió sus puertas entro a horcadas sin importar a quien empujaba.
Fueron los cinco minutos más largos de su vida. Lo primero que hizo al salir fue tomar airé, ahí dentro todo el mundo estaba sudado, y una mujer llevaba mucho perfume, le habían dado nauseas.
Dejo de quejarse mentalmente y corrió por los pasillos, al cruzar en una esquina, vio al rubio sentado frente a la puerta del departamento de Yoongi, acurrucado y con una enorme chaqueta negra puesta sobre sus hombros. Se acerco a él con la respiración agitada por el ajetreo.
-¡Jimin!- el nombrado alzo la mirada, tenía los ojos hinchados de tanto llorar y sus labios temblaban.
-¡J-jungkook!
-¡¿Qué haces aquí sentado?!- pregunto exaltado -¡¿te golpeo?! ¿Está ahí dentro verdad?
-...
-Hazte a un lado- ordenó el castaño levantándose, esta era la gota que rebasó el vaso.
-¡No, no entres!- Jungkook hizo caso omiso a las suplicas del menor y lo echó a un lado.
Cuando abrió la puerta quedo en shock, muchas cosas pasaron por su cabeza en ese momento, simplemente era increíble... Jimin se había defendido...
Se aproximo lentamente al chico desmallado en medio de la sala, había un poco de sangre, vidrios rotos y lo que parecía ser un piano reducido a trozos de madera y teclas sueltas. El peli menta no parecía tener ninguna herida.
-Y-yo...- murmuro el rubio quien se arrastraba hacia él desde la entrada, Jungkook no tardo en darse cuenta de que la hería la tenía Jimin en un costado de su pecho. Corrió hacia él y lo tomo entre sus brazos.
-¡¿Qué ocurrió?!- el menor estaba tosiendo algo fuerte, pero no respondía - ¡Respóndeme Jimin!
-Intente quitarle la botella de la mano, pero me empujo y caí sobre los trozos de vidrió, él de repente... solo... se desmayo...- Jimin cerró sus ojos, se había desmallado, Jungkook casi entra en pánico.
Iba a levantarse y llevar al rubio al hospital pero lo pensó mejor, había alguien más ahí que a pesar de no caerle bien, se encontraba inconsciente. Se limito a llamar a una ambulancia y esperar mientras intentaba hacer algo con las heridas del menor.
Solo no podía parar de preguntarse "¡¿Qué demonios había ocurrido ahí?!"