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Desiluciones por Vanessa-Chan13

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Jungkook jugaba con sus dedos sentado en la sala de espera del hospital, estaba sudado y nervioso, todavía no podía asimilar nada de lo que vio. Quería ver a Jimin y preguntarle qué había pasado. Ya había perdido la noción del tiempo, no le interesaba ver el reloj, solo quería que el rubio saliera o que un doctor lo llamara, no podía pensar en nada que no fuera su pequeño ángel.


Rato después por fin fue llamado por un doctor. Se sintió muy aliviado al notar que la expresión de este era calmada.


-¿Eres familiar del paciente?


-No, soy un amigo, llame a sus padres pero no vendrán- El doctor enarco una ceja - ¿tiene algo grave? – pregunto Jungkook muy ansioso y preocupado. 


-No, la herida no fue profunda, lo que complicó un poco las cosas fue el hecho de que ya llevara un rato sangrando. Y solo tiene un par de cortes en los brazos- Jungkook por fin pudo relajarse un poco. Aunque hubiera deseado llegar antes al departamento, así Jimin no hubiera perdido más sangre de la debida por su superficial herida – aun así está bien, saldrá en unos minutos cuando la enfermera termine de desinfectar sus heridas.


-¿Y Min Yoongi...?- por alguna extraña razón sentía que debía preguntar por él.


-Una posible sobredosis de alcohol... pudo haber muerto, pero vomito minutos antes de desmallarse lo que fue positivo ya que...- no pudo seguir escuchando, empezó a pensar en el peli menta, sentía algo de pena por él. Un ser despreciable y bastante débil.


El doctor termino la charla diciéndole que Jimin saldría en un momento, se relajó sobre su silla y espero ahí un rato más.


 


Dos días atrás...


El cuanto colgó sintió un vacio dentro de él, escuchar su voz era agradable, aunque su relación estuviera desmoronándose lo necesitaba. Quería sus besos con sabor a alcohol, su toque descuidado, su fría mirada lujuriosa... todo lo que era Min Yoongi lo volvía loco, y antes de acabar con todo, necesitaba ir con él otra vez. Una última, y todo terminaría.


Jimin salió de su casa al día siguiente, les había mentido a sus padres diciéndoles que iba a la universidad. No sabía a qué hora volvería, pero de todas maneras no lo notarían. No había autobuses a esa hora así que camino a paso rápido al departamento del peli menta.


La recepción estaba prácticamente vacía y el ascensor estaba libre. Nada se interpuso en su camino. Cuando estuvo frente a la puerta busco su copia de las llaves y abrió lentamente la puerta, se quitó los zapatos y se adentro en la casa sigilosamente.


Tenía suerte, como era muy temprano Yoongi seguía dormido, así que no pelearían. Se recostó a su lado y acaricio su rostro con ternura. Verlo ahí durmiendo plácidamente lo llenaba de felicidad, estar con él de esa manera era lo que necesitaba desde hacía mucho tiempo.


-Te quiero...- susurro rozando su pulgar contra sus labios – pero ya no puedo amarte, esta será la última vez que estaremos así...


Cuando caminaba hacía allá, había logrado aclarar un poco sus pensamientos. Quería al peli menta, y hubiera deseado que cambiara, pero ya era tarde.


Se acurruco en su pecho y aunque el olor a cerveza le estuviera dando un poco de nauseas, lo dejó pasar y se quedo dormido.


*


Cuando despertó el sol se estaba poniendo. Vio a su par acostado junto a él con los ojos cerrados y la respiración pausada, sonrió "si esta calmado se ve perfecto" acerco su rostro a el de él y junto sus labios dulcemente. De repente sintió como el contrario correspondía el beso y se sobresalto pero no pudo separarse, rápidamente el mayor lo acorralo contra el colchón y tomo control del beso.


Jimin pataleo y le mordió el labio al peli menta haciéndolo retroceder adolorido.


-¡¿Por qué hiciste eso?!


-¡No te aproveches idiota!- reclamó lanzándole una almohada. 


-¿Que no me aproveche? Pero eres tu quien me beso.... ¡además! – Tomo la almohada que hace unos segundos lo golpeó en la cara y se la lanzó igualmente - ¡¿Qué haces aquí?! ¡de seguro ya son más de las tres de la tarde, tu deberías estar en la universidad!- se llevo una mano a la frente, tenía una terrible jaqueca. Gritar no fue buena idea.


-Yo... vine por la mañana... además tú fuiste quien me llamo anoche...- el peli menta que en ese momento estaba algo distraído sobando su cien, abrió los ojos sorprendido al escuchar sus palabras. ¡Demonios! ¡Había llamado a Jimin estando ebrio!... de nuevo.


-Cierto... pero no debías venir solo por eso- No recordaba nada de lo que dijo en esa llamada pero quería hacer creer a Jimin que sí.


-Ya no puedo seguir huyendo de ti... Cuando nos vimos en el mirador no pudimos hablar sobre nada.


-Fuiste tú quien salió corriendo detrás de él...- Jimin iba a decir algo pero Yoongi se levanto de la cama como pudo y le hizo una seña con la mano para que no dijera nada –Por lo menos me hubieras dicho formalmente que terminamos antes de salir corriendo así.


Esas palabras molestaron mucho a Jimin.


-No puedo creerlo...- miro hacia un lado y se mordió el labio, se sentía decepcionado – yo vine aquí a primera hora de la mañana para terminar esto por la buenas y me dices eso, valla, cuatro años de relación y aun no me conoces... yo no puedo... dejarte de esa manera, solo diciéndote que terminamos, hay cosas que quiero que se aclaren- declaró saliendo de la habitación con la cabeza baja.


- Para mí no hay nada que aclarar.


-¿En serio?


-Si...


Yoongi lo había seguido hasta la sala. Que seguía hecha un completo desastre. Ambos estaban viéndose directamente a los ojos. El semblante de Jimin era decidido, pero a la vez podía verse algo de desesperación y tristeza en sus ojos.


-Solo dilo.


-No puedo.


-Dilo- el peli menta empezaba a desesperarse. Quería que Jimin lo dijera. Que él lo dejara para poder beber sintiéndose de verdad culpable. Una excusa, eso era todo.


-¡Que no puedo!


-¡Claro que puedes!- se acercó y lo tomo por los hombros bruscamente - ¡dilo y terminemos con esto de una buena vez!... ¡ahora Jimin!


Hubo silencio durante unos segundos, los dos se miraban, Jimin le suplicaba muchas cosas que no podía expresar con palabras y Yoongi gritaba internamente pidiendo que no lo perdonara esta vez.


-...T-terminamos...- soltó Jimin y comenzó a llorar, sin siquiera dar un paso hacia delante o atrás.


El peli menta lo soltó. No dejó de mirarlo con la misma expresión descuidada y perdida. Como si solo su cuerpo se encontrara ahí y en su mente estuviera divagando. No dijo nada, metió las manos en los bolsillos del pantalón que llevaba desde el día anterior, se acerco a la puerta y la abrió. Volteo a mirar al menor.


-Volveré mañana...- dijo con total tranquilidad y salió del departamento cerrando la puerta con llave.


Jimin iba a seguirlo pero se dio cuenta de que la puerta estaba cerrada, buscó sus llaves pero no las encontró, de seguro Yoongi las tomó en el momento en el que salió del cuarto.


Nunca antes lo había dejado encerrado pero no se preocupó, en el pasado le hizo cosas peores. A lo mejor quería dejarlo solo para que pensara.


Jimin espero todo el día ahí, solo y con el corazón destrozado. No se atrevió a limpiar el desorden de la sala, tampoco comió ni bebió nada hasta que ya no pudo más con el malestar del hambre y tomo una caja de cereal que había en la despensa.


No vio televisión ni tocó nada. Se limito a recostarse en el sillón de cuero negro que adornada la única parte de la sala que no estaba desordenada, y siguió llorando. Todo el día y noche, hasta que finalmente se quedó dormido en la oscuridad.


*


Despertó al oír el fuerte tintineo de las llaves abrir la puerta principal. Ya era de día. Su corazón palpitaba rápido, no solo por el hecho de que despertara tan abruptamente, sino también porque no se le había ocurrido pensar en lo que haría cuando llegara el dueño de ese departamento.


Alcanzó a ver el reloj de pared que colgaba sobre el televisor y marcaba las ocho y media de la mañana. Estaba nervioso y sin ánimos, por eso se desesperó internamente cuando pudo ver a Yoongi de pies a cabeza.


Tenía los ojos irritados, el pelo despeinado y su postura y pasos eran torpes. Llevaba una cerveza en la mano y una sonrisa en el rostro. No hacía falta ni analizarlo, era más que obvio que el peli menta había pasado todo el día anterior bebiendo en algún lugar.


Jimin se levando del sillón desilusionado. Ya era suficiente. Se acerco al mayor con pasos firmes y de un manotazo tiró la botella que llevaba en la mano.


El ruido del cristal rompiéndose le causó risa a Yoongi. Enseguida camino hacia la nevera y tomo dos botellas más de cerveza, las destapó, bebió un sorbo de una y la arrojó al suelo, bebió un sorbo de la otra y de igual manera la tiró. Cada vez se reía más fuerte.


Jimin estaba asustado presenciando el cómo tomaba, bebía y lanzaba otra botella mientras se reía como un maniático.


"¡¿Qué demonios le está ocurriendo?!"


En el momento en que intento arrebatarle una botella antes de que la lanzara a la pared, fue empujado con brusquedad hacía el suelo de la cocina.


-¡Déjame en paz!- le grito el peli menta bebiendo un sorbo y luego lanzando la botella a algún lado.


-¡No!- antes de que pudiera sacar otra botella del refrigerador rodeo las piernas del peli menta con sus brazos haciéndolo caer junto a él -¡ya deja de hacer esto!- lo tomo de las manos y lo inmovilizó colocándose sobre él y ejerciendo presión contra su cuerpo.


-¡Déjame!- pataleo - ¡déjame o no respondo Jimin!


-¡No!- se opuso apretando mas las manos del mayor, quien estaba a nada de perder el control.


Dejo de patalear y en un descuido Jimin confió que no se movería, pero fue un error. El peli menta lo tomo de las caderas y lo tumbó contra el piso sentándose sobre su vientre. Le tomo las muñecas con una mano y las puso sobre su cabeza, mientras con la otra acariciaba su rostro y luego su cuello. Jimin intento zafarse pero no lo logró, cerró los ojos y pronto sintió como la respiración acelerada de Yoongi chocaba contra su cuello.


-¿Lloraste por mi ayer?- le susurró para luego reír –te dejé encerrado aquí, así que de seguro no pudiste pensar más que solo en mi.


-Déjame, estas borracho no sabes ni qué estás diciendo.


-¿Ah no?- mordió el lóbulo de su oreja asiéndolo soltar un corto gemido.


-No, por favor suéltame- suplico temblando al sentir como metía la mano debajo de su camisa. Estaba batallando contra sí mismo. Disfrutaba que estuviera sobre el susurrándole y jugando con su cuello. Pero debía ser fuerte y oponerse.


-Te conozco Minie...- siguió susurrando en su oído mientras recorría el pecho del menor con una mano – lo último que quieres es que te suelte.


-D-déjame...- lo estaba volviendo loco el calor de su aliento embriagador y sus manos temblorosas rozando su piel. 


En medio de sus suspiros y los toques de Yoogi sonó el teléfono. Ninguno de los dos le prestó atención al principio pero siguió sonando hasta que el peli menta se levantó lleno de ira y contesto de mala gana.


-¡¿Qué demonios estuviste haciendo ayer y hoy?! ¡Tienes que venir al estudio enseguida!- era su manager molestándolo con cosas del trabajo – No, mejor iré yo mismo a buscarte. De seguro te emborrachaste como siempre.


-Me interrumpió, estaba haciendo algo importante- se notaba a leguas que estaba borracho con solo oírlo decir eso.


-¡Date una maldita ducha de agua fría! Estaré ahí en diez minutos.


Desde la cocina y aun en el suelo con la camisa un poco levantada, Jimin le agradeció mentalmente a la persona que llamó.


*


Yoongi lo había vuelto a dejar encerrado. Paso toda la tarde en la sala como el día anterior. No utilizó su celular en ningún momento, estaba más que seguro de que tendría miles de llamadas de Jungkook y Tae, y no quería mentirles a ellos, porque por supuesto no les iba decir que estaba encerrado desde ayer en el departamento del chico que mas odiaban en la vida.


Cuando el sol se metió, pensó en lo que haría cuando volviera el peli menta. Tomaría las llaves que de seguro estaban en el bolsillo de su abrigo y saldría antes de que pudiera decirle o hacerle algo indebido.


Recorrió todo el departamento guardando en su cabeza las imágenes de aquel lugar en que paso tantas noches. Era inevitable recordar todos los buenos y malos momentos que pasó ahí, pero no lloró.


Iba a tomar una ducha, pero la última vez que estuvo en ese baño tuvo un encuentro pasional con Yoongi, lo último que quería era revivir ese momento en su cabeza estando solo en el mismo lugar.


"Tae se va a molestar mucho conmigo" cayó en cuenta de que había faltado dos días seguidos a la universidad. Valía la pena, eso era lo que lo motivaba a esperar tranquilamente en la sala.


Finalmente escucho las llaves abriendo la puerta alrededor de las siete de la noche. No estaba nervioso como en la mañana, se sentía confiado. Ya tendría tiempo para lamentarse al llegar a su casa o en la universidad con Taehyung y Jungkook.


Cuando Yoongi entró estaba igual o peor que en la mañana "¿Cómo demonios puede beber tanto?" pensó Jimin poniéndose un poco tenso.


-¡Yaaaa estoy aquí!- declaró el peli menta luego de dejar su abrigo en un perchero, saltando con los brazos arriba -¡Y estoy de maravilla! – gritó moviendo la cabeza hacia atrás. Pasó a la cocina por una cerveza y Jimin aprovecho la oportunidad para tomar las llaves e irse.


-¿A dónde vas?- preguntó saliendo de la cocina con dos botellas –celebremos por mi nueva canción y...- lo miró y bufó- ...por nuestra ruptura después de cuatro años maravillosos.


-Ya me voy- había metido el dedo en la herida, quería largarse y no volver a verlo, pero solo se quedó parado en la sala viéndolo expectante.


-Te dejé solo aquí mucho tiempo, quédate, solo serán un par de cervezas- le extendió la botella pero el menor negó con la cabeza y retrocedió tres pasos – tómala, no me hagas enojar.


-No quiero, me voy- iba a encaminarse a la salida pero Yoongi colocó las botellas entre los dedos de su mano izquierda y con la derecha lo sujeto fuerte del cuello de su camisa.


-Te dije, que la tomaras o me harás enojar.


-Y yo te acabo de decir que no quiero- volteo a minarlo y este le volvió a extender la botella - ¡no quiero!- y de un manotazo tiro la botella al suelo. Era como revivir todo lo que pasó durante la mañana.


-Ya me hiciste enojar- Yoongi se le acerco y gruñendo lo empujo tirándolo al suelo. No cuido un pequeño detalle, el suelo llevaba días lleno de vidrios rotos.


La sangre empezó a correr. Jimin se retorció en el suelo chillando de dolor. Diminutos trozos de vidrio se encajaron en su piel, y uno más grande se le clavó en un costado cerca de su cintura. Sentía tanto dolor que cuando escuchó a Yoongi vomitar y caer al suelo, no pudo abrir los ojos.


Duró unos minutos ahí intentando respirar. Todo lo que podía hacer en ese momento era llamar a una ambulancia, pero su teléfono aun estaba en la habitación. Arrastrándose logró llegar a la entrada y jaló un abrigo negro que estaba guindado en un perchero, abrió la puerta principal agradecido de que las primeras llaves que probó funcionaran y salió.


Hacia presión en su costado intentando detener la sangre. Se colocó como pudo el abrigo negro sobre los hombros para que no se notaran sus brazos llenos de sangre y fragmentos de vidrio. Planeaba subirse a rastras al ascensor pero el dolor no se lo iba a permitir. Se sentó recargándose de la puerta, con la esperanza de que algún vecino lo viera y lo ayudara. Era tan grande el dolor que no pudo contener un quejido. Si hubiera ido a la universidad no estaría ahí sufriendo.


Con Yoongi todo iba de mal en peor. Jimin maldecía una y otra vez entre sus sollozos, aquel día de primavera en que lo conoció, y como le sonrío 

Notas finales:

Gracias por leer <3 


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