Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mortalidad por Pandora_Von Christ

[Reviews - 36]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola!

He acá un capítulo más, espero que lo disfruten.

Como siempre, ¡nada me pertenece! Los personajes pertenecen a Marvel y la historia a MaverikFlame (esta es una traducción).

—¿Manzanas? —repitió Tony, desconcertado—. Ey, sabes, si buscas comer más saludable, tenemos manzanas en la Tierra. Quiero decir, podría...

—Manzanas mágicas, Anthony —suspiró Loki, palmeando la mejilla de Tony burlonamente antes de caminar de regreso por el pasillo, deseando que sus piernas permanecieran firmes esta vez. Pilares dorados lo cubrían con sombras un momento y le dejaban expuesto al siguiente—. Magia.

—Oh.

El traje de Tony traqueteaba mientras caminaba por el pasillo detrás de Loki, y el dios reprimió una sonrisa, preparado para lo que tenía que hacer.

—Bueno, hasta donde sé no tenemos manzanas mágicas en la Tierra. ¿Hay algo más que quieras añadir a la lista de compras? ¿Plátanos mágicos? ¿Un horno Easy Bake*?

Loki suspiró.

—Sospecho que has hecho otra referencia que no entiendo.

—Solo te mantengo alerta.

Loki se detuvo y se giró, agarrando la barbilla de Tony, besándolo y borrando la mueca de desconcierto de sus labios. Retrocedió, sonriendo, mientras Tony se lamía los labios.

—Manzanas mágicas —dijo Tony, aturdido—. Está bien. Puedo hacer eso.

Loki sonrió, contento de que Tony estuviera demasiado distraído como para hacer preguntas.

—Bien —ronroneó Loki, labios rozando los de Tony—. Esta noche, entonces. Por ahora, ¿quieres que te muestre las habitaciones de huéspedes?

Tony gruñó y tomó al dios por la nuca, chocando sus labios nuevamente. A Loki le gustaba lo alto que el traje hacía a Tony, le gustaba que, por una vez, fuera él quien estuviera empinándose. Ni siquiera se dio cuenta que estaba siendo conducido a la habitación vacía más próxima.

—No creo que esto sea un dormitorio —señaló Loki.

—Qué importa —gruñó Tony. Loki arqueó una ceja. Agarró al dios por las solapas de su traje y lo acercó hasta él—. Quítate todo, menos el casco.

La puerta se cerró de golpe detrás de la risa sorprendida de Loki.

 

****

 

Loki observó la puesta de sol desde su habitación, dedos tocando un ritmo entrecortado contra el alféizar de la ventana mientras esperaba. Idun se iría a casa en la noche, dejando las manzanas doradas sin vigilancia, y Loki sabía cuándo la paciencia era una virtud.

Había mucho más en juego ahora. Siempre había pensado que tendría que robar las manzanas, pero para Tony, no para él también.

Sus dedos temblaban un poco mientras se movían, pero nadie tenía que saberlo.

Tony se acercó hasta él y le dio un golpesito en las costillas con su codo blindado.

—Oye —dijo—. ¿Estás bien?

Loki evitó mirarlo directamente mientras le preguntaba:

—¿Por qué no habría de estarlo?

Otro codazo.

—Esa no es una respuesta.

Loki sonrió débilmente, su mirada observando el familiar horizonte asgardiano. El cielo sangraba dorado y rosa. Ya casi era hora.

—Supongo que no. —Dejó escapar un suspiro tembloroso y dirigió una sonrisa radiante en dirección a Tony—. Hora de alistarse —dijo—. Ponte tu casco.

Tony le dio una mirada evaluadora, labios fruncidos, antes de ponerse el casco de su traje, dejándolo encajar en su lugar antes de levantar la visera.

—Hoy estás muy mandón —dijo, arqueando una ceja.

Los labios de Loki se elevaron mientras se ponía su propio yelmo.

—No finjas que no te gusta.

Pudo ver la sonrisa de Tony incluso mientras cerraba los ojos, respirando profundamente y buscando su magia. Evadir a su padre y la vista de Heimdall era algo que había convertido en un arte desde hacía siglos, e incluso fuera de práctica, no sería difícil.

—¿Entonces crees que esto evitará que el Dios Fisgón nos vea? —preguntó Tony mientras Loki comenzaba a trabajar en un hechizo. Los nervios del humano apenas se ocultaban bajo su arrogante sonrisa.

Loki observó a Tony y examinó su figura acorazada. El traje rojo y dorado ahora estaba de vuelta en su lugar (tras su desmantelamiento prematuro), y difícilmente era el tipo de cosa que gritaba «sigilo».

Por otra parte, cualquier cosa que gritara sigilo con ellos era probablemente un desacierto.

—No —respondió Loki porque no siempre mentía.

Tony parpadeó.

—¿Perdón?

La magia crepitó en las yemas de sus dedos.

—Odín no es tonto. Sabe que quiero las manzanas y lo que podría hacer para obtenerlas, pero esta es nuestra única oportunidad. La idea es agarrar las manzanas y correr.

—Ah. Buen plan.

Realmente no era un plan, en absoluto; pero Loki siempre había sido mejor improvisando.

Podía sentir los ojos de Tony en él mientras lanzaba un hechizo que los oscurecería —no haciéndolos invisibles, solo inadvertidos— y después, cuando convocó una ilusión de los dos.

Y porque podía sentir los ojos de Tony sobre él, empujó a sus dobles ilusorios en una maraña de extremidades sobre la cama y en... un abrazo bastante apasionado.

Los ojos de Tony ya no estaban en Loki. Al menos no en el Loki original.

—Bueno —dijo, aclarándose la garganta torpemente—. No sabía que podías usar tu magia para hacer eso.

—No sabes ni la mitad de las cosas que puedo hacer con mi magia —respondió Loki, sus labios curvados pícaramente mientras le lanzaba al humano una mirada coqueta. Advirtiendo el repentino interés en la mirada de Tony, Loki lo empujó hacia la puerta rodando los ojos de manera afectuosa y siseó—: Más tarde.

 

****

 

Había un jardín junto al palacio, escondido del mundo por altas murallas que brillaban doradas bajo el sol y la luna pálida esa noche. El jardín era cuidado y custodiado por Idun, una diosa rubia de pocas palabras, y era el lugar favorito de la reina. En el centro se alzaba un solo manzano, del cual pendían un grupo de hermosas manzanas doradas.

«El fruto de los dioses —los humanos las llamaban—. Las manzanas de la juventud».

Loki casi podía verlas, brillando como estrellas, desde donde estaba en el otro extremo del jardín, presionado contra una oscurecida curva de la pared. Idun estaría durmiendo ahora, dejándolas solas, y esta era su oportunidad.

—Por cierto, quiero que notes —susurró Tony a su oído—, que no te estoy preguntando por qué estamos robando manzanas.

Loki miró a Tony por encima del hombro y arqueó una ceja.

—¿Y? —murmuró.

Tony se encogió de hombros, sonriendo seductoramente.

—Y solo quería que sepas —dijo—, que no estoy haciendo preguntas. Incluso aunque es un poco extraño, y soy una persona sumamente curiosa, no estoy preguntando. Estoy confiando en ti y no estoy haciendo preguntas.

Una sonrisa se curvó en la comisura de los labios de Loki, pero el dios se concentró de nuevo en su objetivo.

—Debidamente notado, Anthony.

Tony se movió nerviosamente junto a él, y Loki podía sentir las miradas angustiadas que le lanzaba detrás de su cabeza.

—Está bien, Loki, en serio, ¿qué estamos haciendo?

—Creí que no ibas a hacer preguntas.

Tony se rio nerviosamente junto a su oreja.

—¿Qué puedo decir? Soy un hombre voluble.

Loki sonrió y extendió la mano por encima del hombro para palmear la mejilla de Tony.

—¿Confías en mí? —preguntó dulcemente, girándose para así poder ver los ojos de Tony por el rabillo de los suyos.

—Confío en ti —respondió Tony lentamente, cautelosamente—, para mantener las cosas interesantes. No confío en que nos mantengas alejados de los problemas.

—Es mutuo, cariño.

Tony dejó escapar un suspiro exagerado.

—Ese es mi problema. Nunca pude resistirme a un chico malo.

—Resistírseme es inútil; soy demasiado encantador. Ahora guarda silencio.

Loki jaló a Tony detrás de él, sonriendo orgullosamente, tranquilizándolo mientras se abrían paso por el jardín, cuidadoso de no mostrar su inquietud. Deberían haberse encontrado con guardias para entonces, y Loki sabía que no debía tomar esto como una buena señal. Sospechaba que Thor estuviera allí o que quizá incluso el mismo Odín aparecería pronto para detenerlo. El mismo baile de siempre.

Se estremeció ante el sonido que la armadura de Tony hacía en la oscuridad, junturas crujiendo y metal chirriando.

—¿No puedes bajar el volumen? —siseó mientras caminaba sigilosamente por el camino terregoso—. Esa cosa es un despropósito.

Casi podía sentir el ceño fruncido de Tony.

—Como digas, Donner —refunfuñó, indicando el casco de Loki con una sacudida de su cabeza—. ¿O debería llamarte Vixen*?

Loki se contuvo de rodar los ojos y en su lugar escuadriñó el cielo en busca de tormentas inesperadas, o algo similar.

—Estás estropeando todo este asunto de escabullirnos, sabes.

Un relámpago centelleó sobre su cabeza, y Loki se detuvo, tirando de Tony para que se detuviera junto a él. Maldijo y lo arrastró con él a un hueco sombrío. El relámpago brilló nuevamente pero más lejos, y Loki soltó un suspiro tembloroso.

Tony lo miró curiosamente.

Realmente no deberíamos estar aquí, ¿cierto?

—Ni siquiera un poco.

Tony se movió, y Loki se encogió ante el roce de metal contra metal.

—¿Puedes dejar de moverte? —siseó.

—Oh, qué, ¿ya no puedo ni respirar?

Loki cortó la diatriba de Tony con una mirada certera. Observó ansiosamente hacia la puerta para ver el pasillo en la lejanía iluminado con un brillo dorado. Hubo otro chirrido de metal contra metal, esta vez más lejos, y Loki se tragó una maldición.

—Ese... no fui yo —dijo Tony.

—Ya lo sé —suspiró Loki, agarrando el hombro de Tony.

Hubo más chirridos de metal y luego el ruido sordo de pasos pesados mientras el brillo fundido crecía, y después el Destructor doblaba la esquina, bloqueando la puerta y el pasillo más allá de su vista. Se alzaba sobre los arbustos junto a la puerta, su «ojo» fundido y brillante con energía contenida.

Loki había esperando más que los guardias habituales, por supuesto. Pero para él eso significaba Heimdall, Thor o incluso Odín —un desafío, claro, pero Aesir con quien pudiera razonar.

A pesar de todos sus planes, intrigas y cálculos, nunca había apostado por esto.

Y tenía sentido, realmente, poner algo junto a las manzanas que Loki no pudiera persuadir.

—Oh, maldición —murmuró cuando el Destructor se volvió y se enfocó en ellos. Apretó el hombro de Tony con tanta fuerza que de ser carne le hubiera lastimado—. Corre.

—¿Corre?

¡Corre!

Loki se giró y casi empujó a Tony delante de él. Detrás de ellos, el Destructor zumbó, preparándose para disparar, mientras se adentraban aún más en el jardín y se amontonaban detrás de un arbusto alto, cerca de la pared.

—Espero que tengas un Plan B —dijo Tony, ojos muy abiertos y salvajes—, ¿o esto era parte del Plan A?

El aire destelló cegadoramente, y la tierra tembló. El suelo junto al arbusto era un agujero chamuscado cuando Loki volteó a mirar, ojos ardiendo por el humo. Un disparo de advertencia.

Junto a él, Tony maldijo y se bajó la visera. Loki lo agarró del brazo mientras se tensaba para moverse.

—Ni siquiera lo pienses —gritó—. ¡El Destructor te incineraría en cuestión de segundos!

—Bien, entonces ¿cuál es tu plan, princesa?

Loki le dio una mirada nostálgica al árbol con las manzanas doradas, aún lejos de su alcance.

—Retirarse y reagruparse —suspiró. Soltando una temblorosa exhalación, cerró los ojos y se desdobló. Vio los caminos que bien conocía de Yggdrasil* y se enfocó en el más cercano que les llevara a Midgard. Frunció el ceño cuando su «visión» vaciló pero le restó importancia.

—Sí, maravilloso —se quejó Tony, y Loki lo escuchó como si estuviera en un túnel—. Primero que todo, ¿puedes burlar la lata enojada que está por allá?

Loki arqueó una ceja. Tony suspiró.

—Sí, sí, mira quien lo dice —agregó—. ¿Y?

—Y será mejor que te agarres fuerte.

Loki apretó más fuerte el brazo de Tony esta vez y lo jaló hacia Midgard. Aparecieron encima de una rama serpenteante de Yggdrasil, en el frío, oscuro y silencioso Intermedio. El Destructor y el jardín no se veían por ninguna parte.

El aire era inusualmente opresivo.

—Loki, ¿qu—? —Tony se tragó sus palabras ante la sonrisa de Loki.

«Estamos a salvo» casi dijo Loki, aunque supo que no era cierto cuando la rama debajo de él tembló y la sonrisa murió en sus labios. El mismísimo aire a su alrededor pareció sacudirse y a Loki repentinamente se le hizo difícil respirar.

—¿Loki?

La mano de Tony ahora estaba en su brazo, sólida y firme.

—Mi magia —resolló Loki, pensamientos zumbando frenéticamente—. ¿Qué le sucede a mi magia?

Y entonces lo recordó: era mortal.

Yggdrasil cedió bajo ellos, y el Intermedio se hizo añicos mientras caían.

Notas finales:

*Horno Easy Bake: Es un horno mágico para niños, así es como más se le conoce en nuestro idioma.

*Donner y Vixen: En español serían Trueno y Juguetón, son dos de los renos de Santa, decidí dejarlos tal cual porque no me gustó como quedaban en la traducción.

*Yggdrasil: Para quienes no sepan, es el árbol de la vida, y en la mitología nórdica es el que, a través de sus ramas, mantiene unidos los nueve reinos.

Sin ser más, espero que hayan disfrutado de la traducción y como siempre, si tienen alguna duda o sugerencia no duden en comentármelo.

Cuídense y gracias por sus lecturas y sus reviews :)

¡Nos leemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).