Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El destino de las estrellas. por ZeebZenon

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

"Estoy enamorada de ti" decía la chica que estaba enfrente de mi, nos encontrábamos en algún lugar de la universidad, realmente no sé, me habían arrastrado hasta donde nos encontrábamos, ella era muy linda, tenía su cabello largo hasta por debajo de sus pechos y lacio natural de un color negro oscuro como la noche y su piel era blanca, contrastaba a la perfección, no alcance a ver bien su cara, puesto que tan pronto como se acercó empezó a mirar hacia abajo, pero pude notar que estaba sonrojada hasta las orejas, las cuales apenas se asomaban. No era la primera que se me declaraban, personas me confesaban sus sentimientos casi cada semana, tanto hombres como mujeres, aunque normalmente mujeres.

 

-Si quieres puedes pensarlo. No tienes que responder ahora... No me importa esperarte el tiempo que quieras.

-¿Respuesta?, ¿Esperar?, ¿En qué momento me has echo una pregunta? Si lo que quieres es que corresponda tus sentimiento, lo siento, no tengo interés en hacer eso.

 

Tan pronto como deje de hablar, levantó la cara, tenía unas lágrimas formándose en sus ojos, al fin veía el color de sus ojos, eran color café claros, como un café mal preparado, un café sin sabor.

 

-¿Esperas que me compadezca de ti por estar llorando? O... ¿Crees que me enamorare de ese lindo rostro lloroso?

-¡Eres despreciable! -gritó tan fuerte que seguro todos lo escucharon, pero igual, no es como que me importe.

-¿Por qué?, te he echo un cumplido, no sabes lo linda que se ve tu cara cuando lloras, tienes una hermosa expresión. -Y no mentía, en serio lo creía, sus ojos dejaban de ser un café mal preparado y pasaba a ser un buen café, tal vez preparado por la mejor cafetería del mundo, elaborado con el mejor grano de café del mundo.

-¡Vete a la mierda! ¡Solo te gusta ver sufrir a los demás, no tienes consideración por sus sentimientos!

-Tal vez tengas razón, no, más bien, la tienes, no me interesa como se sientan los demás, pero ¿No viniste a confesar tus sentimientos aún cuando te podía rechazar, aún cuando esto podía pasar?

-Si... ¡Pero, aún así, tienes que tener consideración al rechazar a alguien! 

-¿Podrías dejar de gritar?.

 

Con eso último que dije se fue corriendo, aunque antes de irse me abofeteo, supongo que en serio soy insoportable, pero sigo sin comprender porque vienen seguido a confesarse. ¿Cómo se enamoran de alguien tan despreciable como yo?, solo se enamoran de mi físico, soy alto; mido un metro setenta, mi pelo es negro, mis ojos son café claro, tengo un piercing en la ceja derecha, tengo buen parecido, solo por eso, en serio, no lo comprendo, se trata solo de belleza externa, solo para ocultar mi podrido interior.

 

 

Había perdido demasiado tiempo hablando con esta chica, seguro me iba a reprender por llegar tarde. Aun cuando corrí para poder alcanzar el autobús, eran la una de la tarde con cincuenta minutos, iba diez minutos tarde, mas los veinte minutos del trayecto, tal vez debí haber ignorado a la chica, de no ser porque sus amigas me arrastraron y no podía escapar. Tan pronto como baje del autobús me puse a correr, ya estaba sudando, me sentía asqueado, que horror, hoy es un mal día.

 

-¡Luis! -escuche que alguien grito mi nombre, pude reconocer la voz y me gire.

-¡Ale! -realmente fue lo único que pude decir, porque se me abalanzo y nos caímos.

-Lo siento, me emocione, hace mucho que no te veía- dijo mientras se levantaba y me tomaba de la mano para ayudarme a levantarme.

-Son veinte minutos de trayecto en autobús- dije mientras me limpiaba el pantalón, puesto que yo caí de trasero contra el suelo.

-¿Y no puedes conseguirte un automóvil?

-Sabes que no tengo tanto dinero como para comprarme un automóvil... ¿Como están nuestros padres?- Pregunte, puesto que la persona que tenía enfrente de mi, era mi hermana a la cual casi no veía, como estoy estudiando en una universidad de ciudad, está queda a veinte minutos, mi hermana, Alejandra, a la cual llamamos Ale porque no le gusta su nombre, pero en mi opinion le queda bien, ella es bajita, mide un metro cincuenta y seis, su cabello es corto y es muy extrovertida.

 

-Están como siempre.- contestó con una sonrisa.

-Ya veo, entonces, ¿A donde quieres ir?

-Vamos al parque.

-Simple.

 

Caminamos hasta el parque, quedaba a diez minutos de caminata, mientras tanto, me contaba cosas que le habían ocurrido, siempre me hacían reír sus anécdotas, a veces no creía todas la cosas que hacía, cuando llegamos al parque inmediatamente me pidió que le comprara algo para comer, como siempre.

 

-No tienes remedio.

-No, pero así me quieres.- dijo ella con una sonrisa.

 

Y realmente era cierto, ella podría ser la única persona que yo realmente trataba agradablemente.

 

-¿¡Entonces era así!? -Escuche gritar a alguien, era la chica que había rechazado esta mañana, ¿Que hacía aquí?- Realmente si tenías a alguien que te gustara debiste decirlo en vez de ser grosero.

-¿Luis?, ¿Quién es esta?, ¿Me estás engañando?, ¿Con una fea cómo está?

-No, claro que no, yo la rechace debidamente.-Decíamos de forma sarcástica, dios, nosotros dos éramos las personas más crueles que podrían existir.

-Ya veo, son tal para cual- Tras decir esto, la chica se retiró corriendo, nosotros nos reímos, e incluso creo que ella estaba llorando, definitivamente éramos hermanos, ambos éramos realmente crueles.

-Eh, bueno, ¿Nos vamos?- preguntó ella.

-Claro, mamá ¿sigue sin utilizar mi habitación?

-Tu cuarto sigue igual, a mamá le gusta que nos visites.

-¿Quieres que te vaya a buscar mañana a la escuela?

-¿Eh?, ¡claro, por supuesto!- dijo con una gran sonrisa.- Pero mañana iré a casa de una amiga en la tarde, ¿me llevas?

-Por supuesto.

 

Fuimos a comprar pizza de paso, a la pizzería que solíamos frecuentar, pedimos su favorita, la cual era la mexicana. Tomamos un taxi para ir a casa, en el viaje me estuvo platicando sobre su amiga, sonaba como una gran amistad, realmente no lo comprendía, no había tenido amigos que fueran tan cercanos a mi, pero escuchándola hablar sin parar y con una gran sonrisa sobre esta chica la cual era su mejor amiga, me hacía sentir feliz por ella, pero me hacía sentir celoso, también me moleste conmigo mismo por sentirme celoso al respecto.

 

Al llegar a la casa saludamos a mis padres y nos reunimos en el comedor para cenar juntos la pizza que habíamos traído, solo éramos cuatro en la familia, así que la pizza alcanzaría dos rebanadas para cada quien, mis padre me hablaron de cuánto me extrañaron, así como cada vez que vengo.  Al parecer mi mamá no había movido nada de mi cuarto, pero tampoco había echo limpieza últimamente en el cuarto, por lo que estaba lleno de polvo, pero realmente no era un gran problema. Me cambien con la ropa que traje después de darme un baño, el agua estaba fría y realmente sentía ganas de tardarme en la regadera. Siendo las once cuarenta y ocho me acosté, pasados unos diez minutos sin lograr dormir, me levante y abrí la ventana, en el cielo solo se lograban ver algunas estrellas.

 

-Si tan solo, pudiera ver más estrellas de las que ya veo.

 

¿Por que?, pensé, realmente no sabía porque había dicho eso. ¿Por qué querría ver más estrellas?, ¿que tienen de especial?, ¿por qué siento que me hace falta ver más estrellas?. Cansado de pensar eso por alrededor de una hora, decidí dormir.

 

Sin lograr soñar algo.

Notas finales:

Gracias por leer


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).