Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Suspiro de un Rey por yue-sama

[Reviews - 138]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, muchas gracias por la espera, de verdad que a pasado un tiempo desde que publique, pero aquí traigo el nuevo cap y espero que les guste.

 

Muchas gracias a las personas que entraron al grupo y saben mis problemas, muchas gracias por el apoyo.

 

sin más que decir aquí el cap.

 

Cuando las sombras y la oscuridad de la noche se dispersaron dando paso a un resplandeciente amanecer, Naruto despertó de su letargo estirando su cuerpo con el fin de relajarlo, después de todo, no había podido conciliar el sueño debidamente, no cuando su alma se sentía tan inquieta. Miró la pequeña casa donde se había quedado, misma que el bello Omega al cual habían salvado de un destino fatal les había ofrecido, tan sólo un poco de comida y un lugar donde dormir.

 

 

Naruto no se sentía para nada incómodo con la pobreza del lugar, ya que, a pesar de que actualmente tenía un gran salón en Ilargia, él había salido de un pasado pobre y eso era algo que no le provocaba vergüenza alguna, así que no despreciaría la pequeña estancia que tenía en Tonu.

 

 

Al ver al pequeño Omega cargando un balde de agua que casi lo hacía caer, Naruto se levantó rápidamente agarrándolo en su lugar, y, aunque pesaba, no era para tanto.

 

 

—Estás en los huesos, ni siquiera puedes sostener bien esto.

 

 

—Lo siento, su Majestad —dijo apenado—. No he tenido suficiente dinero como para comer tres veces al día. Para ser honesto, pensé que este pueblo había sido olvidado por los dioses, pero ahora veo que me equivoqué, ellos lo mandaron a usted. Es una bendición.

 

 

—¿Tu nombre, cachorro? —preguntó enternecido, el joven se parecía a Mahats, aunque claro, su cría era diferente en apariencia, sin embargo, le daba un aire.

 

 

—Haku, Majestad.

 

 

—Un lindo nombre para un lindo chico —sonrió para darle confianza al asustadizo muchacho.

 

 

—Muchas gracias…

 

 

De pronto, fueron interrumpidos por Sakura y Naruto asintió a su llamado, ambos salieron, notando a la gente reunida, razón por la cual, el rubio tuvo que levantar su voz para ser escuchado.

 

 

—Quisiera disculparme como soberano, al no haberme enterado de esta situación antes, mi pueblo me necesitó y yo no supe escuchar su llamado. Los hombres corruptos de esta ciudadela ya fueron retenidos y condenados, mi mujer de confianza llevara la información al rey Kakashi, traeremos comida, ropas y todo lo necesario. Quiero que sepan que no me moveré de aquí hasta ver como esta ciudadela renace de entre las sombras. Además, pueden estar tranquilos, ya que, aun cuando tenga que partir, dejaré aquí a varios de los guardias a mi servicio hasta que un gobernante sea nombrado por mí y venga a cuidar y dirigir esta ciudadela para que nunca más sea devastada.

 

 

Cuando terminó de hablar, pudo ver, tan sólo por un simple momento, un atisbo de ilusión en los ojos de los ciudadanos, y se sintió bien al saber que él podía darles eso, brillo y esperanza, después de todo, el haría hasta lo imposible por ver sonreír a esos niños que se ocultaban entre las faldas de sus madres.

 

 

Nadie gritó ni lo alabó, todo era muy diferente a Ilargia, donde rebosaba la energía y fuerza, aquí, tan sólo había una niebla tenue y débil, un sordo grito de piedad y auxilio.

 

 

Con un par más de palabras, se retiró del ojo público y regresó a la pequeña casa de Haku, en dónde le deseó suerte a Sakura en su regreso a la capital para informarle la situación a Kakashi, mientras que él se quedaba para tratar de reparar el cristal roto.

 

Kiba custodiaba la puerta de la casa, no dejando que alguien se acercara demasiado, y Naruto agradecía eso.

 

 

—¿Habrá algún riachuelo en dónde me pueda asear? —preguntó el rubio al Omega.

 

 

—Sí… Si gusta puedo acompañarlo.

 

 

Naruto asintió y siguió al chico. Cuando ambos llegaron la cristalina agua les dio la bienvenida, y a Naruto le pareció que era un pequeño pedazo de paraíso en ese infierno viviente. Comenzó a desvestirse seducido por el agua sin importarle que el pequeño Omega se avergonzaba al verlo desnudarse tan libremente, pero a Naruto no le importaba mostrar su piel, tenía confianza en sí mismo y sabía bien lo que provocaba en los demás. Era un experto en amores y tenía gran experiencia en esos temas.

 

 

Cuando se dio cuenta de que el pobre Haku miraba hacia otro lado, sonrió sinceramente, entendía su pudor, a esa edad él también lo tenía, así que se metió al agua liberando del sufrimiento a Haku y al hacerlo el chico pudo respirar bien.

 

 

—Si me disculpa, ¿puedo ir a recoger unas frutas?

 

 

—Sólo no te alejes demasiado o no podré protegerte —dejó en claro y Haku asintió, perdiéndose en el bosque.

 

 

Naruto decidió relajarse y hundió su cuerpo completamente, luego restregó su piel llena de tierra y sangre, al igual que su cabello.

 

 

Aguantó la respiración en la fría agua y cuando sus pulmones no dieron más salió a la superficie y miró al cielo, en el agua se podía ver el reflejo de la luz del sol que se filtraba entre las hojas y ramas de los grandes árboles mientras la brisa las mecía y botaba, todo era sumamente tranquilo, y, se hubiera dejado llevar por esa paz de no haber sido por la presencia de ese fuerte aroma a cedro y vainilla que tanto le había gustado.

 

 

Sintió los penetrantes ojos del Alfa a sus espaldas y suspiró, se dio la vuelta con tranquilidad —ya que, como el soberano que era, el control sobre sus acciones debía notarse—, y no se sorprendió mucho al encontrar a Sasuke a unos metros de distancia, sentado en las gruesas raíces de un roble altísimo y deforme.

 

 

Naruto estaba seguro de que no sería él quien rompiera el grueso muro de hielo que había entre ellos, de hecho, ni siquiera sabía porque estaba tan molesto, Sasuke no estaba atado a él, y en cambio él era esposo de Kakashi. Nunca iba a ser un juego limpio, así que no importaba, se dijo a sí mismo que no había necesidad de una explicación.

 

 

—No sabía que lo encontraría aquí, su Majestad…

 

 

—Lo mismo digo, ¿qué haces tú en un lugar como este?

 

 

—Trayendo felicidad, Majestad —dijo simple, con su sonrisa cruel.

 

 

—Alegría… —murmuró Naruto—. Me alegró que pueda hacer eso.

 

 

—Escucho en su voz que se encuentra ofendido, ¿fue por el beso que dejé en unos labios inocentes?

 

 

—No —dijo firme y quitó la mirada.

 

 

—Quisiera explicarle —por una vez sonó sincero y un poco afligido—. Quisiera poder decirle todo, pero todavía no es tiempo…

 

 

Naruto lo miró y vio dolor en sus ojos oscuros, pero tan rápido como lo vio estos cambiaron y su expresión volvió a ser esa que siempre tenía, dejando al rubio con ganas de más. ¿Qué era eso que Sasuke ocultaba tan bien entre sus manos?

 

 

—No te atormentes, Sasuke el bardo. No necesito, ni quiero ninguna explicación.

 

 

Naruto terminó de lavarse y miró fijamente a Sasuke con una petición muda de apartar los ojos de su persona, este lo hizo rápidamente, permitiendo que Naruto saliera del riachuelo y alcanzara su ropa para ponérsela, En ese momento el Omega tuvo que admirar cuán leal podía ser ese Alfa, al no traicionarlo una petición tan simple como no verlo, dándole absoluta privacidad, y algo en su pecho se comenzó a calentar al ser consciente de esas pequeñas acciones.

 

 

Alboroto su cabello quitando el exceso del agua y luego se aproximó a Sasuke acercándole su mano para que al Alfa la tomara. Sasuke pareció sorprendido por el acto, pero no rechazo esa delicada mano, hasta que ambos se tocaron y no pudieron dejar de mirarse por un largo rato…

 

 

¿Acaso había un Omega más bello que el rey? ¿Acaso había un hombre más hermoso que Sasuke?

 

 

Naruto tragó duro y se alejó de ese magnetismo que los envolvía, estaba cuestionándose mucho lo que sentía por Sasuke, su Omega quería ronronear y frotarse contra él, pero solo Sakura había logrado eso antes… no lo comprendía.

 

 

Su corazón se aceleró por completo cuando fue sostenido por la cintura con suavidad y besado con anhelo, atraganto un jadeo de sorpresa y no pudo evitar devolver el beso con eterna ternura, sus manos heladas por el recién baño tocaron la piel caliente del Alfa, acariciando suavemente las mejillas mientras sus bocas se volvían miel, una contra la otra.

 

 

Sin embargo, algo ahí se sentía incorrecto, se sentía completo. Algo ahí se sentía eterno…

 

 

Se separaron con la misma suavidad que se habían unido y no pudo evitar sonreír, Sasuke, en cambio, lo miró fijamente sin ninguna emoción en su bello rostro cincelado por los dioses, sus ojos oscuros reflejaron su cara y no pudo estar más satisfecho con eso.

*

*

*

 

 

—Su Majestad, por favor descanse… Su rostro está rojo.

 

 

—Solo quiero ayudar un poco más —dijo Naruto cargando una columna de madera para las casas que estaban siendo construidas.

 

 

Kiba lo miró con el ceño fruncido, de verdad que a veces el Omega era un dolor de culo por lo terco que podía ser. Estuvo a punto de replicar de nuevo, pero vio como Sasuke aparecía y sin palabra alguna de por medio, le quitaba la columna a Naruto, cargándola por su cuenta y llevándola a la casa en construcción más cercana.

 

 

Vio al pequeño Omega querer combatir con el bardo, pero solo basto un leve empujón del Alfa para que el rey se fuera de espaldas. Kiba se preocupó al ver al rubio en el suelo respirando agitadamente y quiso acercarse, pero el azabache ya se había inclinado para agarrar a Naruto, cargándolo fácilmente.

 

 

—Yo me encargaré de su Majestad, si me lo permite…

 

 

—Sí, claro… —dijo Kiba.

 

 

Sasuke comenzó a caminar en dirección a la casa en la que Naruto se estaba quedando, el Alfa ya había notado la piel roja de Naruto y los pequeños tropiezos que este daba, después de todo, lo había visto cargar cosas que hasta para un Alfa resultarían pesadas, esforzándose tanto o más que los lugareños para construir esas casas, definitivamente Sasuke pensaba que el Omega era una buena persona.

 

 

En la semiinconsciencia, el rubio aferró su ropa y se acurrucó más contra él, gimiendo quedito, logrando que Sasuke tuviera que morderse la lengua mientras apretaba más el pequeño cuerpo contra sí mismo, olisqueando, sin permiso alguno, el exquisito aroma a moras del Omega.

 

 

—¿P-para dónde me llevas? —dijo débilmente.

 

 

—A la pequeña casa, para que descanse…

 

 

—¿Me cuidarás? —dijo abriendo un poco los ojos y notando la cercanía con Sasuke.

 

 

—…

 

 

El Alfa no respondió, por lo que el rubio simplemente dejó caer su cabeza y cerró los ojos, estaba tan cansado…

 

 

--------------------------------------------------

Cuando sus ojos se abrieron de nueva cuenta, pudo sentir como su rostro era mojado ligeramente con el fin de bajar la fiebre que tenía, la caricia era suave, pero no tanto como para ser de un Omega, entonces, supo que era Sasuke, así que, cuando este pareció terminar su tarea y se levantó con la intención de retirarse, algo en el pecho de Naruto se retorció, provocando que gimoteara en busca de ayuda. Pudo sentir como Sasuke se tensaba completamente, así que abrió lentamente los ojos para observarlos, Sasuke lo miraba atentamente llevando un trapo en una mano y el agua en la otra.

 

 

El silencio reino entre ellos durante unos instantes, permitiéndole al Omega notar la noche y percibir el fresco de la madrugada.

 

 

En ese momento fue consciente de que su cabeza dolía y tenía nauseas, se sentía débil.

—Por favor —dijo suavemente, abriendo espacio en la pequeña cama y Sasuke comprendió.

 

 

El azabache dejó el trapo y el agua a un lado, y se metió a la cama junto al pequeño cuerpo del Omega, sus manos recorrieron la delicada figura notando como encajaba perfectamente en sus brazos. Su pecho acarició la suave espalda, a la vez que sus labios besaron la piel del cuello, y sus piernas se enredaron, logrando así que Sasuke lo protegiera del frío. Sin embargo, Naruto estaba tan cansado que no pudo aguantar y cayó dormido casi al instante.

 

 

--------------------------------------------------

—Creemos que fue un golpe de calor muy fuerte —escuchó la suave voz de Haku—, la temperatura de la aldea sumada a todo el trabajo que realizó estando horas bajo el sol sin descansar, pudo haberlo provocado.

 

 

—Pero… ¿sigue mal?

 

 

—No, ya está mejor —dijo Sasuke—. Su piel ya no se siente caliente al tacto. Ahora solo tiene que descansar.

 

 

—Bien —bufó Kiba—. Espero que lo logres, Sasuke el bardo.

 

 

—¿El qué?

 

 

—Que se quede a descansar —se mofó de él—. Suerte.

 

 

Naruto frunció el ceño, por supuesto que nadie iba a hacer que se quedara descansando sin ayudar. Abrió los ojos y los frotó para poder acostumbrarse a la luz, y, aunque la cabeza todavía dolía, se levantó con dificultad, pero por la puerta apareció Sasuke, quien no pareció muy contento de verlo levantado.

 

 

—Ni lo pienses —dijo Naruto—. Trabajaré para mi pueblo.

 

 

—Eres un rey —dijo Sasuke mirándolo serio—, ningún rey hace eso por su pueblo, para eso están sus hombres.

 

 

—Parece que no me conoces. Mi vida fue de pobreza, mis manos nunca fueron suaves, he construido muchas cosas con ellas, y no me voy a quedar sentado sin hacer nada, en ese caso me hubiera regresado yo mismo a decirle a Kakashi la situación.

 

 

—Te conozco más de lo que piensas —murmuró muy bajo y Naruto no pudo entenderle bien—. No me haga ocupar mi voz en usted.

 

 

—¿¡Estás amenazándome!? ¿Quién te crees que…?

 

 

Sin embargo, no pudo terminar al ver como Sasuke se acercaba a él, hasta dejar sus cuerpos pegados con sólo una mísera distancia entre sus rostros, así que Naruto tuvo que levantar la cabeza para poder mirar a Sasuke, ¿por qué era tan alto?

 

 

—Descanse, recupere fuerzas y luego regrese y haga todas las casas que quiera, incluso hasta sangrar, si así lo desea.

 

 

Naruto lo miró mal, pero cuando notó la tímida mirada de Haku encima de su persona tuvo que ceder, el pequeño Omega se veía preocupado por su salud y en sus manos llevaba fruta fresca para él, así que se sentó de nueva cuenta en la cama y Haku pareció aliviado, se acercó dándole los platos de comida a Sasuke para que este se los diera a Naruto, este aceptó haciendo una pequeña reverencia como agradecimiento y Haku sonrió hermosamente, sonrojándose bajo la mirada del Alfa mientras que Naruto desviaba la suya.

 

 

Dioses… Iba a ser tan difícil.

 

 

*

*

*

 

 

Naruto miró de lejos a Sasuke, desde hace varios días llevaban esos juegos de miradas, miradas que guardaban un sinfín de sentimientos, lo observó recostarse sobre una vieja casa alejada del pueblo central y cubierta con una densa naturaleza, luego se acercó cauteloso mientras que en su vientre se albergaba un calor que subía hasta su pecho.

 

 

Cuando llegó delante del Alfa, este le sonrió y sin ninguna palabra abrió la puerta dejándole el paso libre a Naruto, el Omega lo miró y luego observó dentro del lugar, apretó los puños y decidió entrar, poco después escuchó la puerta cerrarse y con lentitud volteó en dirección del Alfa, que estaba quitándose la parte superior de su traje, sus abrigos cayeron y su camisa le siguió.

 

 

Naruto admiró su desnudez, su fuerte cuerpo se tensaba y relajaba con cada movimiento y su piel lechosa se mostraba como el mejor lugar para que sus arañazos se vieran sin reparos.

 

 

Una piel, donde las marcas quedarían perfectas.

 

 

Pudo ver los tatuajes que tenía, en el brazo derecho tenía un venado que le recordó a aquel venado que seguía a Sasuke en su sueño, pero se entretuvo tanto en su cuerpo que se sobresaltó cuando Sasuke bramó suavemente llamando su atención, lo miró a los ojos y luego dirigió su mirada a sus labios.

 

 

—Desnúdate.

 

 

—Y-yo… —dudó.

 

 

—Entonces puede irse, su Majestad —Sasuke se apartó de la puerta, pero la simple idea de irse no era muy bien aceptada por su Omega, así que negó suavemente.

 

 

Se soltó la camisa que tenía, dejando a la vista su torso desnudo, sus pequeños pezones estaban erizados y su hermosa silueta se apreciaba sin reparos. Los ojos de Sasuke quemaron como fuego en su piel, lo vio relamerse los labios y por primavera vez en mucho tiempo sintió vergüenza.

 

 

El Alfa caminó hacia él y jaló su cabello, haciendo que levantara la cara para besarlo casi con furia, sus labios codiciosos jugaron con los contrarios incluso cuando las fuertes manos de Sasuke jalaron sus piernas sosteniéndolo del trasero —mientras que Naruto enredaba las suyas en las caderas del Alfa—, y lo levantó para sentarlo en una vieja mesa de madera.

 

 

Naruto jadeó cuando sintió las manos de Sasuke subiéndole rápidamente la falda para meterse entre sus piernas, sintió la posesividad y el fuerte aroma a Alfa.

 

 

Se sintió perdido y sumiso.

 

 

—Será mío, Majestad.

Notas finales:

Si tienen dudas por favor hacerlas.

haku -sar clik para ver-

 

Muchas gracias por comentar el cap pasado, y recuerden que en la página de facebook estaré dejando un dibujo extra de la historia, nos vemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).