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El Suspiro de un Rey por yue-sama

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Notas del capitulo:

hola, espero que esten bien

voy un poco apurada asi que no comentare mucho.

aqui el cap.

—Será mío, Majestad

 

 

Naruto lo miró fijamente y se quedó sin respiración, Sasuke aprovechó y volvió a tomar sus labios en una codiciosa caricia.

 

 

El Alfa agarró su cintura y con la otra mano lo tomó del cuello, evitando que escapara a la deliciosa tortura de su boca, la lengua del pelinegro entró en su boca y ambas se acariciaron mientras sus erecciones hacían fricción una con la otra, el Omega gimió dentro de sus bocas y Sasuke comenzó un vaivén de caderas más enérgico.

 

 

Naruto enrojeció al sentir como se iba poniendo húmedo y pronto supo que Sasuke lo sabía, porque comenzó a respirar agitadamente, las feromonas de excitación eran muy poderosas, aún más para aquellos que parecían estar destinados a algo.

 

 

—Mhmm… tus labios —gimió ronco Sasuke—, son dulces…

 

 

Naruto jadeó y trató de pensar en si eso estaba bien o no, pero Sasuke fue más rápido, su mano se abrió camino por debajo de su falda semi levantada, buscando tocar su entrada, sus dedos rozaron la sensible parte y el rubio tuvo que echar la cabeza para atrás, causando que Sasuke sonriera para luego comenzar a besar ese cuello canela que había quedado dispuesto, sintiéndolo estremecer.

 

 

El Alfa no pudo evitar morder fuertemente y Naruto gimoteó en respuesta, Sasuke se tensó y gruñó, logrando que, rápidamente, Naruto se soltara y quedara flojo para él. Sin esperar, Sasuke metió dos de sus dedos y el rubio abrió más las piernas, notando lo suave y caliente que se sentía, suspiró contra la piel sensible y bajó un poco más para probar eso erectos pezones, y por supuesto que no se equivocó al pensar que eran sensibles, confirmándolo al sentir como Naruto se humedecía más y más mientras succionaba con suavidad su pezón.

 

 

—Ahhh, Sasuke —gimió quebrado— ya… —quiso demandar y Sasuke levantó su mirada notando que tan perdido estaba en la bruma del placer su hermoso rey.

 

 

—¿Ya qué? Dímelo —demandó fuerte y Naruto gimoteó restregando sus sensuales caderas contra los dedos que lo estaba abriendo.

 

 

—Tu pene —dijo sin voz—, por favor…

 

 

El Alfa no dudó al alejarse un poco solo para soltar su pantalón y que este cayera contra el suelo, el rubio miró con deseo ese hermoso pene, grande como el de un Alfa debería ser… La cabeza tocó su entrada causándole un suspiro quebrado, Sasuke hizo presión, entrando sin dificultad, para, automáticamente, levantar la cabeza y gemir largamente al sentirse apresado en esas deliciosas paredes.

 

 

—¿Estás lleno, pequeño Omega?

 

 

—Sí, si —repitió perdido—. Te siento en mi vientre.

 

 

Había palabras que no deberían ser dichas si no estás dispuesto a pagar las consecuencias, y, para un Alfa, esas palabras tenían que ser muy bien pensadas antes de pronunciarlas.

 

 

Sasuke perdió el control al haberlo escuchado tan quebrado y jodido, así que no pudo evitar comenzar a embestirlo rápidamente, lo beso de nueva cuenta, imponiéndose como Alfa mientras Naruto se dejaba hacer, aún cuando había algo ahí que lo hacía sentir muy mal. Estaba tan excitado que no dudaba haber mojado ya a Sasuke en cada embestida, se agarró a los brazos de Sasuke y respiró mejor cuando ambos se alejaron, ya que, el pene de Sasuke estaba muy profundo y cada movimiento lo hacía boquear.

 

 

Se sentía tan sensible y dispuesto, Sasuke hacía un maravilloso trabajo jodiéndolo, sus labios se sentían calientes de tantos besos, su piel estaba sensible, y, a pesar de eso, quería cada vez más.

 

 

Sasuke presionó su mordida y Naruto gimoteó fuerte sin importarle si alguien los escuchaba, esa era una zona tan sensible, un lugar que podía dejar vulnerable a cualquier Omega, así que fue una zona tan erógena como esa la que provocó el primer orgasmo en el rubio Omega, quién se separó y se dejó caer sin fuerzas contra la mesa mientras Sasuke agarraba fuerte sus muslos sin dejar de empujarse en su interior.

 

 

—Preséntate Omega —dijo imponente el Alfa y Naruto lo miró perdido.

 

 

Cuando notó que Sasuke tenía una penetrante mirada y que usaba su voz de mando no dudó ni un segundo en hacer lo que pedía, así que Sasuke no se opuso cuando se alejó sólo lo suficiente para voltearse y dejar su trasero al aire recostando su pecho en la mesa y apoyando sus piernas en el suelo.

 

 

Luego, se relajó completamente abriendo las piernas y presentándose a ese fuerte Alfa, notando, gracias al bramido animal que Sasuke dio, que lo había complacido, así que solamente se encargó de soltar dulces feromonas para que el Alfa entrara de nueva cuenta en él, y no tuvo que esperar mucho para eso.

 

 

El pene caliente e ingente de Sasuke entró en su estrechez y se deslizó fácilmente, abusando sin piedad de él, luego, su fuerte pecho se recostó en la delicada espalda arqueada del Omega y sus labios crueles besaron sin fin el cuello de Naruto, escuchando claramente los gemidos y jadeos que el Omega soltaba.

 

 

Sus caderas nunca pararon, ni siquiera cuando su nudo comenzó a crecer, sintió a Naruto tensarse, pero no hizo nada para evitarlo, y, cuando el nudo creció lo suficiente, entró por completo, dejándolo abotonado.

 

 

—Ahora haz tu trabajo —dijo Sasuke jadeando—. Haz que mi semilla esté en ti.

 

 

Murmuró sensual a su oído y el rubio arañó la mesa y movió un poco la cadera jadeando al sentirse lleno, podía sentir la palpitación del pene del Alfa, por lo que comenzó a contraer sus paredes suavemente haciendo que Sasuke por fin tuviera su orgasmo, llenándolo y logrando que el rubio se viniera de nueva cuenta.

 

 

—Mhmm… —ronroneó sensible.

 

 

—Hay pequeño Omega —se lamentó Sasuke—. Ya eres mío.

 

 

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Se levantó asustado y notó su cuerpo liviano, miró hacia todos lados notando que estaba en la casa de Haku. Dioses, eso había sido intenso, así que se preguntó si de verdad había pasado. No había indicios de Sasuke y no…

 

 

Vio a Haku entrar por la puerta y tan pronto el pequeño Omega apartó la mirada avergonzado supo que no había sido ningún sueño.

 

 

—¿Por qué apartas la mirada de tu rey? —preguntó alto.

 

 

—Porque tiene marcas de amor, su Majestad, algo demasiado íntimo que comparte con su Alfa.

 

 

Naruto chistó, dioses, ¿qué había hecho?

 

 

—¿Alguien me ha visto?

 

 

—No, su Majestad. Simplemente entré a la casa ayer y no lo noté aquí, luego, en la madrugada, usted ya estaba de vuelta…

 

 

Naruto sonrió condescendientemente y se relajó, después de todo Haku no había visto a Sasuke. Se levantó de la cama y notó el resentimiento, sus músculos dolían y su entrada estaba sensible, eso pasaba al tener un buen nudo.

 

 

Se dirigió a buscar agua para poder limpiarse y quitarse el aroma de Sasuke de encima antes de que alguien lo supiera. Ese iba a ser otro duro día de trabajo.

 

 

*

*

*

 

 

Cuando vio su trabajo casi terminado decidió irse de Tonu, Sakura había llegado hace unos días con la comida, las hierbas medicinales y las ropas necesarias, por lo que ahora volverían, quedando en su conciencia que había ayudado mucho a esa gente, las cosas eran diferentes, ahora los adultos tenían esperanza en la mirada y los niños podían reír con él.

 

 

Y él, por su parte, extrañaba a sus hijos, necesitaba estar con ellos.

 

 

Muchos se reunieron en la plaza para despedirlo, Naruto estaba preparando los últimos detalles cuando miró la sombra de Sasuke bajo un árbol y tuvo curiosidad, hace días que no lo veía, había desparecido de su radar después de aquel día en el que tuvieron sexo.

 

 

Se acercó a él y Sasuke se inclinó respetuosamente besando el dorso de su mano y deteniéndose en su muñeca para morderla sensualmente, mientras él lo miraba fijamente.

 

 

—¿Qué me dirás ahora, Sasuke?

 

 

—Que espero que nuestros caminos se crucen de nuevo…

 

 

Naruto lo sabía, sabía desde muy en el fondo de sí mismo, que Sasuke no iba a regresar a Ilargia, por algo era un bardo. Sintió una punzada en el pecho y tuvo que retener sus sentimientos, manteniéndose serio mientras lo miraba a los ojos.

 

 

—No sé si pienso lo mismo —quiso herirlo, pero la cara estoica de Sasuke no le dejó saber si lo había conseguido.

 

 

—Su boca es ruda, pero su corazón… es dulce y puro —Sasuke acarició su mejilla suavemente y acercó sus labios a los dos ojos de Naruto, besando cada párpado con respeto—. No esté triste… Lo amo como solo se puede amar entre sombras…

 

 

—Algo irreal y secreto…

 

 

—Así es —murmuró solo para ellos—. Que tenga una gran vida, mi rey.

 

 

Sasuke lo soltó y Naruto resintió su lejanía, su cuerpo se quedó frío y quiso protestar, pero mordió sus labios y aguantó.

 

 

—Tú también, Alfa…

 

Por primera vez vio un brillo fugaz en sus ojos, pero el relinchar de los caballos lo sacaron de su burbuja, el rubio volteó por un segundo, y cuando miró de nueva cuenta a Sasuke este ya caminaba alejándose de ahí, y Naruto suspiró.

 

 

Miró al cielo y trató de aguantar una lágrima furtiva, tenía un nudo muy profundo en su ser, pero se mantuvo firme y se movió hacia la casa de Haku, a quién encontró con la mirada gacha y el dulce aroma a frambuesa opacado por el de la tristeza.

 

 

—¿Qué te pasa, pequeño Omega?

 

 

—Usted se va…

 

 

Naruto comprendió, en el tiempo que estuvo ahí, Haku le había agarrado cariño, y lo entendía, el pobre chico había vivido solo por mucho tiempo, así que sonrió por primera vez en el día y lo abrazó, causando que el Omega rápidamente comenzara a sollozar, conmoviendo a Naruto.

 

 

—¿Quieres venir conmigo, pequeño Haku? —susurró y Haku se congeló entre sus brazos.

 

 

—¿En serio? —se agitó y Naruto asintió alejándose lo suficiente para mirarlo, el pequeño afirmó energéticamente y Naruto se acercó para robarle un tierno beso, haciendo enrojecer al Omega

 

 

—No pude evitarlo, te veías tan tierno. Ahora arregla tus cosas, estamos por partir.

 

 

Haku comenzó a tartamudear y Naruto lo dejó solo para que arreglara sus cosas, notando como Kiba chisteaba desde la puerta por el acto, Naruto rodó los ojos y sonrió.

 

 

—Fue un beso inocente —se defendió.

 

 

—Al rey no le gustará —dijo Kiba.

 

 

—Me dijo que no me metiera con un Alfa… Él no mencionó nada de un Omega, Kiba. No hice nada malo.

 

 

—Deberías ser descendiente del Dios Mafiaren…

 

 

—A veces lo creo —dijo tranquilo y pícaro mientras que el Alfa sólo sonrió.

 

 

Cuando todo estuvo listo, emprendieron el viaje hacia la capital, dejando atrás una ciudadela que pronto vería el sol salir.

 

 

***

Al llegar a Ilargia, notó con emoción como su gente lo recibía entre gritos de júbilo y tirando flores a su paso. Estaba ansioso y lleno de remordimiento, estaba seguro de que Kakashi se enteraría, habían marcas en su cuerpo que todavía no se borraban…

 

 

Salió de sus pensamientos cuando una flor fue lanzada directamente hacia él, por lo que la agarró.

 

 

—Extrañaba su belleza —gritó un Beta y Naruto lo miró.

 

 

Su pecho se hinchó e hizo una pequeña reverencia, y aunque podía sentir que Haku estaba abrumado con tanto, más aún cuando le llovían flores y piropos, Naruto quiso enseñarle a ser más seguro, a pesar de que ahora el Omega más joven quería esconderse en las pieles que llevaba puestas.

 

 

Cuando la tropa llegó al frente del castillo, Naruto pudo observar a sus hijos esperándolo, se miraban inquietos casi listos para correr hacia él, se sintió orgulloso de ellos, que esperaban la llegada de su mamá con tanto esmero.

 

 

Bajó del caballo y sus hijos no tardaron en correr hacia él, Haize fue el primero en tocarlo y abrazarse a sus caderas, y, ya que él no era Kakashi, él si pensaba abrazarlos y darles mucho cariño, así que no pudo evitar apapachar a cada uno de sus cachorros, cuánto los había extrañado, hasta su pequeño Zerura buscaba sus brazos y su hermosa Badén estaba más grande y hermosa, su cabello había crecido un poco y sabía que la diosa Ederra la había bendecido.

 

 

Miró a lo lejos a Kakashi salir, entonces el bullicio acabó y Naruto se acercó aun con Badén en brazos, mostrando respeto a su esposo mientras este se lo devolvía.

 

 

—¡Gracias, gerlaris! —gritó Kakashi—. ¡Han traído con éxito a mi esposo, están en casa y me siento orgulloso de ustedes! Festejen y beban, acuéstense con todas las mujeres y hombres que quieran. ¡¡¡Hoy, es día de fiesta!!!

 

 

—¡¡Si!! —gritaron todos al unísono.

 

 

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Naruto entró en el gran salón mirando a todos festejar, vio a Kakashi sentado en la mesa grande y se acercó notando al hermano de su Alfa, así que no culpó a Kakashi por no ponerle atención en todo el rato, sabía bien que estaba muy emocionado con el regreso de su hermano, además, así evitaba hablar mucho con Kakashi e incluso evitaba sentirse culpable.

 

 

Se acercó a la mesa y Kakashi lo jaló a su regazo, sintiéndolo posesivo alrededor de su cintura. Sonrió cordial al ver al otro Alfa mirarlo fijamente para luego bufar.

 

 

—No sé cómo Kakashi logró tenerte, Naruto. Eres demasiado hermoso como para estar con esta bestia.

 

 

—Tan caballero como siempre, Zabuza —dijo Naruto—, pero, aunque no lo creas, Kakashi ha sido bueno conmigo y me ha dado una familia hermosa.

 

 

—Y mucho oro y diamantes —Kakashi gruñó golpeado la mesa y ambos hermanos comenzaron a reírse fuertemente.

 

 

Naruto levantó el vaso con cerveza dulce y la bebió, escuchó distraídamente la conversación que Zabuza y Kakashi mantenían, cuando algo más captó su atención, comenzó a mirar borroso y a escuchar un sonido extraño, parecía un rezo, como un eco en sus oídos, pero nadie más parecía notarlo, además las llamas de la fogata estaban muy crecidas y las lechuzas estaban agitadas.

 

 

Miró a Gaara salir de entre la gente, iba encapuchado, con los labios pintados de negro y tres puntos en cada ojo, no pudo evitar enviciarse en verlo, pero el siseo constante lo mantenía inquieto y su corazón se encontraba acelerado… ¿Qué significaba eso?

 

 

Gaara no quitaba su mirada vacía de él, parecía como si pudiera verlo, pero un gruñido y la conmoción entre la gente hizo que volviera a la realidad de golpe. Sintió un fuerte frío colarse entre sus huesos y miró todo desorientado, Zabuza estaba acorralando a un Omega y Kakashi estaba a la defensiva.

 

 

Naruto salió rápido de su ensoñación y miró al pequeño Omega notando que era Haku, se le fue el corazón a la boca y caminó rápidamente hacia Zabuza, pero este estaba fijo en Haku tanto como el Omega estaba fijo en el Alfa, sin embargo, Zabuza gruñía y sus pupilas se encontraban dilatadas mientras que Haku temblaba y gimoteaba por la ruda forma en la que era sostenido.

 

 

Supo de inmediato que Zabuza había entrado en celo y que estaba a nada de atacar a su Haku, así que, cuando Kakashi llegó hacia él para retenerlo, Naruto aprovechó para sacar a Haku de ahí, tuvieron que salir del gran salón mientras que Kakashi se vio obligado a llevarse al Alfa, que bramaba inquieto, hacia una casa vacía donde podía pasar el celo sin atacar a nadie.

 

 

Naruto llevó a Haku hacia la pequeña casa que se le había otorgado, y trató de tranquilizarlo, marcándolo con su aroma. El Omega se acurrucó contra el tratando de tranquilizarse y cuando al fin pudo dejarlo dormido, salió de la casita acomodándose la ropa y notando el frío de la noche.

 

 

De pronto, de entre las sombras salió Gaara y supo de inmediato que el pelirrojo con alma de fuego, quería hablar con él.

 

 

—¿Tienes algo que decirme sabio? —dijo Naruto y Gaara levantó la cabeza.

 

 

—Los dioses saben lo que hizo… No saben si alegrarse o enojarse por el destino que fue escrito ese día…

 

 

—¿Qué…?

 

 

 

—El alba llegará y las puertas se abrirán, una mano conocida lo acogerá y sus ojos llorarán luz y sangre, y, un suspiro será su alma.

Notas finales:

si hay dudas por favor hacerlas.

nos vemos

 


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