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Cuando la musica suena y el reloj se detiene. por Dark_Kitsune

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El reloj marca el tiempo, las manecillas en el están para eso. Ambas avanzando a paso lento y sin detenerse. Mostrándonos en su andar que no importaba si ambas trabajaban bajo la fuerza de un mismo mecanismos, era independientes y rara vez estarían cerca una de la otra.

Ellos eran como las manecillas del reloj; se encontraban en el mismo sitio, pero la mayor parte del tiempo  alejadas la una de la otra,  estando pocas veces cerca y rara vez juntas...

Pese a estar en el mismo equipo nunca habían interactuado mucho, de hecho, ni habían cruzado palabra. La imagen que tenían el uno del otro era sólo creada por lo que escuchaban de los demás.  Al menos hasta ese día...

Kurt pasaba por los pasillos con unos libros  de la biblioteca en sus brazos, tenía pensado ponerse al corriente con algunas lecturas que el profesor Xavier ya había compartido antes de su entrada a la escuela. 
Estaba por llegar a la planta baja cuando se tropezó con un chico vestido con un excedente de color plateado, el cual no le quedaba nada mal tenía que admitir. El chico pudo reconocerlo como Peter Maximoff, quien absorto en la música que salía de sus audífonos mientras realizaba un moonwalk, no se percato que el azul iba pasando, causando que chocaran.

— Oye viejo lo siento, yo...— azul, el chico a quien hizo caer era azul . Recordaba haberlo visto varias veces pero nunca tan cerca y con tanto detalle como ahora — tendré más cuidado la próxima vez — completo, ayudando con su velocidad a recoger los libros que el chico ya había empezado a recoger mientras estaba perdido en sus pensamientos. 
Tras el choque el pelinegro sólo se había preocupado en recoger los libros, había aprendido que a veces no tenía porque esperar que la gente fuera educada o amable con los demás como para disculparse y ayudar. Recogió uno de sus libros y cuando menos lo espero los demás  estaban en los brazos contrarios.

— Perdón, no creí hablarás  conmigo — dijo apenado, percatándose de que de hecho el plateado había estado dirigiendo a él. Estaba por levantarse cuando el mayor extendió su mano para ayudarlo a hacerlo. — Gracias...¿Peter, no? — pregunto tomando su mano para levantarse, no estando seguro aún si el nombre era el correcto.

— Peter Maximoff, un gusto...¿Crawler? — el chico sabía su nombre y el no se había podido tomar el tiempo para aprender se el suyo. Realmente quedaba mal. — lamento si ese no es tu nombre.

— Kurt Wagner, de hecho, pero  no te preocupes no se aleja mucho después de todo — sonrió, era su apodo, o parte de este al menos,  y de eso a nada había una gran diferencia que Kurt sabía apreciar.

— Kurt — repitió — Es un gusto conocerte oficialmente — sonrió.

— I-igualmente — el chico frente a el le había sonreído y no supo el porque se puso nervioso o el  porque sintió su corazón acelerar.  Su sonrisa le gustaba y más el hecho de que fue a él a quien se la dedico, pensando que podría ver la todo el día... sacudió ligeramente su cabeza, no podía pensar eso de alguien a quien apenas conoce — tengo que irme, nos vemos luego.

— Oye, espera — dijo tomándolo del brazo, el chico ya se había volteado para irse por lo que su agarre lo hizo girar por impulso a verlo — ¿te gustaría escuchar música conmigo? No tiene que ser en este instante...¿tres en punto en mi habitación  te parece  bien? — pregunto soltando el agarre del brazo de Kurt.

Ambos chicos se quedaron viendo entre si un instante, Wagner sorprendido porque alguien como Peter quisiera pasar más tiempo con él y Peter con la cabeza revueltas de pensamientos que le interrogaban porque ahora tanto interés en pasar tiempo con aquel chico de piel azul y marcas en el rostro. La respuesta no llego, ni el sabía exactamente porque, ni siquiera sabía que buscaba al invitarlo a escuchar música. Pero rogaba este aceptará.

— A las tres suena bien —sonrió mostrando sus dientes — pero no se cuál es tu habitación.

— Puerta número veinticuatro, en el tercer corredor — hablo rápido debido a su felicidad, pero pese a la velocidad el menor pareció entenderle y memorizar en dato.

— Ahí estaré entonces, gracias Peter — dijo antes de tomar caminó a su habitación , no sin antes dedicarle una sonrisa al mayor.

Maximoff solo vio como el chico se iba, a paso lento y movimiento su cola de manera elegante. Definitivamente ese chico acabaría con su cordura si llegaba a pasar mas tiempo con el, y esperaba acabar con la suya también...

Llegaron las tres y el plateado no paraba de dar vueltas en la habitación esperando al chico azul. Cuando escucho tres toques con emoción se dirigió a abrir la puerta  y dejar pasar al azul.

— Hola — saludo Wagner y Peter regreso el saludo, haciéndose a  un lado para dejarlo entrar.

— puedes sentarte en la cama si gustas — dijo antes de acercarse a la pila de casetes que tenia — ¿Que musica te gustaría escuchar?

— Toda la musica del país me resulta interesante, pero guardó mas gusto por Michael o Elvis. — comentando una vez sentado en la cama — pero no me molestaría escuchar algo nuevo.

— bueno, entonces empecemos por los clásicos  — dijo tomando un cassette de Pink Floyd,  tomo asiento junto al azul y coloco uno de los audífonos antes de prender el walkman  —  ya lo veras, te encantarán.

El chico solo se quedo quieto, dejándose envolver por el ritmo y letra de la musica. El silencio reino por un momento, ninguno de los dos se atrevía a hablar ¿de que hablarían de todos modos? ¿Escuela? Aburrido para Peter, ¿videojuegos? Kurt no entendería nada, ¿libros? Peter no era muy aficionado , ¿musica?...como ninguno lo pensó antes.

— ¿te gusta la canción? — pregunto Maximoff antes de que el azulado pudiera hacerlo.

— Me gusta, en especial la letra — contesto mirándole sonriente.

— si esto te gusto espera a escuchar las demás — dijo emocionado, comenzando a hablarle de la banda, sus canciones y cuales eran sus favoritas antes de cambiar de artista y hacer lo mismo.

Kurt escuchaba con interés todo, realmente Peter era un amante de la musica y amaba el como hablaba con entusiasmo de ella. En algún punto de todo terminaron haciendo una lista con todas las canciones que el azul había comentado eran sus favoritas entre todas las que escuchó y ya había escuchado antes.

— Listo, estas serán suficiente. Así la próxima vez podremos escucharlas. Aun que eso no evitara te llegue a enseñar nuevas canciones. — sonrió viendo la lista.

— ¿próxima vez?— susurró,  Peter quería pasar más tiempo con él y ese hecho hizo que la felicidad inundara su pecho como no lo había hecho antes.

— ¿eh? — dijo al escucharlo — bueno, solo si tu quieres.  No quiero tampoco obligarte a pasar tiempo conmigo — dijo algo apenado  evitando ver al chico, con una mano tras su nuca y con la esperanza de que el chico no rechazara la amistad le proponía de una manera indirecta.

— Me..Me encantaría que hubiera una próxima vez. Me gusta escuchar musica contigo — dijo mirando sus manos, intentando esconder con su flequillo el reciente tono rosado que sus mejillas habían tomado —  me gustaría fuéramos amigos y pasáramos tiempo juntos

— No tienes ni porque pedirlo, viejo. Ya veras seremos los mejores amigos azul — cuando vio que el pelinegro lo miro confundido por el apodo pensó que tal vez tomo confianza muy rápido — ¿puedo decirte así? Si te molesta no lo volveré a...

— No tengo problema con el, Peter— dijo mostrándole una sonrisa sincera, para demostrarle que no mentía con lo que decía —  Me gusta de hecho.

Fue justo en ese momento, cuando el reloj marcaba las seis treinta de la tarde,  que el reloj metafórico  que marcaba el ritmo de la vida de Peter se detuvo. El tiempo dejo de importar en su vida; un minuto, dos, una hora o un año, no importaba si era Kurt Wagner quien estaba a su lado. Y en cuanto al azul,  su reloj había comenzado a fallar desde la primera vez que le vio sonreír, causándole confusión sobre lo que sucedía, había escuchado un efecto parecido por enamoramiento, pero eso no podía pasar con alguien a quien a penas conoces. El amor requería de tiempo y convivencia, pero el chico azul nunca sabría que el corazón siempre es el primero en olvidarse del concepto del tiempo...¿Eso en realidad pasaba? ¿El sentir tu tiempo detenerse y tu percepción del mismo cambiar? ¿El convertir un mes en días, un año en una simple semana o unos segundos en una eternidad? No esta seguro de la respuesta, pero si lo estaba de  que con Peter  el tiempo pasaba diferente y no le importaría quedarse por mas tiempo en aquella habitación con la musica sonando y sin un reloj que les dijera cuando parar de estar uno cerca del otro. No importaba si al hacerlo terminaba quedándose hasta las tres de la mañana platicando y con la tarea a medio hacer por una vez en su vida.

 


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