El hecho de que pasáramos mucho tiempo juntos, me hizo descubrir en ti cosas que anteriormente no había notado, cosas que simple y sencilla mente me cautivaron, tus bellos ojos azules, tu blanca piel, ese oscuro cabello que era muy suave al tacto y... tu cuerpo, esa figura esbelta, Dios! Es normal que un chico de casi 18 años luzca una figura tan exquisita, tan esbelta, casi femenina?
Me estaba volviendo loco, como era posible que yo estuviera teniendo esos pensamientos por un chiquillo como tú, no podía entenderlo y aun así no podía evitarlo, siempre buscaba hasta el mas mínimo pretexto para acercarme a ti y al menos poder revolver tu cabello, ocultando con ello una pequeña caricia, acción que me negaba a dejar de hacer cuando veía que no te negabas a ella y más aun al ver ese ligero sonrojo que iluminaba tu rostro.
Esta situación me estaba matando, mis pensamientos hacia ti eran cada vez menos inocentes y eso me hacía sentir fatal. ¡Eres un niño para mí! ¿Es posible que tenga una mente tan retorcida?
Yo me torturaba con eso mientras que el destino volvía a hacer de las suyas, obligándome a descubrir que lo que yo sentía era correspondido por ti.
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-Daniel reacciona! No puedes dejar que tus emociones te dominen de esa forma, no te ilusiones tonto, a caso crees que alguien como Vlad se fijaría en un chiquillo como tú?
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Si, un día mientras pasaba cerca de tu habitación con la esperanza de poder encontrarme contigo "por casualidad", termine escuchándote discutir contigo mismo, tal vez frente al espejo.
Ese día se me alegro el alma, pero el problema ahora era, como acercarme a ti de esa forma, al no encontrar una respuesta decidí dejar las cosas como estaban.
El tiempo pasaba, tu mejorabas cada vez más en todo lo que hacías... en tus estudios, en las relaciones con otras personas, y en el control de tu mitad fantasma, sin embargo no era suficiente, no en ese tema, tú te empeñabas en seguir en tu papel de héroe y yo no podía hacer otra cosa que apoyarte y aunque te habías vuelto mucho mas hábil, esos enemigos a los que te enfrentabas también lo hacían, lo que ocasionaba que yo me preocupara por tu seguridad. Cansado de eso, de ver que en ocasiones llegabas muy lastimado, tan agotado y decaído, con el miedo en tu mirada, miedo a un día no poder hacer nada para defender a esos seres indefensos de un enemigo que con el pasar del tiempo se hacía mas y mas fuerte, después de todo eso decidí que era hora de que el entrenamiento pasara al siguiente nivel.
Los estudios, los combates y el entrenamiento te tenían realmente agotado, en uno de nuestros combates te lleve a tu límite hasta que caíste al frío suelo, ardiendo en fiebre debido al cansancio, perdiendo tu transformación. La culpa me invadía, pero todo ese esfuerzo era necesario, si yo quería que estuvieras bien, tenía que ayudarte a ser más fuerte.
Te tome en brazos y te lleve a tu habitación, te coloque en la calma y con todo el cuidado del mundo me dedique a cambiarte la ropa, quitando las prendas dañadas que tenias puestas y colocándote algo más cómodo para que pudieras descansar. Cuando me cerciore de que estuvieras cómodo y que pudieras descansar me di media vuelta, a punto de retirarme cuando sentí tu mano aferrarse a mi muñeca.
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- Vlad espera, no me dejes, por favor..
- Daniel, tienes que descansar
-Por favor, Vlad, no quiero...
-Está bien Daniel, solo tranquilízate.
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Te negabas a soltar mi mano, así que no podía hacer otra cosa que quedarme ahí a tu lado mientras tú te aferrabas a mí. Yo me quede a tu lado velando tus sueños, parte de la noche parecía que realmente estabas durmiendo tranquilamente pero de pronto, tu tranquilidad de vio interrumpida por lo que parecía un terrible sueño, no más bien una horrible pesadilla, pesadilla que hasta el momento no has querido revelarme pero que fue el detonante de la crisis que te afecto en ese momento, haciendo que tus poderes se descontrolaran.
La temperatura de la habitación fue bajando drásticamente tanto que calaba en los huesos, y tu, tu parecías estar sufriendo, como si algo terrible estuviera pasando en tus sueños, yo me alarme, trate de despertarte pero no lo logre, era como si estuvieras atrapado e n un trance, todo te estaba afectando demasiado, incluso el frio que tu cuerpo despedía era tanto que tú mismo lo estabas resintiendo, tu piel se estaba comenzando a poner algo azul y tus labios morados, mantras tu cuerpo se retorcía como si fuertes corrientes eléctricas lo atravesaran.
Me dolía, me dolía demasiado ver que estabas sufriendo y no saber qué era lo que te causaba tanto dolor, me sentía tan impotente por no poder hacer nada para ayudarte y lo único que atine a hacer fue tomarte en mis brazos y mantenerte abrazado a mí, concentrando mi energía en generar calor y tratando de detener tu cuerpo para que este no se lastimara con los bruscos espasmos que sufría, así me mantuve a tu lado hasta que la crisis que te atormentaba paso.
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