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CELOS / 2MIN. Algo crece dentro de mí. por Linlim

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Notas del capitulo:

Poesía Shijo: Poema  Coreano compuesta de tres versos.
Hanok: Casa típicas de corea, con techos de tejas y se suele sentar en el suelo y quitar los zapatos al entrar.
Myeon: Pueblo rural.
 

 
 Estábamos en  la  gruta  de Seokguram, MinHo me había acompañado y  me esperaba en la antecámara. Entré solo, pasé por la entrada arqueada, me adentré a la cámara principal pasando por el estrecho pasillo lleno de relieves para llegar a  el   recinto en forma  redonda con el techo convexo, tenía la intención de  presentar mis respetos a Buda. 
 
El buda tallado  en granito  y  reposando  en el centro de la pequeña gruta, sobre  la cámara central, estaba sentado en posición de flor de loto, con una expresión de paz, la luz amarillenta le daba una aire de tranquilidad. Me sentí inspirado.  Necesitaba encontrar la paz interior, quería dejar las preocupaciones a un lado, quería vivir mi vida y ser feliz, pero las dudas y los miedos  crecían dentro de mi y me  estaban asfixiando un poco. 
Me senté en la misma posición que Buda, para meditar, era lo que siempre me decía mi papá que hiciera cada vez que me encontrara en una encrucijada. Comencé a respirar lentamente.
 
Después de un rato salí, MinHo me esperaba pacientemente. Al verme me sonrió, con esa linda y típica sonrisa, ladeando su cabeza  que  tanto me enamoraba.
 
-¿Todo mejor ?
 
-Si, me siento mejor.
 
Caminamos a la salida, afortunadamente por ser día de semana casi no había gente. Nos habíamos escapado del instituto tres horas antes del horario de salida. Temía que me reportaran a mi casa, porque no era la primera vez que me saltaba una clase  para poder estar con el. Últimamente a mi mamá no le pareciera que llegara tan tarde y los pretextos de quedarme hacer tarea hasta tarde  ya  no me lo creía. Aunado a ello MinHo tenía que llegar en las noches a terminar sus deberes acumulados , pues por ser de último grado eran mas las exigencias escolares  y a esto le agregaba que sus padres le había contratado un tutor que asistía a su casa  tres días a la semana para que lo preparara para el examen de ingreso a la Universidad, pese a eso nos seguíamos viendo,  pero esos  días nos teníamos que despedir mas temprano, así que solía llevarme a casa, nos quedábamos un breve momento  en el prado a la entrada de Angang, para despedirnos. Era nuestro lugar preferido.  
 
El siempre  buscaba maneras de  pasar tiempo juntos, por eso en ocasiones se  saltaba las clases para  ir a tomar el almuerzo conmigo en  mi escuela,  hablarme  por teléfono en la noche o mandarme mensajes de KakaoTalk mientras estábamos en el instituto. Tenía miedo, pues el iría a estudiar a Busan, me sentía triste por no poder pasar tanto tiempo con el, en parte por mi culpa y en parte ppor sus responsabilidades. También eso me hacía pensar que tal vez ya debería  entregarme a el, pues si nos íbamos a separar cuando el se fuera a la universidad, quería que se llevara ese recuerdo  consigo, la verdad es que cada vez me sentía mas enamorado de el.
 
Mientras estaba inmerso en mis pensamientos, caminábamos lentamente   por un lado de    Monte T´oham, donde se encontraba el templo.  MinHo enlazó su mano con la mía, sentí sus grandes manos sobre las mías mas pequeñas, su pulgar acariciaba suavemente el dorso de mi mano. Me condujo a una arbolada un poco alejada  del camino.
 
Nos paramos bajo la amplia sombra que un olmo daba, cobijándonos del sol, las  ramas se mecían  generando una brisa que nos refrescaba en ese día de calor, sabíamos ya de antemano la forma en que como pareja solíamos platicar. Recargue la espalda en el tronco y el frente a mi, con una mano tomo mi cintura y con el otro brazo estirado se recargo en el árbol , su aroma a kiwi, inundó mis fosas nasales, quería tenerlo mas cerca de mí.
 
-¿Nos veremos el fin de semana?
 
-No podré- Agaché la mirada, esa era la razón porque acepté arriesgarme a fugarme en viernes de la escuela por tantas horas. Tomó mi mejilla y la acarició, escurrió su mano a mi mentón para elevarlo.
 
-¿Por qué? ¿No deseas verme?...es nuestro quinto mes-aniversario.
 
-¡Sabes que si!- Lo miré con tristeza.  –El fin de semana iremos a Yangbuk, irán los hermanos de mi papá a celebrar el cumpleaños del   abuelo Kwan, nos iremos el sábado por la mañana y regresaremos hasta la tarde del domingo. No puedo negarme a ir, será una fiesta muy familiar…pero claro que quiero estar contigo.- Le vi la tristeza en sus ojos, igual que la mía, era ridículo, eran solo dos días sin vernos, pero me sentía afligido.
 
-Podrías llevarme si quisieras…
 
-No puedo hacer eso…solo será familia.
 
-¿Será mi abuelo algún día no? – Me sonrió acercando mas su rostro al mío. Si lo invitaba estaba seguro iría, pero mi mamá me atacaría con preguntas para saber quien era  y temía me descubriera, pues aunque últimamente estaba a prendiendo a mentir, tampoco era muy bueno, además no tenía como justificar mi “amistad” con el, no íbamos al mismo instituto, no íbamos en el mismo grado, no practicábamos el mismo deporte, ni vivía en el pueblo. 
 
-Claro que también será tu abuelo…-Lo abracé con fuerza. Hundí mi nariz en su amplio pecho, sentí sus fuertes brazos abrazándome, lo sentí tan mío, me sentía tan suyo. Se agachó un poco buscando mi rostro, buscó mi boca y la beso, con tiempo,  con suavidad, con ternura pero con ganas, sentía su saliva en mi boca, su fresco aliento robar el mío, su manos acariciando  mi espalda por debajo de la camisa de mi uniforme. La corbata limitaba el aire que ya no entraba con regularidad, lo empuje un poco para poderla aflojar y quitarla.
 
-Que sensual…-Me susurró al oído, ahora fui yo quien buscó sus labios, con ansía,  quería saciarme de besos por los días que no lo vería. Sus manos se posaron en mis caderas jalándome hacía el , la diferencia de estaturas hicieron que su pelvis quedara a la altura de mi ombligo, sentí su dureza y el probablemente sintió la mía a la altura de su cadera baja. Me colgué a su cuello y el se aferro a mi cintura sus manos subía y bajaban por mi espalda, sus dedos acariciándome me generaban sensaciones tan estimulante que comencé a respirar agitadamente. Una de sus manos caminó desde la cintura hasta mi pecho, un dedo   llegó a la altura de mi pezón. Apreté los labios para no gemir. Se separó de mí y me observó,  un botón de la camisa ya había sido abierto en el movimiento brusco. Me miró al cuello y comenzó a besarlo, bajando lentamente por la parte frontal, abriendo la camisa, yo hice mi cabeza hacía atrás inconscientemente, esperando su boca llegara a mi pezón que ya estaba endurecido. Cuando se escuchó un ruido y voces.
 
Del susto lo empuje con fuerza, el estaba tan concentrado que no reaccionó y cayó al suelo sentado, mirándome desconcertado. Dos hombres uniformados llegaron a donde estábamos, eran  vigilantes del templo de Seokguram. Uno era mas delgado y joven, el otro de cuerpo rollizo se miraba de arriba abajo.  Ya era un señor mas maduro, usaba  lentes.
 
- ¿Qué hacen aquí?
 
-Ehh…ehh…estábamos…estábamos… ¿Meditando?...porque ya sabe, después de salir del templo…pues debemos meditar porque…la meditación nos permite…meditar para que las meditaciones nos lleven a…pues tener cercanía con nuestro yo interno…así al meditar crecemos…en nuestro interior…
 
Uno de ellos, el mas joven,  me sonrió maliciosamente.
 
-Pues tu exterior creció antes que tu interior-Señaló mi entrepierna- Además estas hecho un desastre.- Abotoné mi camisa con la rapidez que mis temblorosas manos me lo permitían, porque estaba desacomodada y se mostraba parte de mi hombro. Sentía que mi rostro me quemaba.
 
-Bueno es que cada quien medita de manera diferente.- MinHo en el suelo se encontraba sentado en forma de flor de loto. Aunque se miraba mas tranquilo, sus labios se miraban hinchados y su cabello estaba desordenado.
 
 
El mayor miró con molestia la escena. –Debemos reportarlos- Tomó su radio para hablar pero el mas joven lo detuvo. Si mis padres se enteraban estaba perdido.
 
-Es un área libre, no tenemos porque reportarlos.
 
-¡Pero es un lugar sagrado!
 
-Solo hay que escoltarlos y asegurarnos que se retiren, son jóvenes del instituto, seguro vinieron a hacer alguna investigación y solo estaban jugando…¿verdad?
 
-¡No!...digo si hacíamos tarea y  jugábamos…solo eso…se lo aseguro.
 
El sujeto mayor miró de mala gana a su compañero y a MinHo que se encontraba muy sereno sentado.
 
-Vamos, los acompañaremos hasta el camino para que se vayan.
 
Le agradecí haciendo una reverencia a cada uno de los vigilantes, me di la vuelta y comencé a caminar, miré de reojo a MinHo que recogió nuestros bolsos escolares y me alcanzó, puso su mano en mi hombro, pero rápidamente la retire, estaba muy asustado.
 
Cuando nos dejaron en el camino cercano a la salida, comencé a andar  mas rápido, me sentía sumamente avergonzado.
 
Entramos al auto de MinHo, sentía mucho calor, aunque el clima era caluroso, sentía que lo que experimentaba era mayor.
 
MinHo me miraba, la sonrisa en su rostro me desconcertaba.
 
-¿Por que te ríes?
 
-Fue muy graciosa la manera en que te comportaste allá arriba.
 
-¿Tu no te sentiste avergonzado?
 
-¿Por qué lo estaría?
 
-¡Porque casi nos ven besándonos!
 
-Estar besando a mi novio  no me avergüenza.
 
-¡Pero si hubieran llamado a nuestro padres!
 
-Pues ellos te hubieran tenido que conocer…yo conocería a los tuyos…supongo las cosas tendrías que ser mas formales entre nosotros. Sería lindo conocer a tus padres.- Me miró sonriendo, no se si bromeaba, pero tenía que serlo, preferí sonreír y ya no hablar del tema.
 
-Sabes el maestro de literatura nos ha pedido que leamos poesía Shijo y he estado pensando…
 
Arrancó su auto. Como siempre,  mientras manejaba MinHo me escuchaba con interés sugiriéndome cosas, me robaba un beso de cuando en cuando y tomaba mi mano con delicadeza, el viaje al llevarme a mi casa siempre era corto.
 
 

 


 
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Afortunadamente mi mamá estaba tan ocupada arreglando las cosas que llevaríamos al siguiente día, que no me cuestionó al llegar a casa, aunque no tenía nada de que  sospechar, solo  que mi sentimiento de culpa por perder clases me generaba el miedo de ser descubierto. Después de cenar había ido a casa de JongIn, me había pedido que lo fuera a ver. Después de saludar a sus padres me dirigí a su habitación.
 
Se encontraba de acostado boca abajo, atravesado en su cama  abrazando a su osito. Me acosté sobre su espalda.
 
-Tae, pesas, estas muy gordo.
 
-¡Claro que no!
 
-Si, desde que eres novio de MinHo comes más.
 
Sonreí, era verdad, siempre me llevaba a comer helados o comer ramen, también solía llevarme a la cafetería donde fuimos por primera vez y me compraba postres y cuando me visitaba en mi escuela se aseguraba que comiera. Pero no estaba gordo…¿o si?, no importaba me sentía bien por ser tan consentido por mi novio.
 
-¡TAE! Préstame atención.
 
-Lo siento JongIn me distraje.
 
-¡Te estoy diciendo que estoy triste!
 
-¿Por qué?
 
-Porque casi no me prestas tención- Lo dijo en voz baja, pero estaba seguro que la razón eran unos grandes ojos ausentes.
 
-Pues que raro, hace más de un año que  no me extrañabas, te la pasabas con el Búho.
 
-No le digas así a mi Dodo…es que casi no lo he podido ver- Ahí estaba el motivo... otra vez. 
 
Sonó mi celular identificando que era MinHo.
 
-¡Hola!- Le saludé con alegría como sino lo hubiera visto en días. -¿Qué haces?
 
-Me acabo de bañar y voy a estudiar, pero antes quise llamarte…ya te extraño.
 
-Yo también.
 
-¡TAE!...¡ Se supone que viniste a verme y estas platicando con tu novio! –Tenía a JongIn en mi espalda.
 

-Estas  en casa de JongIn?


-Si, estoy platicando con el, esta…Triste porque no puede ver a KyungSoo- Dije esto último en forma de susurro.
 
 
-¡HOLA MINHO! ¿ME PRESTAS A TAE UN RATO?- Gritó para que lo escuchara. Lo empujé y salí al pasillo para hablar con más privacidad.
 
-Esta bien Taebaby …- Dijo en tono burlón- … te dejo platicar con tu amigo, pero te llamo mas tarde a tu casa…¿no  te quedaras a dormir en su casa verdad?
 
-No claro que no…pero puedes mejor llamarme al celular.
 
-No, te llamo al fijo y después si quieres te llamo al celular, te llamo en…dos horas…te quiero.- Colgó.
 
Al entrar nuevamente a la habitación. JongIn miraba a su celular con lágrimas en los ojos.
 
-Ni siquiera contesta mis mensajes…entiendo que se la pasa estudiando con el orejón, debe de preparase, pero   ya casi  no pasa tiempo conmigo, incluso se puede ir a quedar a dormir con el y conmigo ya no ¡No es justo!, porque yo también necesito que me dedique tiempo…¿MinHo no tiene que estudiar?
 
-Si, por eso me marco antes de …
 
-Dodo no, a veces me deja estar con el en la biblioteca para que estudie, pero dice que soy muy ruidoso, que lo distraigo…¿Pero no es normal que quiera estarlo acariciando si estoy con el?
 
-Tal vez si lo desconcentras.
 
-Podría estar sentado en mis piernas mientras estudia.
 
-Así nadie puede estudiar…
 
-Puede venir a la casa a estudiar y quedarse a dormir…
 
-Sabes que si duerme en tu casa no dormirán.
 
Se dio la vuelta, escuché que sollozaba y me acosté a su lado abrazándolo.
 
-Incluso ChanYeol sigue yendo a las prácticas, se da tiempo para las cosas importantes.- Dijo con la voz cortada.
 
No sabía que decirle, era verdad que el tiempo entre MinHo y yo se había reducido hacía un mes, pero nos veíamos todos los días aunque fuera poco tiempo, seguía sintiendo que era su prioridad, me sentí culpable como se las tenía que ingeniar para ajustar sus horarios por mi.
 
-¿Tienes celos de ChanYeol?
 
-¡Por supuesto!
 
-Crees que el y Soo…
 
-¿A que te refieres?- Se volteó para mirarme.
 
-Que ellos…-Hice señas con mis dedos índice chocando.
 
-¡Nooo! Claro que no, que tontería dices…pasan mas tiempo juntos porque estudian, pero el no haría algo así, confío en el…además siempre lo dejo satisfecho…-Dijo con una sonrisa arrogante.
 
-Dijiste que casi no se veían.
 
-Exacto “Casi”…o sea las veces que nos vemos es poco, entre clases en los baños del último edificio o  a la salida…o solo una hora en un “love motel”…o ya sabes con las manos tras un anaquel en la parte del fondo de la biblioteca o en el almacén de limpieza.
 
-¡Sibba JongIn! Se te va a gastar.-Realmente el sexo entre ellos era muy importante.
 
-Pero el problema es que yo no solo quiero sexo, quiero tiempo con el, como antes…
 
Acaricié su cabello. No encontraba que decirle.
 
-¿Mañana podemos andar en bicicleta como cuando éramos niños?
 
-No puedo , mañana iremos a Yangbuk al cumpleaños del abuelo Kwan…
 
-¡Llévame!...es muy divertido ir allá, me gusta que  tu abuela nos alimenta y la comida es muy deliciosa.- Ya en ocasiones anteriores, en especial de niños, solía llevarlo.  Me sentía en una encrucijada, sentía que no era justo, pues no podía llevar a MinHo que era mi novio y deseaba ir, pero el era mi amigo y estaba triste.
 
-Esta bien, te llevaré, mañana saldremos temprano, no vayas a quedarte dormido hasta tarde  o te dejo.
 
-Quédate a dormir conmigo para que me despierte temprano.- Dijo jalando mi camiseta.
 
Recordé que MinHo me llamaría a casa, podía ver la distinción del trato de Soo a JongIn y me sentí agradecido, al menos le haría caso en su petición sobre todo por no poder llevarlo. Era lo justo.
 
-No puedo, tengo que arreglar las cosas que llevaré mañana, pero prometo venir a despertarte y si es necesario te arrojaré un balde con agua si no despiertas.
 
Me sonrió.  Al menos se miraba mas alegre.
 
-Gracias Tae, eres un buen amigo, aunque tienes a tu novio, tienes tiempo para mi, te quiero.
 
Le di un beso en la frente y me levanté, tenía que esperar la llamada de MinHo.
 
Cuando iba entrando a mi casa escuché el sonido de trastes en la cocina, mi mamá preparaba cosas que llevaría seguramente al pueblo, cuando sonó el teléfono de casa.
 
-¡YO CONTESTO!- Grite y fui ignorado por mi mamá.
 
- ¿Hola?
 
-¿Vienes llegando?-Era MinHo.
 
-Si…¿sigues estudiando?
 
-Si, pero tomaré un descanso de diez minutos mientras platico contigo.
 
Sonreí, cuando mi mamá asomó la cara de la cocina.
 
-¿Quién es Taebaby?-Colgué.
 
-Es…es JongIn, para visarme que mañana irá con nosotros.
 
-¿Pero no  dijiste que ibas a su casa?
 
-S-si…pero me dijo que no y acaba de cambiar de parecer…
 
-Está bien, no se te olvidé llevar un abrigo que en la noche se siente frio.
 
Mi celular comencé a sonar nuevamente, subí corriendo las escaleras para contestar, entre a mi habitación y me acosté en mi cama.
 
-Me colgaste…
 
-Lo siento.
 
-Entonces…¿oí que llevaras a JongIn?
 
-Si, lo siento no pude negarme…yo quisiera llevarte a ti…en verdad lo preferiría, pero el insistió tanto y como antes ya había ido…como está triste, sino lo llevo seguro la pasaría muy mal…yo...
 
-Esta bien, no tienes que sentirte mal …¿algún día me llevaras?
 
No estaba seguro si se podría algún día pero realmente lo desearía.
 
-Claro, algún día. -- Un silencio incomodo.
 
-Fíjate que estoy estudiando ciencias y  …-Los diez minutos de plática se convirtieron en una hora porque me venció el sueño.
 
 
 

 

 


 
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Salimos alas 8 dela mañana de Angang  rumbo Yangbuk. Íbamos en la camioneta de mi papá, mi madre, mi herman, JongIn y yo.  Despúes de dos horas por fin llegamos. Era un hermoso lugar.
 
Una zona con  bambú bordeaba el camino de piedra que daba a la entrada. El amplio patio rodeado de arbustos de azaleas rosadas, cercaban la casa, un enorme   arce en el centro daba una amplia sombra.  La casa de mis abuelos   era lo que mas me gustaba, era  del tipo Hanok, con sus techos de giwa (tejas) y en forma ondulada, sus paredes de madera junto con sus pisos altos del mismo material, la ausencia de silla  que eran remplazadas por cojines alrededor de las mesas bajas, sus puertas corredizas que daban acceso a los salones y habitaciones. 
 
 Siempre me sentía tan feliz al ir a verlos, perohoy  me sentía triste, me faltaba MinHo. Nos descalzamos y entramos, mis tíos y tías  estaba sentados en el suelo junto con mi abuelo tomando té. Saludamos a todos con respeto, JongIn era bien conocidos por ellos y  se miraba muy contento. Después de presentar los respetos y dar mis  obsequios a el  abuelo, nos dirigimos a las habitaciones  que estaba destinada a los más jóvenes, estaban en  una parte lateral a la casa. Eran cuatro habitaciones alineadas y  unidas por un pasillo con puertas corredizas. Al caminar por este pasillo una habitación estaba abierta y pude ver a mi primo junto con Kris y eso me sorprendió, nunca antes  lo había visto en alguna fiesta familiar.
 
- ¿ Joon hyung ?- Mi primo volteó junto con Kris.
 
-¡Hola Tae! Que gusto saludarte-Mi primo me abrazó . Los demás nos saludamos con pequeñas reverencias. Kris me sonreía y yo lo miraba extrañado.
 
-¡Que gusto verte!- Me dijo con entusiasmo.
 
-G-gracias…mira conoces a mi amigo ¿JongIn?
 
-¿Fue ese día también al club?
 
-Si.
 
-Yo no te recuerdo- Le dijo JongIn.
 
-Pues estabas tan ocupado…- Le dije a mi amigo pero reaccioné, no debía insinuar que el tenía novio, mi familia era muy conservadora.-…bailando…porque a ti te gusta bailar mucho…gracias primo por convencer a tu amigo de dejarnos pasar.
 
-Claro,  ya sabes no hay problema.
 
-Ya le he dicho que puede volver a ir- Le comentó Kris a mi primo.
 
-Gracias, pero es que tengo muchos deberes en el instituto.
 
-Pero últimamente casi no haces los deberes…-Interrumpió mi amigo y quise matarlo con la mirada.
 
-Me extraña verte aquí, nunca antes habías venido .-Cambie la dirección de la plática.
 
-¡A mi también!, ya antes lo había invitado y se había negado, pero ahora que le dije del cumpleaños de mi abuelo y que sería una reunión familiar el mismo me pidió lo invitará.
 
-Es que no había tenido tiempo, no es que me negara antes Joon- Dijo apenado Kris.
 
-No es verdad, la última vez  te invité porque  que vendríamos a ver a mis abuelos, tu   estabas aburrido porque sería festivo y no teníamos que ir a la universidad pero  cuando te dije que vivían  en  Yangbuk-myeon  te negaste,  dijiste que te aburrirías porque   casi no hay nada que hacer …
 
-Bueno, bueno cambié de parecer y estoy aquí.
 
Solo sonreí por su pequeña discusión.
 
-Bueno hyung, voy a acomodar mis cosas para que podamos comer.
 
-Esta bien pequeño primo- sacudió mi cabello, el era mayor que yo.
 
-Bueno veo que tú también eres mi hyung, nos vemos después- Le di una pequeña reverencia, JongIn ya se había metido a la habitación porque al parecer estaba mandando mensajes. Cuando iba a cerrar la puerta se acercó a mí.
 
-Solo dime Kris, no hacen falta los honoríficos... ¿Mas tarde podemos ir a dar una caminata por el bosque?
 
-Veré si JongIn quiere.- Cerré la puerta.  En eso  sonó mi celular.
 
-¿Qué tal el viaje?
 
-Bien…MinHo me haces falta,  te extraño… demasiado.- Sentí una sensación de malestar en mi pecho, una gran  tristeza pese a que lo había visto el día anterior. Tal vez era exagerado, pero  en mi vida se esta volviendo indispensable.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Notas finales:

Cuando andas con alguien y se empiezan a ver todos los días y cuando un día no lo vez y sientes que...

 El primo es Lee Joon, lo mencione en el capítulo en el que fueron al club.

Annyong!!!


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