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CELOS / 2MIN. Algo crece dentro de mí. por Linlim

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—Tae me voy a mi casa, estoy muy cansado, gracias por invitarme, me la pase muy…
 
—Si claro, claro, bueno anda vete…—Comencé a caminar rumbo a mi casa después de bajarnos de la camioneta de mi padre.
 
—¡Tae me estas corriendo!
 
—No…es solo que…solo que…debes bañarte y descansar porque mañana vamos a la escuela y ya sabes…hay que descansar bien…bueno adiós.
 
Me di la media vuelta sin esperar a que mi amigo replicara, la verdad es que cuando le dije a MinHo que había llegado a casa me dijo que iba saliendo de su casa para venirme a ver, así que tenía poco mas de media hora para verme presentable.
 
—Mamá voy a bañarme y a descansar.—Grité a mi mamá que se encontraba metiendo trastes con comida que nos había dado la abuela, mientras corría subiendo las escaleras como si un doberman me persiguiera. Mi papá solo me observó. 
 
—¡Tae no corras! Puedes lastimarte.
 
No me importaba nadie ni nada ese momento, corrí hasta el baño,  me desnude con velocidad para darme una ducha. Cuide mucho de lavarme mi cabello con un shampoo con olor a fresas lo mismo que un gel para mi cuerpo con   olor a frambuesas. Use una crema para peinar con olor a cítricos, lo sequé con cuidado por la limitación del tiempo, humecté mis labios con una bálsamo de coco. Era curioso como antes me desagradaban mis labios, pero ahora los cuidaba con esmero, desde que MinHo me dijo que era la parte  más atractiva y adictiva  de mi, ahora me agradaban mas.
 
Observé mi reflejo,  quería agradarle a MinHo después de no vernos ese  fin de semana que parecía había durado como una semana, mi corazón adolescente palpitaba con entusiasmo, que casi no se contenía en mi delgado cuerpo. Escuché un toquido en mi ventana y corí hacía ella. Y ahí estaba, recargado en el balcón,  con su cabello oscuro, su camisa celeste tan masculina semiabierta, su amplia sonrisa, su mirada llena de alegría y coquetería, abrí la ventana y lo jalé, enlacé  mis brazos en su cuello y me cargó, mis piernas quedaran enredadas en su cintura mientras  buscaba mi boca hambrienta sentí sus labios succionando los míos, desesperado, hacía su cara hacía un lado para acomodar nuestros labios de manera cómoda, sentía su lengua explorar mi boca, sentía que el aire era insuficiente pero no quería separarme de el. Mi peso y los movimientos hicieron que tropezara con un puff y cayéramos   en la cama, yo sobre MinHo.
 
Si bien en otra situación me hubiera sentido avergonzado, mi abstinencia de MinHo por esos dos largos días me hacían no tener clara mi situación, mi sed por sus besos y sus brazos paseándose por mi espalda, sus labios se despegaron de los míos para empezar a regar besos por mies cuellos ante lo que fue inevitable gemir…hasta que se escuchó un toquido en la puerta tan fuerte como el brinco que dio mi corazón.
 
Vi con pánico a MinHo , me levanté jalando su mano, el sonido en mi puerta alteró mis nervios, pues seguían tocando con insistencia, esta vez se me ocurrió meterlo al baño.
 
Abrí alterado la puerta y en el marco de esta estaba recargada mi hermana HaYii con una amplia sonrisa.
 
—¿Qué quieres?—Iba a cerrarle la puerta en su cara cuando la detuvo con la mano.
 
—¿Dónde esta tu novio?
 
—No está aquí…digo no esta aquí porque yo no tengo novio…
 
—Saben que son muy ruidosos.
 
Mi cara de susto era muy expresiva, solía abrir mucho los ojos cuando algo me atemorizaba.
 
—Yo…yo….yo…
 
—Tu—tu—tu me darás tu dinero escolar de esta semana si quieres que guarde tu secreto.
 
—No te daré nada.
 
—Mamá va a venir a darte las buenas noches, si quieres que la entretenga  por lo menos por una hora …o mejor no lo haré…—Empezó a hacer  aegyo.
 
La miré con miedo, no sabía si aceptar o no.
 
—Hola chico de los ojos grandes— HaYii metió medio cuerpo a la habitación y MinHo desde el baño le contesto.—Hola.
 
En eso escuché los característicos  pasos de mi mamá subiendo la escalera.
 
—¡Sibba HaYii, esta bien, esta bien!
 
—Mis niños tan lindos platicando como buenos hermanos.— Miré nervioso a mi hermana, que sonreía tan ampliamente que sus ojos eran casi una línea.
 
—Mamá podría acompañarme a mi habitación, necesito hablar de cosas de chicas.
 
—Si, está bien.
 
HaYii se acercó a mi oreja  y me susurró—Si es cosa de chicas también deberías veniir— Me sonrió y solo atiné a jalarle del cabello.
 
Entré a la habitación aun temblando un poco. MinHo me atrapó entre sus brazos desde la espalda y me dio un beso en el cuello que me hizo estremecer.
 
—MinHo por favor no…
 
—Sigamos en lo que estábamos—Su mano se coló por debajo de mi camiseta.
 
Un hilo de voz salió de mi garganta— Deseo me beses, pero mi mamá está a un lado…podríamos solo platicar…¿por favor?
 
Recargó su barbilla en mi hombro, sentí como suspiraba, me dio un beso en mi cabello y asintió.
 
—Está bien…sabes hueles y sabes …como a ensalada de frutas.
 
— ¡Que malo eres!— Golpee su fuerte pecho. 
 
—Pues me encantaría comerme  esta ensalada de frutas en este momento— Me abrazó y empezó a darme muchos besos en la cara.
 
Se acostó en mi cama y palmeó a un lado para que me acostara a su lado. Estiró su brazo que me sirvió de almohada, me acosté de lado, frente a el, posó su mano en mi cintura y me haló hacía el , terminé entre sus brazos, oliendo su aroma, sintiendo su calidez, me aferré a su camisa, se sentía tan bien estar a su lado, me estaba volviendo  adicto a el. Sus piernas abrazaron las mías.
 
—Cuéntame lo que hiciste en casa de los  abuelos.
 
—Ya te he contado, no quiero aburrirte con lo mismo,
 
—No importa, vuelve a contarme.
 
Conté nuevamente cada detalle, fui interrogado nuevamente sobre Kris y mientras lo hacía me observaba con atención, aunque omití casi cualquier acercamiento con el. La hora pasó muy rápida y el adiós lo fue mas, sus labios besaron incontables veces  los míos. La promesa de un mañana fue el aliciente para dejarlo ir.
 
 
 

 

 


 
—————0—0—0—————
 
 

 

 


 
 
Durante  el  entrenamiento,  el entrenador YiXing  nos puso a trabajar muy duro, se acercaba un torneo inter escolar en  Gyeongju  y el director lo había presionado para participar, así que no le quedó opción que empezar a entrenarnos, haciéndolo 2  veces por semana, pese a ello, MinHo iba por mí al finalizar, pero ese día llegó mas temprano viendo la última parte del acondicionamiento. 
 
Cuando el entrenador YiXing se puso a trabajar con los centrales como JongIn, Onew  y ChanYeol me liberé para platicar con MinHo, vi llegar a KyungSoo, su cara era un poco sombría. Últimamente no se aparecía por ahí, ya que se la pasaba preparándose para el examen de admisión, cabe decir que la felicidad en la cara de JongIn al verlo llegar irradiaba luz,   como fuegos pirotécnicos, desde el fin de semana que fuimos a Yangbuk, no le contestaba los ni tomaba sus llamadas, cuando mi amigo lo iba a ver a su clase,  le decía que estaba ocupado estudiando y lo evadía, así que verlo supuse lo hacía muy feliz. Soo le dio una mirada triste pero lo saludó con la mano., JongIn le contestó agitando su mano con mucho entusiasmo. Al mismo tiempo ChanYeol alzó la mano saludándolo, pero Soo solo negó con la cabeza  y agachó su mirada. Caminó hasta las últimas  gradas del gimnasio, en la parte baja y se sentó.
 
—Algo pasó MinHo, déjame saludarlo.— M miró un poco molesto, pero le insistí.
 
—Está bien, pero no tardes.
 
Me acerqué a saludarlo. Se retorcía las manos y movía nerviosamente las piernas.
 
—¿Estas bien?
 
—Si…bueno no…¿puedo pedirte un favor?—Sus ojos rojizos e hinchados  con una mirada cargada de tristeza.
 
—Si, claro dime.
 
—Cuida bien de JongIn.
 
—No entiendo…
 
—No se si este sea el mejor momento para hablar con el…pero igual ningún momento es bueno pero… ya no puedo esperar mas…—Balbuceaba un poco pero no podía entenderlo.
 
—Si quieres le hablo.
 
—No…solo mas tarde habla con el…por favor pase lo que pase…solo cuídalo bien.
 
Asentí pero escuché el grito del entrenador.
 
—A ver señoritas para finalizar, veinte vueltas a la cancha.
 
Sibba, odiaba cuando estaba sobrio, nos ponía a trabajar excesivamente. Pasé frente a MinHo trotando y le sonreí, mostrándole mi  pulsera, el me mostró la suya y me guiñó un ojo.
 
Observaba a de reojo a JongIn y a Soo, el primero en cada vuelta lo saludaba y Soo lo miraba y apenas movía un poco su cabeza en respuesta. ChanYeol solo se limitaba a observar de cuando en cuando a uno y a otro. Cuando YiXing  gritó que por ese día el entrenamiento  había finalizado, todos se dirigieron a las duchas, JongIn corrió hacía Soo, pero por las palabras de este me preocupé. Me acerqué a MinHo para comentarle.
 
—Bebé, apúrate para que nos vayamos, te tengo una sorpresa.
 
Mi mirada seguía en esos dos, Soo se había levantado tenía sus manos en los brazos de mi amigo, le hablaba mirándolo a los ojos. Podía distinguirlo por la diferencia de estatura.
 
—MinHo algo pasó entre ellos.
 
—Tae, es imaginación tuyas. —.
 
—El es mi mejor amigo, me preocupa algo que Soo me dijo.—Volteé nuevamente a verlos, veía como Soo se tapaba la cara, escuchaba alegar un poco a JongIn que se sacudía como si llorará. 
 
—Creo que debería acercarme, Soo me pidió cuidara de el.
 
—¿Por qué tendrías que hacerlo?, el debe hacerlo, es su novio.
 
JongIn se mesaba los cabellos y caminaba en círculos.
 
—No lo se, no entendí porque.
 
—Dales privacidad para que hablen.
 
Soo se acercó y JongIn se dio la media vuelta y comenzó a correr. Tras el Soo.
 
En ese momento los seguí, iban directo a las duchas. Escuché el alboroto y gritos y corrí.
 
—Maldito orejón—Mi amigo le aventó un golpe  a ChanYeol en el pecho y otro en la boca, si bien JongIn tiene un buen físico, el orejón también y es mas alto, así que muy difícilmente le ganaría, bastaba con que le diera un empujón con fuerza para quitárselo de encima, sin embargo no se defendió, tras varios puñetazos, tras ser azuzado por los demás compañeros que gritabas “Pelea, pelea” como  adolescentes hormonados, tras varios gritos de Soo  de que se calmara, MinHo logró controlarlo por la espalda, no supe en que momento llegó. JongIn  se soltó, fue por su maleta de entrenamiento  bajo la mirada atónita de todos,  la vació completa hasta que encontró un ungüento y una venda.
 
—¡Toma maldito hipócrita! —Le aventó estos últimos objetos. —No estabas preocupado por mi, lo hacías por que sabías lo que hacías— Le aventó por último la mochila y se dio la media vuelta, iba ir tras el, pero Soo me detuvo.
 
—Yo voy, mejor ve a su casa mas tarde.
 
—Wowwww que fue eso.-Gritó JinKi.
 
—Nada que te incumba –Contestó ChanYeol, con el labio roto,  buscando su ropa para terminar de vestirse y salió también.
— Que aburrido, pensé que habría mas golpes de Kung—Fu-Empezó a mal imitar golpes.
 
—Ya chicos, vayan a terminar de ducharse o cambiarse. – SugMin empezó a empujarlos y se comenzaron a dispersarse, varios ya habían terminado de cambiarse  así que  abandonaron  el lugar. Otros se fueron a terminar de ducharse.
 
—Me baño y nos vamos ¿si? – Me dirigí a MinHo.
 
—Date prisa– Me trató de tocar la cara, pero me hice hacía atrás volteando a ver a mis compañeros por temor a que se dieran cuenta, aunque casi el lugar estaba vacio. MinHo suspiró y salió.
 
Me di cuenta que las cosas de mi amigo estaban regadas, las recogí para guardarlas en su maleta de entrenamiento.  Busqué mis cosas y cuando me dirigí a las duchas vi que solo estaba KyuHyun, las duchas eran comunes, una sola sala con regaderas donde rodos se podían ver, así que decidí que para evitar cualquier mal entendido me retiraba, sobre todo porque estaba desnudo, el me vio así que se volteó mostrando su virilidad de manera descarada.
 
– Tae, no te vayas…puedo tallar tu espalda.— Me sonrió con malicia.
 
— Vete al diablo – Comencé a caminar cuando me detuvo del brazo. Haciendo que me volteara.
 
–Oye, no te enojes.
 
— KyuHyun afuera está esperando mi novio, no querrás que le diga que te golpee.
 
—Como han cambiado las cosas…antes te quedabas hasta le final en las duchas y dejabas que te besara.
 
—Tu lo has dicho, eso fue antes, en el presente no existes…— Pude ver como su  sonrisa  burlona se amplió. Levantó su mano y saludo alguien a mi espalda. 
 
— Hola novio de TaeMin, creo que nos pillaste hablando de nuestro pasado amoroso. Si ese día en el cine se hubiera ido conmigo y no contigo, en este momento estaríamos dándonos una ducha juntos…— Lo dijo mientras se acaricio su virilidad.
 
Mi alma se congeló en ese momento, me sentí como en cámara lenta y vi que tras de mi estaba mi novio. Su ceño fruncido, las manos apretadas, su mandíbula apretada, me lanzó una mirada fría y se dio la media vuelta. Fui tras el, pero por mas que le pedía que se detuviera no lo hizo, atravesó el gimnasio dirigiéndose a la salida, trataba de seguir su paso pero era muy rápido, en partes corría, hasta que me atrevía a jalarlo para que se detuviera  antes de subirse a su auto,
 
—¡MinHo por favor escúchame!
 
— Para que me cuetes como te besabas con el operado ese.
 
—Las cosas no son como tu crees. —Se detuvo y me vio con una mirada cargada de ira.
 
— Se me hizo raro ver que tardabas en salir, cuando recordé que el operado había estado practicando, no quise pensar mal de ti pero cuando entré y escuché lo que te dijo…vamos y no quieres que piense mal. —Su comentario dolido me partió el corazón.
 
—Pero eso fue en el pasado…
 
—Un pasado que nunca me contaste y que ahora te vuelve sospechoso …en casa de JongIn te defendí y seguramente te habías puesto de acuerdo con el…yo fui tan estúpido— Se jaló el cabello  y pasó la mano por la cara…
 
—Tu te diste cuenta que me estaba obligando…como puedes decir que nos pusimos de acuerdo…—Yo estaba llorando, me sentía desesperado.
 
—Dijo lo del cine… ¿de que demonios  hablaba?…yo no puedo confiar en alguien que miente, esto no va a funcionar así.
 
—¡Por favor escúchame!, déjame que te explique…yo no tengo nada que ver con el desde hace tiempo…
 
—O sea que hace tiempo así…
 
—Fue antes de conocerte…no significó nada…fueron  solo besos pero no eran así….como tu y yo… 
 
Las palabras correctas desaparecieron de mi boca, unas y otras se atropellaban sin saber como hilar una respuesta adecuada. En ese momento algo creció dentro de mí: “El miedo” . Miedo a perderlo, miedo a que no me quisiera mas, miedo a quedar solo, miedo a amar sin ser correspondido, miedo a la lejanía que vivía  JongIn con Soo. Era mi primer novio, mi primer enamoramiento, era un adolescente aprendiendo a amar y las cosas rápidamente se estaban acabando.
 
En un  arranque de desesperación me aferre con ambos brazos a su cuello, sin importarme que estábamos en la calle— Por favor, por favor escúchame.—Las personas que pasaban nos miraban curiosas. 
 
—¡Mierda TaeMin! deja de llorar van a pensar que te golpee  y yo sería incapaz de hacerlo. Me empujó intentando separarse de mi. Sentía que mis ojos se hinchaban y trataba de limpiar mi nariz con mi mano, pero sin éxito alguno.
 
—¡Por favor! debes escucharme, no te he engañado.
 
—Ven.—Abrió la puerta de su carro y me metió. Se subió y arrancó.
 
— ¿A donde vamos?
 
—Quieres hablar…hablaremos. Me arrojó pañuelos desechables que tenía en su auto. Traté de limpiar mi cara, tenía temor que me vieran y creyeran que me había hecho algo. Realmente no quería ir a su casa, pero en ese momento no tenia opciones.
 
 
El silencio fue sepulcral, me sentía avergonzado por mi aspecto, desaliñado, sucio y con la cara hinchada, pude ver mi reflejo en el ascensor. Cuando llegamos al departamento, eché una mirada con temor a que estuvieran sus padres.
 
—No hay nadie, así que siéntete libre de hablar.
 
Se  sentó en el sofá y su mirada fría me paralizó.
 
—Estoy esperando que me expliques, el habló de las duchas…el se tocó… ¿te besaba?...te… ¿tocaba?
 
Respiré profundo para tomar valor. 
 
— No era así. Hace tiempo antes de conocerte, me quedaba al final del entrenamiento, yo siempre me aseaba con la ropa interior puesta, por eso solían burlarse de mi, por   esperaba que todos se ducharan porque me daba vergüenza que me vieran desnudo.  JongIn me esperaba, pero como empezó a andar con Soo ya no lo hacía. Una vez  cuando terminaba de cambiarme, KyuHyun se me acercó y me beso— Su ceño nuevamente se frunció, me miraba con rencor, podía ver como su respiración se agitaba.—Lo hizo algunas pocas veces…claro siempre después de que me cambiaba, nunca nos duchamos juntos, ni lo vi…desnudo.
 
—Hasta hoy que estaba desnudo…y lo viste.—Desvió molesto su mirada. 
 
—Eso ocurrió unas veces mas…lo de los besos…y no le vi su “amigo”, no baje la mirada, me hubiera sentido avergonzado— Realmente solo lo vi cuando se cubrió con sus mano haciendo la señal morbosa.
 
— ¿Fueron novios?
 
—No— Era verdad, como tal nunca lo aclaró realmente.
 
— ¿Tenían citas?
 
—Solo una vez.
 
— ¿Cuándo empezaste a salir conmigo?
 
—No…bueno si, en realidad aun tu y yo no éramos nada— Esta vez no omitiría nada, quería que MinHo supiera todo para que no hubiera mas sorpresas— Después que fuimos a la heladería con KiBum y DongHae.
 
—Eres…eres un mentiroso.—Oprimió las manos haciendo puños.
 
—No, no es verdad, no puedes decir eso, ibas con KiBum a verme , el te coqueteaba, no me decías nada, era el quien me contactaba o te acompañaba, como iba a saber que estabas interesado en mi.
 
—Era obvio, por algo iba.
 
— ¡No, no lo era! … no me decías nada, ni siquiera me pediste mi id o mi numero telefónico.
 
— ¡Porque tenía miedo!, te coqueteaba y no seguías el coqueteo , te daba señales que me gustabas y eras indiferente…mírate, tan hermoso y perfecto, tan lindo sentía que si insistía mas te iba a alejar de mi o que si me confesaba me rechazarías …
 
Me sorprendió un poco, aunque ya lo había mencionado antes, no creí que tuviera miedo de que lo rechazara. 
 
— ¡Pues como iba adivinar!...el me invitó a salir, fuimos a tomar un café y fue todo, de hecho fue la única vez que tuve una cita con el.
 
— ¿Y te besó?
 
—S-si…— Dije en un susurro. Se levantó y me dio la espalda, solo negaba con la cabeza. 
 
—Pero tus besos son diferentes, entendí lo que me decía JongIn, cuando alguien realmente te gusta te hace sentir cosas que nadie mas, eso de las mariposas en el estomago, las manos sudorosas, el pecho golpeado por los latidos y cuando me besas, me asfixias pero de una manera linda,  los deseo, tus brazos me hacen sentir seguro y amado. Sin querer dejarlos. Realmente te quiero, no quiero que te alejes de mi, el no me interesa en lo mas mínimo.
 
Se dio la vuelta  y se sentó.
 
—Lo del cine.— Su voz era autoritaria.
 
Esta vez le dije  cada detalle— Me invitó al cine el día que fui a hacer tarea con mis amigos y fuiste a recogerme.
 
Sonrío, pero pude ver la ironía y la mirada cargada de tristeza. — Por eso ibas a negarte ese día a salir conmigo.
 
— ¡Nooo, era por la tarea!, a el lo evadía, lo rechazaba, no acepté su invitación, y estaba desesperado por terminar mis obligaciones para salir contigo, te lo conté…me lo encontré en el cine y me reclamó.
 
—Era el quien te saludó…
 
—Si, pero lo rechacé, no me importaba, porque yo estaba contigo…debes creerme, lo he estado evitando, no le dirijo la palabra, lo ignoro en los entrenamientos, el día de la fiesta, después de la pelea cuando te fuiste,  me pidió una oportunidad y me negué le dije que tu eras mi novio y que no iba dejarte, te elegía a ti sobre el, el mismo te reconoció, te dijo “Hola novio de TaeMin”… debes creerme.
 
—Pero todo eso me lo ocultaste, que mas cosas me habrás ocultado que no se, cuantas veces te habrás besado con el
 
—¡Pero como puedes  juzgarme por algo que pasó antes de conocerte!, además tu estuviste con kiBum.
 
—¡Pero yo te lo dije! Quise ser sincero y te lo anticipé sin que me lo hubieras preguntado.
 
—No me importa, es tu pasado.
 
—No se Tae, no se que pensar o hacer.
 
No quería perderlo y en un arranque de desesperación me senté sobre el, con las piernas a lado de sus muslos
 
—Créeme, solo tu me interesas, no te he engañado, esa fue la última vez que me beso  y nuca pasó nada mas que eso…
 
Comencé a besarlo con desesperación, yo nunca tomaba la iniciativa de ese tipo de besos, pero lucharía por mi hombre, al principio se resistió, pero fue dejándose llevar, acariciaba su rostro con cuidado,  lo besaba en los labios y el rostro, llegué a su cuello y comencé a mordisquearlo. Su respuesta: un gemido.
 
Me abrazó y me repegó a el, los besos empezaron a multiplicarse, jalaba mi labio inferior, apretujaba mi trasero, acariciaba mi espalda y me estrujaba.
 
—Solo yo puedo tocarte, solo puedes ser mío.—Me susurró al oído.
 
—Si lo seré.
 
Me miró extrañado.
 
— ¿Lo serás?
 
Todo por no perderlo.
 
—Si, ahora.—Dije con seguridad.
 
Casi arrancó mi camiseta deportiva, me besaba mas desesperado,  me acostó en el sillón  y empezó a frotase encima de mi, de mi  ropa, y empezó a acariciar mi pecho con sus manos, cuando las bajó y las pasó por mi trasero, lo detuve.
 
—Espera.
 
Su respiación estaba agitada.—Dijiste…
 
—Si, solo deja darme una ducha, en la escuela no lo hice …estoy muy sudado por favor.
 
—Esta bien— Me tomó de la mano y me condujo por el pasillo hasta el  baño. — Date prisa— Del estante de toallas me dio una y salió. El baño azul celeste me pareció tan frío, abrí la regadera y deje caer el agua fría para despejar mi mente y esperaba se deshinchara un poco mi rostro. Vi su gel de ducha de kiwi y lo use, su olor me hizo recordar lo que sentía por el y que me esforzaría por retenerlo a mi lado, si era necesario hacer “eso” lo haría.
 
Me coloqué a toalla en la cintura, cuando salí, lo escuché llamarme, me dirigí en dirección a la voz,  dos puertas mas adelante del baño, al fondo del pasillo. Estaba acostado en la cama en ropa interior. Me senté a su lado.
 
Me acostó y comenzó a besarme, la pasión del momento había pasado, me sentía nervios, mi primera vez y en que condiciones, quise dudar y no pude, sentí como haló la toalla dejándome expuesto y avergonzado, el me besaba ansioso , pasaba sus manos por mi pecho,  frotaba un poco mis pezones, me comía la boca, me empujó mas arriba de la cama y se arrastró por mi cuerpo, se acomodó entre mis piernas, yo miraba lo que me hacía pero no podía reaccionar. 
 
Sentí como una des sus manos tocó mi miembro, lo masajeó un poco, se sintió bien, pero bajó un poco mas hacía el sur con una rapidez vertiginosa, acarició mi entrada y pegue un  brinco, metió un dedo con prisa que ardió,  aunado a ello, sentí como rasgó algo dentro, sentí una jalón y arder, fui inevitable quejarme.
 
— ¿Te lastimé?
 
—Si…algo me ardió, creo fue tu uña.- Se observó sus dedos.
 
—Lo siento, tengo rasgada la uña y creo eso fue…pero tranquilo, te dilatare con otro dedo— Pero la caricia  se estaba haciendo dolorosa, por mis nervios, por el rasguño o por yo que se. Me abrió mas las piernas,  y se hincó frente a mi, eso fue vergonzoso para mi, solo me tape la cara con mis manos mientras el movía sus dedos dentro de mi.
 
— ¿Duele?
 
—No importa…solo hazlo.- Me senté y le di una caricia en la cara.
 
— ¿Seguro?
 
—Si
 
Me acosté y no quise ver mas, con una  brazo cubrí ms ojos, cuando sentí la punta de su miembro, ardió y dolió. Un grito fue ahogado en mi garganta. Sentí como lo retiraba e intentó de nuevo. Me aferré a la manta que cubría la cama por el dolor que sentí. Ni siquiera sentí si era real o imaginaria la sensación de ardor.
 
—Se siente bien ¿verdad?
 
—Si.— Mi voz se quebró en esa pequeña palabra, mi pecho empezó a agitarse porque empecé a llorar.
 
— ¿Estas  llorando?
 
—No…solo sigue— Sentí la cama moverse, me sentí expuesto con las piernas abiertas. Cuando sentí a MinHo a lado mío, jaló mi brazo para descubrir mis ojos.
 
— ¿ Por qué lloras?
 
—Por nada— Mis sollozos se hicieron ma fuertes y no pude controlarlos— Por favor  termina…
 
—Como voy a seguir si estas llorando.— Se acostó a mi lado.
 
—No quiero perderte…— Me aferré a el, el me correspondió  en el abrazo y comenzó a acariciar mi cabello.
 
— A ver hablemos.
 
Nuevamente me cuestionó sobre el mismo tema una y otra vez,  contesté cada pregunta, describí cada detalle con sumo cuidado, evité omitir elementos  importantes, aclare cualquier duda.  Hasta que quedó satisfecho y convencido que yo no lo había engañado, que realmente lo quería a el y que era  importante en mi vida.
 
— ¿No me dejaras?
 
—No, pero  no me provoques celos, ¿entiendes?
 
—Si— Me acurruqué como un cachorrito bajo su brazo.— ¿Estas molesto que no lo hicimos?
 
—No, claro que no, no quiero hacerlo si tu no lo disfrutas.
 
—Pero si quiero hacerlo…bueno hoy no, pero ya estoy listo.
 
—Entonces debemos planearlo…debemos comprar cosas, como protección…lubricante.
 
Reí bajito y recordé a JongIn, me di cuenta de lo importante que era el sexo, pero mas importante lo es cuando se está enamorado, aunque sea joven.
 
—Hoy lo ibas a hacer sin nada…yo nunca he estado con nadie.
 
—Pero debo cuidarte, no estaba preparado…aunque yo tampoco lo he hecho.
 
— ¿En verdad? Yo pensé que tu ya…
 
—No he hecho el amor , pero si he hecho cosas, como…
 
—No quiero saber.
 
—No quiero ocultarte nada.
 
—No me estas ocultando nada, yo decido no saber.
 
—Esta bien, pero no te molestes después. — Comenzó a besarme con lentitud, con caricias cortas en mi rostros y luego mas largas en mi cuerpo, por un momento había olvidado mi desnudez, su labios  viajaron de mi cuello hasta mis pezones, me sentí totalmente relajado, abrí mi boca sintiendo la excitación recorrer con voracidad  mi cuerpo, cuando tocó mi entrepierna, mi respiración se aceleró. Ya no sentí pena. Su mano habilidosa comenzó a estimularme. Me senté y el me observó. 
 
—¿Quieres que pare?
 
—No— Mi mano escudriño  bajo su ropa interior, liberando a su “amigo”, no quise mirarlo, no quise comparar, solo me adentré a sus ojos, imité el ritmo que el llevaba en mi, como si marcháramos de forma coordinada.
 
Nuestras respiraciones casi sincronizadas, sus labios danzando en mi boca, mi lengua  en la  suya. Las caricias nos llevaron a explotar, uno después del otro, casi al unisonó.
 
Mi respiración agitada, sentados uno frente al otro, mi frente se recargó en su hombro, me sentía agotado.
 
—Eso fue…agradable.
 
—Si, lo fue, porque fuiste tú, solo quiero que tu toques mi cuerpo MinHo— Un beso rápido en los labios. Nos acostamos nuevamente.
 
—Por cierto dijiste que me tenías una sorpresa.
 
—Era que mis padres no estarían y cancelé las clases con mi tutor, dije que le pagaría sin asistir si no le decía a mis padres y aceptó. Quería traerte  a jugar videojuegos y te haría de comer para pasar la  tarde juntos.
 
—Suena bien…
 
—Pero antes que te parece… otra “jaladita”— Me miró con picardía mientras elevaba una y otra vez sus cejas .
 
Sonreí aun apenado, pero bueno, adenti, a nadie le hace mal una jaladita.
 

Notas finales:

Anniong!!!


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