MinHo terminaba de vestirse, aproveché a revisar mi celular, tenía varias llamadas perdidas, me asombró saber de quien eran.
—¿Todo bien Tae?
—No, la mamá de JongIn me ha estado marcando. —Le hice de señas para que guardara silencio y remarqué. Al segundo tono contestó.
—Taemin, que bueno que llamas.
—Buenas tardes señora ¿pasa algo?
—Si, a Jonginnie le pasa algo, pero no me quiere contar, llegó a buscarme al museo, pero durante el trayecto a la casa comenzó a llorar, no me ha querido contar nada…¿Tu sabes lo que le paso?
Lo sospechaba, algo tenía que ver con Soo, pero no estaba seguro. —No me dijo nada.
—¿Podrías venir a hablar con el?
—Claro, iré tan pronto como llegue a casa.
—Gracias. — Me colgó.
—MinHo debo irme, ya es tarde.
—Solo una rato más…—Se abrazó a mi, frotando su mejilla sobre la mía.
—Algo le pasó a mi amigo, debo hablar con el, su mamá me lo ha pedido, pero…si quieres puedes ir en la noche a visitarme— Rápidamente me soltó y asintió fuertemente.
Cuando llegue a casa de JongIn, su mamá me dio una bandeja con comida para ver si yo podía convencerlo de comer. Toqué varias veces la puerta hasta que contestó.
—No tengo hambre mamá, después bajo.
—Soy yo.
La puerta se abrió rápidamente. El rostro de mi amigo era lamentable, sus ojos al igual que su boca estaban hinchados, su cabello desordenado y sucio, aun traía la ropa de la práctica.
—Pasa—Cerró la puerta tras el.
—¿Qué pasó?- —Me senté en su cama.
— El fin de semana Soo se fue a estudiar con …el Orejón, me dijo que el sábado ya era muy tarde y estaban tan cansados que a Soo le dolía la espalda —Las lagrimas empezaron a caer— Que el estúpido Yoda se ofreció darle un masaje…eso llevó a otra cosa y …tuvieron …sexo— En esta parte se le quebró la voz a JongIn, me abrazó aferrándose a mí, sentía como su cuerpo se agitaba al llorar, me dolía verlo así, sin poder hacer nada mas que escucharlo. —Dice que no era algo que planearan, que solo pasó.
—¿Pero no le gustan las chicas a Chan?...digo se fue con una en el club cuando fuimos todos, en alguna ocasión escuché que le dijo a JinKi que estaba saliendo con ella.
—Le pregunté a Dodo y me dijo que si tiene novia, que no entiende como pasó, que tal vez fue verse tantas veces, el cansancio, que fue algo espontaneo… ¡YO TUVE LA CULPA!
—¿Qué? De que diablos hablas…el te engañó, no tu…
—Tenía varios días que no teníamos sexo, es lógico estaba estresado y necesitaba…desahogarse o y yo no estaba para el…me fui contigo el fin de semana…
—¡Vamos JongIn! Debe ser una jodida broma, tu también estuviste en abstinencia, viste a Kristal que gustosa hubiera…bueno ya sabes a lo que me refiero y no lo engañaste…además ni lo hubieras podido ver si te hubieras quedado el fin de semana en casa …no seas tonto
—¡NO LO SOY! Tu no entiendes que yo lo amo— Se levantó furioso, se sonaba la nariz con tanta rabia.
—Ok, ok como tu digas …¿terminaron?
—El termino conmigo, pero yo no acepté. — Lo vi dirigirse a la ventana, mirando el cielo que ya oscurecía como el.
— ¿Por qué? Volteó y me miró con pesar, levanté las manos como si quisiera culparme— No te juzgo, solo quiero saber la razón.
—Porque voy a luchar por el, no voy a dejar que me lo robe el …el… ChanYeol.
—¿No te importa que te haya engañado? ¿No te duele?
MinHo por solo unos besos se había transformado en el hombre verde, no entendía como JongIn podía soportar tanto.
—Me duele mas perderlo, el me ama a mi y eso me basta. Prometió no estudiar mas con el, ni frecuentarlo, pero que aún así no tiene tiempo de tener una relación, así que me pidió espacio, no andaría con nadie y yo tampoco.
—¿Y eso es todo?... ¿aceptaste? Pese a que va a la misma clase que Chan…
—Confío en el…no me juzgues Tae, siempre piensas que soy estúpido, pero… ¿que no es lo que te pasa cuando te enamoras?…te vuelves estúpido.
Me paré y caminé hacía el, era cierto, en ese momento me di cuenta que yo también haría muchas cosa estúpidas por MinHo.
Quise pedirle consejos sobre sexo , pero no era el mejor momento.
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El sábado llegó, el día cordado para “nuestra primera vez” , había dicho en mi casa que pasaría la tarde con JongIn y que me quedaría a dormir, que estaríamos estudiando y por supuesto mi amigo me cubrió yendo por mi a mi casa, me estaba volviendo mas experto en las mentiras.
Caía la tarde y MinHo fue por mi a casa de JongIn, su papá de mi amigo no estaba y su mamá para acompañar a su hijo se la pasaría viendo doramas , así que solo tuvimos que decirle que yo iría a hacer tarea a Gyeongju porque me asignaron a un equipo diferente , pero que regresaría a dormir con mi amigo para hacerle compañía, cosa que la señora agradeció. Todo arreglado.
El camino a Gyeongju fue silencioso.
—Se que estas asustado, pero todo saldrá bien.
—Y si otra vez me duele y no quiero, ¿no te enojaras?
—No lo me molestaré… incluso si quieres…
—¿Qué?
—Dejaré que tú estés arriba.
—Arriba de ti pero… ¿tu adentro de mi?— No cometería el mismo error que cuando hablé con JongIn que me interpretó de manera incorrecta.
Sonrío. — Tú arriba de mí Y adentro de mí. —Enfatizo el “Y”
— ¿De verdad?- Sentí una sonrisa sincera, aunque se me hacía un poco difícil de creer.
—Si, si eso te hace feliz. — Su mirada me decía que era sincero.
Llegamos al Love Hotel, entramos al recibidor MinHo fue directamente a un tablero con botones y fotografías, pero se dirigió hacía mi.
—¿Quieres elegir la habitación?
—No…hazlo tu— Me sentí un poco tímido en el lugar.
Inmediatamente eligió una oprimiendo el botón correspondiente, pagó con una tarjeta y se abrió el ascensor
—Tuvimos suerte, estaba libre la que quería que usaremos.
No articulaba palabras. Solo asentí. Estaba seguro de mi decisión, pero no por ello sentía un tanto de pudor. El ya me había visto desnudo, pero no estaba seguro si le había agradado mi cuerpo o no, era demasiado delgado, tal vez en algún momento debí aceptar hacer ejercicio para ser atractivo para MinHo, no tenía experiencia, aunque entendí que el tampoco, bueno no quise que aclarara el punto, tal vez era mejor no saber.
El ascensor se abrió y caminamos por un pasillo, vi una luz roja esta encendida sobre una puerta y MinHo me puso la mano en la cintura para dirigirme a esta.
Cuando abrió la puerta , realmente me sorprendió gratamente.
La habitación era amplia con paredes de color negro de algún tipo de material lustroso, contrastaba con el techo blanco en el centro un gran circulo blanco en relieve y cuyo centro abovedado en negro tenía luces que titilaban semejaban ver pequeñas estrellas titilantes, dándole un especie de imagen semejante a un pequeño planetario, bajo este, una cama circular , elevada del suelo blanco , en una base negra con cabecera metálica, cubierta con sabanas blancas y almohadas mullidas a simple vista, en un lado un teléfono en un pequeño velador de cuero negro.
—Mira, tiene kareoke.
Estaba tan entretenido observando que no me di cuenta en que momento MinHo seleccionaba canciones.
—MinHo debiste gastar mucho. Tal vez pueda yo darte una parte.
—Deja que yo me ocupe de esto…no te preocupes— Un beso corto en los labios restándole importancia al asunto.
—Ven vamos a cantar.-Me tomó de la mano.
La canción de Gentleman de Psy comenzó a sonar y el empezó a bailar imitando de manera muy graciosa los pasos, la letra era inteligible porque no se la sabía, causándome risa, mientras seguía bailando a mi alrededor. Quise seguir sus pasos, pero el no alcanzaba a coordinar, todo el momento fue muy gracioso.
—Bueno yo ya hice el ridículo, te toca a ti.—Dijo dándome el micrófono.
—¡Oye yo no haré el ridículo!, pero bueno elegiré... —Miré divertido a MinHo.
—¿Que harás?
Comenzó a sonar Likey de Twice, me encantaba bailar y estaba consiente que eso era “So, so gay” pero quería seguir bromeando. Era complicado, pero realmente me encantaba bailar y el baile de chicas no me iba tan mal. MinHo se sentó en pequeño sillón de cuero mientras me observaba divertido. Termine un poco sudado, por el es esfuerzo, pero la mirada de MinHo era entre divertida e hipnotizado.
—¿Todo bien MinHo?
—Si, sabes en bueno saber que solo bailabas para mí. — Acercó su rostro al mío robándome un beso corto.
—Sabes…yo sudé quisiera ducharme.
—Claro. Primero lo haré yo y después tú.
MinHo salió con una toalla blanca enrollada en su cintura, su abdomen marcado, sus brazos trabajados, su espalda ancha, el pecho húmedo con sus fuertes pectorales, su porte varonil, su cabello oscuro goteado agua, era totalmente perfecto. Comparado con mi delgado cuerpo, no se que veía en mi.
Entre al baño, lavé con esmero mi cuerpo por segunda vez ese día. Sentía que temblaba. Me vi en el espejo, acomodando mi flequillo y solté mi cabello acomodándolo. Use la bata de baño y salí. La luz de las lámparas de cristal había bajado en intensidad, dejando la luminosidad cálida. Justo la necesaria.
MinHo me esperaba sobre la cama. Tomó el control y activo una canción, espero un momento a que se escuchara la música para después caminar hacía mí, empezó a cantar cerca de mi oído lentamente.
Neoye geu jageun eokkaega neoye geu jageun du soni
Tus pequeños hombros, tus pequeñas manos
Sentí como su aliento chocaba en mi piel, generando una sensación de excitación y me relajaba.
Calló y se escuchó solo la melodiosa música. Pasó una mano por mi rostro y nuevamente me cantó al oído.
Sugohaesseoyo jeongmal gosaenghaesseoyo
Has hecho un buen trabajo, te has esforzado mucho
Negedo nae eokkaega mungtukhan naye du soni
Espero que también para ti, mis hombros y mis gruesas manos
Pasó sus manos por mi cintura.
Jichin neoye haru kkeut
Al final de tu día agotador
Pogeunhan wiroga doegireul
Se conviertan en un cómodo alivio
Jayeonseure neowa sumeul matchugopa
Quiero respirar libre junto a ti
Binteumeopshi neol gamssa anneun yokjo sok mulcheoreom
Como el agua de una bañera que te envuelve sin dejar espacio
Ttatteuthage tto hanado binteumeopge
Quiero abrazarte cálidamente sin dejar espacio
Comenzó a besar mi cuello, aflojó un poco el cinturón de la bata provocando que resbalara un poco por mi hombro dejándolo al descubierto, lo besó con lentitud, bajando sus besos a las clavículas, al pecho, atrapando un pezón, sentí su lengua rodeándolo y succionándolo. No pude evitar gemir. Caminó dirigiéndome a la cama, yo iba de espaldas, me guiaba con las manos en la cintura sin dejar de besar mi piel.
“Su bata cayó dejando a la vita sus blancos hombros, que me invitaba a probar, su dulce aroma inundo mis fosas nasales, la suavidad de sus hombros me invitaron a recorrerlos, mi lengua gustosa exploraba hasta quedarse enredada en su rosado pezón, oírlo gemir, solo por mi me excitó”
Me depositó en la mullida cama y me observó, sus ojos brillaban, me sonrío cálidamente, resbalo su mano por mi pechó y bajó para abrir en su totalidad la bata, pasando sutilmente su mano por mi pierna. Se agachó para seguir besando mi cuerpo, bajo hasta el ombligo y se entretuvo un poco, fue dejando besos hasta llegar a mi hombría, que no dudo en absorber con sus labios, era tan placentera la sensación. La humedad y el calor comenzaron a envolverme, no podía evitar gemir de placer. Estaba tan enajenado hasta que sentí hundir sus dedos en mi, un liquido viscoso resbalo por mi interior, pero esta vez a diferencia de la vez pasada, no fue doloroso, sino placentero, estaba tan inmerso en las sensaciones que mi mente solo se concentraba en disfrutar.
“Tumbado en la cama, con más piel expuesta dispuesto a ser mío, abrí su bata y la perfección de su cuerpo me motivo a no dejar partes de su cuerpo sin explorar. Veía como alzó su barbilla cuando introduje su pene en mi boca, lo vi voltear el rostro al mismo tiempo que sus mejillas se colorearon. Ese momento era mío y de nadie más. Introduje mis dedos para prepararlo, sentía como podía provocar excitación en el y me sentí poderoso a su lado”
—¿Estas listo?— Me dijo y solo asentí con los ojos cerrados, escuché el sonido de un envoltorio romperse. Esperé paciente, realmente lo deseaba ya, sentir su cuerpo sobre el mío, sentirlo dentro. Sentí como la posesión fue lenta, dejando espacio al romance y al deseo, besaba mi boca con lentitud mientras una de mis piernas fue elevada.
“Quería amarlo, iba a ser poseído por mí, por primera vez y no dejaría que olvidara mi cuerpo, que lo necesitara, que yo fuera su oxigeno y su universo, solo mío y de nadie mas, como el lo era ya para mi. Escuchaba su respiración agitada, sus labios rojos e hinchados, su desnudez expuesta solo y únicamente para mis ojos, nunca antes revelada y lo hice mío después de preguntarle si estaba listo, lo penetre con cuidado, esperando a que se acostumbrara, no lo lastimaría esta vez”
No necesitaba información, mi cuerpo sabía lo que yo quería, lo quería a el, mas profundamente, mas fuerte, su rostro tan masculino, su mirada sobre la mía, sus fuertes brazos donde se recargaba marcaban sus músculos, su pecho perlado en sudor, todo en el era sexi. Tomó mi miembro y empezó a estimularlo. Yo mordía mis labios tratando de no hacer tanto ruido, pero me era imposible, el ritmo que se iba acelerando, el ruido generado al chocar nuestros cuerpos se intensificaba, abría mi boca jalando el aire que me hacía falta, el calor inundaba mi cuerpo, sentía que en cualquier momento podía colapsar. En mis labios solo podía repetir su Nombre: MinHo.
“Veía su cuerpo contorsionarse, morderse los labios seductoramente mientras lo penetraba con rapidez, el sonido de sus gemidos se incremento en volumen y frecuencia, sabía que no aguantaría, quería embriagarlo de placer, quería tatuar mi cuerpo en el suyo , su cabello revuelto, hebras tapando un poco sus ojos entrecerrados, cuando masajeé su pene, su espalda se arqueó, tan sensual, tan hermoso, tan jodidamente perfecto, era un caso extraordinario que el hubiera depositado sus ojos en mi, lo deseaba tanto. Cuando empezó a gritar mi nombre entre sus gemidos, sentí que mi excitación no podría ser mayor pero lo fue”
—¿Eres mío?
—Lo soy
—Dilo
—Soy tuyo MinHo, solo tuyo.
Y Exploté.
“Y Explotó y yo junto con el, un poco después de cuando dijo que era solo mío”
Sentía como mi cuerpo se contorsionaba sin voluntad propia, creí ver luces de colores, mi cuerpo se sacudía, jamás imagine que tener sexo fuera tan placentero, bueno obvio si yo me había estimulado, el ya me había estimulado, pero nunca pensé que sentiría tanto placer por partida doble, sobre todo por la experiencias anterior con el , tan dolorosa, pero esta vez definitivamente estaba totalmente convencido que sería el de abajo. Había sido como un viaje cósmico…aunque nunca había tenido uno, pero en definitivamente había visto y sentido fuegos artificiales.
No sentí en que momento MinHo había caído sobre mi, tenia la cabeza hundida sobre mi cuello, mientras sentía su cuerpo temblar. Había perdido la noción del tiempo. Levantó el rostro y pude verlo, con una sonrisa inmensa. Sus ojos vidriosos me miraron con ternura.
— ¿Estas bien ? ¿Te gustó?
—Estuvo…increíble. —Acaricié su rostro.
Una enorme sonrisa triunfal.
Tocaron la puerta. Mi corazón dio un vuelco. Sería que supieron que era menor de edad…bueno MinHo también lo era…o se habrá dado cuenta que no estaba con JongIn y me habían venido a buscar.
— ¿Será mi papá?- Dije aterrado en un susurro.
—No creo — Dijo en voz baja.
Nuevamente se escuchó el toquido en la puerta.
— ¿Está todo bien? —Una voz que yo no conocía habló con voz grave.
MinHo quiso levantarse pero no lo deje, me abracé a el con todas las fuerzas que mis temblorosas piernas aun tenían, escondiendo mi desnudez y mis miedos.
—Si, todo bien— Contestó MinHo mirándome con extrañeza.
Se escucharon murmullos fuera de la habitación, como de alguien discutiendo. No sabía lo que sucedía pero me empezaba a preocupar. Miré con terror a MinHo.
—Lo siento, de verdad disculpe, esto es un caso fuera de lo común, pero la otra persona que está con usted podría contestar, debo asegurarme que todo esta bien.
Me negué a hablar, le hacía de señas a MinHo.
—Está todo bien, no se preocupe.
—Disculpa que insista, pero…la señora de la limpieza que estaba en la habitación contigua asegura que escuchó a alguien gritar …como si…como si hubieran apuñalado a una mujer…de verdad lo siento pero ella insiste y no quiero problemas o escándalos en el hotel, no me gustaría tener que entrar y…
—¡NO!…digo…si estoy bien— El pánico se apoderó de mi, sería muy vergonzoso que me vieran ahí desnudo y con el trasero al aire. Sentía que mi cara ardía.
MinHo trataba de retener la risa con la mano, pero veía como se sacudía al reírse.
—No es graciosos.
—Estamos bien, gracias por preocuparse— Gritó y con las ceja me señaló la puerta.
—Si todo bien, no se preocupe. —Repetí.
—Esta bien, disculpen las molestias pero tenía que asegurarme. Como cortesía por interrumpir, les mandaré unas bebidas energetizantes para que…bueno como compensación por interrumpirlos. Nos retiramos para que puedan disfrutar…su estancia.
Se escucharon pasos alejándose y entonces MinHo no pudo evitar una carcajada explosiva que salpico de saliva mi rostro, se retorcía agarrándose el estomago, mientras rodaba por la cama.
-Tal vez no te diste cuenta pero...eres muy ruidoso.
—MinHo no es gracioso…
—Si lo es.
Bueno si lo era, pero estaba muy avergonzado. Me voltee y me tapé con la sabana. Después de dejar de reírse, pero mucho después MinHo trato de abrazarme, pero me removí para no permitirlo.
— Bebe, no te enojes.
Me volví a remover.
—Lo siento, no me volveré a reír de ti. — Me jalo obligándome a quedar frente a el y me abrazó batallando un poco conmigo, pero terminé dejándome envolver entre sus brazos, eso nos llevó a mas besos, para luego seguir acariciándonos, se coló entre mis piernas, bajo sus manos por mis muslos, los rodeo llegando a mas allá. Nuestros cuerpos pedían más.
— ¿Quieres ir arriba?
Sonreí. — Solo si tu estas dentro de mi, me gustó que tu…me hicieras tuyo.
Éramos jóvenes, con ganas de seguir amándonos.