Se acabó.
— Got-7 es el mejor grupo de kpop
—Es un grupo para niñas, es tonto.
—Mas tonto es escuchar música en ingles de Linkin Park que no le entiendes, es mas siempre repruebas ingles.
—Disculpa esa música es de otro nivel. — Dijo JongIn haciendo un ademan de suficiencia.
—Pues como tu novio es de un mas bajo nivel, no tiene caso que sigas hablando conmigo y tampoco tiene caso que te de este boleto porque es para niñas, que conseguí con mucho esfuerzo para los tres, así que se lo daré a algún amigo que parezca niña para que me acompañe.
— ¿Qué? — Pese al color trigueño de mi amigo, su rostro se mostró pálido. Era risorio su expresión con los ojos muy abiertos o tal vez estaba tratando de imitar a Soo.
—Adiós y no te molestes en alcanzarme o irme a buscar. — Soo comenzó a caminar más de prisa.
—Dodo no bromees, cariño, bonito, pequeño…
MinHo y yo comíamos nuestros helados mientras los veíamos discutir, nos reíamos por lo cómico del momento…al menos para nosotros.
—¡Deja de decir todo eso no voy a cambiar de parece y no te me acerques que se explotare! — Su piel blanca amenazaba con que su expresión fuera literal.
Diciendo esto amenazo con una espada invisible colocada en el dedo a JongIn para que no se acercara, su mirada llena de furia parecía lunática, su cejas levantadas le daban a entender a cualquiera su molestia, se dio la media vuelta y sentenció. Y es que SatanSoo daba miedo enojado y mucho.
—¡No te atrevas a seguirme!
—No, esto no puede estarme pasando a mí. —JongIn se mesó los cabellos agachándose como si esperara que esa postura le llevara mas sangre al cerebro, aunque últimamente su cerebro estaba tan ocupado con pensar en Soo que era imposible ver las cosas con claridad.
—Te lo mereces por burlón Jonginnie, ya sabes que ama a ese grupo, lo provocaste…
—Solo bromeaba— Dijo poniendo en blanco los ojos.
—Pues tendrás que ver la manera de arreglar las cosas…ahora que ya iba todo bien. —Sentí un poco de pena por mi amigo.
—Taemin ayúdame. —Se tiró sobre mí como si se desmayara simulando una herida en el corazón. —Que tal si va con el orejón…no quiero que me lo vuelva a robar. — Dijo haciendo un tierno puchero, con la boca en una U invertida y poniendo ojitos de Cachorrito.
—Espera que se le pase hoy y en definitiva tendrás que ir al concierto.
—Lo se, pero tu me acompañaras ehhh, no podre soportar la tortura sin ayuda tuya. Invocó al juramento de Bozz…
—Ya lo usaste este año…
—Por favor, por favor, por favor, por favor… —Hacía uso de aegyo que mas que dar ternura daba risa, mientras rompía el abrazo, sosteniéndose aun de mi cintura con una mano.
—No lo haré prefiero ver un dorama con tu mamá, además tu siempre dices que es ¡So, so gay!
MinHo se había quedado al margen de la conversación.
—TaeMin , ya tengo que llevarte a tu casa.
—S-Si claro— Me dirigí a MinHo que empezaba a caminar, mientras yo me soltaba del agarre de JongIn
—Por favor Taemin piénsalo— A lo lejos se escuchó el grito de mi amigo.
—¿Iras?
—No, que horror, sería muy aburrido.
Era viernes y MinHo no podría quedarse mucho tiempo conmigo por lo de sus tutorías, pero se había quedado un momento conmigo, Soo y JongIn mientras comíamos helados, dijo que me llevaría a casa temprano, si embargo durante el trayecto se mostró callado, no nos quedamos en el prado como regularmente solía hacer para darme unos besos. Me dejó frente a mi casa, cosa que no me agradaba, pero por su seriedad supuse que era mejor no decir nada, ni siquiera se despidió y se fue, al menos tendría la tarde libre, aprovecharía para descansar y leer algún libro, necesitaba consentirme. Tal vez algún tratamiento de belleza.
Estaba en mi cama, revisando mi facebook, realmente ya casi no publicaba, ni revisaba mi cuenta pues mi tiempo era absorbido por la escuela y mayormente por MinHo. Comencé a revisar mis notificaciones y mensajes cuando me apareció uno de KyuHyun, había olvidado bloquearlo de esa cuenta, pues en mi teléfono ya lo había hecho.
—Hola Tae!!!
Me mordí los labios dudando de contestar. Mejor lo evitaría, eliminé la conversación.
—¿Oye podría contarte algo de lo que me enteré?, ese día en la escuela quise decirte pero no me atreví.
—No quiero saber nada que tú puedas decir.
Vi que escribía algo, observe casi por un minuto pero era evidente que dudaba o era un mensaje muy largo, cuando de repente entró un caballo a tropel, o mejor dicho, JongIn entró corriendo a mi habitación. Cerré el portátil.
— ¡Tae, irás conmigo al concierto!
—Ni en tus sueños— se aventó a mi cama, lamiendo mi cara.
— ¡Asco!
—Sabes dulce.
—Es una mascarilla con miel tiene emolientes…
Mi amigo se empezó a reír.
— No se que es mas gay si Got-7 o tu….
—Púdrete, menos iré contigo.
Me levanté para ir al baño de mi habitación y mi amigo comenzó a caminar de rodillas mientras se abrazaba a una de mis piernas haciendo que tratara de arrastrarlo…sin éxito alguno.
—Me va a salir un gas por el esfuerzo e irá a dar a tu cara.
—¡Asco!—Me soltó inmediatamente, sentándose en el piso, con las piernas cruzadas, como si fuera un niño.—Pues mi mamá ya convenció a la tuya y te dieron permiso, mi papá nos llevará y nos irá a traer…Tae tu viste lo que viví estas semanas…no puedes dejarme solo, no quiero volverme a distanciar de Dodo. —Su semblante era una mezcla entre tristeza y temor y sentí compasión por el. Era mi mejor amigo desde niños.
—Está bien…te acompañaré, pero antes…ven y dame un beso. —me agaché a abrazarlo , pero el se levantó de prisa así que me subí como un Koala de frente y tratando de embarrarle la mascarilla en su cara y el se resistía, aunque finalmente terminó todo pegajoso.
Llegamos al Jeongdong Theater donde se presentaría el grupo, a través del enorme edificio de cristales se veía el pulular de los jóvenes, en lo alto, se veía el cartel que anunciaba al grupo, los chicos iban vestidos con sus pantalones negros super entallados, con camisas oscuras, tenían rostros lindos y posaban de manera coqueta.
Para el evento JongIn me hizo poner pantalones super entallados que dejaba ver mis tobillos como si me quedaran muy cortos, con zapatos de vestir negro, una camisa gris muy básica, pero que hizo me desabotonara como si sintiera calor, pero el aire nocturno de octubre ya comenzaba a sentirse mas fresco, así que pesé a eso, me puse un saco negro casual que solía usar en las fiestas familiares , la ridícula cadena como de rapero que me dio me generaba comezón en el pecho, su mamá sentí se había entusiasmado con mi cabello dejándomelo totalmente lacio y peinado de lado, también me dejó una ligera quemada en la sien por el calor de la plancha pero lo peor de todo era el delineador negro que me hizo poner, diciendo que era como se debía ir a esos eventos, nos maquilló a ambos con sombras oscura en los ojos, me sentía como listo para interpretar una película de vampiros, aunque su mamá insistía en decir que nos mirábamos guapos. Mi amigo iba igual, pero por supuesto el se veía mas varonil, tenía la camisa abrierta hasta el ombligo enseñando sus bien trabajadas abdominales y llevaba lentes de pilotos, lucía como todo un playboy, capaz de conquistar a cualquier chico… pero el seguía enamorado de Soo. Y ahí estábamos buscándolo y yo haciendo el ridículo.
—¡Ssiba JongIn! En este mar de gente nunca encontraremos a Dodo.
—Ya le llamé y no contesta, le mandé un mensaje diciéndole que ya estamos aquí.
¡Mensajes! No entendí como se me había pasado avisarle a MinHo, aunque claro, no era obligatorio avisarle con tanta anticipación, además había revisado el KakaoTalk cuando estaba en mi casa poniéndome la mascarilla y no se mantenía activo desde que me fue a ver a la escuela y seguro estaba estudiando por eso no había querido interrumpir. Pero era mi novio, por lo menos debería decirle que estaba en Gyeongju. Me debatí pensando, decidiendo en mandarle un mensaje, solo para que el no se sintiera excluido de mi vida.
Tae111- 10:07 P.M
Hola!!! Bebé estoy en Gyeongju
JongIn me arrastró casi a la fuerza convenciendo
a mi mamá, odio al grupo pero…
besos, estudia duro…
Guardé el celular en el bolso de mi ajustado pantalón, minutos después lo sentí vibrar.
MinhoFrog-10:11 PM
Voy por ti en media hora, espérame en la calle lateral
MinhoFrog-10:11 PM
junto a la parada del autobús
¡Que!, no había pensado que dijera eso, no podía dejar a mi amigo, no me gustaba el grupo, pero no iba a regresar porque… porque no sabía la razón, pero eso era muy extraño. Lo mejor era esperar a que llegara y explicarle las cosas.
JongIn me miraba frustrado, tenía el celular en la mano y con la miraba buscaba por el mar de personas formada y revendedores. Ya llevábamos un rato caminando de un extremo a otro de la gran entrada, empujando y siendo empujados.
—Tae compraremos entradas…
—Pero si está aquí Soo no tiene caso. —En especial si llegaba MinHo, tal vez entraría, aunque yo no tenía dinero para comprar un entrada… ¡Ssiba no sabía que hacer!
— ¡Ya contestó! —Dice que está dentro, que saldrá por mí. —La felicidad en su rostro me hizo sentirme feliz por mi amigo y triste por mi, tal vez la gente, las luces, el bullicio me hacía querer entrar, pero no estaba seguro si debía.
MinHo aún no llegaba.
—Esta bien…
Rato después salió Soo, bastante sudado y despeinado. Tenía la boca un poco roja e hinchada.
JongIn corrió a abrazarlo, pero el lo detuvo, estirando los brazos y poniendo las palmas de las manos sobre su pecho, viendo para todos lados, el era muy reservado con las demostraciones en público.
—Lo siento hay mucha gente, tengo tu entrada Nini pero — Volteó a verme. —La tuya la regalé, como dijeron que no vendrían— Supuse que era lógico, después de todo solo guardó la de su novio con la esperanza de que este viniera.
—No hay problema, yo no quería venir, solo lo hice por acompañar a JongIn. —Mentí después de todo.
—Tae no puedo dejarte solo, podríamos comprar una entrada…—Me veía mi amigo preocupado, porque sabría que debía regresarme a casa y quedarme a dormir con el.
—MinHo vendrá por mi, no te preocupes.
— ¿Cómo sabes?
—Ya le mando mensajes y vendrá. —Me di la vuelta y simulé que escribía. Ya había pasado media hora así que no tardaría en llegar.
—Ya está viene por mi. Anda entren, no tardara mucho— Hice ademán con la mano de alejarlos.
— ¿Estas seguro?
—Si no fuera verdad, te obligaría a irte conmigo, porque no tendría como regresarme.
JongIn sonrío pícaro— Ahhh, ya entendí— Hizo chocar sus índices de manera tal que su mirada demostraba algo de morbo. —Tu y MinHo…ya sabes, tienen “cosas” que hacer.
—Si ya sabes tenemos que aprovechar—Seguí mintiendo , porque realmente no sabía que decir. —Me estará esperando a la vuelta en la parada, hay mucha luz y gente, no se preocupen.
Se despidieron y entraron al Jeongdong Theater o al menos veía que eso intentaba, JongIn daba codazos para abrirse paso y el gallardamente cubría a Soo con su cuerpo, que iba atrás de el, como si fuera su damisela. Ridículos.
Esperé quince minutos mas de lo que el había dicho llegaría y llegó caminando. Lo observé extrañado.
—Hay mucho tráfico, dejé a dos cuadras el auto, por aquí el tráfico es muy pesado.
—Si, no hay problemas. —Asentí y comencé a caminar a lado de el. Las farolas iluminaban las largas calles aun con gente, caminaban de prisa, el bullicio, algunas chicas corrían gritando, luciendo minifaldas o pantalones entallados, grupos de chicos con algarabía gritaban. Parejas que tal vez iban a bailar o al café, era una zona de movimiento, no solo por el concierto. Era viernes por la noche, para socializar, para salir y ahora que por fin podía hacerlo, ya que no era muy seguido por mi lejanía del pueblo, regresaba sin haber disfrutado mi salida.
—¿Porque te vestiste de esa manera?
—Porque me dijo JongIn, pero no tiene nada de especial …
— ¿Hasta el maquillaje?
—Fue su mamá.
—Parece que saliste a conquistar con la forma en que te arreglaste, afortunadamente no tienes senos, sino ya se te habría salido uno… .Me miró y volteó la cara viendo como si estuviera entretenido con alguna farola.
No entendía su actitud, cerré la camisa y me quite la cadena que me picaba. Pensé que aprovechando el lugar y la hora podríamos salir o besarnos un rato antes de regresar.
—¿Vamos a algún lado?
—No, te llevaré a tu casa.
El viaje de regreso fue silencioso e incomodo.
Estacionó enfrente de la casa de JongIn, me quedé un momento, esperando me dijera algo o me besara, pero no actúo, así que lo hice yo, ya no había gente en las calles, eran mas de las once y vivíamos un poco alejados del centro, así que me acerqué y lo bese. No correspondió al principio, pero después lo hizo, deslizó su lengua dentro de mi boca, el beso duró, pero no fue muy apasionado.
Me observó un momento, acarició mi rostro y pasó un dedo por mi parpado. —No me gusta que te arregles así, es como si quisieras llamar demasiado la atención.
—No es… —Puso su dedo índice sobre mis labios.
—Solo no lo hagas ¿ok?
Solo asentí. Bajé. Suspiré cuando se alejó. Tenía que aprender a defender mi punto de vista.
Entré a la casa con la llave secreta bajo el tapete de la entrada, caminé de puntillas para no despertar a mis padres, se suponía que me quedaría con JongIn, entre a mi habitación y me tiré a la cama, tenía flojera de quitarme todo el maquillaje o quitarme la ropa, pensando que hacer recordé los mensajes de KyuHyun dándome curiosidad revise mi portátil, vi mis mensajes recibidos y no encontré algún chat de el, ni siquiera el mensaje que me había mandado ni lo que yo había respondido, tal vez nunca mandó el mensaje y yo inconscientemente había borrado los mensajes interiores.
De repente escuché abrirse la puerta, di un brinco y un pequeño grito masculino.
—¡Taebaby! ¿Qué haces aquí? —Mi mamá venía armada con una escoba me hizo pensar si iba a limpiar o a volar, pero por la hora era mas seguro lo segundo.
—Aquí vivo— Dije haciendo un puchero.
—Pensé que te quedarías con Jonginnie…
—No, el se quedó en el concierto.
—¿Quién te trajo? ¿Por qué no te quedaste? ¿Pasó algo? ¿Te hicieron algo? ¿Te sentías mal?— Me comenzó a pasar las manos para ver si tenía temperatura o me faltaba algún órgano vital, solo le faltó revisar mi virginidad. Me pregunté si habría había sido entrenada en las fuerzas armadas de corea por la intensidad del interrogatorio.
Le expliqué lo sucedido, aunque no se quedó conforme.
—¿Y ese JinKi a cambio de que te trajo? ¿O porque te hizo el favor?
—Le prometí que le daría un riñón a cambio.
—¿Qué?
—Bromeo mamá, le voy a pagar con tareas, no es gran cosa.
Me tomó de la cara y me vio el maquillaje ¡Ssiba! No contaba con eso.
—No entiendo la idea de los jóvenes con eso de usar maquillaje, traes mas sombra que la que yo uso en las fiestas, eso no es correcto…. ¿dime estas involucrado en drogas? —Me reí de que siempre tuviera el mismo miedo, negándolo rotundamente y escuchando un largo discurso sobre la juventud actual y sus riesgos.
—…además si te maquillas van a taparse tus poros formándose puntos negros y luego se formaran barros…—En ese momento corrí al baño, porque los jóvenes de hoy debemos de obedecer a nuestros padres.
—————0—0—0—————
Estaba sentado frente a mi escritorio,sobre este había una pequeña caja celeste con un moño, MinHo vendría por mí al prado, era una cita ese domingo para celebrar un mes mas de novios, no estaba seguro que pretexto poner y no estaba seguro de querer poner alguno, aún estaba un poco molesto por lo que había pasado la semana pasada en el concierto, pero mas por lo sucedido hacía dos días.
—————Flash back————
— ¿Vendrá tu novio por ti para llevarte a Angang?, me iré con ustedes, Dodo tiene que hacer tarea en equipo— Por tercera ocasión en la semana, demasiado sospechoso pero no se lo dije, todos esos días MinHo nos llevaba a ambos, se quedaba un rato conmigo en el prado y se regresaba a estudiar, ya estaba próximo el examen y en su casa lo presionaban, pero no dejaba de verme aunque sea un momento, excepto ese día.
—No hoy no vendrá, tiene tutoría desde temprano, tomaremos el autobús o esperaremos a tu mamá.
Hizo mueca y se fue a sentar, venía la clase de ingles y era su terror. Durante la mitad de la clase estuvo mandando mensajes, a pesar de que lo puncé con el lápiz no hizo caso.
A la salida, enganchó su brazo al mío para llevarme casi corriendo. Lo vi agitar el brazo para llamar la atención de alguien, cuando ubique de quien se trataba, porque era mas que obvio que sobresalía entre los chicos uniformados y sobre todo por su estatura.
— ¡ Kris hyung aquí! —JongIn se miraba emocionado.
Se acercó a nosotros rápidamente dando zancadas con esas largas piernas…un momento ¿ porque pensé en largas piernas?, ¿sería largo de todo? Yo ya había hecho la prueba del tamaño del zapato y era mentira al menos en mi persona, pero no pude evitar ver sus pies cuando se acercó, lo cual logró que me sonrojara y evité mirarle la cara.
—Hyung que bueno que viniste, pensé que no lo harías.
—Me dijiste que estaban en apuros para llegar a casa , no podía negarme.
Miré a JongIn, era un exagerado, solo rodé los ojos.
—Eres imposible JongIn, tal vez el tenía deberes que hacer o clases que tomar…—Le di un manazo en el brazo, que sobó exageradamente.
—No, realmente estaba libre, incluso tengo tiempo para invitarles un helado.
—Hyung no es necesario…de verdad podemos irnos es autobús…
—Si es necesario hyung y si aceptamos el helado. —JongIn sonrió haciendo varias reverencias como agradecimiento.
Kris sonrió, tenía una mirada muy amable y calida. —Vamos por mi auto, es algo viejo, pero es muy útil y seguro.
Caminó en medio de ambos, JongIn le iba haciendo preguntas sobre lo que se sentía ser universitario, al llegar al auto de color negro y de un modelo algo antiguo , pero eso si, muy bien cuidado, JongIn hizo amago de subirse a lado del copiloto y Kris al abrirme la puerta de la parte trasera del carro, una mano agarró con fuerza mi brazo: MinHo.
Le lanzó una mirada cargada de furia a Kris y me jaló llevándome con el, si bien, nunca usó fuerza excesiva, ni siquiera me dejó despedirme ni agradecer la atención, el viaje de regreso fue una acalorada discusión, sobre como me sonrojé con el, que lo miraba como una chica siendo conquistada, que seguro yo le gustaba a el, que yo no lo valoraba, había pretextado tener tarea en equipo para llegar tarde a su casa, había querido darme una sorpresa y el sorprendido fue el, tuve que contar muchas veces la misma historia hasta que me creyera. Aunque no tuve como explicar el porque de mi sonrojo.
————Fin de flashback————
Ese comportamiento se había hecho repetitivo cada que se ponía celoso, debía explicar una y otra vez lo mismo, acusándome de mentir, siendo que no era así y mis únicas mentiras eran por poder verlo a el, pese a las restricciones en mi casa. Era cansado dar siempre explicaciones, lo hacía en casa cada vez que salía o llegaba tarde y ahora lo hacía con el, lo quería pero éramos demasiado jóvenes como para tener un noviazgo tan intenso. Comenzaba a dudar.
Era la tercera llamada perdida de MinHo seguía molesto, sino fuera porque el regalo lo había comprado con anticipación no se lo daría, había hecho tantas tareas para Jinki y SugMin y ahorrado la mayor parte de mi mesada para poder comprarlo. Le mandé un mensaje de kakaoTalk diciendo que lo vería en el prado. Tomé mi bolso y guarde el regalo, saliendo por mi ventana y bajando por el árbol, ya después trataría de explicar mi ausencia.
MinHo trató de ser amable todo el camino, me tomaba la mano, acariciaba mi pierna, me decía lo mucho que me quería y lo hermoso que era, halagaba mi cabello. Yo aún seguía molesto y el lo sabía.
—Bebe, te llevaré a tomar un helado a nuestro lugar de siempre, será algo sencillo, porque te llevaré a un Love Hotel, es mucho mas modesto que el que fuimos la primera vez, pero así podremos tener algo de intimidad ¿está bien?.
Solo elevé los hombros con indiferencia, tenía una semana que no lo hacíamos y me sentía como JinKi por dentro gritando ¡Sexo!, ahora entendía cuando Soo y JongIn parecían conejos, era algo importante dentro de una pareja, pero esta ves no tenía ganas de que MinHo lo notará, aunque realmente deseaba que me hiciera el amor, con tanta delicadez y pasión, el me conocía bien y yo me sentía cómodo con el, realmente me gustaba la idea de que el haya sido el primero.
Entramos a la heladería, el me había pasado su brazo por mis hombros llevándome a la mesa que solíamos usar, incluso algunos empleados ya nos reconocían, excepto una mesera de piel muy blanca y cabello oscuro que parecía no entender, pues siempre coqueteaba con MinHo ignorándome a mí y el solía tomar mi mano mientras ordenaba los helados. Lo mimo que hoy, al menos siempre me hacía sentir importante. Me dirigió una sonrisa aniñada, con ojitos brillosos, el flequillo le llegaba casi a los ojos, le hacía ver tierno e infantil.
—Te quiero, feliz aniversario. —Me extendió un dibujo que hizo de mi, me miraba un poco raro, pero estaba seguro que el lo había hecho. Un poema de amor estaba escrito en la esquina.
ESPERÁNDOLO.
Corto en dos
Una larga noche de noviembre, y
Pongo la mitad debajo de la colcha,
De perfume dulce como una brisa de
Primavera.
Y cuando el venga, la sacaré,
la desenrollaré centímetro a centímetro,
Para estirar la noche.
Hwang Chi-I
Adiós al enojo. Decidí sacar el regalo y ponerlo frente a la mesa. Esbocé una sonrisa, que el me correspondió.
Lo vio emocionado y rápidamente lo abrió. Eran unas películas de James Bond que sabía le gustaban, las suyas se las habría prestado a DongHae y según este, se habían extraviado, MinHo se había molestado, pero no le dijo nada. Reía y las miraba leyendo lo que ya sabía de memoria. El estaba tan entretenido cuando entraron dos chicos , uno tenía el cabello rojo y reía exageradamente como caballo de caricatura, el otro era alto y delgado, su caballo era castaño, sus ademanes eran delicados pero muy masculinos, su rostro era sumamente hermoso. Me sonrió y solo asentí con la cabeza, cuando pasó a lado de nuestra mesa se sorprendió al ver a MinHo, caminó mas lento, pasando su mirada de el hacía mi, lo cual me llamó la atención. Voltee a verlo cuando pasó y el hizo lo mismo, tenía un buen trasero que sabía tenía, pues caminaba como si lo mostrara con orgullo. Se dirigió al mostrador.
MinHo hablaba sobre las películas pero no le presté atención. Me tomó la mano agradeciendo, ladeaba su cabeza y hacía aegyo, generándome risa. Cuando miró atrás de mi, vió a los lados un poco pálido.
—Deberíamos ir a otro lugar, siempre venimos al mismo, ¿note parece?
—Me gusta aquí, sabes que me gusta ver el jardín lleno de azaleas.
Hizo amago de levantarse jalando mi mano.
—Ya pediste los helados, no me iré. —Me sentí molesto por la premura y era obvio que su comportamiento era sospechoso.
—Los pagaré… —Cuando intempestivamente el chico bonito se sentó a nuestro lado.
—Hola MinHo, tiempo sin verte… ¿no me presentas?
MinHo lo miró y luego me vio a mí.
—Estamos ocupados, vete.
—Mmm una caja de regalo, no es tu cumpleaños —Se llevó la mano al mentón en una pose como si estuviera pensando, su delicado dedo con manicura golpeaba sus perfectos labios que no eran tan abultados como los míos, era sensual cuando lo mordía. —Eso significa que algo mas celebran ¿son novios?
—Si, es mi novio podrías dejarnos solos, estamos celebrando — Lo dijo con frialdad que nunca le había visto antes.
—Está bien, ¿como te llamas? —Se dirigió a mí.
—TaeMin.
—¡Que coincidencia! Casi como yo, soy TaeHyung, aunque el me decía Tae…—Volteo a ver a MinHo que lo miraba furico —¿No te confundes cuando estas el cama con el pensado en el otro Tae?—Se señalo a si mismo —Que soy yo, porque eso sería incomodo.
En ese momento sentí como si una mano me atravesará el pecho y tomara mi corazón para apretarlo.
—¿En la cama?
—Es bueno en el sexo ¿no? podríamos compartir experiencias cuando quieras, pero ahora tengo prisa, nos vemos. —Se levanto moviendo su enorme trasero mientras se alejaba. Voltee a ver a MinHo que del enojo ahora miraba su cara asusta.
—Tae yo…yo …no es lo que crees.
Sentí que el cuerpo me hormigueaba, no estaba negando nada de lo que había dicho el niño bonito, me levanté molesto para salir del lugar, ya nada me importaba en ese momento.
Quería correr pero sentía que no tendría las fuerzas , las piernas me pesaban. MinHo tardó un momento en salir, pero me dio rápido alcance.
—Tae deja que te explique. —Me voltee furioso pensando las palabras del chico, si el estaría pensando en el cuando decía mi nombre al hacerme el amor.
—Dijiste que tu nunca…¿Te acostaste con el?
—Tae…TaeMin las cosas no son como te imaginas.
—Contéstame ¿te acostaste con el?
—Vamos a mi casa y hablamos.
En ese momento el coraje creció dentro de mi, como nunca antes, sentía que tenia el valor de enfrentarlo como no lo había hecho antes cuando el estaba celoso y tenía miedo que me dejara, esta vez no me importaban las consecuencias. Me sentía lleno de rabia, al pensar todas las escenas de celos que me había hecho, las prohibiciones, las explicaciones dadas, pensado que yo mentía cuando el único mentiroso era el.
—Solo di si o no.
Silencio.
—¡SI O NO!— Golpee su pecho con mi dedo.
—S-si…pero fue hace tiempo y yo…
Grité con toda la furia que me llenaba ese momento.
—Vete al diablo MinHo— No me importó si las personas que pasaban en la calle volteaban a verme. —Lo que había entre nosotros se acabó.
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