CELOS / 2MIN. Algo crece dentro de mí. por Linlim

 
 
—Ok ¿Un beso de despedida?
 
Me acerqué a el y me dio un beso suave, oprimiendo mi labio inferior con sumo cuidado. Fue un beso tierno, me acarició la cara, posando su mano en mi mejilla.
 
—Te amo, no lo olvides.
 
Pero las luces de mi habitación se encendieron.
 
La reacción fue como en esas películas donde todo se vuelve más lento, como si los segundos se arrastraran temerosos de lo  que sucedería. Di un paso hacía atrás, alejándome de la cercanía de MinHo, retirando su mano de mi rostro, de un manotazo, intentando dar una explicación, pero el calor inundaba mi rostro  e inmovilizaba mi lengua. Los pensamientos secuestrados por el miedo no me permitían pensar. 
 
Veía  la figura parada en la puerta con el ceño fruncido y armada con una escoba. Manía sin sentido que buscaba proteger el hogar pero que sin duda ante un peligro real, sería de poca ayuda, a menos que pusiera a barrer a el ladrón.
 
—¿QUE SIGNIFICA ESTO LEE TAEMIN?
 
—Mamá yo…yo…yo no… —Mis manos me sudaban.
 
Caminó lentamente hacía mi, elevando la escoba dispuesta a atacar.
 
— ¿Este tipo se ha metido a tu habitación verdad?...entró a la fuerza… —Me miró esperando mi respuesta. 
 
Me coloqué frente a el, para evitar la descarga de la ira de mi madre. El permanecía inmóvil, esperando pacientemente en lugar de aprovechar el desconcierto para huir.
 
—El…es un amigo que vino…viniste a pedirme un favor ¿verdad? …pero ya se va. —Voltee mi rostro para verlo a mi espalda. Solo me miró, bajó su mirada y asintió.
 
—¿Te vino a pedir un favor en la madrugada?...mira Lee TaeMin no quieras engañarme…
 
No se me ocurría ningún pretexto coherente, por mas que intentaba buscar en mi mente, era como si esta se hubiera fundido y ahí estaba mi mamá, esperando una respuesta que no llegaba, su mirada bailaba de mí a MinHo.
 
—Y tu  Jovencito extraño… ¿ESTAS INTENTANDO TRAERLE DROGA A MI BEBÉ? —Lo acusó con molestía, que se notó en su tono de voz
 
— ¡No! Claro que no…señora. —Agitó las manos negando lo mismo que con su cabeza.
 
—¿Qué sucede aquí? —Mi padre adormilado  estaba parado junto a la puerta. Tras el HaYii miraba toda curiosa. ¡Ssiba! Ahora era todo un espectáculo.
 
—Es lo que estoy esperando saber… ¡ANDA OJÓN DIME! —Mi madre arremetió hacía el con la escoba, plantándole un escobazo que cayó en el hombro porque  atinó a cubrirse la cabeza.
 
— ¡Habla! Intentó darle otro escobazo, pero metí la mano, experimentando el dolor que sintió MinHo, pero el rápidamente me la tomó para tal vez evitar el golpe o sobarme, pero no permití que el tacto se prolongará, soltándome de su agarre.
 
— ¡DI ALGO JOVENCITO! o te moleré a escobazos.
 
—Cálmate mujer—Mi padre caminó hasta mi madre con el rostro adormilado. El tenía el sueño muy pesado, pues el trabajo en  los huertos era muy cansado, así que era un milagro que hubiese despertado. Me observó esperando una explicación.
 
—No mamá, el no me vende droga…es un amigo….pero ya se va….¿verdad que ya te vas?
 
MinHo me observó y pude ver en profundidad lo que sentía. Su cuerpo denotaba derrota, sus ojos tristeza.  Asintió y al dar la media vuelta lo jalé del brazo. Cambié de parecer y me armé de valor.
 
— El es mi novio. —Dije con toda seguridad aunque por dentro mi corazón chocaba tal vez con mis costillas o tal vez no, pero eso era lo que sentía, latía con más rapidez.  MinHo volteó a verme y me sonrió con los ojos, lo tomé de la mano y entrelazamos los dedos, mientras mis madre me veía incrédula con la boca abierta.
 
— ¡ESTO ES UNA PÉSIMA BROMA!
 
—No es una broma mamá. Estoy diciendo la verdad. —Trate de decir con firmeza pero el miedo me empezaba a invadir, sentía que mis piernas me temblaban y mi corazón no se controlaba.
 
—Claro que no Taebaby— Dijo en tono bajo, como tratando de convencerme, se acercó jalándome del brazo que MinHo tenía tomando mi mano pero ninguno de los dos nos soltamos.
 
 —El te ha lavado el cerebro…pero no mi amor, tu no eres así. —Decía en tono suplicante.
 
Jaloneaba mi brazo para soltarme de el. Mi padre se pasó la mano por el rostro y HaYii sonreía y le decía hola a MinHo con la mano.
 
— ¡SUELTALO!
 
—Señora…en verdad yo quiero a su hijo…lo digo con honestidad…
 
—Tú eres un joven estúpido que quiere pervertir a mi hijo pero ¡NO TE LO VOY A PERMITIR! ...LARGATE.
 
Aventó la escoba al suelo, provocando un fuerte ruido que me sobresaltó. Le dio un primer empujón que no le hizo nada a MinHo. Mi padre tomó a mi madre de los hombros, halándola hacía atrás,  pero ella seguía empujando con la fuerza que su pequeño cuerpo le permitía. Empezó a jalonearlo y eso me movía a mí. Mi padre la intentaba sostener, en algún punto todo se volvió caótico, yo estaba en medio de ella y mi novio, no sabía que hacer.
 
—¡ERES UN CORRUPTOR DE MENORES…!  ¡ DE SEGURO LE LLENASTE LA CABEZA DE IDEAS PECAMINOSAS…! —Comenzó a golpearlo con las manos y a jalarle el cabello.
 
— ¡Señora  las cosas no son como usted cree! No hay nada malo en mi…auch…yo lo quiero con un amor limpio…ayyy…amar no es malo. —El seguía sin tratar de defenderse y  me empujaba para que la ira de mi madre no me tocara
 
—¡Mamá ya no lo jale por favor!
 
—¡Mujer que te vas a lastimar!
 
—¡SI TÚ NO DEFIENDES A MI BEBÉ LO HARÉ YO! —Ya lo jalaba de la camisa, que igual lo hacía del cabello, donde su mano caía era capaz de querer destruir, nunca había visto a mi madre de esa manera. Era un lío donde mi padre y yo tratábamos de separar sin éxito alguno.
 
—Señora…ay ….pero si yo no…—Una bofetada mal dada golpeo parte de la mejilla y la frente de MinHo. —Yo trataba de cubrirlo y el me ponía tras el.
 
—¡TE PROHÍBO QUE VENGAS A MI CASA!… ¡ TE PROHÍBO QUE LO BUSQUES!… ¡ TE PROHÍBO QUE LO VEAS !
 
Su cara roja furibunda  y ya despeinada la hacía ver como una mujer desquiciada. Si mi madre supiera lo que acabábamos de hacer se moría en ese momento. 
 
—No importa cuanto me golpee, si el me quiere…
 
—¡NO TE ATREVAS A DESAFIARME ! …DE SEGURO ERES UN VAGO PEREZOSO…A MI HIJO COMO ES INOCENTE PODRÁS CONVENCERLO…PERO YO LO PROTEGERÉ. —Mi madre se agachó a recoger la escoba pero justo cuando la elevó  y MinHo se cubría la cara, se escuchó un grito.
 
— ¡BASTA! 
 
Era mi padre con  su rostro rojo por la molestia. Mi madre y MinHo se quedaron congelados, en esa postura de ataque y protección.
 
—Es momento de calmarnos, esto no puede seguir así. — Mi padre era un hombre pacífico, que no solía enojarse y mucho menos gritar.  La camiseta que traía puesta se había descocido de una manga por los jaloneos en los que fue envuelto.
 
—¡Tu lárgate vago!... y a ti  te prohíbo lo veas, es una orden y deberás obedecerla.
 
Dijo mi madre dirigiendo su dedo índice señalando la instrucción primero a MinHo y luego a mi.
 
—No.
 
— ¿No que?
 
—No lo voy a dejar…es mi novio y no te voy a obedecer. —Busqué su mirada de MinHo para transmitirle seguridad, el asintió con la cabeza y pasó su mano por mi hombro acercándome a el. Para mi fue la señal para tener el valor de enfrentar a mis padres, si el lo había hecho, yo también podría.
 
—¡Tu!… ¡ Tu grandísimo truhan! …roba hijos y pervertido…es tu culpa— Quiso caminar pero mi, padre la detuvo del brazo con fuerza—…tu le has lavado el cerebro y lo has volteado contra mi.-Mi madre se pasó la cara por el rostro en sinónimo de desesperación e impotencia.
 
—No me ha lavado nada madre, yo lo quiero y ya no soy un niño. No lo voy a dejar. —Volví a decir con seguridad.
 
Mi madre empezó a sollozar , se soltó del agarre de mi padre y se echó a mis brazos, en ese momento sentí que flaquearía , pues nunca la había hecho llorar. Enterró su rostro en mi pecho y sentí mi pijama de ositos húmeda por sus lágrimas. Me empujó alejándome de MinHo.
 
—Será mejor que se vaya jovencito.
 
—Señor yo no… 
 
—Vete, si en verdad quieres a mi hijo, sabrás que no es el mejor momento, ni el lugar y mucho menos el horario para que estés aquí. Y tu TaeMin respeta tu hogar, son horas impropias de recibir visitas en tu habitación  por parte de tu…de este muchacho.
 
Mi padre habló y no supe interpretar su mirada, pero sentí que era  correcto obedecerlo.
 
—Vete MinHo…mañana nos veremos. 
 
— ¡TU NO LO VAS A VOLVER A VER! —Mi madre le gritó a MinHo sacando su rostro de mi pecho para verlo con dureza.
 
—¿Estarás bien si me voy?
 
Asentí mirándolo con tristeza, sentí como una lagrima escurrió por mi mejilla, no sabía si había logrado algo o perdido todo.
 
 
Intentó a cercarse a mí, pero no lo consideré prudente, así que moví la cara en negación.
 
Salió por la ventana diciéndome adiós y con una seña de que me llamaría, mi mamá lo notó.
 
—Dame tu teléfono TaeMin.
 
—¡No!... es mío.
 
—No,  es nuestro porque te lo compramos.
 
— ¡No! si me lo regalaron ahora es mío.
 
Alegamos unos minutos sobre lo mismo. Hasta que nuevamente mi padre habló.
 
—Dáselo TaeMin…mañana…mañana hablaremos, sabes que debo ir temprano a trabajar  y estoy cansado.
 
— ¡Pero esta noche dormiré contigo jovencito! No quisiera saber que el pervertido ese regresa a verte
 
—¡No!...ya estoy grande para dormir con mi madre.
 
—Pues no tienes opción.
 
Se acercó a la cama para sentarse. Sentí nuevamente el pánico que se había detenido hacía unos minutos para apoderarse nuevamente de mi. Si se acostaba descubriría lo que MinHo y yo acabábamos de hacer.
 
—No mamá, mejor descanse con padre y hablen de lo que harán…yo cuidaré de el —HaYii se acercó hablando en tono conciliador,  tomándola del brazo para evitar que se sentará.
 
— ¡Claro que no! No se si el delincuente…ese regrese y se lo quiera llevar.
 
—No se preocupe, yo cuidaré de mi hermano, soy  su hermana mayor  cuidar de el y es mi deber…confíe en mí, además padre ya está muy cansado.
 
La empujó con suavidad hacía mi padre que la esperaba bostezando recostado en la puerta.
 
—Es verdad, debemos hablar mujer. 
 
— ¡No permitas que entre el truhan ese!
 
—No mamá— HaYii le dio un beso a mi madre y también a mi padre. Esté me sonrió antes de salir y mi madre me lanzó una mirada de reproche y un sollozo entre real y fingido.
 
Cuando ambos salieron de la habitación me senté en la cama, pero la puerta se abrió nuevamente de manera abrupta. Había dado un pequeño salto en la cama y un pequeño grito masculino.
 
—No vayas a poner el seguro  a la puerta Lee TaeMin.
 
—Si mamá —Me oprimí el pecho con temor a que se me saliera el corazón.
 
La puerta s cerró y me tiré a la cama.
 
— ¿Oye no piensas cambiar las sabanas?
 
—¿Por qué las cambiaria? — Le pregunté con falsa seguridad, aunque era verdad, debía cambiarlas.
 
—Porque tu y tu novio…— HaYiii abrió la boca y sacó la lengua como si fuera un canino entrenado— Yo no dormiré ahí…¡asco!
 
Sonreí al ver su expresión, hundiendo mi cara en la almohada pero ella estaba reacia a sentarse en la cama.
 
— ¿Cómo sabes?
 
—Tae, tu habitación esta a lado de la mía , las paredes parecen de papel... te hubiera advertido antes, pero me puse los audífonos para no escucharte, hasta que escuché el grito de mamá …tuve que ir a despertar a padre para que la calmara y ya sabes que tiene el sueño pesado, fue un triunfo lograrlo…me debes una eh.
 
Levanté mi cara de la almohada, me miraba cariñosa. Me levanté y la abracé.
 
—Ni se te ocurra darme un beso en la cara porque no se donde estuvieron tus labios…
 
— ¡No hicimos eso!
 
— ¿Pero  han hecho “eso”? —me miró con curiosidad mezclada con malicia.
 
— ¡No!...
 
— ¿No han hecho que cosa? Porque de hacerlo…hacerlooo —Dijo diciendo esto último con picardía — Lo hiciste podía oír chocar la cabecera de tu cama con mi pared.
 
Mi cara se incendió. Pero traté de disimular mientras quitaba las sabanas y solo dejaba una frazada.
 
—Iré por una frazada a mi habitación y cuando regreses me contaras todo…ah pero antes cámbiate y “límpiatelo”.
 
Me guiñó el ojo y salió. Me cambié de ropa, me asee  lo mejor que pude, ya mañana vería la manera de  lavar las sabanas  sin que mi madre se diera cuenta, el que supiera de la existencia de mi novio no significaba que supiera que teníamos una vida sexualmente activa. Estaba seguro que no se dio cuenta de eso, sino el ruido que hizo MinHo cuando lo tiré de la cama, si hubiera escuchado el movimiento de la cama nos hubiera atrapado a mitad del acto.
 
—Esto nos tapará  bien. — HaYii traía una frazada de flores rosas y lilas.
 
Apagó las luces y solo quedó encendida la lámpara sobre el velador. Nos tapó a ambos.
 
—Ahora si cuéntame todo.
 
—Tengo miedo HaYii… padre no habló, no se que dirá…si me castigan o nunca mas me dejan salir… 
 
No pude evitar quebrarme, el mostrarme fuerte y aguantar  las ganas de llorar durante la discusión  afloraron. Mis lagrimas escurrían sin cesar.
 
—No pienses eso—Mi hermana acarició mi cabeza y  me abrazó como a un niño. Como cuando llovía y me iba a meter a su cama, pese a que no nos llevábamos mas que un año, ella actuaba como mayor.
 
— ¿Y si MinHo ya no quiere seguir conmigo? por esto…lo que paso.
 
—Por como te tomó la mano y estuvo a tu lado, pero sobre todo por aguantar los escobazos de mamá…yo creo que el esperará por ti…ya quisiera tener un novio que me quisiera y defendiera como el tuyo… pobre mamá lo golpeó bastante.
 
Reía al recordar la imagen de mi madre golpeándolo. Sentí pena y ternura por el.
 
—No cualquiera es capaz de soportar la furia de la señora Lee, hasta padre prefiere no discutir con ella. —Añadí sonriendo en medio de mis lagrimas.
 
—Hoy me sorprendió que la haya reprendido.
 
—Sabes no voy a dejarlo, aunque mamá me lo pida.
 
— ¿Te vas a revelar?
 
—Si…por primera vez.
 
—Tienes mi apoyo…ya mañana me cuentas los detalles de tu tórrido romance. Te quiero Tae.
 
—Yo a ti. 
 
Recordé a SiWon y su relación con MinHo. Sentir el apoyo de mi hermana me daba esperanza, sentir a alguien de mi lado me reconfortaba, pero sobre todo que me amaba de manera incondicional. Si MinHo seguía a mi lado pese a todo, podría enfrentar a mis padres. Aunque de ello no estaba seguro.