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CELOS / 2MIN. Algo crece dentro de mí. por Linlim

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Notas del capitulo:

Domingo, miércoles y sábado... Me apliqué a actualizar, mañana no creo hacerlo pero martes si.

Muy feliz.
Dong: Barrio.
Y aquí estamos en la terminal de autobuses Interurbanos de Gyeongju. 
 
—¿Estas seguro ?
 
—Si, mientras esté contigo no importa.
 
En los baños nos cambiamos los uniformes. El ya había comprado los boletos. Después de cinco horas de viaje llegamos a la ciudad de Seúl. Salimos a la calle y los modernos y lujosos  edificios  nos reciben. Está lleno de establecimientos  ostentosos brincan de cuando en cuando en mis ojos. Las  calles repletas de gente y bullicio, los hombres y mujeres caminan de prisa, con trajes y portafolios, probablemente es la hora de salida del trabajo. Se pueden ver alumnos en las calles con sus uniformes. Chicas y chicos en grupos,  probablemente vienen de alguna tutoría o de algún centro comercial. Se ven tan cómodos y me siento un poco intimidado. El trafico es abrumador y me genera un poco de ansiedad. No conozco el lugar y no se a donde nos dirigimos. MinHo no puede evitar sentirse un poco abrumado, lo veo en su mirada y la forma en que voltea viendo los nombres de las calles . 
 
No hemos hablado de lo que haremos, todo el viaje ha sido ponernos al día de lo que ha pasado en todo el tiempo que no nos hemos visto, estoy consciente que ha sido poco relevante hablar de mis tareas y mis visitas al mercado en Angang o de las flores que me hacía cuidar mi mamá en mi semana de claustro, pero el siempre suele escuchar hasta la mas mínima cosa y recordarla cuando platicamos de algo relacionado. He dormido otro tanto en su hombro. 
 
—¿MinHo a donde iremos?
 
Muerde su labio un poco nervioso. —Tomaremos el metro. —Me toma del brazo y caminamos unas calles más. Bajamos a la estación repleta de gente. Siento que el aire me falta, no se si es por la cantidad de personas entrando y saliendo o por el miedo. Mis padres ya hace rato  debieron darse cuenta que no estoy en la escuela. Al menos no tengo celular para que ellos puedan localizarme y estoy seguro que JongIn no me delatará.
 
El viaje es en silencio. Nos sentamos uno a lado del otro.  No conozco el lugar, se que MinHo había venido en algunas ocasiones con sus padres cuando pequeño, pero lo veo inseguro. Paramos en la estación de DonggJak.
 
—Es aquí. 
 
Caminamos un largo rato. Llegamos a una parte del lugar, es un poco más tranquilo. Los edificios son más sencillos, pero sigue siendo grandes, las calles destacan llenas de estudiantes algunos con uniforme, otros muchos se nota son universitarios, pues llevan libros y van en grupos.
 
Lo veo desorientado. 
 
—MinHo  ¿Dónde vamos?
 
—Es que… es unas calles mas.
 
—¿A dónde vamos?
 
—A Noryangjin.
 
Detengo una persona y me da indicaciones, vamos en sentido opuesto. Indican la parada del autobús.
 
—Tan simple como preguntar. —Me sonríe, ya no lo noto tan nervioso. Lo besaría sino estuviéramos en la calle.
 
La zona es bulliciosa y llena de edificios con departamentos, unos bonitos otros no tanto. Llegamos a un pequeño hotel. Es modesto pero se ve limpio. La recepcionista es agradable. Menuda y bonita.
 
—Pagaremos por cinco días.
 
—¿De paseo?
 
—Algo así.
 
—Sino conoces, puedo mostrarte el lugar. —Ya no es tan agradable,
 
—Me encantaría. —Voltea a verme y no estoy feliz. —Mi novio y yo no conocemos muy bien el lugar.
 
Se me va la sangre a los pies y a ella igual. Ella sonríe y me hace un movimiento de la cabeza. Le da unas llaves y nos indica el piso. Subimos por las escaleras.
 
—MinHo no debiste decir eso.
 
—¿Por que? Es la verdad.
 
—Pero que va a pensar de nosotros.
 
—¿Importa? No creo que se lo vaya a decir a tu mamá. 
 
Sonrío negando, pero no puedo dejar de sentir ese temor o  culpa  o arrepentimiento, pero se que siento algo que me hace pensar en lo que ellos estarán pasando. 
 
 Al buscar el número de habitación nos paramos frente a ella y abro. Siento como de manera abrupta me carga en brazos, estilo princesa.
 
—MinHo no soy una chica.
 
—Pero tomaremos esto como una luna de miel.
 
No puedo evitar reír y le doy un beso tronado.
 
Estando dentro me deposita con calma en la cama. Me mira y me pierdo en su mirada. Me besa, con suavidad y el tono del beso sube, lo mismo que su cuerpo, lo tengo sobre mi y siento como me come la boca, siento su lengua jugar con la mía, la aspiro con ganas, me encanta su aliento, su sabor, su olor. Meto los dedos en su cabello y los enredo.  Se mete entre mis piernas y simula embestidas. Estoy tan excitado en este momento.
 
Me siento en la cama y el está a horcajadas sobre mi. Le quito con prisa la polo y la aviento, paso mis manos por su pecho desnudo, remarco las líneas de sus abdominales. Bajo la mano por la bragueta del pantalón. Puedo ver el bulto que es notorio, está excitado. Lo acaricio sobre la ropa. Subo mi vista a su rostro, ligeramente inclinado,  con el cabello sobre los ojos,  su mirada está llena de lujuria, se lame los labios. 
 
—¿Es por mí? —Señalo el bulto preguntando, aunque se la respuesta.
 
—¿Por quien mas si no tu? Siempre serás tú. 
 
Al diablo todo, no me sentiré culpable, estoy con el hombre que amo. 
 
Me desea, yo lo deseo, pero no solo es eso.
 
Me ama. Lo amo. Es todo lo que necesito.
 
Me empieza a desabotonar mi camisa con lentitud. La abre y pasa un dedo por un pezón, siguiendo la aureola,  se agacha y lo toma en los labios, lo acaricia con su lengua, lo succiona. Pasa al otro, es lento y excitante. Quiero más.
 
—Te quiero dentro MinHo. —Mi voz delata el deseo.
 
—No hay prisa bebé. Tenemos todo el tiempo. 
 
Es verdad, ya no hay miedo a llegar tarde, a que nos descubran, a que me castiguen. Soy libre.
 
Me quita totalmente la camisa. Y baja por mi abdomen dando besos y lengüetazos. Baja el cierre con lentitud y lo observo. Jala mi ropa , se deshace de ella. No tango puesto más que los calcetines.  La saca y  la masajea un poco, ya estoy duro. Tiene intención de meterla a la boca y se detiene.
 
—Quieres que yo…
 
—MinHo no juegues…
 
—Al menos un por favor… —Se divierte. Yo no. Lo ansío.
 
—Por favor. —La mete toda, despacio, entra y sale de su boca y es jodidamente excitante. A veces la saca y succiona la punta solamente, puedo ver como sus labios están pegajosos. Acaricia mas abajo usando mis propios fluidos, se que me esta preparando para la mejor parte cuando llega mas allá, pero no se si aguantaré con tanta estimulación. Mientras chupa también me masturba un poco, solo tiene dos manos y son mas que suficientes para generarme placer, se que estoy haciendo ruidos muy fuertes, es probable que si alguien pasa frente a nuestra habitación me oirá. 
 
Estallo, dentro de su boca, pese a que quise apartarlo. 
 
—Lo siento, no aguanté mucho para lo que viene…—Digo haciendo cara triste. Aun tiemblo un poco.
 
—Esto aun no termina.
 
—Te compensaré. 
 
—¿Como?
 
Me levanto desnudo y sin pudor. Le bajó los pantalones junto con el bóxer. 
 
—Alguien está feliz de verte después de tanto tiempo. —Me sonríe.
 
—Y yo estoy feliz de reencontrarme con el…creo que le daré un beso.
 
Se divierte un poco, pero su respiración lo delata. —Hazlo TaeMin o me voy a correr solo con verte. Solo lamo, como si fuera una paleta y el me empuja un poco las caderas, indicándome que dese mas  y cedo para no hacerlo sufrir.  Pero no por mucho tiempo.
 
—¡Diablos no aguanto mas!
 
Se levanta y se vuelve a posicionar sobre mí, me rio de su desesperación. Me besa. Se que tengo el sabor de el , supongo que el sabe a mi. Sonrío sobre  el beso. 
 
—No creo poder ser tan paciente.
 
—No quiero que lo seas. 
 
Abro mucho las piernas y levanto una a la altura de su hombro. Me besa el rostro y baja al cuello. Usa la mano para acomodar la punta en mi entrada. Suspiro. Entra en mí. Me ha preparado antes, pero no usó lubricante y duele un poco, pero aún así me gusta. Es lento y puedo sentir como me llena. El sexo no es frenético, sabe que me duele cuando me quejó un tanto de manera involuntaria y aún cuando me ha dicho que puede parar, no lo dejo. Sus propios fluidos ayudan un poco, pero aún así disfruto. Cuando mi cuerpo se acostumbra un poco mas a el, se deja llevar, es duro, cuando las embestidas chocan en el punto exacto grito y no me importa si alguien mas puede oírme. Me gusta el sonido de su cuerpo chocar contra el mío. 
 
Me gusta que me bese los  mientras me embiste. 
 
 Me gusta que acaricie mi torso mientras veo como se mueve dentro de mí. 
 
Me gusta que en momentos pare y me diga te quiero.
 
Me gusta como me hace el amor. 
 
Me gusta que haya sido el primero. 
 
Termino antes que el. Pero el verme y sentir como mi cuerpo succiona su miembro, termina corriéndose y es una sensación agradable, sentir sus fluidos y el calor dentro de mí. Su peso me aprisiona.
 
Baja de mi y se queda a mi lado,  me abraza, acomodo mi cabeza  en su pecho y el pasa su brazo por mis hombros atrayéndome a el. Huele a el, no importa si suda, su olor es agradable a mi nariz. ¿Será porque estoy enamorado? O ¿realmente huele bien?
 
—¿Piensas en algo?
 
—Nada en especial. —Paso mi brazo por su pecho y lo acaricio, siento sus pezones endurecerse está sensible.
 
—Uy, me gustaría otra ronda pero espera a que me recupere un momento,
 
—Creo que por el momento estoy satisfecho, pero solo por el momento. —Le digo y no estoy siendo tan sincero, quiero mas de el, después de tanto tiempo de abstinencia.
 
—Creo que deberíamos comer. Ya no hay luz del día,  estamos en penumbras. —O tal vez cenar.
 
—Buena idea. —Mi estomago me reclama.
 
—¿Una ducha rápida?
 
—Pero dejaré de oler a ti.  —Me acurruco en su brazo, subo mi pierna en su cuerpo,  pero no dura mucho tiempo, se levanta y el conmigo, me arrastra al baño.
 
—Puedo volver a marcarte en la ducha. —Estoy agotado y el aún tiene energía.
 
 
 
 
 
 
 
 
Ya es de noche y el dong está bullicioso. Hay puesto callejeros en toda la calle. Los lugares están concurridos.  Entramos a un pequeño local de  ramen.
 
—MinHo…¿donde has conseguido el dinero para poder llegar aquí? —La duda me ha estado royendo.
 
Me mira—Negocios —Continua comiendo.
 
—MinHo debes tenerme confianza, somos pareja es lógico que quiera saber. —Es un estudiante, hemos viajado, pagó hospedaje por varios días, espero que no se haya metido en problemas.
 
Me mira y duda. Deja sus palillos a un lado y me toma la mano. Volteo a los lados para ver si alguien nos ve. La fuerza de la costumbre.
 
—Tenía algo de dinero ahorrado…
 
—MinHo, si yo te ocultara las cosas ¿Te molestarías? —Aunque caigo en cuenta que me acabo de poner en jaque cuando se de cuenta que tengo dinero y n le va ir muy bien que lo haya dado el director.
 
—Mucho —Me suelta la mano y comienza a comer —Se detiene —Vendí mi carro,  mi celular y algunas cosas mas.
 
—No hubieras hecho eso…tus padres se van a molestar mucho.  —Vaya, si de por si no les agradaba, ahora será peor…  ¡Siwon! Me va odiar hasta el día en que muera.
 
—No bebé, no debes preocuparte.
 
—Esto es mi culpa, si no fuera por mi, aún  tendrías tu auto. — Debieron darle casi nada. — ¿Esa es la razón por la que no pude llamarte? Porque vendiste el celular —Asiente. 
 
—Solo te causo problemas. 
 
—No vuelvas a decir algo como eso. Me haces muy feliz y no pienso dejarte. Eres mío y yo tuyo ¿No?, lo entiendes, Nunca voy a dejarte. —Esta última frase la remarca al hablar y toma con fuerza mi mano.
 
— ¿Estas feliz conmigo  bebé?
 
—Si,  muy feliz porque estamos juntos.Nadie nos podrá separar.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Notas finales:

Anniong!!


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