— ¿Estas nervioso amor?
—Un poco, no puedo negarlo.
—Te he robado mucho tiempo.
—No me lo has robado, he aprovechado el tiempo estando a tu lado.
—Pero querían que fueras a Seúl.
—La ventaja es que no tendré que viajar.
—Deseo que todo mañana te vaya bien.
—Lo será, pensaré en ti y me sentiré mas tranquilo.
—Yo también estaré pensando en ti, pero preferiría te concentraras…
Platicábamos tranquilamente , cuando de repente un grito desgarrador inundó la casa.
—¡TAEMIN YA CUELGA!
—Creo que tu mamá te ha hecho una petición.
—Si y creo que lo escucharon hasta casa de JongIn…no quisiera colgar, pero debes descansar para que mañana puedas rendir.
—Si, lo se…mañana todo será un caos y tráfico, jóvenes corriendo muy estresados, policías y agentes de transito por todos lados y después todo será calma …y estrés. Vaya el año pasado se veía tan lejano el examen.
—Puedo llamarte mas tarde.
—No estaré con DongHae, recuerda, así que no tendrás donde llamarme, hasta que tenga celular nuevamente. Después del examen mis padres irán por mí, así que no se a que horas llegaré a casa. No te preocupes mucho por mí, al menos las cosas ya están bien entre nosotros y eso me ayuda mucho. Te veré el sábado en tú casa. ¿Está bien?
—Si…Te amo.
—Yo más…de verdad, yo mas.
Suspiré y colgué, me gustaría tener el poder de teletransportarme y estar con MinHo para apoyarlo, parte de su vida iba a estar determinada mañana y yo había intervenido en ella, hacía ya un tiempo me empezaba a sentir culpable, pero al menos no había perdido el examen. Sería capaz de hacer cualquier cosa por el a cambio.
Me sentía un ser humano pésimo, mi hermana también presentaría el examen mañana y no me había preocupado por ella, al menos esta noche le dedicaría un poco de tiempo siendo que no podría estar con mi novio.
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Era sábado y me moría por verlo. Llegó bastante desenfadado, tan cómodo en sus convers negras y una polera blanca sencilla, con las mangas dobladas. Recién terminábamos de desayunar.
—Vaya, no pensé que despertaras tan temprano, suponía que eras un hijo muy consentido.
—Lo siento señora Lee, no especificó el horario y tenía muchas ganas de ver a TaeMin. Me disculpo si soy imprudente por venir en este horario.
—No te preocupes, se que nuestro Tae también deseaba verte, ha estado muy preocupado por lo de tu examen. ¿Quieres desayunar algo? —Comentó mi padre.
—Claro, algo de fruta. —Me miró y …no me quedó mas que servirle la fruta con yogurth. El se veía tan cómodo y mi mamá solo nos observaba.
—Lo sé , es una tortura. —Comentó mi papá mientras comía.
— ¿HaYii como te fué?
—Espero muy bien, la parte de ingles fue la difícil, me dio escalofríos el silencio que había cuando reproduje el audio…
La plática transcurrió con tranquilidad entre ellos, hablando sobre los pormenores del examen, el ambiente no estaba tan tenso. Al menos hasta que mi padre se despidió.
—Tengo que ir a los huertos, regresaré mas tarde.
—Si claro. —Mi madre lo despidió con un beso y mientras cruzaba unas palabras con MinHo, mi madre tuvo una brillante idea—Ya que será un día de mucha labor, deberías pedirle a MinHo que te acompañé... aunque tal vez como nunca lo ha hecho, le desagrade ensuciarse… —Dijo mi madre a la ligera pero yo sabía cual era la intención.
—Si usted quiere, yo podría acompañarlo….
—No MinHo, no creo que se prudente, mejor me ayudas con mis deberes, hay algo que no entiendo en matemáticas…
—Es mejor que ayudes a Tae, eres más apto para ello que ir a un lugar lleno de polvo y trabajo que no es para ti, por eso se preparan para ir a la universidad.
—Pero puedo ir con usted y de regreso podría ayudar a mi no… a TaeMin, de verdad me gustaría mucho acompañarlo.
Mi madre miraba divertida la escena, yo sabía que lo había con toda intención de incomodarlo.
—No creo que a Tae le parezca ¿Verdad hijo? —Se dirigió a mi, le negué con la cabeza y suplicándole con los ojos.
—Es mejor que se quede padre, usted sabe que el no está acostumbrado y aunque ya el sol no es tan fuerte, se cansará …
—Tae, de verdad me gustaría ir…¿Puedo ir? —Su mirada era de un niño pidiendo permiso, aunque en el fondo sabía que eso no terminaría nada bien, acepté. Afirmé con la cabeza. Sentí pena por el y aun no se iba.
Fue una mañana muy larga pese a que me estuve entreteniendo con mis deberes, acompañando un rato a HaYii con su amiga Boom y quedándome un rato escuchando como hablaban de doramas, incluso JongIn me distrajo, porque llegó para que estudiáramos juntos para el examen del lunes. No podía evitar sentirme intranquilo, no esperaba que llegaran a almorzar, pues el periodo de cosecha de la manzana duraba hasta entrada la tarde para aprovechar la luz del día.
Caía la tarde, estaba sentado en el columpio que estaba en la parte posterior en la casa, esperaba como cuando niño lo hacía por mi papá. Lo vi llegar. Descendió de un salto de la parte de atrás de la camioneta, pude ver un halo de polvo al caer, me vió, me saludó con la mano y me dedicó una amplia sonrisa. Caminó dirigiéndose hacía mi, estaba algo bronceado por el sol, con su cabello un poco alborotado , con esa ancha espalda, sus fuertes brazos, dando amplios pasos con esas largas piernas, sentí la necesidad de correr, abrazarlo, que me levantará en vilo, enredar mis piernas en sus caderas y…¡Ssiba! Se miraba tan masculino y yo me estaba excitando, crucé las piernas para que no se notara.
—¡Hola bebé! ¿Me extrañaste? —Se acercó, recargándose en una de las cadenas que sostenía el columpio. Su puchero y su mirada me provocaron antojos de abrazarlo y besarlo. Estaba sucio, lucía cansado pero igual se veía sexi, al menos para mí.
—Mucho — Acaricie una de sus manos, froté sus nudillo, debían dolerle las manos. —¿Estas muy cansado verdad?
—Mentiría si dijera que no.
—Debiste haberte negado, yo te dije que no.
—No me arrepiento, fue muy…educativo y aprendí mucho de las manzanas—Sonrió divertido. —Además creo que esto permitió que tu padre me conociera un poco mas y yo a el, es un gran hombre, muy trabajador y preocupado por su familia.
Vaya que lo sabía.
—Muchachos entren, Tae debes alimentar a MinHo debe estar muy hambriento ¿no es así?
—Si señor, la verdad que si.
Entramos, nos veíamos, nos reíamos y dábamos empujoncitos mientras caminábamos tras mi papá.
Mi madre cuando vio a MinHo casi se le cae la mandíbula, realmente no creyó que MinHo fuera capaz de aguantar trabajar todo el día. Volteó hacía mi y pude ver el sentimiento de culpa, pero al menos la hizo actuar mas cordial.
La plática fue mucho más amena que en la mañana.
—Este muchacho si que es trabajador, fue de mucha ayuda, aprende rápidamente, en un momento un señor estuvo apunto de caer por colocar mal la escalera, pero el reaccionó prontamente, lo ayudo a sostenerla y no hubo incidente que lamentar, de no ser por el seguro ese señor tendría un buen golpe.
MinHo solo sonreía y escuchaba. La cena se prolongó, pues para MinHo las anécdotas de mi padre resultaron muy entretenidas, como suelen serlo para nosotros en casa. Mi padre reía y yo con el. Me sentía feliz de que lo estuviera aceptando muy pronto, debía reconocer que MinHo tenía carisma.
—Tae, deberías aplicar algo a las manos de MinHo o al menos vendarlas, sino mañana le dolerán mucho. –Comentó HaYii.
Por verle mas los labios y los ojos, no me di cuenta del estado lamentable de sus manos, tenía algunas ampollas. Lo vi, pero el negó diciendo que no era la gran cosa.
—Toma la pomada blanca que está en el botiquín, servirá para el dolor, usa vendas para evitar que se lastime más. Puedes hacerlo en la cocina, mientras yo veo las noticias con tu padre, mas tarde limpiaré todo. —Mi madre habló en tono serio, pero me daba cuenta que ya no tenía la misma imagen de MinHo al permitir que nos quedáramos un tiempo solos.
—Si, gracias.
Lave con cuidado y algo de agua oxigenada sus manos, seque con gasas y aplique la pomada, vende con delicadeza para evitar lastimarlo más.
—En tu modo enfermero, eres muy sexi ¿lo sabías?
—Podría preguntarle a mi madre que opina.
—Golpe bajo. —Dijo haciendo un leve puchero con los labios.
—Estas muy lindo hoy ¿lo sabias?
—Siempre estoy lindo y los sabes…
—Eres un engreído.
—Pero así me amas…sabes, yo sería muy feliz con una vida tranquila como la de tu padre, por eso supongo es feliz.
—¿A que re refieres?
—Llegar a casa, con una familia que lo espera después de trabajar, sobre todo si hay un lindo esposo esperando por mí.
—¡MinHo! —Le di un pequeño golpe en uno de sus hombros y sonreí un poco apenado.
— ¿De verdad no te lo imaginas? Yo si.
Me miró fijamente. Por un momento pensé que bromeaba, pero había seriedad en su forma de verme. No estaba seguro a que se refería o tal vez si o tal vez no.
—Yo…yo creo…
—Taebaby, tu padre va a llevar a MinHo hasta su casa, ya es muy tarde para tomar un autobús, dice que puedes acompañarlo.
La miré, justo en el momento en que no sabía que contestar, me sentí un poco incomodo porque no sabía si MinHo esperaba que dijera algo o no, no sabía que decir. Mi madre me miró extrañada. Pensé que tal vez había escuchado nuestra pequeña conversación.
—No esperabas que se quedará a dormir contigo ¿verdad? —Definitivamente no la escuchó.
— ¡No! claro que no, solo…yo solo estaba distraído.
—Son ustedes muy amables— Cuando mi madre dio la vuelta, mi novio movió sus lindos labios y leí que decía: “Me encantaría dormir contigo”. Una semana de abstinencia de MinHo me estaba matando. Tocarme después de estar casi una semana juntos era insuficiente, ese tiempo en el que hacer el amor era la cosa mas natural lo mismo que dormir juntos-excepto por la riña que tuvimos- hizo que mi necesidad por el aumentara.
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Unas visitas mas y el siguiente fin de semana MinHo ya era el agrado de mis padres, el era muy agradable, aparte de ser respetuoso, amable, sabía escuchar y era atento. Había logrado encajar perfectamente en mi familia.
HaYii ya había hecho un plan con MinHo, yo tenia miedo que no funcionara, pero ellos fueron insistentes.
—Mañana quiero ir al centro comercial a comprar un bolso, pero Boom no podrá ir, ¿sería posible que Taeminnie y MinHo me acompañaran…?
Mi madre volteó inmediatamente, llevó su mirada de mi hermana a mi, entrecerrando los ojos, como tratando de averiguar que tramábamos. Mis manos empezaron a sudar.
—Creo que estaría bien que los chicos salgan, si van todos juntos, estará bien. —Mi padre trató de intervenir.
—Si, yo cuidaría de ellos y ellos de mí.
Mi madre seguía observándonos y yo estaba seguro que este permiso dependería solo de ella.
—Está bien, pero nada de comportamientos…inadecuados.
Todos sonreímos.
—MinHo quiero tu palabra de hombre —Mi madre lo miró señalándolo con su dedo índice. La sonrisa de MinHo se congeló. — Estoy esperando MinHo.
—Tiene mi palabra.
Ese domingo era bastante frío, pero el atuendo de HaYii parecía anunciar que las piernas con leggins bajo una falda no muy larga, son mas que suficientes para evitar el frío. Aunque creo que yo exageraba un poco con mi esponjosa bufanda con gorro.
Como siempre MinHo llegó puntual. Perfectamente arreglado y oliendo a Kiwi aunque creo que era el único que percibía su olor.
— ¿Y ese auto? —Mi madre lo miró un poco recelosa.
—Un amigo me lo ha prestado .
Después de algunas amenazas expresadas como recomendaciones, pudimos salir.
—¿De verdad un amigo te lo prestó? —Le pregunté.
—Se podría decir que si…con todo y el amigo.
—¿De verdad? —Preguntó emocionada HaYii.
—Si—Cuando MinHo me abrió la puerta de copiloto y después a mi hermana, escuché un pequeño grito por parte de ella.
—¡Eres tú!
—Hola—Un sujeto que estaba en la parte trasera del auto yacía recostado. —MinHo dijo que no deben verme así que…
Saludé con una mano. Mi hermana se miraba muy emocionada porque MinHo había cumplido el trato hecho. El acuerdo era que ella sacaría el permiso como chaperona para que yo tuviera mi cita con MinHo fuera de casa y ella la tendría con SeHun, pero ya me había dicho que aunque no la consiguiera, ella igual me cubriría, pero no debía decírselo a mi novio.
Cuando llegamos a la plaza, cambié de parecer.
— ¿Aún no llegan tus padres de ir a ver a tu hermano durante el fin de semana?
—No, mi padre regresa mañana por la mañana y mi mamá regresará hasta la próxima semana, con eso del nuevo bebé, está muy ocupada cuidando de mis sobrina para evitar que se fatigue LiuWen.
—Entonces…podríamos ir a tu casa para estar un rato a solas.
—Bebé, me encantaría pero le prometí a tu mamá…
—Si, nada de comportamientos “inadecuados” y no los tendremos, solo nos abrazaremos mientras vemos una película, no hemos tenido tiempo para estar solo tu y yo.
Lo miré con la mirada mas triste que pude expresar, para poder convencerlo.
—MinHo ¿Qué no vamos al cine? —SeHun y mi hermana se habían alejado de nosotros, pues no se percataron de que nos detuvimos a hablar.
—Por favor SeHun, creo que nosotros no… —Se dirigió mi novio a su amigo con cara de pokar face.
—MinHo, tu dijiste…
—Por favor, te deberé una.
Resopló molesto, volteó los ojos y terminó contestando con una cara de fastidio.
—Está bien, solo porque eres un buen amigo.
—Gracias, cuando necesites algo, no dudes en que te corresponderé.
Chocaron las manos y me despedí de HaYii que estaba mas emocionada porque la dejáramos a solas con el en la plaza, su cita hecha realidad.
SeHun le prestó su auto, pues en definitiva teníamos que regresar por ellos en tres horas. MinHo me tomaba la mano y se notaba sumamente nervioso. Pese al frío, de cuando en cuando le veía una gota de sudor resbalar por su frente, también lo notaba en su tacto.
Cuando llegamos a su departamento, encendí la calefacción, no quería tener tanta ropa encima, aunque realmente no me había puesto nada provocativo que el escáner de mi madre me hiciera evitar salir.
Me senté en uno de los blancos sillones, palmeé a lado mío, incitándolo a sentarse conmigo, mordí un poco mi labio inferior y lo hice lentamente, quería mandarle un mensaje claro, pero el se notaba sumamente tenso. Me miraba, dio unos pasos hacía mi y después retrocedió.
—Tengo sed…creo que iré por agua… ¿quieres agua fría? O peras o peperos…
Se dio la medía vuelta y caminó con prisa. Lo vi entrar a la cocina y lo seguí los más sigilosamente posible.
Abrió la nevera, sacando una botella con agua. Se lo colocó en la frente y escuché como murmuraba.
—Debo controlarme, debo controlarme…di mi palabra.
Me senté en la encimera, sabiendo lo que iba a hacer para convencerlo.
—Le llevaré agua muy fría, prepararé palomitas de microondas y solo será una película y ya…solo eso. —Podía ver como se pasaba la botella de agua por el cuello y el pecho mientras tenía la puerta de la nevera abierta. —Solo eso.
Pero cuando se volteó y me miró…