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CELOS / 2MIN. Algo crece dentro de mí. por Linlim

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Me metí a la cocina huyendo de su provocadora mirada y de sus sensuales labios que me enloquecía, cada vez que el les pasaba la lengua deseaba que fuera la mía la que los probara, pero cuando se mordía el labio inferior… ¡Demonios! Era jodidamente excitante. El lo sabía y me estaba provocando.
 
Abrí la nevera para poder enfriarme un poco, había dado mi palabra a la madre de mi novio  de nada de comportamientos “inadecuados”  y lo iba a cumplir. Tomé una botella con agua fría, la puse en mi frente para bajar mi temperatura.
 
—Debo controlarme, debo controlarme…di mi palabra. —Me repetía una y otra vez como si fuera un mantra. —Le llevaré agua muy fría, prepararé palomitas de microondas y solo será una película y ya…solo eso. —Pero al pensar que estábamos solos,   era una tentación y tenía miedo de no poder controlarme. Me pasé  la botella de agua por el cuello y el pecho mientras tenía la puerta de la nevera abierta, aunque estaba consciente que el lugar donde la debía llevar era mi entrepierna.
 
—Solo eso. 
 
Pero cuando me  volteé y  lo  miré…
 
Estaba sobre la encimera, sin pantalones. Unos bóxers ajustados se dejaban entrever bajo su enorme camisa con mangas largas, semi desabotonada, una pierna colgaba y la otra estaba doblada sobre la encimera, tenía recargado un brazo, y su cabeza ladeada sonreía pícaramente y mordía sensualmente su dedo. Su cabello suelto cubrí ligeramente su rostro, mientras que su mirada me invitaba a más.
 
—Hola MinHo, ¿Hablas con alguien?
 
—Bebé, por favor no…
 
—Creo que hace un poco de calor —Sacudió la camisa dejando entrever su blanca piel.
 
Se sentó correctamente, con  sus delicadas manos, comenzó a desabrochar su camisa, un hombro quedó al descubierto, junto con un rosado pezón. Su pálida  piel me invitaba a saborearla y mordisquearla. Nuevamente saboreó y mordió sus esponjosos labios. Se cruzó de piernas y con el dedo índice me instó a que me acercara.
 
—Prometí a tu madre que… 
 
—Entiendo MinHo, entiendo que no vas a hacer nada.  —Hizo la seña de que me challara. Se acostó sobre la encimera,  vi como se llevó las manos a la cintura, el oscuro bóxer comenzó a descender. Tragué saliva suponiendo lo que haría. Levantó las caderas para dejarlo descender, levantó ambas piernas, dejándolas paralelas y en el aire, para terminar de empujarlo con  ambas manos, con una lentitud pasmosa. No sabía si posar mis ojos en el movimiento, en sus manos trabajando, en sus largas piernas o en su pálido trasero. La ropa quedó enredada en un pie, que usó para aventarlo lejos. Estaba hipnotizado con el acto. Puso las plantas de los pies sobre el mármol, con las piernas muy separadas, dejándome ver la entrada al placer.
 
Pasé mi manos por mi rostro, sabía que no debía…pero ¡Diablos  quería todo de el!
 
Me acerqué a verlo, tenía la cabeza ladeada, los ojos cerrados, sus manos se acariciaban un pezón y la otra mano paseaba desde  el vientre plano hasta su pene, empezó a auto estimularse, pero cuando lo escuché gemir, sentí que mi cuerpo completo se entumecía y entraba en una hoguera, me quemaba y no tendría voluntad suficiente para poder controlarme.
 
—Creo que me meteré a tomar  una ducha de agua fría. —Ya sudaba.
 
—Yo preferiría que te metieras… dentro de mí. —Me dijo entreabriendo los ojos y con un hilo de voz.
 
— ¡Que el infierno me consuma por no cumplir mi palabra !
 
Ya no podía mas, mi erección me dolía dentro del pantalón. 
 
Lo bese con premura, deseaba esos labios, su sabor, su lengua, sin restricciones, ya no mas besos omitidos  por temor a que su madre nos dijera algo. Le comí la boca, mordisqueé los labios y jugamos con nuestras lenguas, sentía la saliva, el jalaba  mi aliento  y yo sentía desfallecer. Me apoderé de su piel, olía a fresa, se sentía tan tersa, tan suave, que me invitaba a  acariciarla y deslicé mi mano por todo su pecho,  pero mi mano cayó en uno de sus botones rosas, los estrujé y nuevamente un gemido, mis labios sustituyeron mis dedos, jugué con uno y luego con otro hasta que  se endurecieron. 
 
El elevó una de sus piernas para  empujar mi hombro y mi boca  vagara un poco más allá. Entendí claramente su petición, no lo hice esperar  mucho, mientras iba dejando un camino de besos, hasta llegar al punto deseado. Introduje la punta en mi boca, oprimí con mis labios y un poco mas de  humedad apareció, con mi lengua hacía pequeños círculos, quería excitarlo, enloquecerlo de deseo. De deseo solo por mí. 
 
Jugueteé un poco mas antes de introducirlo todo, subía y bajaba lentamente y el empezó dar gemidos mas fuertes, un ah, ah, rebotaba por la cocina. De cuando en cuando succionaba sus testículos, también los acariciaba. Me volví multifuncional, mientras hacía esto, baje mi cremallera y acaricié mi adolorido pene para darle un poco de placer. 
 
Sentía como TaeMin se contorsionaba de placer, el era todo gemidos y ruidos raros. Música para mis oídos.
 
—M-minHo… ya no…ya no… voy a aguantar mas…ya..ayyyy mg…
 
Y la descarga fue directo a mi boca, pero no me importaba, cualquier cosa de el era aceptada. Me levanté y me recosté sobre el cuando el termino de vaciarse. 
 
En sus  últimos estertores orgásmicos, lo acompañé con caricias que le daba en su vientre. Lo miraba, yo frente a el mientras aún tenía una pierna levantada sobre mi hombro. Se miraba su piel sonrosada, sus labios abultados y una sonrisa tatuada.
 
—¿Satisfecho?
 
—S-si mucho…pero… no totalmente. —Se estiró como quien se acaba de despertar.
 
— ¿No te gustó?
 
— ¡POR SUPUESTO!
 
—Bebé, me acabas de dejar sordo. —Me acerqué a darle un beso a mi somnoliento novio, bueno fueron muchos repartidos por la cara.
 
—Digo, claro que me gusto y estoy satisfecho, pero aún faltas tú.
 
Yo estaba sobre el, oprimiendo un poco su cuerpo, mis brazos bajo su espalda,  abrazándolo cuando alcanzó mi erección.  — ¡Ah! te refieres a mi.
 
—Claro…el aún  no ha explotado —Empezó a masajear de arriba a bajo, con sus cálidas manos.
 
—Prometí a tu madre que nada de…
 
—¿En verdad MinHo que quieres hablar de mi madre en este momento?
 
—Por supuesto que no, es solo que me siento culpable.
 
— ¿No lo deseabas?
 
—¡TOTALMENTE!
 
—Ahora tú eres el que me ha dejado sordo. —Comenzó a acariciar mi rostro.
 
—Es que no sabes cuanto te deseo, después de esos días juntos en Seúl, haciendo el amor cuando queríamos, durmiendo juntos…he tenido que jalármela dos veces antes de ir a visitarte a tu casa, para evitar que al verte tenga una erección. 
 
— ¿Solo por verme?
 
—Si, en verdad tienes un efecto muy poderoso en mi, solo de verte mi “amigo” sabe quien es u dueño.
 
Eso lo hizo reír y me hizo sentir bien, al menos uno de los dos no tenía culpa.
 
—Ya me recuperé… ¿podemos continuar?
 
—¿Qué quieres continuar?
 
—Quiero que me hagas el amor…
 
Su voz sensual, me erizó la piel y la mano aún en mi polla más. Lo cargué, el enredó sus piernas en mi cintura, casi tropiezo por tener desabrochado los pantalones, entre risas me ayudaba a sostenerlos,  mientras yo lo llevaba a la habitación. Entre besos apasionados caímos sobre la cama. Se volteó, yo sabía cual era la intención. Me quité como desesperación la ropa, por un momento pensé en romper la camisa sino podía desabrocharla, los pantalones fue la parte mas fácil, aunque odié haberme puesto ropa interior. Con premura me posesione sobre el, abrí un poco para introducir mi lengua, sentí como el se arrastró un poco, pero me aferré a el, lamía con desesperación, tratando de llegar lo mas profundo, eso a el le encantaba y mas a mi.
 
Alcanzó el cajón—Toma.
 
—Ya casi se acaba, no pensé que lo necesitaría por un tiempo.
 
—Pues si HaYii se hace novia de SeHun,  creo que necesitaras comprar uno de litro.
 
Sonreía y su idea me agradaba.  Regué lo que quedaba del líquido en mis dedos y en su piel. La situación y la vista eran excitantes.
 
Se puso en cuatro.
 
Y acabó con mi poca cordura.
 
Ya no había tiempo de delicadezas, fui un poco rudo al entrar, pero los primeros gemidos  me instaron a continuar, sobre todo los pequeños gritos después me dijeron que no solo yo lo disfrutaba al empezar a moverme. Los golpes eran certeros, porque cada vez que llegaban a fondo eran reforzados por un ¡si! Con énfasis. Cuando mi cuerpo tuvo  el control y mi cerebro ya no funcionaba adecuadamente,  tuve la necesidad de hacerlo más rápido, los gritos de TaeMin opacaban mis gemidos.  En algún punto me pregunté  si algún vecino podría escucharnos pero me era imposible detenerme. Me corrí un poco antes que el. 
 
Exhausto y satisfecho eran las palabras que describían este momento. 
 
Me encantaba terminar dentro de el, sin ninguna barrera, confiando en que yo era el único para el y el único para mi.
 
Me acosté y el se acomodó en mi pecho, lo rodeé con mis brazos  y el  enredo sus piernas con la mías,  tenía el cabello totalmente revuelto, pero gloriosamente hermoso y solo mío.
 
—MinHo tengo sueño. —Besé su frente y comencé a arrastrar suavemente mis dedos por su espalda.
 
—Yo también bebé, me dejaste exhausto.
 
—Mmm, quedémonos solo un rato así… ¿sonó el teléfono en algún momento?
 
—Me pareció escucharlo, pero si eran mis padres no iba a contestarles.
 
—Se enojarán porque no contestaste… —Murmuraba a lo bajo, se estaba quedando dormido.
 
—Diré que no estaba, que fui a verte y…—Nuevamente sonó. Traté de levantarme.
 
—No vayas…solo un momento más. —Mi novio se aferraba a mi y me encantaba tenerlo así, desnudo y abrazándome. Pero justo cuando dejó de sonar, nuevamente inició.
 
—Puede ser importante. Me levanté y corrí a la sala. Descolgando.
 
— ¿Si?
 
— ¿DÓNDE DIABLOS TE METES MINHO?
 
—Creo que ya lo sabes SeHun, pero que pasa…
 
—¡LA MADRE DE TU NOVIO!, ESO ME PASA … oye  también es la mamá de HaYii ¿no?
 
—¿Para eso me llamas?
 
—¡NO!...tiene una hora llamando y HaYii no quiere contestar por si pregunta por TaeMin, está toda nerviosa y me altera mas.
 
—Ya, ya vamos.
 
—De prisa, diablos MinHo no debí dejarme envolver por ti, ¡todo está saliendo mal! 
 
—Me colgó…vaya humor de mi amigo.
 
Entré a la habitación, TaeMin dormía, se veía tan hermoso, tan tranquilo, sino nos hubieran obligado a regresar,  no tendríamos que separarnos en este momento.
 
—Bebé, bebé, debemos irnos, tu madre ha estado llamado. —Lo moví para despertarlo.
 
— ¿Qué?
 
—HaYii está preocupada porque tu madre ha llamado y no  sabe que decirle…
 
—¡Ssiba! Me va a matar… mi ropa… mi cabello…  debe ser un desastre… ¡Se va a dar cuenta! —Intentó tratar de acomodarse su largo y enmarañado  cabello.
 
—Metete a duchar, yo te llevo la ropa, no se dará cuenta, anda ve.
 
Le di una palmada a ese glorioso  trasero y el corrió a la ducha. Ya otro día hablaríamos seriamente de nuestro futuro.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Llegamos al centro comercial, en la parte baja donde nos habíamos separado de seHun y mi cuñada. Vi a mi amigo, su cara de intolerancia característica en el.
 
—Venimos lo mas rápido que pudimos, había algo de tráfico…
 
—Ya, ya…hablen con ella, el teléfono no ha dejado de sonar.
 
HaYii caminaba de un lado a otro, cuando nos vio se reunió con mi novio, pero empezaron a discutir cuando sonó por enésima vez el teléfono.
 
—Contesta tu… —Le entregó su teléfono a TaeMin.
 
—¡No! tu…
 
—¡No! tu…yo estoy muy nerviosa.
 
—Se verá raro que conteste tu teléfono.
 
—¿Qué le diré?
 
—Que estábamos en el cine y silénciaste tu teléfono. 
 
Por fin HaYii contestó. Puso el altavoz.
 
—¿Si?
 
—HaYii  ¿por  qué  no  contestabas?... ¿Dónde  están?... ¿Qué hacen?
 
—Es que estábamos en el cine…p-puse en silencio el teléfono el celular …
 
TaeMin se comía las uñas de nervios.
 
—¿Qué  película veían?
 
—U-una…una de…
 
—¡DE ZOMBIES! Tu crees que había uno, que le clavaban un puñal en el ojo y se lo sacaban y otro que le cortaron el estomago y saco liquito todo verde …y con sangre y pus y…
 
Vaya que novio tan listo y ocurrente tengo, pensé.
 
—¡Ya, ya! Voy comer  con tu padre y ya se  me  revolvió  el estomago… no tarden en venir, por  favor  niños.
 
—Si mamá. —Ambos hermanos contestaron, lucían como niños regañados. –Su madre colgó.
 
—Vaya, al menos nos salvamos HaYii, mamá es muy difícil de engañar. —Se pasó las manos por la cara y me miró. Tenia ganas de abrazarlo para tranquilizarlo o al menos tomar su mano, pero no podíamos en un lugar público. Después de lo que el “hice” al menos aquí me controlaría.
 
—¿Pues si, pero al menos para ti valió la pena no Tae? ¿Hicieron cosas inadecuadas MinHo?-Pregunto HaYii mientras subía y bajaba las cejas.
 
No pude evitar reírme al ver el sonrojo de mi novio y el rodar de los ojos de SeHun.
 
—Ya no quiero escuchar su vida íntima, vamos a dejarlos MinHo, necesito irme a casa, tengo algunos deberes que hacer aún.
 
Me dijo mi amigo SeHun, así que no tuve opción. Después de todo fue un buen domingo.
 
 
 
 

Notas finales:

Creo quebya hacia falta un poco de lemoncito.

Nos leemos hasta el jueves, he estado escribiendo algunas cosas cada día y ya me.agoté jeje

 

Anniong!!!


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