—Entonces …¿Qué tal estuvo?
Miraba a JongIn y me reía de solo imaginármelo en cuatro, bueno no literalmente, solo su cara compungida y llena de dolor, ya quería algunos detalles para burlarme de el. Estábamos sentados en una pequeña banca cerca de la plaza principal de la escuela, tomábamos el almuerzo.
El solo sonreía y pasaba su dedo pulgar por los labios tratando de contener esa risa de satisfacción que le quedaba después de tener sexo, ya se la conocía, era un poco tonta, infantil y presuntuosa.
—Mi estimado y desnutrido amigo… ¡ ay Tae me duele! —recibió un manotazo por decirme desnutrido, MinHo decía que mi delgadez era delicada y hermosa…desnutrido su Chennie.
—¡Ya cuéntame JongIn! , además ni te dolió, no exageres, deja de sobarte el brazo.
—Lo siento Taeminnie, estoy un poco adolorido porque Chennie estaba aferrado a mis brazos pidiéndome mas… —Soltó una risa que cortó su explicación e hizo un ademán de taparse la boca con ambas manos como un niño que comete una indiscreción, por supuesto que su actitud era falsa, como siempre se daba aires de gran amante.
—¡Ssiba! Yo quería que te dieran
—Este muñeco chocolatoso sabe hacer gozar a los chicos lindos— Dijo con ínfulas de grandeza mientras se levantaba el cuello de la camisa del uniforme y se acomodaba la corbata que tenía amarrada en la cabeza, seguro le cortaba la circulación y por eso no pensaba bien.
—Eres un engreído.
—Es verdad, pero uno que tiene habilidades y potencia sexual.
Se dio un golpe con el puño en el mentón. Falso y mas falso.
—Bueno tu trasero sigue siendo virgen, felicidades, bien por ti —Dije con ironía.
—¡No!...bueno no totalmente, me metió un dedo en el culo.
Solté una carcajada porque de su cara engreída y feliz pasó a la falsa vergüenza y tristeza.
—Pues no entiendo JongIn, pensé que eras el top.
—Es que estábamos en los besos y las manoseadas…
—Que ordinario eres JongIn. —Fruncí mi cara por sus palabras.
—No me interrumpas, el punto es que empezó a meter la mano bajo mi ropa, ya sabes, deleitándose con este escultural cuerpo… —Jale la corbata de su cabeza, tal vez aflojarla un poco sería buena idea—ayyyy Tae…en fin, continuo… mmm ¿Qué dije?... Ah si, lo dejé meterme mano, yo quería ir lento, pero me pareció que debía dejarlo explorar y hacer lo que le viniera en gana pero … ¡ diablos!, estaba entretenido besando su cuello cuanto sentí que me metió el dedo en mi puro y virginal trasero y fue … ¡Horrible!, me dolió y hasta una lagrimita me salió.
—Eres un bebé, no era para tanto, no es que duela mucho. — Mi amigo era demasiado dramático, debería estudiar para actor.
Sonrío malignamente —Fue lo suficiente para que Channie se sintiera culpable y se ofreciera a ser el de abajo y ….
—Suficiente, con eso me basta… —Me entretuve comiendo uvas— y bueno, dime que tal estuvo, ¿cumplió tus expectativas?
—Déjame decirte que si, es muy sensual y su cuerpo, es muy lindo —Su mirada perdida denotaba que recordaba lo que vivió.
—¿Fue el mejor?— El sabía a lo que me referí.
—No es tanto como una competencia Tae.
Yo solo había estado con uno, así que tenía curiosidad —Pero …no es difícil, estar con una persona por un tiempo y luego otra y …otra, digo estabas enamorado de Soo y ya se que XiuMin no cuenta, pero con Chen… ¿ no comparas?
Me miró pensativo. —No lo se, solo es diferente, la verdad es que estuvo bien, además Chennie es muy divertido, estuvimos platicando y bromeando, reíamos, no solo fue sexo, tenemos gustos parecido, escuchamos música, bailamos —Veía la sonrisa genuina de mi amigo, se notaba feliz, pero había un dejo de …algo que no entendía.
—Pero no es igual…ya sabes a que me refiero.
—Es diferente, erá mi primera vez y es un buen recuerdo.
—¿Aun lo amas?
—No, definitivamente no, solo que el sexo con el…no se como decírtelo, es como si te habituaras y te sintieras cómodo, con alguien, cuando es otra persona, debemos acoplarte y estoy feliz, digo XiuMin era un Dios y como gemía ¡woow! Era tan excitante , con Chen es divertido y romántico…me gusta mucho, el me gusta, solo no puedo borrar el pasado.
—Si pudieras borrarlo…
—No lo haría, para mi está bien tener esos recuerdos.
Cada vez que mi amigo hablaba de sus experiencias sexuales con una persona diferente, era inevitable no pensar en mi limitada experiencia sexual, yo no quería comparar a mas hombres con MinHo, yo quería que fuera solo el.
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Un domingo a medio día, estábamos en el prado a la entrada de Angang, donde antes solíamos quedarnos para besarnos, no podíamos ir a la casa de MinHo porque estaba su mamá y en mi casa…bueno era el templo a la virginidad ficticia.
Nos besábamos, apasionadamente, el metía su manos bajo mi campera, yo no traía nada abajo, así que sentía como su manos me deseaban, como los dedos se arrastraban por mi espalada pidiendo mas, la otra manos en mi cintura me jalaba para acercarme a su lugar en el asiento de copiloto y yo realmente deseaba mas, mucho mas, pero no era el lugar.
—MinHo, ya…para…por favor. —Era una súplica sin fuerzas, realmente era tan difícil controlarme.
—Bebé, te necesito, tanto… —Enterró su cabeza, acoplándose a la forma entre mi hombro y mi cuello, sentía su aliento tibio.
—Yo también, pero pueden vernos.
—Tienes razón, lo siento —Su respiración era agitada y el bulto de sus pantalones color caqui denotaba el deseo que lo consumía. Se separó un poco de mi, me acomodó la ropa y el hizo lo mismo, tratando de alizar un poco su camisa, luego me jalo para recostarme un poco sobre el, sobre su hombro, tomó mi mano y comenzó a acariciarlas. Las miraba, enlazaba sus dedos con los míos, acariciaba el dorso de mi mano con su pulgar, la tomó elevándola a la altura de sus labios besándola, y buscando contacto con su rostro frotándose como un tierno gatito, me safé de su agarre y acaricié su rostro con delicadeza, el unió su frente con la mía.
—Te amo TaeMin y… estoy jodido porque yo te amo mas a ti que tu ami.
—No e verdad…
—No hables Bebé, no hables…
Suspiré, no era la primera vez que me lo decía. —Sabes, es mejor que vayamos a casa a comer, ya estará esperando mi mamá.
Asintió, me dedicó una sonrisa, sus ojitos estaban algo somnolientos, tal vez era tristeza o tal vez solo cansancio. Trabajaba mucho, estudiaba mas, se esforzaba demasiado.
Manejo hasta el frente de mi casa. Entramos y nos dimos cuenta que mi madre estaba en la cocina al escuchar el sonido, el se adelantó y entró para ayudarla, ella prontamente aceptó la ayuda, me senté y los vi, amaba que el la ayudara y me permitieran descansar.
Mi madre guisaba Dumplings de carne y algas, MinHo preparaba un postre de Hotteok con miel y maní, eran mis preferidos y el lo sabía, era curiosos como mi madre después de casi odiarlo y atacar su integridad física, se entendían tan bien con el en la cocina, ella lo había enseñado a prepararlos por insistencia de MinHo, decía que si ella en algún momento no pudiera preparármelos, el sabría hacerlos. También le había compartido recetas de guisos que sabía realizar, pese a que su madre no le parecía que el guisara y por ello no le enseñaba, MinHo era demasiado bueno en ello. Mi madre tenía un mandil exclusivo para el en la cocina, era verde con una rana en el frente que llevaba un corbatín negro, el se miraba muy tierno enfundado en el.
Mientras ellos platicaban y cocinaban, comencé a jugar con mi celular, lo había recuperado después de una semana en cautiverio con MinHo.
Estaba entretenido cuando sentí su cara a lado de la mía.
—¿Que ves?
—Solo juego candy crush. — Le mostré el celular, me vio y asintió.
Mi madre mordió un hotteok, antes de comenzar a comer.—MinHo has sido de gran ayuda, quedaron muy esponjosos.
—Gracias señora, pero el crédito es suyo, es su receta, solo preparé.
—MinHo no seas modesto, has guisado ya en ocasiones anteriores y siempre es delicioso— Decía mi mamá con un bigotillo de azúcar al dar una nueva mordida.
Mi padre entró a la cocina y mi madre le compartió el postre, genial, si hubiera sido yo me reñirían por hacerlo antes de la comida, mi padre devoró dos—Eres un gran chico— Le miró con orgullo y MinHo se notaba feliz.
HaYii y yo fuimos los encargados de poner la mesa para comer en familia. El ya era mi familia.
Mi hermana me cuchicheaba mientras comíamos—Cuando me case quiero que el haga el banquete. —Río por su propio comentario, ella seguía de novia con SuHo.
La comida siguió con tranquilidad. Mas tarde mi hermana se fue con su amiga Boom, vino por ella para llevarla a Gyeongju, tendrían una noche de chicas con pijamada incluida, ya que iban a la misma Universidad, claro está después de salir en una cita con sus respectivos novios. Mi padre seguro en complicidad y lealtad a MinHo decidió era momento de una siesta y arrastró a mi madre con el a la recamara, dejándonos solos en la sala, pero cuando iba subiendo alcanzó a gritar.
—¡Nada de cosas indecentes MinHo!
—Por supuesto señora Lee.
—MinHo, solo te hubieras quedado callado.
—Vamos Bebé, sabes que muero por hacerte el amor en tu casa, pero no quiero que mi suegra se enoje conmigo — Lo golpee en el brazo, por temor a que mi madre regresara y escuchara su comentario.
Nos arrellanados en el sillón y comenzamos a ver una película, me pasó el brazo por el hombro y me hizo recargar un poco en el , con su mano libre me pidió la mano y la sostuvo un rato, solo nos levantamos hacer palomitas y regresamos a verla
Fue una tarde tranquila, como una pareja de casados en la comodidad de su hogar, hasta que me dio un beso en la mejilla y voltee a ver si no veía a mi madre.
—MinHo, puede venir mi madre.
—Creo que ello estarán ocupados —Me dijo, pero pude sentir su malicia en su mirada y sonrisa en especial en cuanto comenzó a levantar sus cejas.
—¡Asco! son mis padres.
—Ellos se quieren.
—Pues si, pero no hacen cosas… ¡Asco! —Golpee varias veces su brazo.
—Algún día seremos como ellos, seguiremos enamorados aunque nuestros hijos estén grandes.
—Nunca tendremos hijos MinHo.
—Eres muy negativo Bebé, es bueno mantener la esperanza ¿ no crees?
Cuando MinHo comenzaba a hablar del futuro, me sentía en parte desesperanzado, como si sintiera que nunca pasaría, no podíamos casarnos y mucho menos tener hijos, no sabría si me amaría en el futuro, no sabía nada y el siempre se notaba tan seguro. Pero también me daba miedo enfrentar un compromiso tan joven.
Comenzó a susurrarme en el oído, alterándome más.
—Bebé, sería lindo que si viviéramos juntos ya y viniéramos a visitar a tus padres, podernos quedarnos a dormir en la que fuera antes tu habitación y hacerte el amor— Me dio un beso en el cuello y me dio escalofríos, por el beso, por el susurro y sobre todo por el comentario.
—MinHo para… —Supliqué en un susurro que lejos estaba de lo que realmente deseaba.
—Ya pasaron los finales, dos semanas mas de revisiones y terminará el semestre, necesito una respuesta…no quiero presionarte, pero te di suficiente tiempo para pensar… ¿que decidiste que haremos con nuestra relación, con nuestras vidas?
Eso sonaba demasiado fuerte, “decidir de nuestra vidas” .
—No puedo decidir por los dos.
—Ya te di las alternativas, es momento que decidas.
Se giró para verme y tomarme las manos. ¿Cual es tu respuesta?
—Yo…yo…
Una tos falsa interrumpió la conversación.
—MinHo creo que es hora de irse, ya es muy tarde.
Salvado. Nunca me sentí tan feliz de que mi madre llegara a interrumpirnos.
—Si señora —Se levantó muy obediente. —¿Me despides en la puerta TaeMin?
Mire a mi madre suplicándole con el pensamiento que me dijera que no.
—Ve, pero no tardes Tae, mañana tienes instituto y examen.
MinHo me había ayudado a estudiar el día anterior, así que eso no me preocupara. —Si mamá.
MinHo dio una respetuosa reverencia y se despidió de mi madre, mi padre no bajó porque supuse ya estaba dormido. Pero cuando salimos, mi novio me detuvo en la puerta, para mirarme a los ojos.
—La respuesta Bebé, quiero saber ya, por favor.
Tarde en responder en unos segundos que parecieron prolongarse, me miraba con duda.
.
—MinHo, te amo…
—TaeMin la respuesta es concreta, ¿si o no vivirás conmigo?
—Yo creo…
—¿Si o no?
Sentí la opresión en el pecho y el nudo en el estomago que me acompañaba desde hacía unas semanas.
—MinHo no estoy listo para que vivamos juntos, lo siento — Bajé mi mirada sintiéndome avergonzado, todos estos días me había atormentado a mi mismo pensando que sería lo mejor, que decisión debería tomar y aunque me daba miedo, sabía que esa era lo mejor que podía hacer por el momento, solo por ahora, el tiempo ayudaría a saber cuando sería el momento indicado.
Esperaba su respuesta ante mi negativa, cual sería ahora nuestra situación.
—TaeMin debo irme.
—MinHo espera…¿estas enojado?—Pregunté con temor.
—No, no estoy molesto, te entiendo pero debo irme, es tarde.
—Espera …—Traté de tomarle la mano, pero caminó rápidamente a su carro y arranco tan rápido que chirrió un poco, mi mamá salió a asomarse.
—¿Que pasó?
—Nada su carro anda fallando…voy a dar un ultimo repaso antes de dormir.
Subí a mi recamara. Mandé mensajes que no fueron respondidos, llamada que no fueron contestadas. Me sentí asustado.
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