Su papá lo llevó al teatro. No hablaron mucho en el camino, y al llegar le dijo que disfrutara de la función y que lo llamara cuando se terminara para pasar por él.
—Claro. —Se despidió e ingresó al recinto.
El vestíbulo era igual de elegante que el del edificio del profesor.
Trató de no verse tan entusiasmado por aquello y avanzó por el pasillo. Entregó su entrada y fue hacia su asiento: tercera fila. Mientras miraba el lugar su teléfono vibró debido a un mensaje. Era de JinKi.
«Hyung, ChangMin se acaba de ir con YunHo hyung. No sé a dónde. Ojalá ese par se decida por algo al fin. ¿Cómo te va a ti?».
KyuHyun sonrió. ChangMin y YunHo se gustaban desde hacía tiempo, ya era hora de que ocurriera algo entre ellos.
Le respondió a JinKi diciéndole de su lugar en las butacas, el teatro y que aún no empezaba el show.
« ¿Tercera fila? ¿En serio? Es genial. Lo verás de cerca. Disfruta tu noche. Yo veré qué hago sin ChangMin hyung.»
KyuHyun sonrió, entonces las luces se apagaron y el escenario se iluminó por completo.
Y el musical inició.
KyuHyun escuchó a todos y a cada uno de ellos cantar y se emocionó. Su sueño había sido desde siempre cantar. Y ver a más gente hacerlo, y que lo hicieran de maravilla, fue asombroso. Hasta que vio al profesor Kim en el escenario y pensó que tenía una buena voz.
—Una excelente voz —susurró para sí sin apartar la mirada del pelinegro.
Cuando JongWoon salió de escena un mensaje le llegó a los pocos minutos.
«Te agradezco que vinieras. Cuando el show termine ve hacia los camerinos y di que eres mi invitado. Te dejaran pasar sin inconvenientes.»
KyuHyun sonrió inconscientemente.
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Cuando fue al camerino todos se sorprendieron de que JongWoon tuviera un invitado que no fuese su hermano.
—No sabía que tenía un hermano —dijo el castaño cuando vio al hombre al lado de otro chico, tomando sus cosas.
—Sí. JongJin él es KyuHyun.
El primero hizo una reverencia que el menor correspondió.
—Mi hermano me ha hablado mucho de ti, KyuHyun ssi. —JongWoon sonrió divertido por el sonrojo de su alumno—. Es muy valiente de tu parte tomar clases de canto con este hombre.
—Oye. —El pelinegro golpeó el hombro de su hermano quien tan sólo rio.
—Los dejo. Te veo mañana, hyung. No se te ocurra faltar. —Se dieron un abrazo rápido, reverenció a KyuHyun y se marchó.
El mayor miró a su alumno por el espejo a su frente, y le agradeció que hubiese ido, terminando de quitarse los restos del maquillaje.
—No iba a gastar una entrada —habló despreocupado y se encogió de hombros.
—Es casi media noche. ¿Los niños como tú no deberían estar dormidos?
La diversión en su voz era evidente, pero, a diferencia de lo que normalmente hubiera sucedido, KyuHyun no se sintió ofendido.
—No soy un niño, profesor Kim.
—JongWoon. —El menor parpadeó confundido. Al ver que el castaño no hablaba, el mayor regresó a ver a KyuHyun—. Sólo llámame JongWoon. También en las clases de los sábados. No tengo inconveniente con aquello.
—¿Está seguro?
El pelinegro asintió.
—O dime hyung, cómo te acomodes. —Le sonrió de medio lado, casi burlón.
—¿JongWoon hyung estaría bien?
El aludido se sorprendió tanto que dejó de hacer lo que hacía. Incluso su respiración se había alterado un poco, y lo único que pudo hacer fue parpadear. Realmente no se había esperado aquello. Estaba seguro que el menor lo llamaría por su nombre, como una manera de sentirse su igual, o para sacarlo de quicio. No esperaba que quisiera llamarlo hyung.
—No tengo inconveniente con aquello —repitió en un balbuceo.
KyuHyun asintió. Estaba más cerca de ganarse la confianza del profesor. Casi sonreía victorioso, pero contuvo la mueca y desvió la mirada. A su alrededor había varios de los actores del musical terminando de recoger sus pertenencias, charlando entre ellos o sentados quitándose el maquillaje. No era algo que él había quería, pero se halló a sí mismo queriendo estar así algún día.
—Entonces, JongWoon hyung, ¿para qué me hizo venir aquí?
El mayor parpadeó algunas veces antes de carraspear.
—Voy a llevarte a casa —explicó, dejó un algodón de lado y miró al menor—. Es muy noche para que tomes un bus o un taxi, así que te llevaré.
Para KyuHyun, eso era sobrepasar los límites de la relación que quería con él. Ya estaban a solas los sábados, no quería más cercanía que esa. Se negó, haciendo ademanes incluso, informando que su padre iría por él. De hecho, sacó su teléfono móvil para llamar cuando la voz de JongWoon lo detuvo.
—También quiero hacerlo como agradecimiento por haber venido. Sé que había una fiesta y en vez de ir a ella viniste a mi musical. Fue muy amable de tu parte.
La sonrisa en los labios del mayor parecía cálida, o tal vez KyuHyun la estaba malinterpretando. Trató de no pensar en ello, y actuar como él normalmente lo haría.
—Dije que quería venir, así que lo hice. Cumplo mi palabra.
Sonrió con autosuficiencia, queriendo parecer un hombre adulto. Lo que no sabía era que JongWoon veía tierna su actitud.
—De acuerdo, hombrecito. Aun así, voy a llevarte. —Se levantó de la silla y se puso el saco. Sólo entonces reparó en la ropa del menor—. Has venido elegante, Cho.
—Sólo KyuHyun. Y, sí. Mamá insistió en que no podía ir sólo con pantalones de mezclilla y una camisa, así que me hizo vestir este pantalón de tela y estos incómodos zapatos. —Miró su calzado y levantó la mirada cuando escuchó al mayor reír.
—Es sólo hasta que te acostumbres a ellos.
El mayor tomó su bolso, su bufanda e hizo que lo siguiera.
Se despidió de todos, agradeciendo por el trabajo de la noche, y fue hacia el estacionamiento del teatro. KyuHyun vio un Infiniti Q60 negro y no pudo evitar sorprenderse.
—Sube. —JongWoon sonaba divertido.
KyuHyun trató de mantener la compostura, controlar su emoción por el auto, y subió sin decir nada.
— ¿En qué lado de la ciudad vives?
—Cerca de su departamento, en realidad.
El pelinegro asintió varias veces.
—Entonces no creo perderme.
Encendió el auto y partió.
No dijeron nada en el camino. Había un silencio cómodo entre ellos que KyuHyun no creyó posible. Ese hombre no le había agradado desde el primer día que lo conoció, pero en ese momento veía que era diferente a lo que él había pensado. Al menos no era tan odioso como solía serlo en la escuela, lo que era un alivio porque KyuHyun no toleraba su actitud.
— ¿De aquí a dónde? —cuestionó JongWoon una vez que vio su edificio. El menor se fijó en ello y lo guio hasta su casa.
Estaba a unas ocho cuadras lejos, algo que sorprendió al mayor.
—Gracias por traerme.
KyuHyun se desabrochó el cinturón cuando el mayor parqueó el auto.
—Gracias a ti por ir —dijo con una sonrisa. El castaño reparó en que el mayor tenía la misma sonrisa brillante de aquella vez en el jardín del colegio, y enterró profundo en su mente el pensamiento de que le gustaba esa sonrisa.
—Buenas noches, hyung.
Se bajó del auto y entró a su casa. JongWoon sonrió y partió hacia su departamento.
Estaba feliz de que alguien más hubiese ido a verlo al musical. Sobre todo, ese niño que le intrigaba y sorprendía al mismo tiempo. KyuHyun era diferente de todos los chicos con los que había trabajado antes. Él sabía qué había qué hacer y cómo hacerlo, pero JongWoon disfrutaba llevarle la contraria al muchacho. Podía notar que el antiguo profesor de música del colegio lo consentía, y él no era ese tipo de profesor. Él enseñaba. Él no elogiaba a menos que en verdad lo merecieran, y Cho KyuHyun no lo merecía cómo el chico esperaba. Pero él se encargaría de que el menor lograra su objetivo de cantar, por algo era su profesor. Sin embargo, no podría hacerlo si el menor no confiaba en él. Y estaba dispuesto a casi todo para que el chico confiara.
KyuHyun, en cambio, estaba saltando de felicidad. El profesor le había dado un pequeño voto de confianza. Estaba más cerca de que le enseñara lo que quería.
No dejó de pensar en el pelinegro durante la noche, sobre todo en su sonrisa.
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Al día siguiente sólo JinKi llegó a su casa. KyuHyun sonrió divertido, dejándolo pasar, viendo cómo se dirigía a su cama y se lanzaba a ella de cara. Negó con la cabeza varias veces mientras se sentaba en la silla cerca de su escritorio.
— ¿Qué noticias me tienes?
—Sé que ChangMin y YunHo se besaron. —JinKi agarró una almohada y la acomodó bajo su cabeza—. Los vi muy juntos en el pasillo para ir al jardín.
— ¿Entonces viste como se besaban?
El menor negó con la cabeza dándose la vuelta.
—Me alejé de ahí, pero por la sonrisa con la que ChangMin regresó a la fiesta estoy seguro que pasó algo. —Se incorporó—. ¿Qué hay contigo?
—Me dejó llamarle JongWoon hyung.
JinKi levantó las cejas, sorprendido.
— ¿En el colegio también?
—Claro que no —negó con el ceño fruncido en lo que se sentaba a su lado—. Dijo que en las clases de los sábados podría hacerlo, y cuando lo viera fuera del colegio.
—Así que ya confía en ti, ¿no? —El mayor asintió—. Ten cuidado con como pasen las cosas, KyuHyun. No vaya a ser que ocurra algo más entre ustedes.
El aludido levantó una ceja, curioso.
— ¿Algo más cómo qué?
—No sé… —JinKi se encogió de hombros, pero el tono que había usado no le había gustado del todo. Arrugó el ceño, pensando.
¿Qué podría pasar entre él y JongWoon?