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Esencialmente Tu por Pau_Duran

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Se encontraba en el funeral, hacia una semana que habían muerto, pero para Jared su hermano aún se encontraba a su lado.

Abyram Nañez, uno de los mejores amigos que tenía, se mantuvo a su lado, ayudándolo a sobrellevar el pésame que gente ajena le ofrecía.
No era el primer funeral en el que había estado, amando siempre a quienes se encontraban allá abajo, les dio la oportunidad de tener algo de él, con en ese incendio, se lo habían llevado con ellos.

-Ahh... - soltó un fuerte suspiro, el recuerdo de la muerte de su familia se había hecho muy recurrente, algunas veces despertaba jadeando.

la noche anterior se había concentrado en pensar la manera de conseguir un lugar donde hospedarse, y todo lo que había resuelto era que si salía en ese estado, a altas horas de la noche, en una ciudad que no conocía terminaría en un embarcadero que importaba más de 1000 esclavos que llevaban a trabajar en los subterráneos, estaría escarbando durante días solo para conseguir joyas que utilizaría un rey obeso y excéntrico, demasiado sudoroso y mal olor de boca, que gustaba de someter y golpear persona para luego… 

-Ugh... Ugh...UGH...- vaya, las ideas conspiranoicas le habían dado tanto asco hasta producirle unas cuantas arcadas, Jared estaba un poco loco, después de todo "rey del drama" se lo había ganado a plomo con sus padres y amigos

Se incorporó un poco y se recordó así mismo que no habría pasado la noche ahí, de no ser por el tornillo suelto en su interior, bueno, ¿el siguiente paso? contentar al castaño.

____

Cuando el ritual de limpieza de Íhoo acabo, apenas se hizo consiente del leve sonido de música escuchándose en el fondo, ¡NO!, como se había olvidado de ese insignificante detalle.

-Ooo...!!! Mierda- había estado tan entretenido arreglándose, aun tendría que encontrarse con ese virgen dramático, lo pensó un largo rato, luego de lo que parecieron segundos miro su reloj y se regañó mentalmente, no tenía tiempo para seguir portándose como un chiquillo, o si no llegaría tarde a trabajar, inspiro un poco de aire, termino de ponerse la ropa, aspiro una segunda ocasión por si la primera no había sido suficiente y con paso firme decidió enfrentarse al chico.

Bajo las escaleras y se dirigió directamente a la cocina, el sonido de la música era más fuerte ahí, cuando vio la mata rubia paro en seco, era… ¿diferente? De lo que había esperado encontrar.

Jared se encontraba por sobre la encimera, inclinado hacia uno de los compartimentos donde guardaba la despensa, con una pierna haciendo palanca y el brazo completamente estirado, en un intento de alcanzar un frasco, (no sabía de qué rayos era, ni siquiera recordaba haber hecho la compra) Íhoo inclino la cabeza procesando la imagen.

Perfectamente alineada y a la vista, se encontraba una escalerita al lado de la estufa, pero por cómo se veían las cosas esta había sido ignorada completamente. Carraspeo un poco para captar la atención del chico.

- Déjame ser el primero en preguntar ¿qué estás haciendo?- el rubio volteo la mirada y bajo de la encimera, tenía una sonrisa adornando su cara

-¡Buenos días!

-Buenos días- contesto el mayor tajante – Respóndeme ¿qué haces columpiándote de esa manera? ¿Acaso no te diste cuenta de eso?- apunto la escalerita, el rubio la miro unos segundo y luego se dirigió al castaño.

-Oh si la vi y por cierto ¿Qué es?- cuando escucho la respuesta el mayor lo miro con curiosidad, este era, sin duda, la cosa más extraña que había tenido el placer de conocer, respiro profundamente.

-No es nada de lo que te debas preocupar ahora, en fin ¿Qué estabas tratando de…

- Ah!!!!- grito Jared interrumpiéndolo, mientras se dirigía a la estufa y apagaba la llama de esta.

-¡¿Qué?!

-Hice el desayuno como pago por dejarme quedar aquí- frunció los labios y se rasco la nuca nervioso – Bueno por eso y también para pedirte disculpas, de verdad siento lo que paso ayer, me trajiste a tu casa y cuidaste de mí, lamento tanto no haberte agradecido correctamente.

-Está bien, tampoco es que tu hayas tenido un buen día- sonrió un poco, el otro aún  se veía nervioso – Relájate, en serio está todo bien ¿ok?

- Ok- le regreso la sonrisa al castaño.

-Por cierto he querido preguntarte algo desde ayer ¿puedo?

-Claro

- Según entendí, no tienes donde quedarte ¿cierto?- el rubio asintió –Bien ¿Tienes dinero?-  pregunto directamente.

-Por supuesto- el menor dudaba si era correcto contestarle, quizá quería estafarlo.

-Entonces la renta será mensual, quiero los mil pesos puntuales, tu habitación es la contigua a la mía, ah! y no te metas con mi comida

-¿Me estas dejando quedar aquí?

Que si lo estaba dejando quedar ahí, por supuesto, la pregunta real era ¿Por qué? Ayer habían tenido un acercamiento desagradable, más lleno de moretones que nada, pero lo quería ahí, para tener la casa llena, tener compañía, que alguien más hiciera el quehacer, podría escoger cualquiera, el punto era justificarse.

-Claro, a menos que tengas una solución mejor

- No, no, de hecho no tengo ninguna, estaba pensando en ir a un motel y talvez venderme para quedarme ahí unos días y luego en otro y otro, pero si me dejas quedarme aquí estaría feliz- había dicho todo tan seriamente que el castaño no sabía si reírse o regañarlo, no opto por ninguna, solo le dio una afirmación con la cabeza.

-Bueno ya que es así, siéntate, vamos a comer-  ofreció el menor, Íhoo tomo asiento en uno de los taburetes de la isla de la cocina.

Jared había preparado crepas, café y galletas, el castaño comenzó a engullir alegremente el tenedor en su crepa llenándose la boca, quizá demasiado.

-Ahh... ayer, no tuvimos tiempo de hablar, no quiero sonar grosero, pero sigo sin saber tu nombre- le recrimino el rubio, el mayor aún estaba comiendo, así que saco la billetera y le extendió su credencial.

El otro chico la observo un rato, leyendo y releyendo el nombre, este era muy diferente de los que había leído o quizás escuchado, no sabía cómo pronunciarlo.

-Aijoo, mmm que nombre más extraño

-Mmjajajaja- tosió el castaño aun con comida en la boca, se estaba atragantando con ella -No, cof cof cof mmjjm- paso la comida y se aclaro la garganta - No es Aijoo - rio bajo otro poco – pero no eres el único que me lo ha dicho, en realidad se pronuncia I-O, simple

-IO, de qué viene eso

-Mi madre es excéntrica, Íhoo proviene del griego, era un dios muy conocido entonces, aunque la escritura en mi nombre tiene algunas variaciones- le dedico una sonrisa al debilucho

-Íhoo- pronuncio este suavemente - me agrada  jajajaja

____

Ya pasaban de las ocho, si no se apuraban no alcanzarían a llegar al supermercado.

-Vamos Íhoo levántate, tenemos que salir- había intentado despertarlo desde hacía una hora por que se suponía iban a hacer la compra.

-Mmm... Cállate- su voz sonaba adormilada, apenas habían pasado un par de días desde que se habían conocido y ya se estaban acostumbrando a la compañía.

-Vamos, fue tu idea salir hoy, así que despiértate o me iré yo solo en tu auto- el mayor abrió los ojos rápidamente

-Debilucho mal nacido- gruño por lo bajo – te atreves a acercarte a ese auto y me asegurare de poner tus restos en mi vitrina por diversión- se levantó del sofá y se arregló un poco.

-¿Por qué me amenazas? tú eres el que se acaba la comida en un rato, agradece que te acompañe, vamos hombre

Ir al supermercado no era de las cosas favoritas de Íhoo, se le hacía tedioso ir de pasillo en pasillo buscando de aquí para allá, era desagradable y agotador.

Una vez que estacionaron el auto, tomaron un carrito y se dirigieron al establecimiento, el castaño estaba a punto de preguntar que debían comprar, cuando Jared salto y se metió en la canasta donde se supone pondrían los productos.

-Oye, si tú eras lo que íbamos a comprar, entonces por que vinimos- miro la canasta de lado a lado, el rubio ocupaba casi todo el espacio que había dentro.

-No pasa nada- giro un poco la cabeza para mirar al otro chico -Tu empujas y yo agarro las cosas, así será más fácil

-Nos van a llamar la atención

-Nah, están más ocupados en ver mujeres que a dos chicos- sentencio el menor y giro de nuevo la cabeza. Tal vez no era cierto, aunque le dio igual a Íhoo, así que asintió y comenzó el recorrido.

El mayor estaba sorprendido, él no era mal cocinero pero debía admitir que no conocía ni la mitad de los productos que llevaban y aparte de eso el debilucho le explicaba el uso de cada cosa con una seriedad de la que no estaba acostumbrado, aun después de pagar seguía pensándolo, la curiosidad lo atormentaba así que quiso salir de duda.

-Como sabes tanto- lo dijo mientras se pasa en cinturón de seguridad por el pecho y ponía el auto en marcha.

-¿De qué?- el rubio imito al mayor

-Comida

-Ahh...- se enderezo en el asiento mientras respondía - Yo solía ser el que cocinaba en mi casa, empecé cuando tenía seis, así que aprendí bastante- estaba un poco tenso, esta era la primera vez que hablaba o hacía referencia a su familia y esperaba que fuera la última.

-Eres muy bueno

-Gracias-  respondió avergonzado ¿lo estaba alagando? a Jared le gusto eso.


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