Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Asesino Suicida por Kagene_Kagamine_Family

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El capítulo es patrocinado por mi hermana menor, quién me puso a trabajar como negra para terminarlo.

Si, esa es la razón por la que no tarde veinte días (o cinco meses) en escribir esto.

A decir verdad estaba muy indecisa sobre como iniciar este capítulo o como llevarlo, pero si Candy Store no me había convencido este si lo hizo. Ahora sigue una de mis canciones favoritas, “Freeze your brain”.

Eso y que acabo de caer en cuenta de “Dead Girl Walking” contiene lemmon y yo no escribo eso (tal vez lo cambie por lime, o a ver que me sale). Y creo que es la canción que más me da pánico escribir por la misma razón. 

Capítulo 3: Fight for me.


Mason se sentía como una mierda. Apenas había logrado dormir la noche pasada y Mabel tardó más maquillándolo para ocultar las ojeras que se formaron en la noche, pero sobre todo no fue capaz de decirle a su hermana sobre la nota. Ni siquiera se lo dijo a Wirt, mucho menos a Caroline.


Y ahora estaba en clase de matemáticas intentando no quedarse dormido, al menos ese día no tendría que esforzarse en no prestar atención. El pizarrón estaba lleno de fórmulas, letras y números los cuales no eran procesados por el cerebro de Dipper, creyó escuchar algo sobre un trabajo en equipos mientras su profesora apuntaba otra fórmula. Miró su libreta vacía y suspiro con cansancio. Giffany le dijo que tendría que juntarse con los más populares de su salón, en este caso ese puesto lo tenía Gideon, pero seguía odiando al chico con todo su ser. No creía poder soportar trabajar con él.


Decidido tomó su bandolera, y llenándose de valor se dirigió a la mesa del albino, una vez que se cercioro de haber escuchado bien a la maestra y que todos se movían de lugar.


—¿Puedo sentarme? —Le preguntó con cierto retintín de molestia en la voz. Giffany lo mataría si se enteraba que trató mal al chico más popular de la escuela.


—Ya te habías tardado Pines. —Se burló el albino, con un ademán, el chico que se sentaba en el asiento de en frente se fue dejándole el lugar al castaño.


Dipper frunció el ceño evitando hacer una cara de asco al estar cerca tan cerca de Gleeful. Se sentó en el lugar que dejaron vacío y dejó su bandolera sobre la mesa, se giró para ver al albino de frente. Era la primera vez que hablaban después de que el castaño se volviera popular.


—¿Qué tenemos que hacer? —Preguntó tragándose su orgullo, no sabía que tanta atención prestaba Gideon, pero ese día sin duda había hasta una mosca lo había hecho más que él.


—¿Tu y yo?, nada, alguien lo hará por nosotros. —Vio como sacaba una lima y empezaba a arreglarse las uñas como si fuera lo mejor que podía hacer en ese momento. —Solo debemos fingir que lo hacemos nosotros.


La opinión de Dipper nunca cambiaría respecto a los populares: eran una bola de desgraciados.


El resto de la clase pasó perdiendo el tiempo haciendo nada; falsificando prescripciones para Verónica, justificantes de Giffany y observando a Gideon hacerse una manicure perfecta. En algún momento noto como alguien dejaba en su mesa una libreta con todos los ejercicios hechos, Gideon se paró con otra libreta y Mason se limitó a seguirlo con la que habían dejado en su lugar, sin creer que alguien, realmente, había hecho el trabajo por él. La profesora los felicito a ambos por el excelente trabajo realizado, Gideon se hizo el modesto y él no dijo nada, su mente seguía divagando en cualquier otra cosa.


Necesitaba llamar a Wirt, no, necesitaba a Wirt. Necesitaba escuchar su voz, escuchar como entraba en pánico más rápido que él, una que otra burla, un mal chiste del castaño... A estas alturas incluso podría escucharlo tocar el clarinete sin ignorarlo. Solo necesitaba algo, alguien, que le recordara quién era en realidad, y que no era solo un muñeco Ken de segunda. No solo era un adorno y mucho menos alguien capaz de traicionar a su propia hermana. Necesitaba volver por el buen camino, su camino, y Wirt era la mejor persona para hacerlo reaccionar y sacarlo de esa ensoñación en que Giffany había logrado meterlo.


Regresaron a su lugar mientras Gideon le hablaba de las ventajas de ser popular y rico, como él. Se abstuvo de decirle que ya las conocía, Pacifica se las había dicho hace tiempo y ayer se las habían recordado. Guardo sus cosas con cansancio y miró al albino frente a él, Gideon podía ser guapo, popular y rico pero su personalidad era una mierda completamente, ¿Quién podría si quiera aceptar tantas humillaciones por un chico como él sólo para ser popular? La respuesta lo abofeteó recriminando las acciones que él mismo había tomado contra su hermana dejándose llevar por el trío.


Antes de que pudiera seguir torturándose mentalmente escuchó la campana indicando el almuerzo, ignorando al albino y dejándolo con las palabras en la boca Dipper salió casi corriendo del salón. Camino con paso seguro hacia la cafetería, varios metros antes se detuvo entrenando a los baños más cercanos que encontró, sacó su celular y sin demora escribió un mensaje:


"Márcame en cuanto puedas. Necesito ayuda".


Se recargo en el lava manos y miró su reflejo en el espejo. Tenía ganas de mojarse el rostro, de refrescarse para poder olvidarlo todo, pero si lo hacía se le terminaría cayendo el maquillaje, no podía arruinar otra cosa de Mabel, ella se había esforzado en que no se viera tan mal esa mañana. Suspiro, se arregló el cabello, se paró derecho y se acomodó la bandolera, guardo su celular en el bolsillo de su chaqueta azul y salió del baño listo para ver a sus "amigas".


—Llegas tarde. —La voz de Giffany se notaba claramente molesta mientras comía lo que parecía ser avena.


—Lo siento, estaba terminando unas cosas. —Sacó las prescripciones y los justificantes de su bolso entregándolos a sus respectivos dueños. Verónica suspiro aliviada y Giffany dejó escapar un sonido de gozo. La única que rara vez le pedía algo era Pacifica, ella casi parecía hacer todo lo que Giffany decía que no hicieran.


—Como sea. —Giffany guardó sus justificantes en su bolso de tonos rosas y azules claros. —Necesito tu ayuda, la profesora de civismo quiere que haga un trabajo. —bufó molesta, como si su maestra le hubiera pedido conseguir la paz mundial en vez de un trabajo evaluativo. —Dijo que tenía que ser ahora, y que me vigilaría para que nadie más lo hiciera por mí, y no creo poder acercarme a todos, además tú eres mejor para hablar.


Dipper suspiro y se levantó de su lugar, las chicas lo imitaron, era la primera vez que lo seguían a él. Comenzaron a caminar por entre las mesas acompañando a Giffany a preguntar. Dipper apuntaba las respuestas y en algunos casos era él quien preguntaba, como cuando fueron con los nerds y Giffany no pudo acercarse porque "le eran repugnantes". Mientras hablaban con los chicos del equipo de rugby Dipper sintió su bolsillo vibrar, sacó su celular y vio el nombre de Wirt en la pantalla brillando, le entregó el cuaderno a Verónica sin pensarlo y se alejó de la mesa para contestar. Sin notar la brillante sonrisa que alumbró su rostro al ver el nombre de su mejor amigo.


—¿Sabes lo peligroso que es mandar un mensaje durante clases Dipper? —Se escuchó la voz preocupada de Wirt al otro lado. No pudo evitar sonreír levemente al escuchar ese tono calmado y nervioso a la vez que caracterizaba a su mejor amigo.


—Es hora del almuerzo, no estoy en clase.


—No, pero yo si.—La voz de Wirt lo llenaba de paz de una manera diferente a la que lo hacía Mabel. Wirt era nervioso y bastante pesimista, pero era un buen amigo, siempre lo apoyaba y siempre encontraba la manera de hacerle entrar en razón, menos cuando ambos se ponían paranoicos. Río suavemente recordando esos momentos a su lado.


—Lo lamento, estaba desesperado.


—Para estar desesperado para hablar conmigo, siendo popular ahora, no me imagino la clase de infierno que debes estar pasando. —Dipper sonrió de manera amplia. Wirt no tenía ni idea del bien que le hacía escucharlo. —Bueno, ¿qué es lo que sucede para que recurras de manera tan desesperada a mí?, digo, Caroline es mucho mejor para esta clase de cosas, a menos que necesites de poesía o clases de clarinete ella es la indicada para casi cualquier cosa.


—Metí la pata hasta el fondo Wirt, lo que se dice hasta el fondo, entre en el bosque sin una lámpara y acepte ayuda de la bestia. —Se explicó usando partes de la novela que Wirt estaba escribiendo. Sólo él entendería que tan malo era aceptar la ayuda de "la Bestia". En la novela de Wirt la Bestia era un demonio que habitaba en el bosque, cuando alguien se perdía en el bosque los engañaba para cargar con la linterna que encerraba el alma del demonio; con el tiempo los convencía de que era la única manera de salvar a la persona que más aman.


Por varios segundos Dipper no escucho nada más que la respiración de su mejor amigo agitada, como si le costara procesar la información que acaba de recibir.


—Dipper, ¿qué hiciste?, ¿cómo pudiste? —Su voz sonaba claramente alterada. El castaño podía imaginar claramente como su amigo se esforzaba por no tener un ataque de pánico o hiperventilarse; incapaz de comprender cómo es que había hecho algo contra Mabel. — Pines no sé qué hiciste, pero puedo asegurarte que estás en el abismo, la última oportunidad, detén todo, AHORA.


Mason estaba de acuerdo con lo que Wirt decía, sabía que esa era su mejor opción: invitar a Mabel a la fiesta de Pacifica, terminar su relación con las chicas y finalmente evitar que Mabel fuera a la fiesta de Robbie Valentino. Volver a ser alguien de quién apenas recuerdan su nombre y no llamar la atención, dejar el maquillaje, vestirse como siempre lo había hecho y organizar una video llamada para ver a todo su club de misterio, esperar las vacaciones y rogar por volver a California a ver a sus amigos. Wirt tal vez no era el mejor dando consejos, pero si su mejor amigo, y si su mejor amigo ya no apoyaba esa ridícula idea para nada para Dipper era seguro que debía acabar con eso.


Entonces escuchó la voz de Giffany en su cabeza, como cada que estaba a punto de hacer algo que ella no creía correcto. Su voz le martilleo la cabeza con fuerza, recordándole que ahora era popular, no necesitaba a su hermana, no necesitaba a nadie más que ellas.


—Gracias Wirt. —Hablo sonriendo mientras intentaba alejar la molesta voz de la abeja reina de su cabeza. Esta vez no regresaría con ellas. —Term-


No fue capaz de terminar de hablar cuando sintió como el celular era arrebatado de sus manos, aún sin voltear sabía quién era y al hacerlo solo lo confirmo. Giffany tenía su celular en la mano con una clara expresión de fastidio enmarcando su perfecto rostro, dio una ojeada al viejo celular del castaño para después tirarlo al suelo y pisarlo con sus zapatos de tacón rosa chillón. El castaño no dijo ni hizo nada, aunque sintió su vida irse por un segundo al ver su teléfono destruido.


—¿Acaso era tu novio de California? —La molestia en la voz de la pelirrosa líder era palpable. Aunque para Dipper, que estaba acostumbrado a verla molesta, no era novedad.


—Wirt no es mí...


—Bien. —Volvió a ser interrumpido por Giffany, a quién parecía no importarle lo que Dipper tuviera que decir. —Porque tu vida en California terminó Dipper, ahora estas aquí y debes hacerla conforme a lo que ahora eres... No a lo que fuiste. —Verónica le entregó el cuaderno, donde había estado apuntando las respuestas a la extraña encuesta de Giffany, con fuerza y el ceño fruncido. —Y no puedes dejarnos haciendo todo el trabajo nosotras Dipper, ahora... Ve y pregúntale a Gideon.


—¿Y por qué no vas tú? —Se atrevió a preguntar sin molestarse en ocultar su cara de asco al escuchar el nombre del insufrible albino. —Tenía entendido que te llevas excelentemente bien con él. —Quiso enfatizar el "excelentemente", pues no era novedad para nadie, que a pesar de que la pelirosa tenía novio se había acostado en más de una ocasión con el albino.


—Porque es tiempo de que avances Dipper. —Soltó la pelirrosa sin rodeos, viéndolo como si estuviera a punta de soltar la bomba que cambiaría su vida para siempre. —Ya te lo hemos dicho, no solo atraes a las mujeres, también a los hombres, y Gideon es el más popular.


—Espera, ¿tú quieres que yo... esté con él? —La sonrisa que se formó en el rostro de la perra mayor fue la respuesta que buscaba. Dipper sintió cómo su estómago tenía la necesidad de regresar la comida que aún no había ingerido. —No, me niego, Gideon es un petulante idiota al cuál no soporto.


—Bueno. —El tono burlón de Verónica siempre estaba presente, cuando se trataba de hacerlo sentir menos. —Siempre está el equipo de rugby, ellos te adoran. —Soltó una risa burlona que fue rápidamente acallada por el típico:


"¡Cállate Verónica!" de Giffany. Seguido de un quedo: "Lo siento, Giffany".


—Mira Giffany. —Mason se armó de un valor existente para hablar con quién era su jefa en ese extraño sitió, y quién había logrado que olvidara su conversación con Wirt. —Primero, estoy seguro de que Gideon es heterosexual, segundo, el que a mí me gusten o no los hombres no es un tema que quiera tocar en este momento y tercero, a Gideon le gusta mi hermana, a mí me odia.


—Corrección, a Gideon le gustaba tu hermana, ahora que eres popular le gustas tú Dipper. —Giffany lo tomó de un brazo y lo hizo empezar a caminar. —Así funcionan las cosas, Gideon gusto de Mabel porque era la nueva, alguien de una gran ciudad que tal vez podía hacerlo aún más popular, ahora, tu eres quién importa, no tu hermana, tu eres popular, ella no. —Dipper sintió un nudo en el estómago mientras avanzaba junto a Giffany cerca de la mesa de Gideon. Los sentimientos de culpabilidad y las palabras de Wirt habían vuelto a su mente, pero antes de que pudiera siquiera hablar Giffany lo empujo. —Ahora ve, y no quiero que digas nada hasta que hayas hablado con él.


Las chicas se dieron vuelta y caminaron en dirección a la mesa de Robbie, si iba con ellas montarían otra escena como la de ayer y no tenía ánimos para eso. Hablaría con Gideon, le haría la estúpida pregunta y regresaría con las chicas para decirles que todo acabo, que ya no seguiría con ellas. Lo más importante era Mabel.


—No deberías arrodillarte ante los esclavos de la moda que beben coca cola de dieta. —Escucho una voz a sus espaldas que claramente iba dirigida hacía él. Se dio vuelta y vio a un chico sentado solo, se encontraba leyendo un libro mientras su bandeja de comida estaba a un lado intacta. —Van a aplastar a esa chica.


—Disculpa, ¿qué? —El chico se levantó logrando que Dipper tuviera una vista completa de él.


Tenía la piel de un extraño tono dorado, no estaba bronceado, o al menos no lo parecía. Su cabello, de un tono dorado brillante, cubría su ojo izquierdo como una cortina, podía entrever como debajo de esa cortina un parche negro se ocultaba. Una sonrisilla burlona dejaba ver sus dientes blancos, y afilados, y sus largas pestañas solo enmarcaron más el opaco oro de su único ojo visible. Vestía un pantalón formal negro, una camisa blanca con un moño negro, zapatos del mismo color y una extravagante gabardina amarilla junto a unos impecables guantes blancos, era considerablemente más alto que él y sin duda más atractivo de lo que llegó a pensar al verlo agachado sobre su libro.


—Hablo de lo de ayer, la nota. —La sonrisa del rubio ya no estaba allí, pero una de sus comisuras seguía alzada, como si tuviera la intención de seguir sonriendo. Dipper tenía la garganta seca, no sabía qué decir y solo se quedó viendo al chico. —Claramente tienes un alma, solo tienes que trabajar más en mantenerla limpia. —Lo vio tomar su libro y volverse hacia él. —"Todos nacemos marcados por el mal". —Comento mientras comenzaba a caminar, seguramente para salir de la cafetería. Dipper lo miró saliendo del shock inicial que el chico le dejó al hablar de la nota y lo siguió.


—Disculpa, no puedes citar a Baudelaire y después irte. —Hablo el castaño diciendo lo primero que se le vino a la mente en ese momento. El rubio se volteó y miró al castaño, sonriendo de nuevo, casi parecía complacido.


—Muy bien, iniciemos de nuevo, y cambiemos de tema. —Sonrió de manera juguetona. —Bien hallado, ¿tú eres Giffany? —Dipper no pudo evitar soltar una disimulada risa ante el tono burlón del chico.


—No, soy Mason, Dipper, Pines. —Se presentó sin poder evitar sonreír.


—Muy bien, Dipper Pines, ¿qué es lo que, una de las personas más populares, y aparentemente más inteligentes, de la escuela, puede requerir de alguien como yo?


El castaño negó divertido con la cabeza, el rubio era imposible. ¿Qué esperaba que dijera?, no tenía ni un solo tema en mente para hablar con él, la razón por la que lo había seguido había sido descartada. ¿Qué se supone que debía hacer?, miró el cuaderno que cargaba y recordó que debía ir con Gideon a hacerle la pregunta, miro al rubio frente a él y sonrió divertido dejando escapar una sonrisa coqueta.


—Esta te parecerá la pregunta más estúpida que has oído.


—No creo que exista pregunta estúpida.


—Imagina que ganas cinco millones de dólares, pero el mismo día los extraterrestres dicen que destruirán la tierra, ¿qué es lo que haces? —Dipper volvió a reír al ver el rostro confundido del rubio, claramente esperaba otra cosa de alguien que había leído, o al menos sabía algo, de Baudelaire.


—De acuerdo, esa esa es la pregunta más estúpida que he oído. —El castaño estuvo a punto de explicar el porqué de la pregunta cuando el rubio volvió a hablar; —No lo sé, probablemente iría al bosque, algo para beber y un libro.


—Diversas cosas. —Comento el castaño admirando al rubio frente a él. Tomo aire, para seguir hablando con él, cuando notó como alguien le tomaba el hombro, volteo y vio a Giffany.


—Dipper, vamos.


Le dedico una sonrisa al rubio y se despidió con un corto "Nos vemos", que el rubio le regresó con una sonrisa encantadora junto a un "Definitivamente". Giffany rodó los ojos y tomo al castaño para llevárselo de ahí. Caminaron un par de metros para encontrarse con Pacifica y Verónica. Pacifica, sonreía divertida, pero parecía complacida con lo que acababa de observar, mientras Verónica parecía querer escupir fuego, Giffany lo solto una vez llegaron con ellas, Dipper esperaba una reprimenda por haber hablado con alguien que no fuera Gideon para la chica no decía nada, parecía más bien meditar, la pelirosa parecía estar punto de hablar cuando se escuchó un golpe detrás y los cuatro voltearon instintivamente.


El castaño escucho diversos gritos; había quienes gritaban "mierda", otros varias groserías pero el vitoreo mayor el tan común "pelea, pelea". Se estiró para ver mejor lo que ocurrirá sorprendiéndose al notar que uno de los causantes de dicho alboroto era el rubio con el que había estado hablando (y que ahora se daba cuenta de que no le había dicho su nombre).


Nate y Lee, un par de chicos del equipo de rugby, se encontraban peleando con el rubio. Al parecer el rubio había derribado a Nate y ahora se encontraba peleando con Lee mientras el moreno se intentaba parar.


—¿Qué están pasando? —Pregunto Dipper observando la pelea cómo podía, nadie se había acercado pero un par de curiosos le impedían ver que es lo que pasaba. —¿Por qué pelean?


—¿No es obvio? —Escucho la voz emocionada de Pacifica, y no pudo evitar pensar en Mabel. Pues era el mismo tono que su hermana usaba cuando se encontraba eufórica por algo. —Están peleando por ti, a Nate y a Lee les gustas.


El castaño miro sorprendido el paisaje que de la pelea frente a él. Nate se había levantado, pero ahora Lee estaba en el suelo y posiblemente le iba a salir un moretón en el ojo derecho. Las mejillas del castaño se pusieron ligeramente rojas al entender las palabras de su amiga rubia: "Están peleando por ti". Él no estaba de acuerdo en ese tipo de peleas tan infantiles y sin sentido, pero, había algo extraño en ese momento que lo hacía sentir extremadamente bien. Nunca espero que alguien peleara por él.


Dipper no creía en el amor a primera vista. Pero ese chico lo hacía sentir cosas diferentes, uno solo era el placer de vivir un momento que nunca creyó que viviría, sin embargo no pudo evitar preguntarse; "¿Pelea por mí?", Pacifica había dicho que Nate y Lee si lo hacían, pero el rubio, el chico sin nombre, ¿lo hacía?


Vio cómo derriba a Nate, de nueva cuenta, y no pudo evitar sorprenderse. El chico sin nombre había durado más de lo que creyó contra dos miembros del equipo de rugby, peleaba mejor de lo que cualquiera pudiera pensar de haberlo visto leyendo y citando a Baudeaire hace unos minutos. Dipper sonrió otra vez, el chico sin nombre al parecer había ganado la pelea.


Y entonces el resto del equipo de rugby se acercó al chico sin nombre.


 


 


 


Bill sonrió una última vez en dirección al castaño que era arrastrado por la abeja reina de la escuela. Casi podía escuchar el grito de Mabel cuando se enterara de que había hablado con su hermano en la cafetería; Mabel era una chica muy agradable que iba en su grupo. Había sido la primera en hablarle cuando llegó a la escuela, hace un día, y de las primeras cosas que le contó había sido de Dipper, su hermano, le pareció adorable, y hasta penosa, la manera en que la chica habla de su mellizo.


El día anterior había visto todo el show que el chico había causado con su grupo. No había entendido nada hasta que Verónica Pyro (su ex-mejor amiga) había dejado la nota en el lugar de Mabel, cuando volvió la vista a la mesa Dipper ya se había ido y Mabel estaba gritando emocionada.


En el salón se enteraría que Mabel, supuestamente, había sido invitada por el propio Robbie Valentino a una fiesta. Y claro, él sabía que había sido Dipper quién realmente escribió esa nota.


Al voltear para salir del lugar vio parado frente a él un par de idiotas del equipo de rugby, Mabel los había señalado como Nate y Lee, los que más destacaban de ese deporte. Su sonrisa se desvaneció al verlos, al igual que el recuerdo de la sonrisa del castaño.


—Hey, ¿qué te dijo tu novio cuando le contaste que te mudabas acá? —Bill no tenía ni idea de quién era, si Nate o Lee, pero de lo que estaba seguro era de que eso lo hacían por Dipper. Solo alguien desesperado actuará de manera tan infantil.


—Contesta idiota. —Hablo el moreno. —Lee te hizo una pregunta.


—Oye Nate. —Lee habló impidiendo que Bill pudiera si quiera mandar la señal a su cerebro para responder. —¿No estaba prohibida la entrada de idiotas a la cafetería?


Bill rodó los ojos y sonrió divertido. —Bueno, parece que no, después de todo los dejaron entrar a ustedes.


—¿Qué dijiste imbécil? —Hablo el rubio, Lee. —Sostenlo. —Eso claramente iba dirigido a Nate, quién se acercó a él.


Bill miró al moreno acercarse a él, tomó su libro y lo golpeó con él en la cabeza, se movió alzando su pierna para golpear a Lee en donde más le dolía y la volvió a alzar para empujar a Nate con la suela del pie derribandolo. Le lanzó el libro a Nate a la par que detenía un golpe de Lee; escucho a las personas a su alrededor gritar pero no le dio importancia, le dio un puñetazo a Lee en el pómulo haciéndolo retroceder y sin esperar un segundo lo tomo de los hombros para darle un rodillazo en el estómago, el rubio cayó al suelo sin aire, y Bill regresó a tiempo para esquivar un golpe de Nate que iba directo a su rostro. Podían ser jugadores de rugby, pero él había peleado en callejones más veces de las que a Will (su gemelo) podían parecerle, tomó el bazo de Nate y con un rápido movimiento se lo retorció dejándolo inmóvil, una nueva patada en el estómago y el chico ya no se movía del suelo.


Sin poder evitarlo regresó su mirada a Dipper, quién estaba parado en medio de la rubia y Verónica, el castaño parecía conmocionado por lo que acababa de ver. Como si no pudiera creerlo y a la par como si nunca hubiera presenciado algo igual. Se giró con intenciones de tomar su libro de vuelta, y, como un deja vu, miró al resto del equipo de rugby al completo, metió una mano dentro de gabardina buscando el bolsillo interno y al encontrarlo sonrió.


—Déjenme repetirlo. —Hablo con una voz tenue mientras sacaba la pistola que le quito a Phill (su hermano mayor) y disparó dos veces.


 


 


 


—William "Bill" Cipher.—Contestó Verónica molesta en el carro de Pacifica. Dipper hizo una nota mental con el nombre del rubio y le agradeció internamente a Verónica el dato.


—No puedo creer que lo hayan suspendido. —La voz de Pacifica se hizo sonar desde el asiento del conductor.


—Usó un arma real, debería estar en la cárcel, no suspendido por un par de días. —Giffany miro molesta a la rubia, sin creerse que pensara eso realmente.


—Pero ellos iniciaron la pelea. —Se atrevió a intervenir Dipper. —Y si el resto del equipo no hubiera intentando nada él no se hubiera visto en la necesidad de usarla; además, uso salvas, y solo quería asustarlos.


—Dipper tiene razón. —Lo apoyo la rubia y Dipper se lo agradeció, como siempre; Pacifica parecía ser la única que lo comprendía. —¿Crees podrían limpiar las manchas de orina? —Incluso Verónica río ante ese comentario.


—Parece divertirles esto. —Giffany se volvió hacía Dipper y lo miró fijo, con los ojos entrecerrados como si siguiera evaluando la situación. —Creí que no te gustaban los chicos malos.


—Nunca digas nunca. —Se atrevió a contestar cuando Pacifica se estaciono, lo más cerca (que les era posible a ellas), de la cabaña del misterio.


—Tenemos una fiesta mañana. —Giffany lo miro seria. —En la casa de Robbie, vendré a este punto a recogerte a la siete, no tardes... Tenemos que terminar con el tema de William.


Dipper asintió y empezó a caminar hacia la cabaña. Realmente no quería ir pero tenía que, escucho a Pacifica arrancar y alejarse de ahí.


Para este punto Dipper ni siquiera recordaba que ya no tenía celular, y que le había dicho a Wirt que acabaría con todo. Su mente estaba muy ocupada en el chico rubio de la cafetería.

Notas finales:

*Nótese el Pinescone disimulado*

“Bien hallado”. En la película JD dice algo como “Salutations”, que se puede traducir como “Saludos”, sin embargo en uno de mis videojuegos favoritos (Fire Emblem Shadows of Valentia) el personaje de Clair saluda de la misma forma (y tal vez por el tiempo en el que se efectúa el juego)  y en su caso se traduce de esa forma. Personalmente me gusta más “Bien hallado”, y pensé que quedaría mejor en Bill (con eso de que es un demonio antiguo y poderoso).

Nate y Lee son del grupo de amigos de Wendy, no me los invente.

El novio de Giffany que Dipper menciona es Rudo McGolpes (él posiblemente aparezca en “Big Fun”).

Por cierto, si alguien puede facilitarme el guion de Heathers me ayudaría mucho. Yo lo busque pero no lo encontré. Digo esto porque mi inglés no es tan bueno y por más que escuche el musical completo mil y un veces habrá cosas que no entienda.

Creo que eso es todo… ¿Alguien ha escuchado “In the heights”?, ese musical es hermoso, lo siento, tenía que decirlo (en estos momentos estoy escuchando Carnaval del Barrio).

Ahora sí creo que es todo.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).