-¿Es necesario hacer esto? –El chico se encontraba sentado, con ambos brazos en las coderas de la silla. Sobre la mesa que estaba frente a él, yacía un cuaderno y bolígrafo-
-Sé que este método es muy viejo para ti y que en su momento lo manejaste a la perfección Sasuke, pero debes de entender que para casos como estos, sigue siendo una excelente herramienta
-Sabes que no creo que podamos sacar provecho de esto Kakashi; y si no lo creo, simplemente no funcionará
-Mira –el peli plata acercaba su rostro, para observarlo directamente- necesito que te relajes y te concentres en lo que vaya a preguntarte –sonreía- recuerda que entrenábamos con esto las primeras veces
-No es necesario que me recuerdes esas cosas –desviaba la mirada para luego cerrar los ojos y comenzar a concentrarse-
-¿Por qué no? –Contestó divertido- en aquel entonces eras un niño
-Ya hace mucho tiempo de eso –respondió con severidad- saldré está noche, así que apúrate –apretó ligeramente los dientes, para comenzar a sumergirse en sus propios pensamientos.
-¿Cómo se supone que debería de empezar? –Preguntó en un tono nervioso. Sus piernas bailando por debajo de la mesa no hacían más que divertir a Sasuke, aunque éste no lo demostrara. O al menos no de una forma tan obvia-
-Por el principio –murmuró. El moreno colocó ambas manos sobre la silla. Tenía una idea de qué esperar, sin embargo, sabía que Naruto no era un chico cualquiera. Para empezar, era la única persona con la que no podía usar sus poderes; o al menos, no del todo-
-¿Desde hace cuánto nos conocemos? –Insinuó el rubio a lo que Sasuke solo lo miró extrañado-
-¿A qué te refieres? –Contestó con algo de hartazgo. Le desesperaba de sobremanera que las personas se fueran entre las ramas, pero tratándose de Naruto, por lo menos intentaba contenerse- unos años, ¿por qué?
-Pues –Sasuke podía notar que Naruto estaba muy nervioso. Desviaba la mirada con ligereza y ciertamente notaba su voz algo cortada-
-No tengo todo el día, Naruto –a pesar de que trataba de sonar serio y frío como era característico en él, tenía que morderse la cara interna de la mejilla para que el chico de ojos azules no se diera cuenta de que estaba muerto de risa.
Tal vez ya era momento de parar su sufrimiento… o tal vez no- ¿qué tienes que decirme?
-Bueno, yo… Eres un cazador, ¿no es así? –La pregunta la soltó sin más; dedicándole una mirada seria. La actitud de Sasuke cambió. Simplemente se lo tomó enserio-
-Como sabrán, últimamente la oscuridad se ha estado moviendo demasiado y a pasos agigantados. Es de dominio público lo sucedido con Sasuke –la voz de Tsunade retumbaba en el cuarto que utilizaban como oficina. En el lugar, yacía cada miembro de la agencia, desde los informantes hasta los combatientes- aun no estamos seguros contra qué nos estamos enfrentando, sin embargo quiero que tengan los ojos bien abiertos; por el mismo motivo, es que con ayuda de Kakashi hemos implementado un sistema mayor de protección –la rubia ocultaba ambas manos tras su espalda, estaba nerviosa- lo cual incluye un toque de queda hasta nuevo aviso
-¿Quieres decir que no vamos a poder salir por las noches? –Preguntaba sorprendido un chico sumamente parecido a Sasuke; lo que provocó una reacción en cadena con los demás agentes-
-Solo algunos cuantos y aquellos que tengan misiones de tipo crítico –trataba de sonar confiada, pero la verdad era que la situación era más peligrosa de lo que aparentaba- los demás, les pido de la manera más atenta que permanezcan en casa hasta que levantemos el toque de queda
-¿Necesitas algo más Tsunade? –Preguntó Sai nuevamente; algo que la crispó un poco, esencialmente porque la obligaba a usar palabras que no quería, pero sin embargo, eran necesarias-
-Sí –respondió tajante- que se escondan.
-Naturalmente las presentaciones están demás, pero como formalidad lo haré –la mujer se aclaraba la garganta- Uchiha Sasuke, te presento a Hyuga Neji; él será tu nuevo compañero de equipo.
Creo que no es necesario hablar acerca de las capacidades que cada uno de ustedes posee; y si no, de cualquier modo, tarde o temprano lo sabrán –Tsunade miraba a Sasuke con ligera preocupación- la misión de hoy es sencilla. Kakashi les explicará los detalles.
-¿Nunca hablas? –Preguntó Neji-
-No lo veo necesario
-¿Ni siquiera para organizarnos? –Sasuke solo emitió un sonido parecido a una sonrisa burlona, a lo que Neji frunció el ceño, evitando cualquier confrontación innecesaria-
-Me sorprendes –respondió frío sin dejar de lanzarle esa cara de prepotencia-
-El sentimiento es mutuo –dijo con cierto aire de molestia. Sasuke lo percató de inmediato. Metió ambas manos a las bolsas del pantalón y siguió caminando sin darle importancia.
Neji chasqueó la lengua, miró a su alrededor y no tuvo más opción que seguirlo.
Caminaban relativamente tranquilos en la calle, cuando doblaron a la izquierda activaron sus sentidos; no era para menos, la misión había empezado.
-¿Y bien? –Tsunade miraba a ambos de forma cálida- ¿cómo les fue?
-No sirve para el combate de verdad –espetó Sasuke- le diré a Kakashi que tiene que bajar de nivel nuestras misiones o asígnenlo con alguien más o de lo contrario morirá –enseguida, la mirada del chico cambió. Ella se dio cuenta de inmediato que algo sucedía-
-Sasuke… -La rubia iba detrás de él, puesto que se había adelantado a entrar a su oficina. Mientras, le pidió a Neji que esperara afuera-
-No miento cuando digo que lo van a matar…
-¿Qué sucedió? –El chico se quedó callado unos segundos- ¿Qué pasó? –Preguntó de manera contundente-
-Lo vi –murmuró. A lo que Tsunade casi cayó al suelo por la impresión-
-Eso no puede…
-Me separé de Hyuga para hacer mi trabajo; sin embargo cuando entré al edificio…
-Sabes que necesito una mejor descripción para poder ver lo mismo que tú Sasuke –en ese momento Tsunade mantenía una mano en la frente del chico. Intentaba visualizar lo que le estaba narrando-
-Entré al edificio –Sasuke murmuraba- subí por las escaleras del cubo del medio y la estructura del piso cambió. Ya no era cemento, era una especie de puente, había bambú o alguna planta extraña. Inmediatamente el aire también cambió. Hacía mucho calor; seguí caminando, todo estaba oscuro, pero parecía que estaba alumbrado por velas o algo, no estoy seguro.
Comencé a marearme y sentirme abrumado. Era como si el aire tuviera droga, algo que me provocaba sueño –Sasuke se paró un momento, él también estaba temblando- y entonces, vi su sombra en la pared. Yo estaba a mitad del pasillo, era muy largo; tal vez su sombra estaba a unos diez metros de mí.
Lo vi transformarse, mi cuerpo no aguantó la energía y terminé en el suelo. No escuché el eco, ni los pasos. No vi nada, lo último que recuerdo es que alguien acariciaba mi rostro y un susurro en mi cara. Pude notar el aliento en mi frente.
Fue entonces que desperté aquí. A unas calles de las oficinas.
Hyuga me alcanzó a los diez minutos y venimos directamente hacia acá
-¿Te reportó actividad extraña?
-No hablamos mucho
-Sasuke –Tsunade lo reprendía a lo que el otro, simplemente se alejaba de ella-
-¿Pudiste ver algo? –Cambiaba el tema como ya era costumbre-
-Todo hasta antes de la sombra –Tsunade se frotaba la sien- después se vuelve muy borroso, pero –de nuevo la mujer lo miraba con suma seriedad- esa sensación…. –en esos precisos momentos, una vela que se encontraba en la habitación se apagó. Ambos la vieron y después giraron a verse- no cabe duda
-Es él
-“Ahora más que nunca, quiero que te comportes a la altura de la situación, haz tú trabajo y hazlo como se debe” –solo recordaba la reprimenda que Tsunade le había lanzado después de lo que platicaron, que en verdad en momentos quería simplemente desaparecer. Pero no podía hacerlo, no era así como funcionaban las cosas- En esta agencia, van a decirte cuanta basura puedan. Esta agencia es famosa por los chismes y que la gente no se reserva nada. Nunca me ha importado, pero si vas a ser mi equipo, necesito que estés enterado de ciertas cosas. Mejor dicho, la verdad de ciertas cosas.
Una de ellas, es la razón por la que Naruto está así –Sasuke solo lo observó con serenidad y Neji le dedicó una mirada de total atención. Nada más que eso-
Él acostumbraba comer y beber siempre cosas calientes; fuera verano o invierno, era prácticamente una necesidad –su cara por momentos se volvía al fin expresiva, melancólica, al recordar esos pequeños pero importantísimos detalles- así como tomar el sol media hora diaria, o hacer algunas cuantas cosas extrañas; como pedirme energía a diario y en diversas formas.
Seguro que te preguntarás para qué –a lo que el castaño asintió- bueno, la razón es simple.
Naruto no tiene corazón.
Y literalmente esa noche, esos tipos se lo robaron.