Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Besos por Navidad. por PinketDiana

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Finalmente resultará que será un mini-fic "especial navidad" gracias a todo el apoyo que ha tenido. ¡Espero que os siga gustando tanto y me dejéis saber qué os parece! ^_^

*Demasiado fluff para todo el mundo, puede causar diabetes*

Aún así disfruten, que en Diciembre se puede permitir algo dulce, dulces, ¿verdad? :')

Si hay algo que Naruto sabe de memoria es cómo hacer té. Pero no un té cualquiera, sino el favorito de Sasuke. Así que abre el paquete con delicadeza, pone la tetera para que el agua hierva y saca las hojas del té. Naruto había insistido en que quizás a Sasuke le vendría bien probar otro tipo de té, por cambiar la rutina, pero éste se había empeñado de sobremanera por comprar el mismo, alegando que sabía de una manera especial.

Cuando el agua ya está, la vierte en una taza, la que tiene varias letras sin sentido por toda ella ya que es la que a Sasuke más le gusta, y, finalmente, el té está terminado. Él no es muy de té, sinceramente, su auténtica perdición es una taza de chocolate caliente. Pero está seguro de que ese té tiene que saber tan bien como huele.

Es caminando de vuelta al salón, cuando vuelve a recordar, con sus mejillas sonrojadas y su cabeza aleteando de una manera dulce.

Claro que ayudó. Él lo supo en el momento en el que sus labios conectaron. La forma en la que el mayor se relajó en su contacto, cómo se acercó aún más a Naruto. Incluso sin preguntar, Naruto estaba noventa por ciento seguro de que ese gesto ayudó de una gran manera. (Pero tenía que preguntar, pues en este caso estar noventa por ciento seguro no era suficiente). Puede describir con suspiros la forma en la que Sasuke lo había mirado, con ese toque de incredulidad, pero con tanto brillo en su mirada. Le había quitado el aliento casi literalmente. Se veía bien. Más relajado, tranquilo y con una sonrisa más grande. Se veía tan bien. Como si nada pudiese pararlo en ese momento.

Así que toma una decisión. Está seguro. ¡Eso debe continuar!

... Pero, ¿con qué frecuencia? Primeramente debe saber si Sasuke está dispuesto a que eso siga. Pero, si accede, ¿qué tipo de besos deberían ser? ¿Significarían algo? Quizás la última pregunta no debería ser pronunciada en voz alta, pues hace que su estómago se apriete con un extraño flip-flop que no podría explicar a Sasuke. Ni a sí mismo. Pero es cierto, si Sasuke decide seguir, deben establecer límites.

De pronto, se siente como Sherlock, en un palacio mental asaltado de dudas.

—Estaba pensando...—Dice, nada más entrar al salón, dejando la taza de té en la mesa, al igual que su taza de chocolate caliente, y toma el asiento al lado de su mejor amigo, con todo el cuidado posible. Los pliegues que se han ido formando en el sillón con los años, hacen que encajen de forma extraordinaria, por lo que es lo suficientemente cómodo, incluso, para reclinarse y dormir por las noches. (Ha pasado demasiadas veces, el estar viendo una película, acurrucados en el sillón, cerrar los ojos unos segundos, y despertar al día siguiente, aún acurrucados)

—¿Qué pasa?— Han decidido que volverán a ver Frozen, porque es Navidad -decisión de Naruto, por supuesto- y que después, sin duda alguna, tendrán que ver Pesadilla antes de Navidad.

—Acerca de... '¿eso?'— Afirma, pero se siente más como una pregunta, un terreno pantanoso, el cuál no sabe si es lo suficientemente estable como para caminar sobre él.

Sin embargo, Sasuke toma un sorbo de su té, soplando varias veces segundos después. Hace un sonido que está a mitad de camino entre un gemido y un extraño chillido.—Podría pasarme el día tomando esta maldita bebida.—Dice, con pura admiración hacia la taza.—¿Acerca de qué? ¿El beso?—Son esas mismas palabras las que hacen botar -literalmente- el pecho de Naruto, saltándose un latido. Sasuke realmente se ve más tranquilo. Más en paz consigo mismo. Incluso feliz.

—Sí.

Sasuke lo mira, una larga mirada de arriba a abajo, deteniéndose cuando hace contacto con sus ojos. Dubitativo, pregunta: —¿Te arrepientes o...?

—¡No!—Casi salta del sillón con la respuesta, las palabras escapando con urgencia de sus labios. Claro que no se arrepiente. Se sintió bien e hizo feliz a su mejor amigo. ¿Qué más podría pedir?—No, en absoluto. Estaba pensando, más bien, en que quizás podríamos continuar con ello. Parece ayudarte, ¿verdad? Y... quiero ayudarte, por supuesto. Quiero que pases una buena Navidad. ¡Es decir, no solo Navidad! Una buena vida, pero si esto puede hacer que te encuentres un poco mejor, yo estaría...—Divaga y divaga sin cesar, las palabras corriendo de su boca sin pasar de forma adecuada por el cerebro, hasta que Sasuke sonríe de forma suave y toca su hombro.

—Hey, hey, dobe. Está bien, lo entiendo.—Asiente y vuelve a tomar un sorbo de su té.

Mas, al no recibir respuesta, Naruto frunce el ceño, y como si de un niño se tratara, refunfuña, entre palabras casi indescifrables: —Me gustaría recibir una respuesta. Con un sí o un no basta.

—Es como si no me conocieras. ¿En serio necesitas que te diga que sí? No te he gritado, ni he salido corriendo cuando me has besado. Dos veces.

—¡Oye! Dijiste que el primero no contaba.

—Y no cuenta. Pero aún así. Y por supuesto que has notado que ayuda. Entonces, ¿por qué quieres escuchar un sí cuando sabes la respuesta?

—Porque no quiero estropear nada.—Confiesa, con más miedo del que le gustaría admitir. No quiere perder lo que tiene, por supuesto. Sasuke es, sin duda alguna, la persona más importante para él, con quien vive desde hace años, en quien piensa primero para contarle lo bueno y lo malo, quien siempre quiere a su lado.

—No estropeará nada. No tengas miedo.—Naruto piensa que es fácil decirlo, porque el corazón de Sasuke no está latiendo en su garganta, aterrado, sin poder aparta la vista de los ojos de su mejor amigo. Podría perderse allí, en la oscuridad infinita de esa mirada, y eso es algo que Sasuke no entendería. Es por eso que está tan temeroso.

—Entonces, ¿acuerdos?—Pregunta, intentando alejarse de ese hilo de pensamientos.

—¿Acuerdos?— El tono divertido de Sasuke lo llena de calor.—¿Estoy firmando un acuerdo con el demonio, o besando a mi mejor amigo?

¿Cómo pude tomarse la situación de esa manera?

—Teme...—Suspira, riendo a los pocos segundos cuando el mayor golpea su hombro.—No, en serio. ¿No deberíamos acordar cuántos besos serían, por ejemplo? ¿Y hasta cuando? ¿Y dónde? ¿Y...

—Treinta.—Dice Sasuke antes de poder detenerse.

—Cincuenta.—Las palabras solo surgen de él, sin tiempo a ser retiradas. Él no cree que treinta besos sean suficientes. Para nada.

—Cincuenta. Por las vacaciones de Navidad. Es decir, durante el mes de Diciembre. Algo así como, ¿mi regalo de Navidad?

—¡Mierda, y yo que ya te había comprado algo!—Bromea, pero asiente como respuesta.

—Tendré doble regalo este año entonces, dobe. Me he tenido que portar muy bien, ¿Verdad?

Sin poder aguantar más, ambos sueltan carcajadas que llenan el ambiente, creando su propia burbuja alrededor de ellos, cálida y reconfortante.

—¿Hay algo más que quieras discutir, Naruto?

—No.—Hace una pausa y recapacita.—En realidad, sí. ¿Dónde?

—¿Dónde, qué?

—Los besos, ¿Dónde serían?

—En cualquier lugar.—Naruto se sonroja por la seguridad en su tono. Es raro, el hablar del tema. Se siente extraño, nuevo, aterrados. Pero le gusta, porque de alguna manera, esta conversación se siente como estar en casa. Algo a lo que debería estar habituado, como si siempre lo hubiesen hecho. Algo que ya es parte de su rutina: Despertarse, besarse, desayunar, besarse, ver la TV en el salón, besarse.

—Ahora sí, ¿algo más?

—No. Todo está bien, teme.

—Bien, porque quiero seguir viendo la película.

Y sin decir nada más, vuelven a sus posiciones originales. Naruto con su espalda sobre el pelinegro, y este con su cabeza apoyada en el cabello rubio del menor, cobijados por la manta, con sus corazones latiendo y sus mejillas arreboladas por el calor de la chimenea. (Seguro que es por eso, no hay ninguna razón más)

Naruto no deja de comentar la película, provocando que Sasuke lo golpee suavemente en la cabeza, exigiéndole que se calle. Naruto ríe y después de algunos comentarios más -¡Amo a Olaf y el mundo debe saberlo, Sasuke-teme!-, finalmente se detiene y presta toda su atención en la película.

Antes de irse a la cama esa noche, Naruto grita emocionado que ya empiezan Diciembre, y que la Navidad ha empezado. Sasuke solo rueda los ojos y suspira con fingido cansancio, como si Naruto superara toda su fuerza de voluntad.

Después, sin decir nada, un acuerdo silencioso, ambos se acercan, y se besan, un suave y delicado beso. Un 'descansa' 'buenas noches' 'por favor, duerme bien'. Todo en un simple gesto.

—Feliz uno de Diciembre.—Susurra el mayor, sin alejarse de Naruto, uniendo sus frentes.

—Feliz uno de Diciembre, teme.—Responde, dando un paso atrás, para adentrarse en su habitación.

Notas finales:

Estoy demasiado emocionada por la idea, pues es un concepto totalmente nuevo para mí. Peronden por el Oc que hay, pero me parece algo necesario, pues aunque aún tienen esas peleas típicas de Naruto y Sasuke (e insultos) creo que sus personalidades reflejadas en el Manga o en el Anime no encajarían de forma adecuada con la temática de esta historia. ¡Espero que no les importe!

Gracias por leer ^_^

Agradecería que me dejasen saber qué opinan de este capítulo y si aún quieren más.

¡Nos leemos! 3 3 3 (Feliz Diciembre :D)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).