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exo drabbles. por Sun16

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Notas del capitulo:

— no me aguanté ;;;;

 

x actualización de ahora; taoris.

 

→ best couple. (?)

1347 palabras.

pareja; taoris.

angst ; fluff; 

depression!au / couple!au

 

 

ZiTao detestaba sentirse inútil.

Con los ojos llenos de lágrimas, se preguntaba por qué la vida es tan injusta y por qué se siente tan perdido. Aquella opresión en el pecho que tanto repudia se hace presente y vuelve a marcar su piel con líneas delgadas de cortes. A su vez, deja que la sangre llene el lavamanos, salpicando los azulejos y el suelo. Se siente cobarde y asustado. Se siente como mariposa en medio de un panal de abejas.

Se pregunta cuando va a acabar toda esa tortura y cuando dejará de ser tan estúpido cómo para enfrentar sus problemas.

Sabe que falta mucho para que termine esto. No ve una salida y eso le aterra. Le aterra no ser valiente y terminar siendo el chico que se suicidó por cobarde. Todo se torna tan familiar y tan oscuro que le dificulta pensar en algo coherente o hacer algo para detener la sangre que amenaza con escurrirse por debajo de la puerta.

 

→ 

 

Estaba cansado de siempre despertar en la misma habitación. La misma maldita habitación. Ese lugar que tantos recuerdos albergaba, tantos besos, tantos abrazos, promesas de amor que le parecían estúpidamente falsas. Le enojaba no poder enfrentarse a la nada suave mirada que está ahora sobre él.

 

— ¿Por qué? — sabía de quién era la voz. Lo sabía perfectamente.

 

— Yifan, yo... — el otro sólo frunció el ceño y se levantó de la silla en la que estaba sentado.

 

— ¿Por qué Tao? ¿Por qué sigues haciéndote daño? ¿Sabes lo inútil que me haces sentir al no poder ayudarte? ¿Sabes las ganas de salvarte que tengo? ¿Sabes las noches que pasé sin dormir mientras tú agonizabas en el hospital? ¿Sabes la preocupación que me das al no responder mis mensajes? — silencio. Tao dejó que las lágrimas descendieran lentamente por sus mejillas. Tenía razón. Siempre la tenía. ¿Por qué lo único que hacia él era preocupar a la única persona que tanto lo amaba? ¿Por qué ignoraba sus mensajes y dejaba que las llamadas se perdieran? ¿Por qué no era capaz de hablar con su pareja?

 

— Bebé, no llores. Estoy aquí. — la cálida voz de su novio se le hizo más dolorosa y con más lágrimas bajando por su rostro se lanzó a sus brazos. Tao necesitaba calor, protección y amor.

 

— No me dejes caer, por favor. — musitó débilmente el castaño contra el pecho de Yifan. Guardó en su memoria el aroma que tenía y como eso lo tentaba a dormirse ahí mismo. El mayor depositó un beso en el cabello del otro y se aferró más, como si soltarlo implicara hacerlo caer a un abismo sin final.

 

— No voy a dejarte. Nunca. Voy a sacarte de esto, voy a sacarte adelante, voy a protegerte y voy a amarte. — el llanto de ZiTao se intensificó y con fuerza apretó sus manos a la camisa de Yifan.

 

Ambos se quedaron así; abrazados y dejando volar el tiempo para aliviar las penas del más bajo. 

 

 

— A Yifan no le gustará eso. — escuchó la voz del que fue su mejor amigo y se sintió cohibido. —

 

– Baekhyun... Esto no es lo que crees. —

 

— No. No estás ocultando tus cortes con vendas y mangas para que nadie las vea. Es solo mi imaginación. — contestó irónicamente el chico. Suspiró y tomó suavemente las muñecas del otro para inspeccionarlas.

 

— Basta, Huang ZiTao. Ya detente. ¿Quieres que uno de estos días encontremos la palabra "suicidio" en el diario seguido de tu nombre? ¿Quieres terminar de romper a Yifan? ¿Quieres que te llevemos una maldita flor a tu tumba? ¿Quieres que te visitemos y lloremos cómo los idiotas que somos al no haberte ayudado? ¿Es eso lo que quieres? — la mente de Tao se nubló y negó lentamente.

 

— Entonces habla. Habla con nosotros, habla con Yifan. Todos vamos a escucharte. No vamos a dejarte solo en esto. — el corazón del más alto se retorció y algunas lágrimas se escaparon de sus ojos.

 

— Baekhyun, lo siento. — y el menor lo abrazó fuerte, recordando cuanto quería al otro y la falta que le hacía.

 

 

— ¡Prometiste no volver a hacerlo! — la dura voz de Yifan se rompió al notar los nuevos cortes que volvían a aparecer encima de las casi invisibles cicatrices.

 

— Lo siento. — pidió en silencio con la cabeza gacha.

 

El alto se pasó ambas manos por su cabello estirándolo en el proceso. Estaba harto. Harto de no encontrar una solución o una salida para su pequeño y dañado novio. Harto de verlo consumirse en esos hospitales, harto de hacer todo para que no saliera lastimado.

 

— Se que estás enfadado. Se que soy una carga para ti, se que tu desesperación para encontrar una luz es enorme. — los ojos del rubio se ampliaron y suspiró.

 

— No eres ninguna carga para mí. Eres mi novio, la persona que más amo. Solo, estoy enfadado conmigo mismo. No pude protegerte ni ayudarte y eso me molesta. — otra vez el silencio seinstaló y lo único que hizo ZiTao fue levantarse para acercarse y dejar caer su cabeza en la espalda de Yifan.

 

— No podemos seguir así. Estoy apagando tu esperanza, estoy acabando con la chispa de vida que tienes. Y eso me es imperdonable. — rápidamente el rubio se giró y clavó su vista en los ojos brillosos del otro.

 

— ¿Qué intentas decir? — sintió la voz temblar y Tao lo notó.

 

— Será mejor que nos separemos. No le estoy haciendo bien a tu vida y te ves cada vez más destruido y eso es por mi culpa. —

 

— No, Tao no es cierto. No me estás lastimando. — el nombrado resopló y con lentitud se dirigió a la ventana.

 

— ¿Qué se sentirá volar? ¿Qué se sentirá ser libre y vivir sin ninguna preocupación? — con precaución Yifan se situó detrás de él para dejar que su nariz se deleitara con el perfumado cabello del bajo.

 

— Podrías volar también. —

 

— No es cierto. Los que vuelan siempre terminan heridos. Más heridos que los que no lo hacen. Si vuelo, no volvería a ser el mismo de antes. —

 

— Te llenarías de valentía y determinación. —

 

— Y de más heridas. –

 

 

Viento. Eso era lo que golpeaba sin cesar al cuerpo de Yifan. Sentía sus cabellos despeinarse y luego volver a una posición aleatoria. No es como si le importara, es decir, ya no tiene que arreglarse para nadie. Nadie lo estará esperando al terminar el trabajo, nadie lo estará esperando al volver antes en los fríos días de lluvia, nadie le sonreirá cuando cruce la puerta de su hogar, nadie le hará compañía en las largas noches de invierno. Nadie.

— Apresúrate. Tenemos que llegar antes de las cuatro. — Baekhyun habló y su voz resonaba en los tímpanos de Yifan. Éste no quería afrontar la dura realidad. Él aún creía que al salir de allí, la dulce sonrisa de Tao lo recibiría y sus largos brazos se enredarían en su cuello, pero no.

 

— Baekhyun tú sabes... — el otro negó al instante.

 

— No hablemos de eso. —

 

 

El funeral de ZiTao fue lo peor que Yifan experimentó en su vida. Ver cómo la persona que más amó ahora dormía para siempre en un ataúd de madera sólo podía desgarrar su cuerpo y alma.

Cuando su turno de dejar una flor llegó, recordó las palabras de ZiTao aquel día en la ventana.

 

"Los que vuelan siempre terminan heridos. Más heridos que los que no lo hacen. 
Si vuelo, no volvería a ser el mismo de antes."

 

Con amargura dejó la flor en la tapa del ataúd café y por primera vez se permitió llorar. Se permitió culparse y sentirse miserable.

Cuando el día llegó a su fin y ZiTao no estaba en la cama de Yifan, la oscuridad se convirtió en la única compañía del mayor. Entonces se levantó y con pesadez observó la luna brillar, sonrió con dolor y cerró los ojos.

 

— Te amo, ZiTao. —

 

La brisa de otoño pasó por allí y le recordó lo solo que estaba. Y aunque juró sentir calidez en ese frío aire, muy en el fondo sabía que su imaginación había conspirado con su corazón para darle en medio de tanta tristeza, un poco de felicidad.

 

Notas finales:

— me dolió escribir eso. ;;; 

 

× basado en hechos reales. ahré no. —

 

× muchísimas gracias por leer. ×


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