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Danke por Melu102

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Notas del capitulo:

Holu~ espero que la estén pasando súper requetebién en esta noche buena, yo estuve a muy poquito de pasar las fiestas sin luz XD pero por suerte ya volvió, así que vengo a dejar el capítulo doce de esta linda, linda historia <3

Que lo disfruten~

~~~~~~~~~~Edward~~~~~~~~~~

Lastimosamente la luz de la ventana había irrumpido tanto en mi placentero sueño, que abrí lentamente mis ojos dejando que mi vista le diese los buenos días a la mañana. Cuando mi vista se acomodó a habitación, un bostezo salió por inercia de mí, mientras estiraba mis brazos instintivamente hacia arriba. Noté la silla que se encontraba a mi lado, pensé que la habían regresado al comedor ayer en la noche, entonces una duda asaltó mi mente, ¿Podrá ser que Al me había estado cuidando toda la noche? Sonreí, realmente Al era un tonto.

Llevé mis pies hacia el piso y me levanté de la cama, sonreí para mis adentros al notar que me encontraba realmente bien, nada de fiebre, ni debilidad, no cosas estúpidas como aquellas. Salí entonces del cuarto, bajé las escaleras y me dirigí hacia donde el aroma a comida llenaba mis pulmones, dando como resultado la cocina, donde Al se encontraba preparando el desayuno. Mi semblante cambió a uno de preocupación en cuanto noté como un bostezo salió de él. Fue en cuanto notó mi presencia que sonrió cálidamente.

   -Buenos días nii-san, ¿Te encuentras mejor? – Expresó él cerrando sus ojos en arcos e inclinando su cabeza solo un poco hacia el lado derecho.

   -¡Síp! ¡Muchísimo mejor! – Dije entonces con entusiasmo, poniendo ambas manos sobre mi cadera en forma de jarra e hinchando el pecho mientras sonreía alegremente, logrando que una risa se escapase de mi hermano.

   -Muchas gracias, Al. – Expresé nuevamente, esta vez un poco más serio, logrando que Al sonriese ampliamente.

   -No hay necesidad de agradecerme nii. Dime ¿Tienes hambre? – Respondió él, mientras se giraba por completo mostrando entre su mano la sartén. Dejé que mi estómago respondiese a la pregunta, gruñendo levemente y causando que ambos riésemos al instante.

Luego del desayuno, ambos nos preparamos y emprendimos camino hacia la estación, donde compramos dos boletos hacia Resembool, nos habían dicho que llegaría más o menos en unos treinta minutos, por lo que nos sentamos en una banca a esperarlo.

Otro bostezo se escuchó por parte de Al, para luego dirigir su vista hacia mí y sonreírme cálidamente, al devolverle el gesto un poco preocupado, él llevó su mano hacia mi frente, corroborando que no tuviese fiebre.

   -¿Te duele alguna cosa? – Preguntó entonces, yo negué con seguridad.

   -¿Te sientes agitado? – Negué nuevamente, él sonrió.

   -¿Tienes mocos? – Volvió a preguntar mientras intentaba contener una risa.

   -¡Al! – Soltó una gran risotada mientras se levantaba del asiento, miré hacia un costado y me levanté también al divisar el tren en la lejanía.

Al entrar nos sentamos en nuestros respectivos lugares, quedando yo del lado de la ventana y Al a mi lado.

   -Es extraño, no hay casi nadie. – Expresó Al mientras movía su cabeza de un lado a otro buscando alguna persona, puesto que habían realmente pocas el día de hoy. Asentí como respuesta, pero le quitamos importancia al asunto, después de todo, no mucha gente acudía a Resembool.

Pasaron algunos varios minutos en donde pude notar como Al cabeceaba de vez en cuando, tratando de luchar contra el sueño lo más posible, por un momento me sentí realmente culpable, él de seguro me había estado cuidando toda la noche y yo estaba aquí, como un imbécil son saber que hacer exactamente. Ante toda ocurrencia, con mi brazo izquierdo lo atraje más hacia mí, logrando que se sorprendiese un poco.

   -Duerme un poco Al, te hará bien. – Le dije entonces, logrando que una pequeña sonrisa adornase su rostro mientras se recostaba lentamente sobre mi pecho. Sonreí también ante su alegría, se veía tan lindo allí dormido que no pude evitar abrazarlo, sonará ridículo, pero me sentía de alguna forma realmente feliz.

Las horas transcurrieron de la misma forma hasta que pude divisar a lo lejos la estación de Resembool, iba a despertar a Al, pero se veía tan cómodo allí durmiendo que me sentía mal al privarle su sueño, por lo que lo subí lo más cuidadosamente sobre mi espalda. Me sorprendí un momento al notar lo ligero que era cargarlo, ¿Habrá perdido peso, quizás? Decidí no hacerme preguntas estúpidas y salir del tren de una maldita vez.

Al salir de la estación, me paré enfrente de la entrada al campo, respiré profundamente mientras una sonrisa tranquila se alojaba en mi rostro, el agradable aroma campestre de Resembool no cambiaría nunca. Me dirigí primero hacia el cementerio, llegando hasta la tumba de mamá, dejé el ramo de flores que había comprado antes de salir de la estación y salí nuevamente del lugar, dirigiéndome ahora a la casa de Winry.

Unos pasos antes de llegar, como siempre Den se despertaba de su relajante sueño, levantando sus orejas y corriendo hasta donde estábamos, ladrando en el camino.

   -Hola Den. – Dije mientras difícilmente lograba acariciarle y al mismo tiempo evitar que Al se cayese de mi espalda. No tardó mucho para que Winry saliese de la casa, con los cabellos revueltos y su típico traje de mecánica atado en la cintura. Un semblante de molestia se creó en su rostro, pero cambió de inmediato al ver como Al descansaba sobre mí totalmente dormido.

   -Bienvenidos, se tardaron tontos. – Expresó ella con una gran sonrisa en su rostro, mientras yo me inclinaba en señal de disculpas.

   -Lo siento Winry, tenía fiebre y no pudimos venir ayer. – Dije entonces, logrando que la sonrisa de Winry se enterneciese.

   -Ya veo, y Al se quedó cuidándote toda la noche ¿verdad? – Respondió ella mientras se acercaba hacia donde Al descansaba. -Al, no deberías preocuparte tanto por este idiota. – Acotó Winry nuevamente, mientras revolvía cuidadosamente los cabellos de Al. -Vaya… cuanto ha crecido tu cabello Al. – Expresó nuevamente, logrando que riese ante el comentario.

   -Por fin vinieron ¿Eh? – Ambos giramos nuestra vista hacia donde se encontraba la abuela Pinako. La saludé animadamente, mientras ella sonreía ampliamente.

   -Entra, así recuestas a Al en una cama. – Dijo Winry, invitándome a pasar. Asentí como respuesta.

Al entrar sonreí al instante, absolutamente nada había cambiado, todo se veía exactamente igual, subí las escaleras y entré al cuarto que solíamos usar Al y yo cuando veníamos de visita. M e sorprendí un poco al notar que solo había una cama, decidí ignorar aquello y deposité a Al sobre esta cuidadosamente, luego lo cubrí con las mantas y acaricié suavemente su cabello mientras sonreía divertido.

   -Ah Ed, olvide avisarte que la última vez tuvimos que utilizar una de las camas de aquí para un paciente y se rompió, así que tendrás que dormir con Al. – Winry entró al cuarto mientras hablaba y sonrió al notar la escena. –No te molesta ¿Verdad? – Dijo entonces nuevamente, mientras una sonrisa picarona se formaba en su rostro, logrando que me sonrojase inmediatamente ante su comentario.

   -¡W-Winry! – Respondí molesto, mientras ella soltaba una gran risotada.

   -La abuela dice que quiere que bajes para hacerle una revisión a tus automail. – Expresó sonriente mientras cruzaba el umbral de la puerta.

   -Sí, ya voy. – Dije entonces, poniéndome de pie y saliendo también por el umbral de la puerta, cerrándola al salir.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

   -¡Vaya! Están muchísimo mejor de lo que imaginaba. – Expresó la rubia con sorpresa, mientras revisaba el brazo de Edward.

   -Nunca creí que esto sucediese en años. – Acotó la anciana, mientras reia animadamente.

   -Ah, de seguro debe ser porque Al siempre está procurando que los aceite y los seque luego de la ducha, es un poco molesto pero nunca pensé que sirviese tanto. – Respondió el rubio con despreocupación, logrando que ambas mujeres se mirasen y sonriesen ante el comentario del chico.

   -Ah~ ahora tiene sentido. – Dijeron ambas al unísono, mientras sonrisas picaronas se alojaban en sus rostros, logrando que el mayor se sonrojase violentamente.

   ¡O-Oigan! – Las dos rieron fuertemente ante la acción de Edward, hasta que nuevamente escucharon los ladridos animados de Den.

Se acercaron hacia la puerta, y Winry sonrió al saber que se trataba de la maestra Izumi, Zig, Mason y Wrath. El rubio se sorprendió al verlos, y miró a la chica, buscando alguna respuesta.

   -Yo los invité, ¿Te sorprendí eh? – Expresó la chica sonriendo, mientras el mayor asentía, mientras iba corriendo hacia donde se encontraban.

   -¡Maestra! – Expresó animadamente Edward mientras aun seguía corriendo, al llegar fué recibido con un gran manotazo en la espalda por parte de Izumi, quien dejó al chico casi sin aire.

   -¡Hola Ed! – Respondió animadamente la mujer mientras el rubio intentaba recuperar el aliento, mientras sonreía. Zig revolvió sus cabellos mientras Mason lo saludaba animadamente. Ed se dirigió entonces hacia donde se encontraba Wrath, distante a cualquier situación.

   -¿No saludas? – Preguntó Ed mientras sonreía.

   -No necesito saludar a un imbécil como tú. – Respondió el chico mientras giraba su cabeza hacia un lado. El rubio expresó una sonrisa antipática, tomó al chico por el cuello con su brazo y revolvió sus cabellos fuertemente con su mano libre, logrando un quejido por parte de Wrath.

   -¡Yo también te extrañé Wrath! – Dijo el rubio, mientras aplicaba más fuerza.

   -¡¡Ahh!! ¡¡SUELTAME YA IDIOTA!! – Expresó Wrath con molestia, mientras todos reían.

Luego de recibir a los Curtis y a Mason y charlar un gran rato, el rubio subió a ver como se encontraba su hermano, abriendo la puerta de la habitación con cuidado para no despertarlo innecesariamente, acto fallido, pues en cuanto se arrodilló para acariciar su mejilla, el menor despertó ocasionando que Ed diese un pequeño respingo.

   -¿Mmh? ¿Ya llegamos? –Preguntó el castaño entre susurros, ocasionando que el mayor soltase una pequeña risa.

   -Síp, hace bastante.

   -Lo siento, ¿Dormí demasiado? – Preguntó nuevamente, mientras su hermano acariciaba sus cabellos.

   -Mmm, bastantes horas, pero no te preocupes, está bien.

   -¿Ya visitaste a mamá?

   -Lo hicimos juntos, pero estabas dormido. – Dijo el rubio entre risas, logrando que Al también riese.

   -¿Le dejaste las flores? – Preguntó nuevamente, el mayor asintió.

   -Vino la maestra Izumi y los demás a visitarnos, ¿Quieres bajar? – Preguntó esta vez Edward, el menor asintió sonriendo.

Notas finales:

Ah~ es lindo pasar las fiestas en familia ¿no? Te das cuenta de la diferencia cuando las pasas completamente sola, puedo jurar que no es para nada lo mismo XD

En fin~ si me permiten, me voy a comer todo el mantecol que acaban de dejar en un platito sobre la mesa, con permiso XD

Espero que les haya gustado y tengan una hermosa noche buena, tomen mucha sidra, escuchen mucho L’arc~en~Ciel, cómanse toda la mesa dulce y no le dejen nada a nadie XD

Y no escuchen VAMPS (Okno xd)

Bye~


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