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Danke por Melu102

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Notas del capitulo:

Holu~ les traigo el capítulo cinco de eshta pequeña gran historia, les pido mil disculpas, pero parece que solamente a mi hermana se le ocurre jugar al Guitar Hero y Biohazard e incitarme a jugar unos de esos torneos de casi 48 horas con la play cuando tengo que escribir XD

También quería informarles que hubo un problema en la base de datos en la página, así que para los que no pudieron presenciar el mensajito de mantenimiento, les aviso que todos los comentarios y capítulos o historias que hayan publicado en las anteriores horas (no recuerdo bien cuantas xd) van a ser borrados de la página, así que fíjense bien que no les falte nada XD

En fin, que lo disfruten~

   -Claro. – Respondió el rubio sonriendo.

   -Bien, enseguida vuelvo. – Respondió el menor mientras se levantaba del sillón y se dirigía hacia la cocina.

Mientras Alphonse terminaba de preparar lo demás, Ed se encontraba en el sillón recostado, tratando de olvidarse del dolor y pensar en qué diablos haría en caso de que todas esas locas le volviesen a ver nuevamente, no quería tener que seguir recibiendo golpes si él no tenía nada que ver en el asunto. De repente escuchó un ruido proveniente de la cocina que lo hizo dar un respingo y levantarse inmediatamente para ir a asistir a su hermano, en cuanto llegó allí, Alphonse se encontraba de rodillas en el piso, con un plato hecho añicos a su lado.

   -¡Al! ¿¡Estas bien!? – Preguntó el rubio mientras se agachaba hasta la altura de su hermano.

   -Sí, no te preocupes, solo me resbale. – Respondió el menor mientras sonreía torpemente – Oh… que tonto soy. – Articuló mientras miraba el plato destrozado a su lado.

Alphonse dirigió sus manos hacia los pedazos de cerámica que se encontraban dispersados por el suelo y comenzó a juntarlos tal vez muy descuidadamente, pues en un intento por tomar otro pedazo se cortó el dedo índice, la sangre comenzó a salir de la herida acompañada por un leve quejido de dolor que a pesar de haber sido muy bajo fue escuchado por el mayor, quien tomo la mano de su hermano y la guio hacia sus labios, succionando cuidadosamente la herida, logrando que las mejillas del castaño se tiñesen de un bello carmín.

   -Ten más cuidado, Al – Expresó Ed con una sonrisa mientras juntaba sus palmas acercándolas a los trozos de cerámica y volviendo a darle la forma que tenía anteriormente.

   -G-gracias nii. – Dijo el menor aun sonrojado, logrando que el rubio sonriese ante la acción.

~~~~~~~~~~Edward~~~~~~~~~~

La cena transcurrió de lo más normal ¡y lo mejor de todo fue que Al había cocinado guisado! Parecía que a pesar de toda la mala suerte de hoy, no solo llegar a casa y ver a Al me hacía sentir mejor, sino que traía también una cacerola llena de guisado como cena, y lo mejor de todo era que aquello era preparado por Al, que cocina realmente delicioso.

Aun así, él me sorprendió una vez más cuando trajo del refrigerador pudin de ciruela, eso me hizo recordar que la navidad se estaba acercando cada vez más, pero lo bueno era que estaba más cerca también de mis vacaciones, lo cual era sinónimo de no más papeleo ni el idiota de Mustang dejándome sus trabajos sin hacer para que yo los termine. De todas formas, las vacaciones no eran del todo eso, ya que en caso de que se presentase una misión importante debíamos acudir rápidamente a encargarnos de ella, pero realmente no importaba mucho, lo bueno era que ya no habría más papeleo.

Lo más probable es que vayamos a pasar las fiestas navideñas en la casa de Winry, ya que a Al le agrada ver los fuegos artificiales sin tanto concreto por todas partes obstruyendo el paisaje, y también porque si no vamos a visitarla ella querrá venir para acá y causará todo un desorden. Luego de cenar ayudé a Al lavando los trastos y ambos nos fuimos a dormir.

Soñaba con algo de lo cual no recuerdo absolutamente nada, pero recuerdo que era algo bueno, son como esas veces en las que recuerdas haber soñado algo extraordinario pero cuando despiertas lo único que sabes es que soñaste algo  y ya.

   -Nii-san… ¡Nii-san!...moo ¡Nii-saaaan!

   -¿Mmhm?

En cuanto abrí mis ojos me encontré con Al frente mío, mirándome con una mezcla de gracia y enojo a la vez, tenía su delantal verde puesto y por la cantidad de luz que había en la habitación, que si bien seguía estado oscuro debido a que era diciembre, parecía que era más tarde de lo normal.

   -Hasta que despertaste, dormilón. – Bromeó Al mientras sonreía cálidamente.

   -Ah, perdón Al… oye ¿qué hora es? – Preguntó mientras se tallaba los ojos perezosamente.

   -Pues, ya son las 6:30 nii, y por cierto, te llamé muchas veces pero no bajabas, tu desayuno se enfrió y tu trabajo empieza a las 7:00 ¡Así que apresúrate! – Respondió Al, mientras me quitaba las mantas de encima logrando que me entrase un gran frio de repente.

   -Brrr ya voy… ¡ay que frio! – El menor rio ante el comentario de su hermano mientras salía de la habitación y bajaba para prepararle algo caliente.

Edward con mucho esfuerzo dio un gran salto de la cama y se dispuso a cambiarse rápidamente, para luego bajar la escalera a puros tropezones al llegar abajo cruzó la cocina y siguió hasta situarse frente al espejo, se sorprendió al ver a Alphonse atrás con un cepillo y coleta un sus manos, quien rápidamente lo peinó y le hizo una coleta.

   -Gracias Al. – Expresó el rubio mientras sonreía alegremente.

El menor fue hasta la cocina y trajo en sus manos una tostada con mermelada y un pequeño termo con chocolate caliente dentro. Posicionó la tostada en la boca de su hermano y el termo en las manos de este.

   -Toma, para el frio. Y no olvides nuevamente tu almuerzo – Articuló el menor mientras sonreía. Luego se sonrojó solo un poco al sentir los labios de Ed sobre su frente.

   -Arigatou Al. – Respondió Ed mientras volvía a posicionar la tostada en su boca y salía disparado como un rayo hacia la puerta.

~~~~~~~~~~Edward~~~~~~~~~~

A pesar de haberme despertado realmente tarde, por suerte pude llegar a tiempo al Cuartel, aunque pasados unos cinco minutos, pero lo bueno fue que no llegué demasiado tarde. Al entrar la recepcionista sonrió cordialmente como siempre y luego dio un respingo, como si se hubiese acordado de alguna cosa.

   -¡Ah, Coronel! El General quería hablar con usted y me dijo que en cuanto lo viera a usted le avise que vaya a verlo a su oficina. – Expresó la chica mientras acomodaba algunos papeles. ¿Qué quería hablar conmigo? Que yo supiese no había hecho nada malo.

   -Ah bien, gracias Emily. – Respondí entonces, para luego caminar algunos pasos más y subir escaleras, hasta quedar enfrente de la oficina de Mustang.

   -¡General! ¿Puedo pasar?

   -Claro, adelante.

Abrí la puerta entonces, encontrándome con él quien sonrió graciosamente al verme.

   -Hola Acero, tengo una misión para ti, toma. – Expresó Mustang mientras me pasaba una foto en la cual podía verse la silueta algo bastante pequeño que saltaba sobre un techo.

   -¿Qué es esto? – Pregunté curioso mientras daba vuelta la foto para intentar descifrar qué diablos era aquello.

   -Veras, hace algunos días venimos recibiendo informes sobre un anciano pequeño que entra por la ventana de las casas robando ropa interior. Ya han probado con cerrar las ventanas, pero aun así siempre encuentra la forma de entrar de alguna u otra forma, ya sea por el techo o cavando bajo tierra. Antes solo lo hacía de noche y dentro de las casas, pero ahora lo hace incluso de día y en plena calle. Debido a que es demasiado rápido se nos ha hecho bastante difícil incluso hasta sacarle una foto. – Comentó él con pura gracia, mientras yo podía sentir como varias venas retumbaban en mi cabeza.

   -Ese viejo libidinoso me las va a pagar todas juntas por lo que me hizo, no se preocupe General, yo me encargo. – Dije entonces, acentuando con enojo cada palabra, incluso una sonrisa sádica se alojó en mi rostro.

   -Oh déjame adivinar, ¿intentaste atraparlo antes y las muchachas pensaron que eras su amigo verdad? Eso explica por qué tienes tantas venditas en la cara. – Articuló Mustang, mientras reía cada vez más a carcajadas.

   -¡No se ría! ¡¡No tiene ningún tipo de gracia!! – Respondí, aumentando el nivel de mi voz algo molesto.

   -¡Claro que si tiene! ¡Solo mírate como quedaste!

   -¡¡A usted no lo reventaron a golpes!!

   -Pues porque yo no soy tan descuidado. Además, debo admitir que ese viejo es en verdad muy inteligente, si no hubiese entrado a la milicia de seguro ese hubiera sido mi pasatiempo Jaja ¡Auch! – La Teniente Coronel Riza, que de un momento a otro se encontraba detrás del General, lo golpeo rápidamente con un conjunto de papeles que traía en sus manos.

   -Deje de pensar en cosas sin sentido y póngase a trabajar. Oh buenos días Edward-kun. – Dijo entonces, mientras depositaba los papeles frente a Mustang.

   -Jeje, disculpa Ri-chan. – Dijo el General, logrando que una pequeña sonrisa que difícilmente pudo apreciarse adornara el rostro de Riza. Salió entonces por la puerta de la oficina, pude notar realmente muy levemente un pequeño sonrojo en sus mejillas.

   -Bueno, yo también me retiro General, me gustaría disfrutar mi desayuno sin tanta molestia. – Expresé mientras me levantaba del asiento.

   -Por lo que veo te lo preparo Al, ahora entiendo por qué tanta felicidad y ese sonrojo en sus mejillas, Acero. – Respondió Mustang, mientras sostenía su cabeza apoyando la barbilla en su mano.

   -¿¡Q-qué!? ¡Yo no estoy sonrojado! – Dije entonces molesto mientras me dirigía hacia la puerta.

   -Claro, claro… oye, esa bendita con motivo de gatito que tienes en la nariz te queda muy bonita ¿Fue obra de Al también? Ahora veo por qué no te la quitas eh. – Acotó con gracia mientras señalaba con su mano libre la bendita que se alojaba en la parte superior de mi nariz.

   -¡¡Ya deje de molestarme General fracasado!! – Respondí totalmente molesto, mientras sentía como el sonrojo crecía en mis mejillas debido a la vergüenza, causando gracia en Mustang. Cerré la puerta ocasionando un gran estruendo, dando zancadas hasta mi oficina mientras todavía lograba escuchar las fuertes carcajadas del General.

Notas finales:

Ah~ ya quisiera tener yo a alguien como Al que se preocupase así por mí ¿No Anacleto?

-… - Anacleto solo asiente en silencio.

-Vaya… vos nunca te preocupas por mi así :”v phuto… y biennnn no estoy segura de que existan las banditas por el 1919 (y mucho menos que tuviesen dibujitos) pero me sonó divertido XD disculpen~

¿Podrá Ed capturar al viejito pervertido?

¿Dejará Roy su trabajo para perseguir sus sueños y convertirse en un ladrón de ropa íntima?

¿Logrará la Teniente Coronel Riza encaminar al General Roy Mustang por el buen lado?

¡Todo y más en el próximo capítulo! 

Gracias por leer~

¿Qué clase de cosas lindas abras soñado eh Ed? 7v7


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