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Danke por Melu102

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Notas del capitulo:

Holu~ Les traigo el segundo capítulo de esta súper sexy nueva historia (okno xd)  y decirles que se me olvido aclarar algo en el primer capítulo:

~~~(Nombre del personaje)~~~ : esto significa quien está narrando en ese momento.

~~~~~~: Y este significa que es narración general.

Los recuerdos van con comillas y eso XD espero se haya entendido bien, si no, discúlpenme xdd

(¿Es necesario poner el disclaimer si ya lo puse en el primer capítulo? Porque me da pereza XD)

En fin, que lo disfruten~

   -“Chicos, santo cielo ¡habéis despertado!” – Su semblante de preocupación rápidamente cambió a uno de alivio y alegría.

Me levanté con extrema pesadez, apoyando mis manos en el suelo para impulsarme, de repente sentí algo frio… Sí, no estaba loco, podía sentirlo. Miré mis manos, eran humanas, de una piel tan tersa como solía tener tiempo atrás. Si mi cuerpo había regresado, eso quería decir que mi hermano también lo había hecho. Giré entonces mi vista hacia un lado, encontrándome con unos hermosos obres dorados llenos de vida. Instantáneamente una humedad invadió mis mejillas, gruesas lágrimas de felicidad salían de mis ojos.

   -“Al…” – Me miraba realmente sorprendido, como si sintiera que estuviese soñando, luego comenzó a llorar también.

   -“Nii-san… ¡Nii-san!”

Me abalancé sobre él con gran intensidad y sin cuidado. Estaba vivo, estaba aquí, a mi lado, correspondiendo a mi abrazo con la misma intensidad que yo le había entregado, derramando lagrimas con la misma fuerza con la que yo lo hacía, depositando al igual que yo su cabeza sobre mi hombro. No pude siquiera imaginarlo y pude entender perfectamente desde ese momento, que por más que lo intentase miles de veces, yo jamás podría pasar ni un segundo vivo si Ed no estuviese en este mundo, no lo soportaría, ni ahora ni nunca.

Nii-san sostuvo mis mejillas entre sus manos, y depositó besos llenos de desesperación y alegría por mi frente, mejillas, ojos y sucesivamente. Estaba tan feliz de poder sentirle nuevamente, había extrañado tanto poder sentir su calor todo este tiempo, que realmente me había olvidado de llorar por varios minutos. Finalmente y luego de unos minutos, se separó de mí, expresando una hermosa sonrisa.

   -“Al… ¿Qué paso? Yo no debería estar aquí.” – Su cara se tornó seria al decir la última frase. Miré a mí alrededor, todo se encontraba en un estado realmente deplorable, un poco más atrás de nii-san habían dos marcas negras en el suelo, como si algo se hubiese quemado allí, seguramente habrán de haber sido Envy y Gluttony, que debido a la reacción alquímica se carbonizaron por completo. Desvié mi vista de allí, era realmente doloroso ver aquello, me encontré con Rose, quien ahora estaba ayudando a Wrath para que pudiese levantarse.

   -“Al… contéstame.” – Rápidamente desvié la vista hacia Ed, quien ahora sujetaba suavemente mis manos, mirándome comprensivamente.

   -“Lo siento nii-san, estabas muriendo, arrastre a Dante dentro de la puerta y la utilicé tanto a ella como a la piedra para poder recuperar lo que perdimos.” – Miré entonces hacia el brazo derecho de Ed, el cual seguía siendo un automail, por lo que supuse que su pierna también lo era. –“Pero creo que no pude hacer mucho por ti… perdóname Ed.”

   -“Tonto, no necesito ni mi pierna ni mi brazo, me basta y sobra con estar vivo y tenerte completo a mi lado.” – Una hermosa sonrisa se formó en sus labios para luego volver a acobijarme entre sus brazos, esta vez, guiando mi cabeza hacia su pecho, acariciando mis cabellos. –“Gracias, Al.”

Las lágrimas me invadieron nuevamente, logrando que me sujetase con más fuerza contra su pecho, él correspondió mi abrazo, acariciando mi espalda.

   -“Pero… dime Al ¿Por qué tienes la apariencia de un niño de 10 años?” – Preguntó él entonces, dejándome realmente confundido.

Es cierto, tenía un cuerpo sí, pero parece que la puerta había detenido el crecimiento de este, logrando que aparentase cinco años más joven de los que en realidad debería tener. De todas formas, tuviese la apariencia que tuviese, seguiría teniendo quince años de edad.

De repente un gran estruendo hizo temblar toda la habitación, haciéndonos perder un poco el equilibrio y logrando que el techo comenzase a agrietarse rápidamente.

   -Este lugar se está derrumbando ¡Tenemos que salir de aquí rápidamente! – Gritó nii-san, y todos corrimos rápidamente hacia la salida.

Al salir del lugar, que efectivamente se estaba derrumbando, nos encontramos con Russel y Fletcher, quienes nos encaminaron hacia la salida de la ciudad subterránea. Al separarnos, Fletcher y Russel volvieron hacia Xenotime, mientras que nii-san, Rose, Wrath y yo, fuimos hacia Resembool. Rose al principio intentó negarse, pero la convencimos comentándole que en ese lugar la aceptarían sin problemas, y sería un lugar realmente sano para su bebe también. Al llegar allá, Winry y tía Pinako nos recibieron con una gran sonrisa en sus rostros, le dejaron a Rose quedarse unos días en la casa hasta que pudiese terminar de construirla suya, y Wrath remendó nuevamente su lazo con la sensei Izumi.

Luego de unas semanas, nii-san y yo nos mudamos a Central, debido a que nos quedaba más cerca del cuartel ya que de lo contrario, el viaje sería realmente agotador, por no decir también costoso.

Actualmente, visitamos seguido a Winry y Tía Pinako, así como también a Rose y su hijo, Chris, quienes viven a unas casas más al lado de los Rockbell. Wrath vive ahora con Zig y la sensei Izumi, mientras nii-san y yo, vivimos aquí, en Central. Ahora si bien tengo 18 años, tengo la apariencia de un chico de trece, y aunque mi hermano tenga tan grandes ventajas, sigue siendo un poco más bajo para su edad, aun así, logra sobrepasarme por una cabeza, debido a que le pongo leche a casi todas las comidas que preparo sin que nii-san se dé cuenta, y espero que no lo haga, ya que no me dejará volver a tocar la cocina en miles de años.

Y hablando de comida, acabo de divisar el almuerzo de Ed, que acaba de olvidárselo sobre la mesa. Ni modo, tendré que llevárselo. Realmente no me molesta, me aburriré bastante ahora que el horario de trabajo de nii-san se ha extendido.

~~~~~~~~~~Edward~~~~~~~~~~

 

   -Ahh, esto es tan aburrido. – Expresé, mientras leía, releía, categorizaba y firmaba pilas y pilas de papeles que se encontraban esparcidos por toda la mesa de trabajo de mi oficina. Un lugar bastante alumbrado pero, lastimosamente, por una gran ventana que se encontraba a espaldas de mi asiento. Todavía no logro entender con qué objetivo poner semejante cacho de ventana en un lugar en el que tienes que girar toda tu cabeza para poder admirar aunque sea un poco el paisaje, si me preguntan esto es realmente estúpido.

   -Coronel Elric, voy a pasar. – Dijo una voz desde la puerta, se le escuchaba un poco desordenada.

   -Adelante. – Respondí, un poco confundido.

   -Con permiso. – Expresó la chica, de la cual se trataba de nadie más ni nadie menos que Sheska, quien venía realmente atareada caminando mientras tambaleaba algunas veces, sosteniendo una enorme pila de papeles que no le dejaban divisar el frente.

   -Ah, déjame ayudarte Shes- No pude terminar puesto que Sheska tropezó conmigo y la pila de papeles cayó sobre mí, dejando me oficina totalmente desordenada.

   -Ah, ¡Discúlpeme por favor Coronel! – Dijo Sheska, mientras me ayudaba a levantarme del suelo.

   -No te preocupes Sheska, está bien. ¿Qué significa esto? – Pregunté curioso, mientras ambos volvíamos a recoger las hojas y las dejábamos sobre el poco espacio que le quedaba a la mesa.

   -Ah, el General me pidió que se las entregase y le diese… esta nota. – Respondió ella, mientras buscaba entre sus bolsillos y me entregaba un pedazo de papel que por cierto, no estaba cortado con tijera, si no que parecía arrancado sin cuidado alguno.

   -Ah, gracias Sheska. – Expresé, mientras agarraba el pedazo de papel.

   -No hay de que, gracias y disculpe. –Dijo ella, mientras se dirigía hacia la puerta y la cerraba con cuidado de no hacer mucho ruido. Lo cual no resultó, ya que en un descuido tan propio de ella se le zafó la mano y la puerta se cerró fuertemente ocasionando un ruido tremendo.

Di un gran suspiro, sentándome en el sillón y comenzando a leer la nota.

“Hola Acero, te dejo estos pocos papeles que no pude firmar debido a que tengo demasiado trabajo en mi gran oficina, por favor has tu trabajo y fírmalos por mí, gracias. Roy”

   -Hijo de la…

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 

En la sala de descanso, cuatro personas se encontraban concentradas en sus respectivos e importantes trabajos, de los cuales dos de ellos, discutían por alguna cosa en particular.

   -¡Oye, eso no se vale! – Expresó el ahora teniente primero, Havoc, con cara de molestia.

   -¿De qué hablas? ¡Claro que si vale! – Respondió el teniente segundo Breda, mientras señalaba la torre que acababa de quitarle a Havoc.

   -¡Claro que no, el peón no puede comer para atrás! – Dijo esta vez Havoc, mientras su enfado crecía.

   -¡Que sí!

   -¡Que no!

   -¡Que sí!

Ambos dejaron de discutir en cuanto vieron a alguien entrar a la habitación, se trataba de Alphonse, quien venía con una canasta entre sus manos.

   -Hola, chicos. –Saludo el castaño amablemente.

   -Hola Al, oye dime una cosa ¿No es cierto que el peón no puede comer para atrás? – Preguntó Havoc, realmente entusiasmado.

   -Ah, sí es cierto, es peón solo puede comer en diagonal y hacia delante. – Contestó Al sentándose en uno de los sillones, junto a Falman, quien se encontraba totalmente absorto en un libro, y a unos 2 metros más se encontraba Kain, tratando de arreglar una radio. Ambos al darse cuenta de su presencia, lo saludaron animadamente.

   -¿¡Ves!? ¡Te lo dije, devuélveme mi torre! – Dijo Havoc, reclamando su torre con gran entusiasmo.

   -Ah~ No se vale. – Se quejó Breda, devolviendo a la torre en la posición en la que se encontraba antes.

   -Qué raro que vengas por aquí Al ¿Pasó algo? – Preguntó Havoc, mientras movía una pieza.

   -Oh no, solo vine a traerle el almuerzo a nii-san, porque se lo ha olvidado. – Respondió el castaño, mostrando la respectiva caja con el almuerzo.

   -Ah~ que suerte tiene Edward, yo también quiero a alguien que me traiga el almuerzo cuando me lo olvide, es más encima tengo que preparármelo yo mismo, lo cual ni siquiera hago, jajaja… Ah~ - Expresó Breda con ánimo, para luego soltar un suspiro de desaliento.

   -Ah~ tienes razón, que suerte tiene Ed… Ah ¡Jaque mate! – Respondió Havoc, depositando a la reina en el lugar del rey, retirando de un empujón la pieza.

   -¿¡EHH!? ¡¡DIABLOS!! – Gritó Breda, dándole un suave golpe a la mesa.

   -Bueno… aprovechando que venía también hice unas galletas para ustedes. – Acotó Al, sacando de la canasta un recipiente lleno de las nombradas. Una mirada llena de amor se depositó en el rosto de los dos militares.

   -¡OH DIOS, ALPHONSE GRACIAS~! – Dijeron ambos militares al unísono, mientras abrazaban con fuerza al castaño. Falman y Kain también le agradecieron alegremente.

   -Veo que se están divirtiendo, muchachos. – Ambos chicos se separaron rápidamente ante la presencia de Dussek, quien los miraba con una alegre sonrisa.

   -Buenos días, señor Dussek. – Dijeron todos al unísono, levantando sus manos derechas hacia sus frentes.

   -Buenos días muchachos. Oh Alphonse ¿Cómo te encuentras? –preguntó el Führer, acercándose y saludando alegremente al castaño.

   -Muy bien señor ¿Cómo se encuentra usted?

   -Perfectamente ¿Viniste a visitar a tu hermano?

   -Ah sí, es que se olvidó su almuerzo en la casa. – Respondió Al, logrando que Dussek soltase una animada risa.

   -Oh, que buen chico eres, mi esposa ni siquiera me prepara el almuerzo, jajaja… ah~ - Y al igual que Breda, opinó alegremente para luego soltar un suspiro de desaliento. – Cambiando de tema… ¿Le gustaría dar un paseo, joven? – Preguntó, aun animado.

   -Ah, yo… - Respondió el castaño, un poco nervioso.

   -Yo puedo hacerlo por usted, señor. – Intervino Roy en la habitación, con una pacífica pero falsa sonrisa, de esas que Al sabia interpretar muy bien.

   -Ah, si… no necesita molestarse innecesariamente señor, el general puede acompañarme. – Acotó entonces Al, agitando suavemente sus brazos, como quitándole importancia al asunto.

   -Oh, ya veo, si es lo que usted desea entonces no puedo oponerme. Bien, lo veré más tarde, Mustang. – Expresó Dussek, dando la vuelta y retirándose lentamente.

   -Buenos días, General. – Dijo Alphonse animadamente.

   -Oh vamos Al, solo Roy. – Expresó Roy con una cara graciosa que intentaba demostrar molestia pero no lo lograba.

   -Ah, disculpe gene… Roy-san. – Respondió el castaño, logrando un suspiro por parte del moreno.

   -¿Nos vamos entonces? – Preguntó Roy.

   -Ah, si – Respondió Al, sonriendo.

Notas finales:

Uuuh pobre Ed, hasta Roy lo estafa (?

Terminamos, si llegaste hasta acá, muchas gracias por leer y espero que te haya gustado, nos leemos en el próximo :3


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