Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo Siento por Sary

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Holis Holis

Realmente no tenía pensado subir aún esta historia, pero la ansiedad y el entusiasmo me ganó.

No es la primera vez que escribo, pero me encanta esta pareja que no me pude resistir en escribir algo de ellos, aun tengo otra historia de este anime con las misma pareja pero aun no tengo bien definido la trama ni nada.

Pues espero que les guste....<3

Notas del capitulo:

Como es el primer capitulo, no hay mucho que decir. Se desarrolla a partir de un malentendido entre Aomine y Kise.

La idea se me ocurrió de la nada y ya en mi mente me imaginaba toda la escena hasta los diálogos.

En fin, ¿realmente el orgullo es mas grande que el amor...a veces? ¿qué tanto daño podemos hacer con el?.

Bueno algo así les pasó a esta pareja.

Pareja: Aomine x Kise

 

SARY 

 

 

 

 

 

 

 

Capitulo 1

 

La lluvia caía con fuerza en la ciudad, algunos se protegían con sus paraguas, otros buscaban refugio en alguna cafetería o algún lugar que tuviera un techo. La noche ya había aparecido, el cielo resplandecía por las fuerzas de los rayos, es como si fuera que los dioses estaban enojados o algo parecido.

Él se encontraba hecho un ovillo en el sofá, con sus ropas húmedas importándole poco si se enfermaba o no. Su rostro mostraba clara señal que estaba llorando; el cuerpo se sacudía a causa sus gimoteos, apretaba fuerte sus párpados y sus dientes castañeaban por la presión que ejercía.

El cojín del sofá estaba ya mojado por sus lágrimas, su nariz se había enrojecido. A pesar que trataba de dominar a su mente para no mostrarle la escena que sucedió ese día tal parecía que ésta no le hacía caso.

El ambiente comenzaba a ponerse cada vez más frío, lentamente abrió los ojos aun con lágrimas. Esos ojos dorados que siempre mostraba un brillo de felicidad, ahora se veía opacos y sin vida, su semblante pálido y su expresión de desconsuelo, apenas se movió quedando hacia arriba mirando el techo blanco de su departamento.

Volvió a cerrar los ojos pero esta vez dejó que los recuerdos fluyeran por su mente. Abriendo más grande la herida, aun no entendía como pasó todo. Fue rápido y confuso.

 

***************Flashback*******************

 

Ese día había quedado con su novio para verse, luego de semanas sin poder hacerlo pues entre su trabajo, las clases y la práctica su tiempo era muy reducido.

El sol brillaba más que nunca, algunos se tomaron el día para pasear con sus familias, el parque estaba lleno de padres que jugaban con su hijos, algunas parejas tomadas de las manos y darse algunos besos cortos, hasta los ancianos salieron a disfrutar del espléndido día. Con sus sillas, charlar con un buen amigo hacía el ambiente más ameno.

Ni siquiera había indicios de algunas nubes negras o que llovería, Kise vestía como siempre con sus mejores ropas. La suerte de ser modelo que siempre le entregaban conjuntos después de alguna sección de fotos. Quería verse lo más sexy posible para su moreno, aunque para ser sincero eso no era falta, Aomine solo tenía ojos para él.

—Lo que hago por ti Aominechi— se dijo el rubio mientras suspiraba como una quinceañera. Decir que el moreno lo traía loco era poco, prácticamente andaba como un desquiciado enamorado que hasta parecía que corazones revoloteaban a su alrededor.

No era tan fácil ser el novio oficial de Aomine, pues era tan engreído que a veces solo quería darle una patada tal como hacia su sempai. El moreno tenía un carácter de mierda, aprendió a sobrellevarlo, sabía de antemano como era y que implicaba estar en una relación con él.

No se quejaba de su novio, a pesar de todo lo amaba y no era capaz de buscarse otro más manejable pero Aomine era flexible con él, hasta se sonrojaba cuando le decía algo lindo a su oído o algo sucio. Daiki era una caja de sorpresa, nunca podrías predecir cómo reaccionaría ante una situación, hasta Kise se sorprendía. A veces.

Estar con el moreno era como subir una montaña rusa, a veces tenias que sujetarte suerte cuando salía su instinto depredador, cosa que a Kise no le molestaba al contrario lo hacía feliz. O los celos del moreno, que sacaba algún dolor de cabeza al rubio. Aunque Kise no quedaba atrás, gritón de primera y empalagoso como un chocolate o quizás peor.

A veces Aomine tenía que adivinar lo que su rubio quería o cuando estaba enojado por algo. El moreno debía hacer memoria y eso lo hacía perder los estribos. Se mataba o quemaba sus neuronas para averiguar que sucedía porque Kise simplemente dejaba de hablarle o prestarle atención y cuando eso ocurría, Aomine se arrancaba los pelos de la cabeza.

No, no era fácil lo supieron desde el principio, ahora con un noviazgo de cinco meses las aguas entre ellos se han calmado un poco, ya se conocían y podían saber que le ocurría al otro sin decir alguna palabra.

Ahora disfrutarían de un paseo o tal vez de un partido, está de más decir que ese deporte era su pasión. La idea fue de Aomine, ayer por la tarde luego de salir de clases el moreno le había mandado un mensaje, prácticamente le ordenó ir.

<<Kise mañana nos vemos en la cancha a las tres de la tarde. Ni se te ocurra faltar rubio idiota. >>

Si ese era su novio, romántico como Romeo…

Rió al recordar el mensaje, de antemano supo de su novio no era un romántico de primera, no iba regalarte chocolates ni decirte palabras cursi. No claro, Aomine era un macho que primero era capaz de morirse antes de ser un cursi.

Llego a la cancha media hora antes, suspiro con resignación negando con la cabeza. Claro Aomine era tan impuntual, así que decidió esperarlo. Estaba por sentarse en la banca pero divisó al heladero y fue a comprarse un helado. Pidió de fresa.

Se dirigió nuevamente a la banca y comenzó a comer dando pequeñas lamidas. El sol daba de lleno a esa hora, tal vez no fue buena idea encontrarse tan temprano, tomo su teléfono y mando un texto a su novio preguntándole si ya estaba en camino.

<<Aominechi ya estoy aquí. ¿Ya estas viniendo? <3. >>>

Envió esperando una pronta respuesta, se dedicó a saborear su helado que estaba derritiéndose, concentrado en lo que hacía no se percató de un figura que se acercaba a él.

—Oye Kise ¿Qué haces aquí?— preguntó un pelinegro. Kise volteo a su derecha distinguiendo a la persona que le habló.

— ¡Kasamatsu-sempai!—lo saludó con efusividad, el muchacho frunció el seño, el rubio era tan escandaloso—espero a Aominechi, quedamos en vernos aquí—

En el rostro del pelinegro se formo una mueca desagradable al escuchar el nombre de Aomine. Si, sabia del noviazgo de esos dos, no era homofóbico, al contrario de eso, no le gustaba que Kise saliera con ese engreído y patán sin cerebro.

A veces pensaba que Kise era un masoquista de primera que le encantaba sufrir porque desde que ellos empezaron a salir ha visto al rubio llorar por alguna estupidez de su “novio”, Kasamatsu sabía que Aomine no era un buen partido para su compañero quizás él sería mejor.

—Así. Kise ¿porqué sales con él? Sabes que Aomine no te conviene—dijo tratando de hacerle ver que el moreno no era para él. El rubio lo miro confundido, o más bien, sonrió pues ya conocía lo que su sempai pensaba de su relación con el as del Too.

—Sempai, estoy con Aominechi porque lo amo. He esperado tanto tiempo para estar con él. Sé que no es fácil pero yo quiero estar con él—

—Kise sabes que hay alguien mejor que él, que te tratarían como te lo mereces, una persona como Aomine solo te hará sufrir. — el pelinegro no se rendía, no quería hacerlo, porque él amaba a Kise, ese fue su gran error amar a alguien que ama a otro. No dejaría que Aomine se quedara con el rubio.

—Sempai, el amor no es todo color de rosa, Amar es saber que a pesar que el tiempo pase y de las peleas, seguirías eligiendo a ese persona por sobre toda las cosas. No es simplemente decir te amo y en las adversidades te olvidas que lo que sientes por él o ella. Yo AMO a Aomine, no ha sido fácil nuestra relación aun así quiero estar con él aunque tengamos mil obstáculos, soy capaz de todo solo por él. — Kise miró a su superior convencido por sus sentimientos por el moreno, su helado había quedado olvidado pues ya se estaba hartando de la situación.

Los dos mantenían su vista fija en el otro, Kasamatsu apretó su puño, en verdad odiaba a Aomine, le arrebató algo que por años quería que fuera suyo. Siempre intentó mostrarle a Kise sus sentimientos pero no, él tenía ojos para ese tarado, decir que le dolió el alma cuando se enteró que ellos dos estaban en una relación; quiso golpear hasta matar al as de Too. Ahora que Kasamatsu estaba en la universidad no le dejaba tanto tiempo para ver a Kise.

Estaba furioso, no pensó hacerlo simplemente estaba ciego por el dolor de tener un amor no correspondiendo. Porque él estaba convencido que podría hacer feliz a Kise. Se acercó al rubio acortando más la distancia, y de un rápido movimiento tomó al as del Kaijo de la nuca con una mano y la otra apretó su cintura.

Y lo besó…

Chocó sus labios con los del rubio, quien sorprendido intentaba apartarlo colocando sus manos en el pecho del pelinegro incluso le golpeó varias veces fracasando en el intento, resistiéndose al beso, apretaba sus labios no respondiendo al contacto.  Hizo lo único que le ocurrió, morderlo para que lo soltara. Kasamatsu al sentir la mordida soltó al rubio.

— ¡Sempai! ¿Qué hace?—preguntó el rubio  limpiándose  su boca con el dorso de su mano mirándolo con total enfado, en cambio el pelinegro disfrutaba de haberlo besado…pero jamás imaginaron que un moreno había visto toda la escena, había llegado justo en el momento que el ex capitán estaba besando a su novio. Y no lo soportó.

— ¡KISE!— gritó el moreno, un aura negra lo rodeaba, estaba realmente furioso caminó hacia ellos con los puños cerrados y una mirada que echaba fuego por los ojos. Kise miró a su novio aterrorizado, no sabía que decirle para calmarlo al ver la bestia en que convertía. Golpeó primero al pelinegro, que se encontraba con la guardia baja sin prever el puñetazo directo a su nariz.

Kasamatsu cayó al piso quejándose del dolor en su nariz rota que emanaba sangre, importándole poco si el tipo se desangraba o no, el moreno miró a su novio, que temblaba ante su mirada de bestia, le agarró  del cuello de la camiseta acercándolo a él.

— ¡Así que me engañas con este imbécil!— le escupió en la cara, cegado por el enojo Aomine comenzó a zarandear a su novio, como si fuera que así el otro le iría a contestar.

Kise estaba completamente atemorizado, sabía muy bien del carácter explosivo del moreno pero ahora no creía posible detenerlo. Estaba preso del miedo, los ojos iracundo de Aomine le paralizaba, jamás había visto que perdiera los estribos de esa manera. Aclaró su garganta y habló:

—A-Aominechi….déjame explicarte…por favor— habló el rubio con voz suplicante temblando de miedo, Aomine soltó su ropa para tomarlo de ambos brazos apretándolo muy fuerte.

— ¡Explicar ni una mierda Kise!— la situación era densa, Aomine ejercía mas presión en sus manos lastimando aun mas al rubio, las lágrimas de dolor se acumularon en sus ojos cayendo por sus mejillas. Ni siquiera eso detuvo la ira del moreno

Aomine bufo fastidiado, era consciente que lastimaba a su novio pero no le importó… Kasamatsu se levanto del suelo e inmediatamente de un empujón apartó al moreno de Kise. Éste lo miro de manera desafiante, Kasamatsu no se dejó intimidar y se posicionó en medio del moreno y Kise.

—No te atrevas a lastimarlo— la sangre había manchado su ropa, pero le restó importancia, debía defender a su ex compañero. Kise sorprendido por la reacción de su sempai quiso decir algo pero Aomine lanzó un puñetazo que esquivó ágilmente.

Puños va puño viene y patadas, los dos golpeaban fuerte, hasta habían caído al suelo con el moreno encima de Kasamatsu golpeándolo una y otra vez, su pelea llamó la atención de la gente que circulaba por allí deteniéndose a mirar en vez de ayudar, Kise gritaba para que se detuvieran pero enfrascado en la pelea que ni se percataron de su llamado. Kasamatsu logró levantarse del suelo luego que golpeara a Aomine, este furioso le dio una patada en el pecho cayendo al suelo con los brazos abiertos.

—¡¡Basta!!—suplicó el rubio interponiéndose antes que su novio volviera a golpear a su sempai. El moreno se detuvo al observar a su rubio en el medio pidiéndole de rodillas que se detuviera.

Sin importarle si le dañaba o no, lo tomó de sus cabellos rubios con fuerza. Kise levantó la mirada, quejándose del fuerte agarre.

—Escúchame bien Kise—se medio inclinó hasta quedar cerca del rostro del otro—No quiero volver a verte…tú para mi estás muerto. Si te llego a ver cerca de mí no me haré responsable de lo que suceda. Quédate con el imbécil ese— soltó sus palabras cargadas de odio, el rubio lloraba pues todo había sido un malentendido.

—Aominechi… jamás respondí al beso….yo te amo solo a ti— en un último intento de aclarar las cosas, el as del Kaijo explicó pero como pudo.

— ¡Cállate!— estiró aun más fuerte su cabello— desde ahora no eres más que un hijo de perra. Te odio Kise— le soltó tirándolo al suelo, impactando contra el duro piso.

Aomine volteó alejándose de ese lugar, jamás miró atrás. No le interesaba dejarlo ahí con lágrimas y lastimado, las personas a su alrededor cuchicheaban entre ellas. Algunos se apartaron dejándolo pasar pues nadie quería ser golpeado por esa bestia.

 

— ¡Aominechi! …¡Aominechi!...¡AOMINECHI!— desgarrándose la garganta Kise le llamaba. El moreno hizo oídos sordo al llamado de Kise, siguió su camino, pero el rubio no se quedó allí se levantó rápidamente y corrió tras su novio. Debía aclarar todo, no tomó en cuenta la advertencia, más bien, no le interesó.

Aomine es su mundo, su aire que necesita, sin él Kise no vivía. Moriría si lo dejaba ir así, sin luchar…

Notas finales:

Yyyy que tal? aburrido? sugerencias ??? critica constructivas??? se aceptan no se preocupen.

No veremos pronto...

SARY


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).