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Al dia siguiente, cuando muchos apenas acaban de pegar los ojos, un grito resonó en el amanecer del Santuario.
-Marujaaa!!!
La cabra yacia muerta en la decima casa, con las patas para arriba y la barriga bien hinchada.
-¡Nooo!!! ¡Maruja!!! ¡Athena, porque?! ¡Resusita! – y le dio respiración de boca a boca.
-Este wey es mas guarro que yo. – declaro Death Mask, que venia del templo de Piscis.
Dita asevero, y viendo como la sangre escurria por los belfos blanquitos de Maruja puso la mano en la espalda a Shura.
-Yo que tu no haría eso.
-¿Por qué? – le pregunto, con la boca ensangrentada como vampiro.
-Creo que Maruja murió por las demon rose.
-¡¿Pero como es que le pudieron hacer daño!? ¡Son organicas y naturales!
-Porque no era bronceadito, o – hizo cara de bitch, please- cualquiera con el que yo me enfrente. Vamos, que de las demon rose da mas alergia la primavera, al menos cuando yo las uso.
-¿Pero porque tuvo que morir Maruja?
-¿Por qué se comio todo el arreglo floral de la boda? – pregunto sarcástico Mask.
-¡Marujitaaa!
Los lamentos plañideros de Shura despertaron a todos en las doce casas. A los juninis de muy mal humor.
-Joder tio, tienes un establo lleno de cabras.
-Pero ninguna como mi Marujita.
-Pues entrena otra.
-¿Y si la hacemos barbacoa? – pregunto Aioria, que siempre tenia hambre.
-Claro, si quieres envenenarte.
-¿Las demon rose son venenosas? – pregunto el que una vez habia preguntado si habían doce armaduras doradas.
-Claro que si! – le pego el cubito – Si no se llamarían cuttie rose o algo por el estilo.
-Es que no jodas, de esas te regale tu primer ramo.
-Si, bueno, últimamente no parecen hacerle daño a nadie.
-Salvo a Maruja. – comento Death mask para que Shura llorara.
-Dohko, preparala con queso de cabra. – la crueldad de Shion no conocía limites.
-¡Sobre mi cadáver y Excalibur! – se irgio Shura.
-¿Y a este como te lo preparo?, digo, borreguita, entra en razón, era su… ¿mascota favorita?
Los juninis y Death mask se rieron.
-Ora asi les dicen.
-Tiren esa cabra, ya va a empezar a apestar. – fruncio la nariz Dita.
Saga estaba listo para patearla al barranco.
-¡No! La enterraremos dignamente. Con honor. Saga, como patriarca te corresponde oficiar el funeral.
-Kanoncienta.
-No, yo no. Que lo haga la g… Shion sama.
-Nada seria mas honroso que ponerla sobre una pila de leña, prenderla y sazonarla con limón.
-¡Que esta envenenada! – le insistió Dita.
-Aquí la única venenosa eres tu, y del mal modo. En mis tiempos las demon rose y la seinta de Piscis si estaban envenenadas.
-¿Y luego? – pregunto Aioros, curioso de porque se habia perdido la bonita tradición.
-Nos la mataron en la guerra santa, se perdió su sangre – literal, se le perdió, el frasquito donde la metio – y no hubo santo en Piscis hasta que llego esta sueca despistada a fundar un spa, y como daba el look, la agarre.
-Pura belleza. – se toco la mejilla Dita. La del lunar.
-Entonces, las demon rose…
-Igual eran rosa mosqueta. – dijo Camus, que se untaba el aceitito para que no se le cuartearan las mejillas en Siberia.
-No, si eran demon rose – se acordó Saga – Me acuerdo que el jardinero que trajimos para desmalezar el jardín de Piscis se murió y lo arrojamos al barranco.
-Yo creía que tu lo habias matado. – le dijo Kanon.
-No, se murió solito, con sangre saliéndole de los orificios corporales, como a Maruja.
Redoble del llanto de Shura.
-Eso ya no era nada. A mi me salio nomas de comerme a la pescadita.
Todos los seintos jovenes miraron raro a Shion y se alejaron un paso.
-No se la comio de ese modo sino del otro. – lo defendió Dohko – Cabe decir que hasta de darle un beso se le dormia a uno la lengua.
-¿Entonces como coshaba? – pregunto inocentemente Dita.
-No coshaba. – respondio Dohko.
-¡A su puta madre! – dijeron todos.
-¿No recuerdas que te dije que tu cargabas con la herencia de docenas de generaciones de Piscis? – le reprocho la gorda.
-Si, pero yo pensé que de ataques, o la armadura, o en el monton de triques viejos que habia en la casa.
-No, al convertirte en caballero de Piscis la armadura te paso los recuerdos, deseos, sentimientos y experiencias de todos los Piscis pasados.
-Ya decía yo que no me gustaba ponerme esa madre…
-No me digas que no has recibido entrenamiento de tu armadura. – se puso muy en plan patriarca Shion.
-¿Cómo se suponía que lo supiera, perra?
-Con razón te vencio Shunny – le dijo Camus, bien venenosa.
-Callate, muerta por el pato.
-No se peleen… en seco. Haganlo en lodo o gelatina.
-¿Cuándo te pones la armadura que sientes? – insistió Shion.
-Ganas de coshar.
-No me extraña.
-¿Entonces Dita no era asi de puta sino que la armadura la hizo? – pregunto Milo.
-Carga con los deseos de degeneraciones de generaciones de Piscis desde la epoca mitológica. – declaro Shion.
-Gracias armadurita. – la beso Death mask.
-Caballeros, por favor, respeto para la difunta. – pidió Shura.
-Si no se la van a comer, entierren a esa cabra, que se me antoja. – ordeno Shion, saliendo de ahí.
-Patriarca… - Shura miro las pompas de la gorda irse, luego a Saga.
-Que lo haga Kanon.
-¿Yo porque? Tu eres el patriarca.
-Esta bien. – cedió Saga, haciéndoseles raro a todos que estuviera tan bueno. De humor, porque de cuerpazo… - El funeral de Maruja a las cinco y… - mirada loca para activarles la cosmonet a todos menos a Camus - “y la boda de Milo a las seis.”
***
Luego del funeral, para distraer a Camus, Aldebaran les rolo las fotos locas de la fiesta que Saori le habia mandado:
-¡Mira! Ahí esta Aioria moviéndole la panza a Death…
-Y aca haciéndole un privadito al novio…
-Esta es del primer baile de los novios.
-Y Saori con su vestido de quinceañera.
-Esta es de cuando aventaron el ramo y Shaka se hecho un paso atrás.
-Aca están todos menos Camus bailando conga.
-Pero… ¿Por qué sale Seiya en todas las fotos?
Era verdad. Las rolaron rápidamente, todas, y en todas, desde una inquietante esquina o luciendo en primer plano, con una piña colada en la mano y un rostro torcido mas alla del bien y del mal, el caballero de Pegaso aparecia en todas.
-Mas importante aun… - declaro uno, con voz temblorosa - ¿Quién tomo las fotos?
No habían contratado a ningun fotógrafo para la ceremonia. En medio del terror una bolsa cayo sobre el caballero de Acuario. Impregnada de cloroformo, en vista de que las demon rose no eran como antes.
Continuara...