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Por una botella de Sake por Duquesa del Pan

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Notas del capitulo:

Solo me queda decir que de verdad lamento mucho la tardanza para actualizar, el semestre fue algo ajetreado por lo cual no me dejo mucho tiempo. A pesar de que hace varios días estoy en vacaciones no había tenido la suficiente inspiración para hacer un capitulo como este.

Sanji sintió como las piernas le flaqueaban y tuvo que darse la vuelta para sostenerse de algo para no caerse, cuando se iba a dar la vuelta para hablarle nuevamente a Zoro sintió un fuerte golpe en la cabeza y se desmayó; sintió como flotaba, como si estuviera en una gran rio y la corriente le llevara sin ningún rumbo hasta que de repente sintió el suave toque de una mano en su mejilla y el frio del hielo sobre su cabeza y despertó, frente a él se encontraba Robín quien son una mano sostenía una bolsa de hielo en su cabeza y con la otra le tomaba suavemente la mejilla.

-Sanji-kun…

-¿Qué sucedió Robín? –Sanji se incorporó sobre sí mismo y se sentó en el suelo, miro a su alrededor y la habitación se encontraba totalmente vacía.

-No entiendo muy bien que es lo que está sucediendo, Zoro y Luffy no están mientras que Nami, Usopp y Chopper están en la cocina pero ninguno recuerda nada desde que se unió a la tripulación… me alegra saber que me recuerdas.

-De hecho… una vez que termino mi turno de vigilante baje para dormir un poco y Zoro estaba despierto, me pregunto quién era yo y luego de eso me golpeo con su espada en la cabeza -menciono Sanji mientras tomaba la bolsa con hielos quitando la mano de Robín- Supongo que el tampoco recuerda que sucedió… pero entonces ¿Por qué tu si puedes recordar las cosas?

-Ayer estaba leyendo en la cocina y me quede toda la noche en aquel lugar, y tú estabas en el mástil, creo que solo quienes se quedaron dentro del habitación olvidaron lo que sucedió desde que se unieron a la banda.

-Eso quiere decir que solo quienes se quedaron dormidos fueron quienes perdieron sus recuerdos.

-Me temo que así es, deberíamos subir y tratar de explicarle a los demás que ha sucedido, puede que nos crean.

Sanji y Robin fueron hasta la cocina para darse cuenta de que solo estaban Usopp y Chopper, al preguntarle a los mismos en donde se encontraba Nami ellos respondieron que se había ido tras dar un par de vueltas en el barco y ver la cantidad de oro que tenían, aquel oro que los habitantes de la isla del cielo les habían dado en agradecimiento y que la banda iba a usar para reparar al Merry.

Robin les explico rápidamente la teoría acerca de cómo les habían robado los recuerdos desde que se habían unido a la tripulación mientras que Sanji les dijo las cosas que habían pasado desde que se habían unido a la banda, tras bacilar un poco Chopper y Usopp decidieron acompañar a Sanji y a Robin a la isla en la cual estaba anclada el barco para así buscar al resto de la tripulación, aunque una vez que los encontraran ¿Cómo se supone que les harían regresar los recuerdos? Pero aún más importe, como se supone que lograrían convencer a los demás de que ellos eran nakamas.

Un desubicado Luffy se encontraba dentro de la isla pensado sobre cómo podría conseguir un barco y los nakamas necesarios para así formar su camino para convertirse en el rey de los piratas; para Luffy tan solo habían pasado unos días desde que había abandonado la isla de Dawn y no estaba ni por enterado de que se encontraba en el Grand Line. Por otro lado, Nami estaba pensando en cómo podría robar el gran tesoro que estaba en el Merry, ya que debido a los recuerdos que había perdido, creía que aun podía pagarle a Arlong por la Villa Cocoyashi.

Al cabo de un rato de búsqueda el equipo liderado por Sanji encontró a Luffy, pero antes de poder acercarse a él pudieron ver a un pequeño niño sosteniendo un caballito de mar demasiado grande para ser normal. Sanji y los demás estaban demasiado lejos como para poder escuchar la conversación que se desarrollaba entre Luffy y aquel misterioso chico, por ende a todos les tomó por sorpresa cuando decidió atacar a Luffy valiéndose del caballito de mar que tenía quien tuvo una extraña transformación; los chicos corrieron en dirección hacia Luffy, pero este de un puñetazo rápido golpeo al misterioso animal del cual salió una cortina de humo gigante que los rodeo a todos.

Una vez se disipara toda la cortina de humo el misterioso chico ya no se encontraba, Luffy volteo y al ver a Robin y a los demás los reconoció inmediatamente, de alguna manera había podido recuperar todos sus recuerdos.

-¡Chicos! ¿Qué hacen aquí? –grito Luffy socarronamente mientras ponía sus brazos detrás de la cabeza.

-¿No lo recuerda Capitán-san? –Dijo Robin algo confundida, Sanji la miro y pudo percatarse de que tenía una mirada de total perplejidad.

 -¿Recordar que?

-Entiendo… -Menciono Robin con un aire de suficiencia- Sanji-San, es aquel animal quien le robo los recuerdos a los chicos de la banda, debemos buscar a Nami, Zoro y al chico para vencerlo y así poder recuperar los recuerdos de todos.

-¿Ah? ¿De qué hablas? –Menciono Luffy haciendo un ligero puchero.

-Esta mañana desperté para darme cuenta de que todos, a excepción de Robin y de mi habían perdido la memoria mientras estaban dormidos –Dijo Sanji mientras sacaba uno de sus cigarros, parecía algo molesto- No, para ser más precisos, los recuerdos de los demás habían sido robados y ahora descubrimos que ese mocos es el responsable.

-¡Esperen, esperen! –Usopp parecía más confundido que cualquier otro allí presente- ¿Se supone que debo pelear con esa cosa para poder recuperar los recuerdos que se supone que perdí?

-No creo que sea necesario –Robin se veía muy pensativa- Creo que el capitán-san podría vencer el solo al dicho animal y así todos podrán recuperar sus recuerdos, pero creo que sería necesario que todos estuvieran juntos para que se logre.

-Bien, entonces vamos a buscar a Nami-Chan y al marimo.

Pese a que estuvieron el resto del día buscando a ambos, les fue imposible. Estaban en una isla pequeña pero parece que ambos miembros de la banda se hubieran esfumado. Había sido un día extenuante para todos, por lo cual decidieron regresar al Merry para comer y dormir, debían descansar para seguir con la búsqueda al otro día.

Cuando llegaron al Merry, todos se percataron de que gran parte del oro se encontraba en la cubierta por lo que Sanji y Luffy se pusieron en posición defensiva para revisar el barco y ver si quienes les habían intentado aún se encontraban en la nave. No tardaron mucho en ver que era Nami quien estaba llevando  todo el oro a la cubierta por lo cual trataron de convencerla para que se quedara con ellos esa noche, Nami fue demasiado terca para hacerles caso y al final Robin uso el poder de la Hana Hana no mi para atraparla encadenándola al mástil en contra de su voluntad, parecía ser una decisión muy exagerada pero era la única forma de que no escapara.

-Nami-Chan, nosotros somos Nakamas.

-¡Ustedes no son mis nakamas! Soy parte de la tripulación de piratas de Arlong, tengo su marca en mi brazo y si me hacen algo realmente lo van a lamentar.

Robin explico rápidamente lo que había sucedido ese día y de cómo Luffy pudo recuperar sus recuerdos, Usopp y Chopper le mencionaron que tampoco recordaban haberse unido a la banda pero que tenían fe de que al vencer a aquel misterioso chico con el cual se habían cruzado en ese día podrían recuperar todos sus recuerdos como miembros de la banda; aunque al inicio Nami parecía muy reacia a aceptar dicha idea finalmente terminó por aceptarla por lo cual le fueron retiradas las cadenas. No perdió el tiempo, salto y se posó en el borde del Merry y grito:

-¡Me han intentado engañar con mejores historias! Saben que Arlong pagaría mucho por mí así que por ende solo quieren que me quede con ustedes para luego pedir una recompensa, en definitiva son una patética banda de piratas.

Cuando Nami intento saltar desde el borde, Luffy estiro su brazo y la atrapo de la cintura devolviéndola de nuevo a la cubierta del barco, Nami gritaba puesto que le sorprendía demasiado tal poder dado por una fruta del diablo; nuevamente tuvo que ser esposada al mástil para que no se escapara mientras todos dormían, por lo cual la tripulación se turnó para vigilarla.

Cuando fue el turno de Sanji, Nami intento seducirlo para que así lo dejara ir, y aunque Sanji lo pensó en un principio recordó que al siguiente día todos debían poner su máximo esfuerzo para encontrar al maldito marimo y al misterioso chico que les había robado los recuerdos. A pesar de que Nami ya estaba con ellos el cocinero no podía evitar sentirse triste y frustrado por lo que había sucedido con Zoro… le extrañaba y quería tenerlo a su lado.

Finalmente, se hizo de día y tras un breve desayuno a preparado por Sanji todos salieron nuevamente a la isla para buscar a Zoro. El cocinero temía no encontrarlo y aun peor, no encontrar al ladrón de los recuerdos, por fin había podido aclarar sus sentimientos con los del espadachín y esas cosas sucedían… estaba en una mala racha.

Todos los Mugiwaras salieron hacia la isla, teniendo a Nami bajo el poder de la fruta de Robin fueron en búsqueda inicialmente de Zoro; no les tomo mucho tiempo encontrarlo, estaba caminando a lo largo de un pequeño camino que llevaba al mar. Robin pensó que sería inútil hablar con él para intentar convencerlo de que buscaran al chico con el caballito de mar, así que al igual que con Nami deberían forzarlo para que fuese con ellos.

-Robin-San, tengo una mejor idea que simplemente forzarlo.

-Está bien Sanji-San –Robin estuvo de acuerdo con la idea que le presento Sanji, y estuvo dispuesta a ayudarle.

El cocinero se alejó del resto de los Mugiwaras y una vez estuvo lo suficientemente cerca del marimo como para que lo escuchara y lo suficientemente lejos como para que los demás miembros de la banda no le pudieran escuchar se dispuso a hablar.

-Zoro, soy yo. Sé que no me recuerdas a mí ni a los demás miembros de la banda –Cuando Sanji menciono estas palabras, el espadachín se detuvo para escucharle pero sin darse la vuelta para verle a la cara- Han pasado tantas cosas en estos días, con respecto a mí y a ti, en general a ambos que me niego simplemente a que te vayas de este modo. Sé que no entiendes que es lo que estoy diciendo pero quiero que sepas que los días que he pasado con la banda y contigo han sido probablemente los más felices de toda mi existencia y si he de morir prontamente me alegrare mucho de haberte conocido.

El marimo aún no se había movido, las palabras de Sanji le habían calado en la mente, no pensaba que alguien pudiera decir esas cosas simplemente para engañarlo. Zoro se dio la vuelta para mirar a Sanji y le vio sonreír pero entonces el misterioso chico salió de entre los árboles y ayudado del extraño caballito de mar que siempre cargaba le ordeno a Zoro que fuera por Sanji. Inicialmente el espadachín estaba reacio a acatar dicha orden, entonces levantando el caballito de mar en dirección a Zoro, fue como si este perdiera el control y sacado una de sus katanas fue directamente sobre Sanji.

-¡Ahora, Luffy! –Grito el cocinero mientras se dirigía en dirección al mocoso que tantos problemas les había causado en los últimos dos días.

Mientras Luffy se interponía ante Zoro, Sanji persiguió al misterioso chico quien un poco asustado salió corriendo, ahora solo debían derrotar a ese pequeño enemigo y todo volvería a la normalidad, Luffy solo debía resistir un poco la lucha en contra de Zoro. Usopp fue detrás de Sanji para ayudarle, aunque aún no recordara nada, creía fielmente en su palabra y usando su resortera lanzo una piedra a los pies del chico, lo cual le hizo caer y soltar al caballito de mar quien se elevó sobre todos los Mugiwaras.

La lucha entre Zoro y Luffy se intensifico, dejando Zoro la marca de sus espadas sobre el pecho de Luffy quien algo molesto comenzó a luchar de verdad, si no le ofrecía una verdadera contienda a Zoro era probable que fuera a atacar a algún otro de los Mugiwaras y Luffy, como capitán no podía permitírselo.

Sanji tomo un gran impulso y salto en dirección a aquel animal quien estaba unas 5 veces más grande que su tamaño normal solo para patearle tan fuerte que quedo reducido a un tamaño ínfimo, soltando de su trompa una gran estela de humo brillante que hizo que los demás Mugiwaras recobraran todos sus recuerdos, y no solo ellos, el misterioso chico quien le estuvo cargando todo ese tiempo recordó que era un ciudadano de una aldea cercano a aquel bosque y que había estado siendo controlado por aquel ridículo animal.

Robin finalmente pudo liberar a Nami, ambas olvidándose del malentendido y todos regresaron al barco para cenar juntos, como la tripulación pirata que eran.

Después de la cena, Sanji recogió todos los platos pero no estaba de ánimos como para limpiarlos, hoy le tocaba a Usopp cuidar al barco así que después de ese día tan ajetreado se decidió a ir al camarote para descansar, sabía que en cualquier momento podrían toparse con otro enemigo y si no había descansando lo suficiente podría no hacerle frente.

Cuando el cocinero se disponía a bajar sintió como era apresado por alguien más grande que él, quien con una sola mano le tomo de ambos brazos y con la otra le tapaba la boca para que así no pudiera hablar; había estado en lo cierto en pensar que en cualquier momento podrían atacarles de nuevo, estaba a punto de liberarse de al abrazo hasta que sintió unos suaves y cálidos labios en su cuello y supo que solo se trataba del marimo.

-¿Así que simplemente pensabas irte a dormir?

-Mmmmm –Zoro aparto su mano de la boca de Sanji para que as pudiera hablar- Ah, solo quería descansar, fue un día de mierda.

-Podrías acompañarme a buscar algo a la bodega y enseguida regresar al camarote a dormir.

Sanji suspiro, estaba algo malhumorado y se limitó a seguir a Zoro quien tenía una gran sonrisa marcada en su rostro. El cocinero se encontraba algo frustrado por los acontecimientos recientes y no tenía muchas ganas de darle vueltas al asunto, reamente solo quería irse a dormir.

Zoro abrió la puerta de la bodega y le hizo una seña con la mano al otro para que ingresara primero. Una vez Sanji vio lo que había dentro se quedó con la boca abierta. ¿En qué momento el marimo había preparado aquello? El piso tenía una colcha y se encontraba rodeada de pequeñas velas que apenas si iluminaban el lugar, pero aquella luz era perfecta como para notar las facciones del otro, además al lado de todo ello había una botella de Sake y dos pequeñas copas rojas.

-Antes de que digas cualquier cosa –Menciono el espadachín- Lo que diiste hoy… lo que me dijiste hoy cuando estábamos en el sendero al lado del bosque ¿A que vino todo eso?

Sanji se sonrojo, pensó que Zoro no tendría recuerdos de las cosas que había pasado entre aquella noche en que todos habían perdido su memoria hasta el momento en que la había recuperado, por ende pensó que no recordaría esas palabras que le dedico en aquel lugar.

-Todo eso fue… parte de un plan en el cual yo te distraería para que Luffy pudiera atraparte y así poder buscar al caballo de mar que tenía los recuerdos de todos.

-Si pero, pudiste haberme dicho cualquier otra cosa, en lugar de eso decidiste ser tan sincero frente a todos los de la banda.

-Ninguno me escucho, y si te disgusta tanto entonces no lo diré de nuevo.

-¿De qué hablas? –Zoro soltó una fuerte carcajada- ¡Me encanta cuando eres así de sincero!

Zoro se acercó a Sanji y le beso, ambos entraron en la bodega cerrando la puerta que había detrás de ellos. Muy a pesar de las ganas que tenía Sanji de dormir sabía que esa noche nunca la olvidaría.

 

 

 

Notas finales:

Espero poder subir otros capítulos a lo largo del mes de Julio, adelantar lo más que pueda antes de que la universidad me consuma de nuevo. Me ha estado gustando modificar los eventos del anime a mi conveniencia solo para que la relación entre Zoro y Sanji avance un poco mas ¿Qué opinan al respecto? 7


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