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Donde hubo fuego cenizas quedan… por Shima_Suzuki

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Notas del fanfic:

Fanfic nuevo xD!
bueno, One-shot nuevo xD
recuerden que tengo pagina de facebook donde subo imagenes de mis trabajos, spoilers o alguna tonteria que compartir con ustedes <3

https://www.facebook.com/EscritoradeReituha/

si no pueden clikear aqui, en mi perfil de AmorYAoi esta el link ;D <3

 

Notas del capitulo:

Buenoooooooo
despues de tanto tiempo xD
hola :'u <3

estoy d evuelta y con algo completamente nuevo :u
ustedes saben que mi OTP es el Reituha UwU
PEEEEEEEEEEEEERO tambein saben que soy multishipper XD
(Si no lo sabian en mi info de perfil lo dice :u)

tengo una amiga muy querida que me dijo que sobre las parejas que a ella le gustan no hay fanfics
bueno, acabo de meter esas dos aprejas en este fin
Yuta queria esto es para ti con todo mi amor UwU <3

espero que les guste :D <3

Mucha gente decía que éramos la pareja perfecta…

Un ejemplo a seguir.

Un romance ideal.

Yo era muy feliz contigo.

Siempre me hacías reír con tus tonterías.

A ti te encantaba que riera porque te gustaba mi sonrisa, siempre picabas el hoyuelo de mi mejilla…

Me encantaba estar contigo.

Realmente te amaba.

Pero como siempre pasa.

Todo lo bueno tiene un final…

..

.

— ¿Qué fue lo que dijiste?... —su rostro denotaba sorpresa, pánico, miedo, incluso podría decirse que asco…

—Que…puedo quedar embarazado…—dijo con pena, llevaba bastante tiempo con Akira en la relación…creí que era momento de decirlo, no deberíamos de tener secretos entre nosotros, o eso fue lo que tontamente creí.

— ¿Por eso siempre me hacías usar condón? —su voz sonaba rasposa, muy seria y molesta, pero a pesar de eso era un tono calmado…

—Si... —dije agachando la cabeza, no sabía cómo sentirme.

Me hubiera quedado callado si hubiera sabido que el reaccionaria de esa manera.

—Eres un fenómeno Yutaka…

— ¿Eh?...

Creo que sus palabras fueron más dolorosas que el golpe que recibí en la cara cunado trate de acercarme a él para calmarlo…

No entendía como la persona a la que le profese amor eterno podría tratarme de esa manera…

Obviamente me dejo…

Se fue de mi vida.

La persona que más quería, que más amaba.

Con la que creí que tenía un lazo irrompible…

El lazo se había roto y colgaba ahora de mi mano…

 

 

Le llore por días y noches.

El departamento donde vivíamos es era mío, por eso él fue el que abandono el que era nuestro hogar.

Pase mucho tiempo en depresión, en mi trabajo preguntaban constantemente siempre que era lo que me pasaba, ya que siempre he sido una persona alegre se les hacen raro verme mal…

Pero yo nunca respondía nada.

Mentía diciendo que estaba bien, que solo estaba cansado.

Sonreía con falsedad para que no se preocuparan por mí…

Aun cuando por dentro moría de agonía por su abandono.

 

 

*

—Oye Yuta—le llamo uno de sus compañeros de trabajo.

— ¿Qué pasa? —pregunto el castaño llevando en sus brazos una caja con los papeles que tenía que archivar.

—Llego el chico nuevo, es de tu área, el jefe pidió que fueras tú el que le diera la capacitación.

“Que fastidio…”

Eso fue lo que pensó, claro que no lo dijo.

—Claro, no hay problema—dijo fingiendo una de sus ya características sonrisas.

Había pasado ya bastante tiempo desde que había terminado con Akira.

Ahora era una persona bastante diferente a como solía ser.

Seguía siendo igual de trabajador, de eso no había duda, pero sus actitudes con sus compañeros eran las que habían cambiado.

Ya no sonreía tanto como antes, a veces se le encontraba de mal humor o con dolores de cabeza cuando el realmente nunca haya sufrido de eso, su trato seguía siendo amable, siempre hablaba con propiedad, pero ahora era frio y serio.

Sin duda, la alegría de su vida se había ido cuando Akira lo dejo.

A pesar de, fue y dejo las cosas en su oficina para ir donde el jefe se encontraba junto con el que sería el chico que tenía que capacitar.

Fue a paso lento, realmente no quiera hacerlo, la capacitación de un nuevo candidato era algo muy cansado.

Claro que cuando llego a la oficina de su jefe, quito el fastidio de su cara…

— ¿Me llamaba jefe? —pregunto luego de tocar la puerta y abrir un poco para asomarse.

—Sí, Yutaka, pase por favor.

El castaño entro entonces.

— ¿Qué necesita?

—Bueno, supongo que Toshi ya te dijo que vas a capacitar… él es el chico. —dijo señalando al pelinegro que hasta ese momento se encontraba sentado frente a su escritorio.

Yutaka dirigió su vita hacia el chico que ahora le dirigía la mirada.

No iba a mentir, era muy guapo.

Pudo jurar que se sonrojo, sentía la cara caliente, y el hecho de que el chico le sonriera se lo confirmo.

—Él es Shiroyama Yuu, espero que se lleven bien y que lo capacites rápido, ya sabes cómo son las cosas de la empresa. —dijo el jefe mientras tecleaba algunas cosas en su computadora.

—S-Si señor…por aquí Shiroyama-san…

El pelinegro se levantó y lo siguió fuera de la oficina.

—Aun no me has dicho tu nombre…

Eso fue lo que dijo el pelinegro, Yutaka quiso golpearse pues tenía razón.

—Es verdad, lo siento, soy Tanabe Yutaka-dijo para después hacer una leve reverencia—espero nos llevemos bien.

—Shiroyama Yuu—dijo haciendo una leve reverencia igual—por favor tráteme bien.

—Bueno, te llevare a donde trabajaras y te explicare cada cosa que tienes que hacer ¿de acuerdo?

—Estaré atento a todo lo que me diga.

Tras esas palabras fue que se pusieron en marcha con el trabajo.

Bueno… ¿Qué decir?

Fue fácil explicarle cada cosa del trabajo, entendía rápido y hacia las cosas bien.

—Bien, lo primero que se debe de hacer es empezar a archivar todo el papeleo, una vez archivado se pasa al sistema y de ahí se manda al supervisor para que le pase las cosas al jefe…—dijo Yutaka mientras lo llevaba a donde se encontraba todo el papeleo que tocaba archivar ese día.

—Está bien.

—Te enseñare como manejar el programa, pon atención, si no entiendes algo solo dímelo. —el pelinegro asintió.

Yutaka entonces comenzó a explicarle el programa…

 

 

La capacitación por lo general duraba una semana entera, pero con Shiroyama termino en menos de 4 días.

Era un chico talentoso en su trabajo, atento a todo y fijándose siempre en todos los detalles para que saliera todo perfecto.

No se quedó con él por mucho tiempo, tenía que seguir con su trabajo.

Claro que la relación entre ambos no quedo en solo eso.

Shiroyama comenzó a buscarlo.

Y no precisamente por el  trabajo, aunque siempre usaba esa excusa para poder verlo.

“Yutaka-sama, algo le pasa a mi computadora ¿podrías ayudarme?”

“Yutaka-sama el sistema no me responde ¿podrías ayudarme?”

“Yutaka-sama ¿Cuáles son los archivos nuevos que tenía que archivar?”

Esas y más escusas eran las que el pelinegro ocupaba para siempre hacer que fuera a su cubículo.

Claro que no le molestaba en lo absoluto ir a “ayudarle”.

Shiroyama era un chico encantador, siempre terminaban conversando sobre cualquier cosa cuando iba a “ayudarlo”.

Ya había pasado bastante tiempo desde que las cosas eran así. Para ser exactos 2 meses enteros.

El humor del castaño había mejorado considerablemente en todo ese tiempo.

—Yutaka-sama…

Y así estaba de nuevo, sonrió levemente.

— ¿Qué pasa Shiroyama-san? —dijo mientras terminaba de capturar los nuevos archivos.

—Quería saber si…

—Aja…

—Si…

El castaño entonces se giró para mirarlo.

— ¿Si?

—Quería saber si… ¿si quería salir conmigo hoy en la noche?...

Okey, eso sí lo dejo quieto…

Sintió el calor en sus mejillas y como su cuerpo se tensaba enteramente.

— ¿Qué?

—Que si querías salir conmigo hoy en la noche…—dijo con una media sonrisa.

Vamos a analizar la situación un momento:

Un chico lindo, atento y guapísimo lo estaba invitando a salir…

Un chico que aparte trabajaba con él y era por lo menos casi 3 años mayor que el…

Si hipotéticamente algo malo llegara a pasar el ambiente en el trabajo se tornaría muy incómodo…

La mejor opción era rechazarlo…

Claro que su parte racional quedo opacada por completo por su parte emocional, la cual desde hace mucho tiempo no salía a flote.

—Claro, sería divertido. —dijo para después sonreír.

Pudo jurar ver como un brillo se apoderaba de los ojos del pelinegro.

—Bien, entonces te espero a la salida del trabajo para ir a cenar.

—Claro-dijo aun sonriendo.

—Bien-dijo el pelinegro saliendo de la oficina. Yutaka entonces siguió con su trabajo.

Claro que después el peso de sus acciones le llego de golpe.

— ¿Pero qué fue lo que hice?... —dijo llevándose las manos al rostro para cubrirlo.

Su parte racional volvió a salir, dejándole ver todo lo malo que podía pasar si llegaba a pasar algo malo entre ellos.

Pero bueno ¿solo saldrían a cenar hoy y nada mas no?

Solo sería una vez ¿no?

Dejo de preocuparse y continuo con su trabajo, aun le quedaban algunas cosas que hacer.

Cuando llego la hora no pudo evitar sentirse nervioso, incluso asustado…

No sabía que es lo que podría pasar después de esto.

El pelinegro le sonrió y se fueron a  un restaurante a cenar, Yutaka se sorprendió bastante pues, no solo se fueron en el auto del pelinegro si no que lo llevo a un restaurante bastante elegante.

No sabía cómo sentirse, él pudo llevar su propio auto, el cual ahora se encontraba  en el estacionamiento de la oficina, no era necesario un lugar tan elegante, con comida rápida hubiera estado bien.

No sabía porque, pero sentía que todo iba a salir muy mal…

 

 

Contrario a todos sus negativos pensamientos, termino divirtiéndose con el mayor.

Descubrieron que ambos tenían gustos muy similares en música, también en otras cosas.

Cuando termino la cena, regresaron a la compañía para ir por el auto del castaño.

De ahí cada quien se fue para su casa…

Claro que una vez en la seguridad de su hogar Yutaka pudo dejar salir todo.

Se dejó caer en su cama, abrazo una almohada y comenzó a rodar por toda la cama…

Parecía una adolescente enamorada. Y es que viéndolo de ese modo si lo era.

Hace mucho que no se sentía así de bien saliendo con alguien.

Hace mucho que su corazón no latía tan rápido.

Hace mucho que no se sentía tan feliz…

Se alisto para dormir, mañana debía de levantarse temprano, llegaba la temporada alta donde tenían que trabajar muchísimo.

Aun con la felicidad en su cuerpo logro prepararse para dormir.

Quedarse dormido fue un reto gracias a toda la emoción en su cuerpo pero a pesar de eso, un par de minutos después sucumbió al sueño.

..

.

¿En qué momento paso?

No lo sabía…

Ahora al menos 2 veces por semana salían a cenar.

Y además de eso, cada fin de mes tenía citas también.

¿Cómo termino todo así?

Tampoco lo sabía. Pero tampoco le importaba.

Se divertía con el mayor.

¿Cuándo surgieron sentimientos por el pelinegro?

Después de la última cita.

Llevaban saliendo aproximadamente 3 meses “solo como amigos”.

Pero esa noche sería diferente. Al menos tenía el presentimiento de que así seria.

Yuu ya le había mandado el mensaje de que se encontraba abajo esperándolo, era su día libre, habían quedado de salir juntos.

Termino de arreglarse, tomo sus llaves y su cartera, bajo rápido para no hacerlo esperar.

—Perdón por la espera-fue lo que dijo al saludarlo.

— ¿Cuál espera? Siempre eres puntual.

Le sonrió, y esta vez fue una sonrisa de verdadera felicidad, de esas que siempre lograba sacarle con solo su presencia.

Yuu había hecho muchos cambios en el.

Subieron al auto, irían a comer y de ahí, a donde el destino los llevara.

¿La cena? Riquísima.

¿La compañía? También (?)

Okey no.

Pero que decir, Yutaka estaba comenzando a gustar de Yuu.

Y él creía que Yuu gustaba de él.

Así que tenía esperanzas, pocas, pero tenía.

Después de cenar fueron a una feria local.

Había muchos juegos y atracciones, que decir, también muchos dulces y comida.

Pasearon un rato, jugaron en algunos puestos y compraron algunos dulces, ya era tarde, pero aun así Yuu dijo algo que Yutaka no supo cómo interpretar.

—Sube conmigo a la rueda de la fortuna…

Para algunos seria solo una petición simple, Yuu quiera subirse a un juego más y ya…

Pero para él, que tenía una atracción hacia el hombre frente a él… no sabía cómo interpretar sus intenciones.

A pesar de eso subió con el pelinegro.

La situación, al menos para Yutaka, era incomoda.

Mantenía su vista en la ventanilla, era bastante bonita, el paisaje nocturno con las múltiples luces de la ciudad…

Hermoso.

—Yutaka…

Se tensó, el aire comenzó a faltarle sin saber porque.

— ¿Qué pasa?

—Me gustas.

Así sin más lo dijo, directo y sin tacto.

Soltó la  bomba que haría que su corazón explotara por lo rápido que estaba latiendo.

—… ¿Qué?

—Me gustas.

¿Se podía estar más sonrojado?

—Me gustaría que fueras mi pareja formalmente…

Más trabajo para su cerebro y corazón.

¿Qué hacer?

Su parte racional le decía un montón de excusas para no estar con él.

Su parte emocional se moría por que se le fuera encima para comerle la boca a besos…

¿Qué hacer?

No tuvo tiempo de reaccionar, el pelinegro ya se había acercado y sus rostros se encontraban a pocos centímetros de distancia.

— ¿Quieres?

No hubo palabras pero si acciones que demostraron la afirmación.

Las manos de Yutaka se posaron en las pálidas mejillas del pelinegro y atrajeron su rostro los centímetros que faltaban para unirse en un beso.

Un suave y gentil beso que fue correspondido de inmediato…

..

.

Así fue como empezó todo.

Una nueva vida.

Un nuevo inicio.

Una nueva oportunidad de que las cosa salieran bien…

El fantasma de Akira hace mucho que se había ido.

Ya no atormentaba más su vida.

Aun no estaba seguro de decirle a Yuu sobre su “condición”.

Akira se había mostrado como un hombre gentil y comprensivo, al revelar tal información se demostró que era todo lo contrario.

No creía que Yuu fuese igual a Akira…pero, mejor no confiar aun.

Apenas estaban empezando las cosas.

No quería arruinarlo tan pronto.

Pero si esperaba más, dolería mucho más si se llevaban a separar por lo mismo… lo peor sería que ambos trabajaban en la misma compañía…

¿Qué hacer?

No es que llevara mucho tiempo con Yuu.

Si no contamos los meses que solo estuvieron saliendo para conocerse, apenas iban 3 meses…

¿Sería buena idea decirle?

¿O era mejor callar?

Tan absorto estaba en sus pensamientos que no noto que el mayor se había posicionado detrás de el para poder abrazarlo.

El respingo que dio cuando los brazos del pelinegro lo rodearon le aviso al otro que Yutaka estaba muy metido en sus pensamientos.

— ¿Qué pasa Yuta?

— ¿Eh? ¿Qué pasa de qué?...-se le notaba nervioso.

—Algo tienes ¿Qué pasa? Estabas muy pensativo…

—Yo…

— ¿Si?

—B-Bueno yo…—los nervios se le notaban a flor de piel, mantenía su vista alejada del mayor.

—Yuta… ¿Qué pasa? —okey, ya se estaba preocupando.

La cara de tragedia que ambos tenían solo los ponía de nervios.

¿Cómo decirlo?

—Yuu…necesito saber.

— ¿S-Si?

—Tu…bueno-dios que decirlo era difícil…—Tu… ¿tú me quieres verdad?

—Sabes de sobra que si…— ¿A qué venia todo eso?

— ¿Me seguirás queriendo a pesar de todo?

—Yutaka no me asustes…

—Solo contéstame por favor…

—Sabes que si…—dijo muy seguro.

—Tu… ¿Te gustaría tener familia?... —en este punto el menor mantenía el rostro bajo, realmente le estaba costando decirlo, le dolería horriblemente que Yuu los despreciara, pero no poda vivir ocultando lo que era…

—Bueno…Es una pregunta difícil…—el castaño mantuvo su rostro bajo, ambos estaban en la cama de la casa de Yutaka, aún se mantenían abrazados,  varias veces a la semana se quedaban a dormir en el departamento del otro—Digo… ambos somos hombres y…más que adoptando se podría…

El menor entonces alzo el rostro, mirando al pelinegro.

—Eh… ¿Por qué lloras Yuta? —pregunto llevando sus manos al rostro del menor para limpiar las escasas lagrimas que habían logrado salir de sus ojos.

—Yuu… ¿tú te alejarías de mí?

—No podría…yo te amo…—dijo muy seguro aun con sus manos en el rostro del castaño.

— ¿aun si soy un monstruo?...

— ¿Monstruo? ¿De qué hablas yuta? ¿Por qué te dices así? Tú no eres un monstruo…

—Si lo soy…—trato de apartar el rostro pero el mayor lo mantuvo firme para que lo mirara.

—A ver Yutaka… ¿Por qué dices eso? —se le veía cerio incluso molesto.

—P-Porque yo…—se quedó callado un momento, no podía hacerlo, un sollozo salió de sus labios al mismo tiempo que bajaba la cabeza, no podía.

— ¿Por qué tu qué? —una vez más alzo el rostro del menor, ahora bañado en lágrimas…

—Porque yo puedo concebir…

La habitación se quedó en silencio por un buen rato, lo había dicho manteniendo los ojos cerrados y esperando lo peor…

Contrario a lo que esperaba sintió las manos del pelinegro limpiar su rostro, se atrevió a abrir los ojos, claro que volvió a cerrarlos al sentir un beso.

—Eres un tonto…

— ¿Eh?

—Un gran, gran tonto…

— ¿Yuu?

— ¿Si?

— ¿No me odias?

— ¿Odiarte? ¿Por qué yo iba a odiarte? ¡Me acabas de dar una noticia súper genial!

— ¿Eh?- okey, ahora si no entendía nada, no comprendía el entusiasmo del mayor.

— ¿Te das cuenta de lo genial que es esto? ¡Podríamos tener familia propia!

— ¿Qué…? ¿N-No estas molesto? ¿No me odias?

— ¡no, claro que no! Yutaka ¿no entiendes lo bueno que es esto? ¡Podríamos tener un bebe! ¡Familia propia, sin tener que adoptar!

El menor no se la podía creer… ¿en serio no lo odiaba? ¿No lo creía un fenómeno?

—Yuu…y-yo…n-no entiendo...

—Bueno, mira, que si es algo muy sorpresivo, no es muy común que los hombres puedan concebir, pero eso no te hace un monstruo Yutaka…te hace una persona especial…puedes dar vida sin necesidad de ser mujer…eres un milagro…—dijo calmando toda su efusividad para poder acariciar de nuevo el tierno rostro de su pareja.-Te amo…

Un beso fue dejado en sus labios, Yutaka sintió que podía volver a respirar…

Todo estaba bien.

Todo iría bien…

Claro que no tendrían hijos inmediatamente.

Esperarían un tiempo más, cuando su relación avanzara lo que tuviera que avanzar.

..

.

Ya con año y medio saliendo, buen sueldo gracias a sus buenas posiciones en el trabajo por sus múltiples asensos y ambos instalados en una casa propia, pensaron que sería buena idea intentarlo…

No tenían mucha idea de si los hombres tenían “días fértiles” como las mujeres, pero bueno, un rato con su pareja tampoco iría mal…

Empezaron con dulces besos y tiernas caricias.

Fueron lento, no tenían prisa, querían disfrutar lo más que se pudiera de su pareja…

Suspiros y jadeos se escuchaban constantes en la habitación, los gemidos se hicieron presentes cuando la dilatación se dio.

Constantes palabras de amor fueron dichas al mismo tiempo que la unión de sus cuerpos se daban, iba lento, no quería lastimarlo, Yutaka se aferraba fuerte de su cuerpo, manteniendo un abrazo lleno de temblores por el acto.

Un agudo gemido salió de su boca cunado el pelinegro término de entrar en él, dando directamente en su próstata.

Se mantuvieron quietos un momento, tratando de acostumbrarse al estar unidos.

El movimiento se dio cuando Yutaka afirmo estar bien.

Fueron lento primero, ir rápido desde el comienzo no era lo mejor.

Mas besos y caricias, gemidos y jadeos, palabras de amor siendo correspondidas con unas aún más melosas que las anteriores…

Que decir, el orgasmo les llego de golpe entre tanto amor…

Ambos terminaron exhaustos, a pesar de eso Yuu aún tuvo el cuidado de salir del menor, seria incomodo su se quedaban dormidos así…

Se acomodó mejor con él en la cama, cubriendo a ambos del frio con las cobijas, sería malo si se enfermaban.

Apego el cuerpo del menor al suyo en un cálido abrazo, un par de besos en su cabeza fueron dejados para después cerrar los ojos y entregarse a Morfeo.

..

.

Claro que no fue al momento…

Tuvieron que ser varios intentos para que ocurriera. Claro que tampoco se quejaron de seguir intentándolo…

Ya 3 años de relación y después del último intento se dio…

Los análisis habían dado positivo.

3 semanas de embarazo…

La salud de Yutaka era excelente el embarazo, según el doctor, iría de maravillas hasta el sexto mes, que sería cuando tendría que entrar en un reposo.

Hasta entonces podía seguir trabajando con normalidad.

Así lo hicieron, se aseguraron de que todo fuera bien.

Yutaka siguió trabajando junto con Yuu en la empresa, ambos ya con mejores puestos, hasta que el momento llegara.

Yutaka por obvias razones, cuando cumplió 3 meses comenzó a trabajar desde casa, por su posición en la empresa el jefe no tenía ningún problema en eso.

Yuu se sentía un poco solo pero aun así daba lo mejor de sí en el trabajo, y al llegar a casa, la cálida y amorosa bienvenida de Yuta y a su futuro bebe le alegraban el día…

 

 

El tiempo avanzaba rápido, cuando menos lo esperaron Yutaka ya contaba con 6 meses…

Y con eso se dio su visita mensual al doctor.

Aplicaron los análisis correspondientes, estaba en perfectas condiciones.

Ahora seguía la parte que ambos ansiaban ver.

El ultrasonido de su bebe.

Lo posicionaron en la camilla, colocaron el frio gel.

El cuerpo del castaño tembló levemente, realmente estaba frio.

Yuu tomo la mano del menor, ya había llegado el momento.

El doctor coloco la maquina sobre su abultado vientre y comenzó a moverla…

El silencio fue expectante por unos minutos, hasta que la sonrisa del doctor los puso en alerta.

—Aquí esta…es un varón en perfecta salud…

Un varón…

La alegría les invadió, no se podía negar, un par de lágrimas salieron de los ojos del castaño, Yuu lucho para que las suyas no salieran.

Tendrían un lindo hijo.

El doctor le diagnostico una dieta especial para mantener al bebe en las perfectas condiciones que estaba, tendrían que cuidarlo muy bien, el doctor les había comentado que el embarazo en hombres era algo diferente al de una mujer.

Más complicado y riesgoso, por eso mismo, el doctor había felicitado al castaño, tanto el cómo su bebe se mantenían en perfecta salud.

Para Yutaka era raro ir con tanta naturalidad al doctor en su estado, el siempre creyó que los hombres embarazados eran algo sumamente extraño. Pero al parecer no, ya eran más comunes que en otros tiempos.

Llegaron a casa con bastantes bolsas, habían pasado a comprar lo necesario para la dieta del menor.

—Tendré que empezar a cocinar entonces yo…—dijo el pelinegro decidido, no dejaría que su pareja se arriesgara a los peligros que podía significar una cocina.

—Al parecer si—dijo el castaño sonriendo.

—Tomare clases de cocina, no dejare que te levantes de la cama más que para ir al baño…Te cuidare bien, los cuidare bien…—dijo el pelinegro acercándose para abrazar al menor con sumo cuidado.

—Cuídanos entonces…—dijo el menor, escondiéndose en su cuello, realmente estaba feliz…su vida no podía ser mejor que como la tenía ahora.

Tenía una pareja maravillosa, un sueldo muy bueno, casa estable y muy pronto un bebe en sus brazos...

¿Qué más podía pedir?

...

.

El tiempo continuo pasando, Yuu cumplió su promesa, las comidas que Yuta saboreaba eran muy buenas, Yuu aprendió a cocinar de la manera más rápida posible para que a sus amores no les faltara nada.

Ahora ya con sus casi nueve meses de embarazo, permanecía acostado en la cama, era su siesta de las 4, Yuu ahora también trabajaba desde casa para poder cuidarlo.

Ambos estaban en la cama, Yuu con el portátil sobre las piernas terminando unos reportes que se requerían.

Desvió su mirada un momento a su pareja, acaricio con mucha suavidad su vientre, para su sorpresa su hijo respondió con una suave patadita, sonrió y continúo acariciando.

Así era su día a día ahora, el ver a su hijo crecer dentro del vientre de la persona que más amaba… ¿se podía pedir más?

Claro que sí.

Un par de noches después Yutaka comenzó a quejarse de dolores en su cadera y vientre.

Ya era el momento.

Que decir, la maleta ya estaba lista así que no fue tan complicado llevarlo al hospital…

Lo internaron lo más rápido que se pudo, entro con él, no lo iba a dejar solo en el momento más feliz de sus vidas, luego se preocuparía por avisar a la madre del castaño y a sus padres.

..

.

El proceso fue bastante complicado…

Yutaka tenía anestesia local, no estaba dormido por completo, no podía sentir lo que le hacían pero si se mantenía despierto. Yuu estaba a su lado tomando su mano, esperando paciente la llegada de su bebe…

Por eso de las 3 de la mañana del 29 de noviembre nació el pequeño Hiroto.

Era una pequeña cosita rosa de suave cabellera negra, regordetas mejillas y unos muy buenos pulmones que anunciaron su llegada al mundo pesando 3 kilos exactos.

Cuando fue entregado en brazos de sus padres ninguno pudo contener las lágrimas.

Su bebe por fin estaba con ellos.

Su hermoso y tan esperado bebe.

 

A pesar de que todo en la operación fue bien, el castaño debía permaneces en el hospital junto con él bebe un par de días más para asegurarse de que todo estaba en orden.

Claro que todos esos días que el castaño permaneció internado Yuu iba a verlo a diario.

Cuando el doctor verifico que la salud de ambos estaba correcta les permitieron la salida del hospital, el pelinegro los lleno de besos de camino al auto.

Yutaka estaba feliz…

Tenía todo lo que había querido y más.

Cuando llegaron a casa, el castaño noto que la cuna, ya estaba instalada, así como las sillitas para él bebé, la de mano y la del auto, al igual que una carriola, ropita y juguetes también, claro, también muchísimos pañales.

—Veo que te pusiste a hacer tu trabajo mientras no estábamos—comento el castaño dejando a su bebe descansar en la cuna, en el hospital ya lo había alimentado.

—Soy un padre responsable—dijo muy orgulloso el pelinegro al mismo tiempo que inflaba el pecho.

—Ya lo noto…—dijo Yutaka acercándose para poder besarlo, hace varios días que no lo hacía y lo extrañaba.

El beso fue correspondido al instante.

Claro que no paso de ahí Yuta aún no estaba en condiciones para hacer “esa clase de esfuerzos” y menos con un infante presente en la habitación.

De solo pensar en esa pequeña criaturita, que en estos momentos se encontraba en un profundo sueño, soltaba un suspiro de satisfacción.

Su vida era perfecta…

Lo que siempre había querido ahora lo tenía.

Eso no se lo podría quitar nadie.

Claro que… en ese momento no contaba con lo que se avecinaba.

..

.

~

Yutaka se encontraba con su precioso hijo de ya 6 meses en brazos mientras terminaba de hacer las compras, no es que fuese a comprar mucho, solo algunas cosas para la comida de ese día, Yuu había vuelto a trabajar como regularmente lo hacía, Yutaka se quedaba en casa y trabajaba desde ahí, siempre cuidando de su hijo.

Iba saliendo del supermercado con el precioso niño abrazado a su cuello y con un chupete en la boca, iba vestido con esas lindas pijamitas que el pelinegro le compraba por impulso, un tierno osito.

Abrió el auto a solo unos pocos metros, abrió una de las puertas y dejo las compras, cerró la puerta y fue a la otra para poner a su hijo en la sillita del auto.

— ¿Yutaka?

Esa voz…

Por un momento se quedó paralizado…

Giro su rostro lentamente hacia la voz que hace bastantes años no escuchaba…

—Yuta…cuanto tiempo.

—Akira…

 

~

 

Sin saber cómo, termino en un café con el susodicho y su hijo.

Tampoco supo cómo termino hablando de su vida con él.

—Veo que te va bien…—fue lo que dijo el rubio, y de verdad se veía bastante bien, ahora teniendo una vida más feliz, el semblante le había cambiado.

—Me siento bien…—dijo sin muchas ganas de platicar con él, de verdad que era bastante incomodo…volver a verse después de tanto…

El pequeño Hiroto estaba tomando el biberón que su padre progenitor le daba, agarrándolo con sus pequeñas manitas.

— ¿Cómo se llama…?—pregunto con cautela, realmente para él era difícil ver a la persona que amo con una vida ya hecha…

—Hiroto…Shiroyama Hiroto…—dijo al mismo tiempo que quitaba el biberón, ahora vacío, de la boquita de su bebe, el cual soltó un bostezo para después acurrucarse en los brazos de su padre.

—Es lindo…

—Lo sé, se parece más a su otro padre…—dijo con una leve sonrisa al recordar a Yuu, acaricio la espaldita de su bebe para que lograra dormirse…

El rubio dio un respingo al escuchar las palabras del castaño.

—Entonces…él bebe…

—Sí, él bebe lo tuve yo, salió de mí. —contesto bastante seco y tajante.

Por un largo rato no se habló, Yutaka realmente quería irse, Akira le había hecho mucho daño y realmente no quería verlo, pero su lado amable y el que aún le guardaba cierto cariño lo obligaba a mantenerse en esa silla.

—Lamento todo lo que paso.- soltó de repente el rubio, desconcertando al castaño. —Todo lo que te hice y dije…perdóname…yo, realmente no sabía qué hacer, tenía miedo a lo desconocido…y por culpa de esa inseguridad…te perdí, y perdí al oportunidad de formar una familia contigo…por favor, perdóname Yutaka…

El castaño en cuestión se quedó bastante cortado… ¿cuento tiempo no soñó con esas palabras? ¿Cuánto tiempo no espero esa disculpa?

Años…

Pero eso fue precisamente años atrás.

Esas palabras habían llegado cuando todo estaba ya perdido para ellos.

Tenía una pareja que lo amaba…

Tenía una familia formada.

No podía dejar todo eso de lado por Akira…

Y aunque el rubio en algún tiempo fue toda su felicidad, ahora su felicidad estaba con Yuu y su hijo…

—Akira…—el susodicho levanto el rostro-El rencor no sirve de nada en esta vida, así que no te preocupes…te perdono-pudo ver como los ojos se le iluminaron— pero eso no significa que “regresare” contigo…

Y la alegría del rubio se fue tan rápido como llego.

—Como te darás cuenta, tengo un, y la persona con la que lo tuve es a quien amo ahora, me apoyo en mis peores y mejores momentos, estuvo a mi lado, me acompaño y no solo eso, me amo como alguna vez lo hiciste tú y mucho más, me dio  la oportunidad de formar una familia con él, algo a lo que tú te negaste. Discúlpame Akira, pero creo que lo mejor será que no volvamos a vernos…

—P-Pero-lo interrumpió.

—Eres alguien que aprecie mucho, te amé como no tienes idea, pero ya no más…otro hombre ocupa el lugar que dejaste vacío en mi corazón, y ahora no solo el, si no también mi hijo se ha ganado ese espacio, entiende que, aunque en algún tiempo te amé como nunca ame a nadie, eso se acabó. Soy feliz ahora, tengo todo lo que quería y más…

—Yuta…

—Mi pareja me espera, mi bebe tiene sueño, es mejor que duerma en su cuna, me retiro Akira, fue bueno hablar contigo, era necesario esto para poder cerrar la etapa que dejaste abierta en mi vida…

No espero respuesta del rubio, realmente le dolía decir todas esas palabras, siempre había sido una persona muy sensible, pero sabía que tenía razón en haber hecho lo que hizo.

Casi corrió hasta su auto, dejo a su hijo dormido en su sillita, bien protegido, después subió al asiento del piloto, arranco y partió a casa, donde muy seguramente Yuu ya lo esperaba, se fijó en la hora,  probablemente ya estaba ahí…

No podía creer que había confrontado a Akira…

Ni siquiera podía creer que lo había visto, después de tanto tiempo, topárselo así de la nada…

El cerrar esa etapa de su vida le daba nuevas y mejores oportunidades de aprovechar al máximo su relación con Yuu…

Si, bien dice el dicho, donde hubo fuego cenizas quedan… Pero tú decides si quedarte en medio de ellas, o limpiarlas para seguir…

Llego a casa, y como lo sospecho, Yuu ya estaba ahí.

Que decir, la sonrisa que le mostro al verlo con su hijo dormido en sus brazos y las compras en el antebrazo  fue hermosa.

Le ayudo primero con él bebe, Yuta fue a dejar las compras.

Empezó a acomodar, después sintió los fuertes brazos de Yuu rodearle la cintura.

—Te extrañe mucho ¿sabes?

—Y yo a ti amor…

— ¿Qué vamos a cenar esta noche? —pregunto aun manteniéndolo abrazado, apoyando su barbilla en el hombro del castaño.

—Lo que más te gusta…

—Eso es genial.

—Lo sé.

—Gracias por mimarme. —beso su mejilla.

—Gracias por amarme…

 

Fin. :D <3 

Notas finales:

Bueeeeno eso fue todo UwU
a mi me gusto, espero que austedes tambien :3
Yutaaaa <3
espero que te haya gustado UwU <3 con todo mi love para ti
he de decir que esta pareja me gusto :u
Aoi x Kai es lago que volveran a ver en mi cuenta ;D
nos leeremos algun otro dia si la vida lo permite(?)
nos vemooooooos <3
^^/


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