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Susurros del pasado por soritakiryu

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Notas del fanfic:

Vampire knight no me pertenece es autoria de Matsuri Hino, al contrario de los personajes originales,

Notas del capitulo:

disculpen por los orrores ortograficos, porfavor entiendenme soy nueva en esto

“—“conversaciones

abc” sueños

“[+]” pensamientos

Capítulo 1: Sueños y susurros.

Pasos calmados resonaban en medio de la oscuridad que lo rodeaba, de la nada una luz al final del pasillo dándose cuenta que este estaba lleno de espejos de diferentes formas y su curiosidad es grande que se arriesga adentrándose en uno de ellos.

El ambiente cambia una vez que haya pasado por este encontrándose en otro pasillo, en el había de varias pinturas, en uno de ellas estaba el retrato de una pareja cuyos rostros cubiertos de oscuridad; la mujer se encontraba sentada sobre una silla de oro con varias piedras preciosas, sus cabellos largos y ondulados de color castaños con varias y extrañas mechas plateadas sobre su cabeza estaba una tiara de plata como símbolo de que pertenecía a la aristocracia, portaba un vestido verde esmeralda con corte en “V” brillaba con piedras preciosas como rubí y plata, colgando en cuello fino un relicario en forma de corazón de color plata con el brocado de la familia a la cual ella representa de forma de un lirio.

De pie atrás de ella, se hallaba un joven portaba un smoking de color negro, la camisa interior era de color blanca y una corbata de color roja con hilos de plata, pero lo que le mas le llamaba la atención era lo que colgaba en su cuello, un collar grueso de color plata con el brocado de una rosa atravesada de cuatro puñales.

Debajo del retrato, que observaba con tanta atención, estaban escritos nombres y estos eran: Elizabeth y Viktor pero sus apellidos estaban tachados e inentendibles.

Se hallaba tan concentrado que escuchaba los pasos ligeros que venían detrás de él, un susurro que hizo que los vellos en su nuca se erizaban, un escalofrió agradable le recorría por todo su cuerpo.

--¿Por qué no me recuerdas amor mío? Será que olvidaste la promesa que nos hicimos.

Volteo por todo el lugar para hallar el lugar de donde provenía dicha voz tan seductora y cálida al mismo tiempo. Con su voz casi fallando por ser sorprendido, pregunta.

--¿Quién anda allí? Muéstrate, ¿Quién eres? Tu voz…me es conocida, ¿Te conozco?

Al instante recibe la respuesta, una voz masculina le susurra al oído congelándolo en el lugar en que estaba plantado.

--No crees que son demasiadas preguntas. Tú sabes quién soy, solo que lo has olvidado al igual que él a ti. Será mejor que te vayas ya casi es hora de despertar, no lo olvides recuérdame Mi rosa sangrienta.

--¿Quién eres? Solo dime tu nombre.

--Aun no es tiempo que lo sepas, solo te diré que soy la persona del retrato y que tú nos conoces muy bien.

Sin darse cuenta estaba empezando a rogarle que vuelva y le diga quiera esa persona pero solo recibe silencio tan profundo que alaba fuerte en su corazón.

Un joven que hallaba sobre su cama en un sueño profundo pero inquieto abre sus ojos abruptamente, sentándose con la respiración acelerada, pasa una mano sobre su rostro para tratar de ganar tranquilidad cosa que no le llega.

--¿Qué rayos fue eso?

Esta persona de cabellos castaños ondulados ligeramente largos hasta la altura de sus hombros, sus ojos grandes de color borgoña, nariz perfilada y agraciada, labios rosados y finos que invitan a ser besados, su rostro se hallaba desfigurado por algún tipo de angustia que se clavaba como puñal en su corazón por aquel sueño que carecía de entendimiento para él.

Iba a seguir martillándose la cabeza con pensamientos hasta que unos golpes a su puerta lo sorprenden.

--¿Kaname? Disculpa en que te moleste pero ya casi es hora ir a clases.

Pasos lentos y calmados-cosa que no siente-se escuchan del otro lado de ella hasta es abierta es su totalidad, mostrando un Kaname desaliñado y en pijama signo de que hace poco salió de la cama, cosa rara ya que él a esta hora ya estaría arreglado.   

--Gracias Takuma, en unos momentos bajo para ir a clases.

Takuma posa su mirada hacia la habitación de su amigo dándose cuenta que este se hallaba patas arriba, y se sorprende, porque en general Kaname tenía un control total de sus poderes. Entonces se arriesga a preguntar.

--Kaname te sientes bien. ¿Por qué tu habitación esta patas arriba? Parece que un tornado habría pasado por aquí.

Kaname no se había cuenta del estado en que se encontraba su habitación, de alguna manera su pesadilla había logrado perturbarlo hasta el punto de hacerlo perder el control sobre sus poderes.

--No te preocupes Takuma son cosas del concejo en al que estoy un poco nervioso. No es algo en la que te debes preocupar.

Takuma un joven de cabellos rubios cortos, ojos verdes esmeralda transmitían tanta calidez y alegría, nariz perfilada y una sonrisa juguetona; portaba el uniforme de la clase nocturna a excepción e que se hallaba despeinado.

--una pregunta Takuma, anoche no sintieron alguna alteración en el ambiente o algo extraño. Pregunta de manera calma kaname.

-- Mmm…ahora que lo mencionas si hubo algo raro, pero solo fue un momento muy corto en que apareció esa aura. Era extraña a la vez conocida. ¿Por qué lo preguntas?

--Nada Takuma solo curiosidad, iré a arreglarme nos veremos abajo.

Kaname da media vuelta y se interna en su ahora desordenada habitación cerrando la puerta de manera fuerte que resuena por aquel pasillo.

--Kaname aunque no lo digas sé que algo te preocupa y no es sobre el concejo. Menciona takuma sabiendo que su amigo sangre pura lo podría escuchar.

Takuma de inmediato se dirige a su habitación a terminar de arreglarse.

Mientras lejos de allí, en la casa del director, un joven se removía entre las sabanas hablando incoherencias.

Era un bosque espeso, cubierto de neblina que no dejaba ver más allá que su nariz, empieza caer nieve acompañada de su fiel compañera la luna que apenas si se podía ver.

Empieza a caminar, sin que se dé cuenta del camino que ha tomado sale del bosque, la nieve ya cubría en sus tobillos. Frente A él se hallaba una mujer de cabellos castaños largos y ondulados con extrañas mechas plateadas que le llegaban a la altura de su fina cintura, su rostro cubierto de oscuridad, no permitía distinguir sus características, como ropa portaba una buzo blanca corte en “V”, una chompa de cuero negro,  jeans de color negro, un par de botas de cuero negras que le llegaban a la altura de sus rodillas.

Esta se encontraba a punto de ser atacada por un desconocido, de manera inconsciente, para ayudarla saca la Bloody Rose, pero el sonido de las cadenas que la ataban a su cintura logrando que el atacante se ponga en alerta.

El atacante da media vuelta y él puede darse cuenta de sus características que es un nivel E, se miran fijamente midiéndose quien ataca primero y el nivel E lo hace sacando a relucir que era rápido casi igualándolo demostrando que ya hace mucho tiempo se encontraba en ese estado.

Pero antes que él pueda disparar, el nivel E se convierte en cenizas dándole espacio de que la chica lo miraba fijamente aunque no podía ver su rostro podía sentir su fuerte mirada sobre él.

--¿No me recuerdas?, ¿No recuerdas la promesa que nos hicimos?

--¿Promesa?, ¿Qué promesa? No más bien ¿Quién eres?

--Veo que no me recuerdas, solo te diré que tú me conoces, pero no me recuerdas y él tampoco a ti. Por favor recuérdame.

--Espera, dime ¿Quién eres?

Pero ella no da más respuesta alejándose lentamente de él, dentro de su corazón le decía que la alcanzara, no la deje ir pero antes de dar un paso ella desaparece.

El espacio cambia abruptamente encontrándose en el primer piso de una mansión bellamente decorada, varias personas con antifaces extravagantes que no le quitaban la elegancia aristocrática que los envuelve, junto a su oído derecho le susurran.

--Ella es tu prometida, cuídala y quiérela mucho. Muchos querrán tenerla por el poder que la envuelve, protégela es tu misión. Recuerda que ella es la joya más preciada en la sociedad.

Siente que una mano delicada y cálida tomaba la suya de manera fuerte, era tan suave que casi la confundía con la más fina seda.

Pero todo cambia cuando escucha gritos de terror, de dolor y de ayuda, la mano que sostenía se le fue arrebatada de improvisto. La busca sin saber cómo era ella pero eso no importa solo quiere hallarla entre toda la gente llena de pánico huía por todos lados, solo hasta oír un fuerte grito desgarrador sobre las demás.

--Viktor ¡ayúdame!

A espaldas de él ve a una mujer siendo mordida brutalmente mordida, ojos carmín lo miraba tan fijamente que incluso cree que podía ver su alma, la imagen se congela rompiéndole el corazón sin entender por qué lo hace.

--¿Por qué no me ayudaste? ¿Por qué te quedaste mirando mientras me asesinaban delante de ti?

A su lado una sombra empieza a formarse hasta darle una forma delgada y por su voz podría decir que de una muchacha.

--¿Quién eres?, ¿Qué es todo esto?

--Tú sabes que es, tú sabes quién soy. Acaso no me recuerdas.

--Maldición ¿Qué debo recordar?

--Tienes mucho recordar, ella está en grave peligro, su sangre atrae a cualquiera ser indeseado, tu misión ahora es protegerla, no vuelvas a cometer el mismo error que antes.

--¿Proteger?, ¿A quién debo proteger?

--Fallaste en protegerla antes ahora debes empezar de nuevo, encuéntrala antes que él la halle. Ella era la joya de la sociedad vampírica, ella era una Kuran.

El joven se levanta agitado; era muy apuesto, cabello plateados cortos, ojos color amatista, se hallaba medio desnudo solo portaba unos pantalones cortos ajustados a su figura que no dejaba nada a la imaginación.

Mientras trata de normalizar su respiración se da cuenta que se está tardando en ir a controlar la marea de hormonas que son las alumnas de la clase diurna. Se apresura a cambiarse e irse antes que ellas, más aun que ahora está solo.

Ya ha pasado 3 años de la batalla contra el sangre pura Rido Kuran, el despertar de la princesa y prometida del chupasangre mayor Kaname Kuran, siendo ella con la que se había criado juntos, la mujer que aun ama.

El peli plata se apresura en salir rápido pero la huida es echada a perder por un hombre de cabellos rubios cenizas, ojos de color miel, anteojos de marco negro, vestido solo de un kimono verde oscuro con detalles de plata, este era el Director de la Academia Cross su nombre Kaien Cross.

--Zerito, hijo mío ¿Cómo amaneciste?

--Tsk ¿Quién te ha dado el derecho de llamarme hijo?

--Eres cruel…

--Y aquí vamos otra vez, debo irme al dormitorio de la luna.

Por arte de magia, no hay más escándalo, abruptamente dando paso a un hombre maduro y serio.

--Zero, podría pedirte un favor por lo que más quieras no causes más problemas por lo que sucedió hace 3 años…

El peliplata le da la espalda al director su mano sobre el picaporte de la puerta temblaba por la ira apenas contenida.

--No puedes pedirme aquello luego de que hicieron conmigo. A ella no tengo que perdonarla por ser un vampiro de sangre pura, de tener un tío psicópata que deseaba su sangre, ni mucho menos la muerte de mi hermano.

Toda es culpa de Kaname Kuran, él que jugó con cada uno de nosotros tal como piezas de ajedrez, convenció a mi hermano de darme su vida por el bien de ese chupasangre.

--Zero, sé que Kaname jugo con nosotros como piezas de ajedrez desechables pero también comprendo porque lo hizo. Pregúntate ¿Qué harías si estuvieras en sus zapatos, con tal de proteger lo único que te queda?

--No lo sé porque ya no tengo a nadie de mi familia, lo único que quedaba de ella se fue junto a mi pequeño hermano.

--Pero Zero…

Antes de terminar, el peliplata sale de la casa dando un portazo sacudiendo al inmueble hasta los cimientos.

--Si tan solo supieras que hizo Kaname para enmendar ese error que le pesaba tanto en su corazón. Hablaba kaien al aire.

 

    

 

            

  

 

       

 

Notas finales:

espero y deseo que les haya gustado. Gracias nos vemos en la proxima 


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