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¿QUÉ ONDA CON ESE DUENDE? por patjes

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Ambos se encontraban tirados sobre el sillón, el cual a petición de JongIn habían jalado hasta la ventana para mirar el cielo, aunque KyungSoo no veía nada especial, pues las luces de la ciudad no dejaban ver más que dos minúsculas luces de estrellas.

-JongIn.

-¿Mmh? – respondió para hacerle saber que lo escuchaba.

-¿Dónde queda tu planeta?

JongIn se quedó viendo el cielo - ¿Puedes ver esa estrella? – Señalo hacia arriba – La más brillante.

-Si, la veo – volteo a ver al castaño - ¿Es ahí donde vives?

-No.

Achico los ojos – Entonces ¿para que me haces ver la estrella?

-Es bonita. Es como ver un poco de esperanza en un cielo tan oscuro – le sonrió y KyungSoo dejo de hacer muecas – Sobre mi planeta, pues solo puedo decirte que está realmente lejos, nadie ha llegado hasta allá.

KyungSoo asintió lentamente, tal vez antes no le habría creído, pero en tan poco tiempo fue que descubrió cosas que no eran posibles para él que ahora podía aceptar sus palabras – Ya veo – fue lo que salió de la boca de Soo con un poco de tristeza, probablemente esperaba al menos poder verlo desde lejos.

-KyungSoo ¿Cómo se siente amar a alguien? – pregunto de la nada.

-¿Amh? Pues… - rasco su nuca – Es como sentirse cálido, completo, agradecido de estar con esa persona y creo que feliz por el otro, eso creo, o no sé, no soy la persona más oportuna para describir el amor.

JongIn solo sonrió – Supe que ya aceptaron tu novela.

-Sí, lo logre antes de tiempo. Les gustó mucho el final amoroso que agregue.

-Estoy muy feliz por ti, KyungSoo.

Feliz por el otro, ¿acaso…? No, no, no.

Se sonrojo por sus pensamientos – Gr- Gracias. Por cierto mañana quiero ir a ver a un buen amigo, le contare sobre mi novela.¿Quieres acompañarme?

-Sí, quiero hacerlo.

 

Quería correr y contarle a su gran amigo sobre su logro, después de todo Sangchu empezó esto con él, llego con un ramo de flores y una de sus galletas favoritas, permitió que JongIn le dejar otra galleta.

-La foto de tu casa en la que estas con un perro en el parque ¿Es él?

-Sí.

-Era un perro lindo.

-Fue una gran compañía para mí – se callaron un momento – Yo creo que si en otra vida le toca ser humano, se parecía a ti.

-¿Eh?

KyungSoo rio – Olvídalo, solo estaba pensando en cierto duende despistado.

JongIn no entendió pero comenzó a reír junto a KyungSoo – Me hubiera gustado tener a un amigo así en mi planeta.

-¿Cómo has sobrevivido solo?

-No tengo muchos recuerdo, pero allá no es tan diferente como acá, bueno si, aquí hay gente, amigos, mascotas, familia.

Tenía ganas de abrazarlo como él lo había hecho para consolarlo, pero para KyungSoo no era fácil mostrar afecto, solo se levantó y le extendió la mano para que él también se levantara – Te invito un chocolate caliente – y los ojos de JongIn se iluminaron.

 

Le habían dado parte de su paga por adelantado, las demás ganancias las iría recibiendo depende a sus ventas, pero esto le alcanzaba para dar una buena cena a JongIn, en dos días seria noche buena, y KyungSoo pensó que sería bueno que más personas acompañaran y convivieran con JongIn, había notado que aunque también era tímido, disfrutaba realmente de la compañía de otros, ya habían convivido con JunMyeon, Joy, Kristal, Lay, su ruidoso vecino Chanyeol y su novio y ahora prometido BaekHyun, pero también sabía que en esas fechas todos harían otros planes y KyungSoo no estaba incluido en ellos después de siempre rechazar las invitaciones, se sentía mal por JongIn, era mala suerte que hubiese llegado con él, en vez de alguien más extrovertido y aventurero.

-¿Vendrá alguien a la cena de navidad?

-Creo que no, solo seremos los dos y de verdad lamento eso, me gustaría que fuera un día especial para ti – agacho la mirada.

-Sera especial, porque tú estarás celebrando conmigo, y eso me agrada – sonrió hermosamente a los ojos de KyungSoo – Oye, leí en el periódico que hoy darían un espectáculo de luces navideñas en el centro ¿Qué te parece si vamos? – vio la mueca en la cara del bajito – Por favor – suplico con un pucherito que desarmo a Soo y no le quedo más que asentir y ver la felicidad en el rostro de JongIn.

 

Llegaron al lugar del espectáculo, la noche comenzaba a caer, la gente empezaba a llegar cada vez más y Kyung se sintió incomodo, pero al menos el espectáculo no tardó en aparecer, al frente una fuente con chorros que se alzaban al compás de villancicos e imágenes navideñas que se reflejaban, creando sonrisas en todos los espectadores, KyungSoo pensó en que no veía nada especial en aquello; sin embargo, solo le basto voltear y ver la cara impresionada y llena de felicidad de JongIn para mirar de nuevo las fuentes y por una extraña razón ahora creía que los colores se mezclaban de forma hermosa y artística, no entendía como una persona lograba hacerle cambiar de opinión sin decir nada.

-KyungSoo, mira – señalo hacia una pista de hielo – eso parece divertido ¿podemos intentarlo?

-Pues… - no dejo que lo pensara más y JongIn lo dirigió.

Una vez adentro, KyungSoo fue el primero en entrar, no parecía llevar dificultades para mantener el equilibrio, lo que le dio confianza a JongIn, pero al entrar se sintió como aquel cuento de cierto venado que se patinaba sin gracia por el lago congelado. Se sostuvo de la orilla e intento avanzar sin lograr gran cosa.

Escucho una risa a su lado y vio a KyungSoo - ¿Te estas burlando de mí?

El bajito no aguanto una risotada – Lo siento mucho, pero te ves gracioso – se limpió una lagrima de diversión.

-Bueno no importa, al fin veo tu hermosa sonrisa y llámame loco, pero creo que cuando te ríes un corazón se forma con tus labios. Se siente cálido al verte reír aunque sea por burlarte de mí.

KyungSoo sintió enrojecer – Ven te ayudare – y si, era Do KyungSoo  el que ofrecía ayuda, JongIn no lo pensó y tomo de la mano del otro, se siguió sintiendo como Bambi, pero nada de eso importaba, la situación le gustaba y divertía tanto que no podía dejar de reír y Do no podía quitarle la vista de encima y de ver la diferencia entre sus manos.

 

Esa noche cuando regresaron a casa (porque si, JongIn se sentía más en casa que en su planeta) hablaron por toda la noche y a KyungSoo le dolió un poco la garganta porque no estaba acostumbrado a mantener platicas tan largas, pero era lo de menos, el quería por alguna razón seguir conociendo y dando a conocerse, JongIn era una persona tan buena que incluso no le reclamo el hecho de tener que regresar a su solitario planeta, aunque el culpable fuera el torpe duende, sin embargo él era el que podría cambiar eso, pero no estaba seguro de poder compartir por un largo tiempo su vida y espacio junto a sus desconocidos (incluso para él) sentimientos.

**

Despertó temprano en la mañana después de su larga platica, cuando se volteó se sintió acogido, recordó con una sonrisa como KyungSoo le había pedido que se quedara con él a compartir la cama, pues según el bajito era una noche muy fría, quería sorprenderlo, así que se puso las ropas que le había obsequiado y salió directo a la calle para hacer lo que mejor sabía hacer y en lo que ocupaba gran parte de su tiempo en ese inmenso planeta, bailar.

Bailo y deleito a muchas personas que se amontonaron al verlo expresarse de esa manera, transmitía diferentes y precisos sentimientos que atrapo como moscas a un montón de personas, lo hizo en diferentes esquinas y por un largo tiempo, logrando juntar una buena cantidad de dinero, lo que le dio una gran idea.

**

Cuando KyungSoo se despertó, giro para encontrar las hermosas facciones del otro, pero su cama estaba vacía.

-JongIn – no hubo respuesta, por lo que empezó a buscarlo por toda la casa gritando su nombre. Su corazón se agito al pensar que se había marchado ya, pero eso no era posible, se supone que se iría hasta mañana, no, no podía dejarlo aun - ¡JongIn! ¡¿Dónde estás?! ¡JongIn!

Escucho la puerta abrirse, corrió con el corazón aun agitado, solo cuando vio a JongIn entrar en casa se sintió aliviado, sin pensárselo corrió hasta sus brazos y lo rodeo con fuerza.

-¿Qué sucede, KyungSoo? – se extrañó por el abrazo, pero aun así lo correspondió.

-Pensé que… yo… - ¿Qué le diría, que no esperaba que se fuera tan pronto? ¿No sería eso muy estúpido? – Solo… me asuste que te hubieras perdido.

El otro palmeo varias veces su cabeza – Lamento no haberte avisado – beso su cabeza - ¿Desayunamos?

KyungSoo se apartó apenado y solo entonces se fijó en las bolsa que tenía JongIn - ¿Cómo conseguiste todo eso?

-Digamos que quería ayudar un poco, así que hice lo que mejor sé y conseguí mucho dinero – el otro lo vio extrañado, pero aun así le sonrió y acepto el desayuno del otro, más tarde observo las otras cosas que traía.

-¿Por qué compraste tanto? Es demasiado para la cena y solo seremos nosotros dos.

-Si bueno, solo quería hacerlo – ambos se ayudaron y prepararon entre risas,  caras llenas de harina y otras cosas para la cena navideña.

Terminaron agotados, pero felices por los resultados, decidieron bañarse y vestirse apropiadamente.

-KyungSoo.

-¿Mmh..?

JongIn lo hizo sentarse junto a él en el sofá – Yo lo sé.

Kyung frunció el ceño - ¿Qué es lo que sabes?

-Es mentira que disfrutas de una vida solitaria, sé que quieres ser más cercano con otras personas, conocer gente y también sé que extrañas a tu familia, incluso a tu padre.

-Ah… - Intento decir algo pero nada salía de su boca.

-Prométeme que no estarás más solo.

Se miraron por un largo minuto – Es solo que no sé cómo hacerlo, JongIn.

-Puede ser que no lo hayas notado aun, pero tienes a varias personas que te aprecian, solo debes permitirte abrirte a ellos. Por favor, prométeme que no estarás más solo.

KyungSoo asintió, pues no podía negarse a nada que JongIn le pidiera, sintió un impulso de quien sabe dónde y se acercó a la cara del más alto, poco a poco, sabiendo sus intenciones pero sin poder concluir lo que deseaba y, al final fue JongIn quien termino por acortar la distancia, sintió la forma y suavidad de los labios del otro, fue un beso corto, casto y sincero, sin ninguna otra intención más que demostrar lo mucho que se hacían bien, y entonces, KyungSoo pensó que sería un estupidez apartarlo, ¿Por qué quería que alguien como JongIn se fuera? No, él lo quería a su lado, quería compartir sus días con esa increíble persona que lo hacía conocerse a sí mismo y destruía sus barreras.

 -JongIn, yo- fue cortado por el sonido del timbre.

El alto sonrió – Nunca más estarás solo, Kyung – se levantó y corrió a abrir la puerta, KyungSoo no sabía que esperar con esas palabras, pero pronto escucho una voz grave y un tanto odiosa muy conocida.

-Hey, Do – le saludaron ChanYeol y BaekHyun, dejando algunas cosas en la cocina.

-Hola – fue lo único que dijo, escucho reír a los recién llegados.

-Espero que no te moleste que pasemos la navidad contigo – comento BaekHyun.

-¿Ah?

-Yo los invite, quería darte una sorpresa.

-¿Enserio? – Dijo sin un tono en especial, y JongIn dudo un poco si había hecho lo correcto, pero pronto vio cambiar la expresión a una más sonriente – Eso está bien.

El timbre volvió a sonar y esta vez entro JunMyeon acompañado de Lay, fueron recibidos de buena manera, bueno eso era todo, no tenía más amigos. Pero el timbre volvió a sonar, se acercó a abrir sin saber a quién se encontraría.

-Mamá, hyung – menciono sin poder creérselo, pero ahí estaban ellos, se abrazaron con emoción hasta que se escuchó a otra persona.

-Hola, KyungSoo – sabía a quién pertenecía esa voz. Su padre había llegado desde lejos después de recibir la llamada de un extraño invitándolo a la cena de su hijo, a quien no había visto en muchos años, estaba arrepentido por haber abandonado así a su familia, entonces si algo podía reparar con sus hijos, lo haría, porque necesitaba que supieran que había sido un estúpido, pero que nunca dejo de pensarlos y extrañarlos.

KyungSoo tuvo un tiempo de sanación con su familia y después todos convivieron y celebraron una hermosa noche, no podía parar de sonreír, su casa era pequeña y se sentían un poco apretados, pero esta vez no le fastidiaba, al contrario, disfrutaba del contacto humano, de los abrazos e incluso de los regalos que se dieron, JongIn había comprado uno de esos anillos mágicos de esa extraña tienda y lo aprecio no por la parte material sino por lo que significaba en detalle.

Me gusta tu sonrisa, fue lo que vio en el anillo una vez exhalo sobre el.

 

Uno a uno todos los invitados se fueron retirando, dejando el hermoso recuerdo de una gran noche, sus padres y hermano también tuvieron que irse, pero las cosas entre ellos era mejor y KyungSoo pensó en todo lo que había perdido por no ser capaz de siquiera darles una llamada, pero se prometió intentar cambiar.

Se fueron a la cama, le pidió una vez más a JongIn que lo acompañara, solo porque sí, sin ninguna excusa de por medio.

Quería decirle que deseaba que se quedara con él, por siempre, pero el sueño lo venció, poco antes de dejarse ir por completo se aferró a JongIn.

**

Lay llego temprano al siguiente día, no se molestó en tocar, solo apareció ahí, frente a los otros dos y vio a JongIn despierto con una lagrima bajando por su mejilla y con una mano acariciando al bajito.

-Llegaste temprano – murmuro para no despertar a su compañero.

Lay se sintió triste por lo que sucedía, sabia de la situación de JongIn y eso lo hacía sentirse culpable, si no fuera tan distraído esto no estaría pasando.

Vio como el otro se levantaba de la cama – No te culpes, Lay.

Se sorprendió -¿Puedes leer la mente?

-No, pero tu cara dice todo. Es hora de irse – Lay asintió, y vio como el otro dejaba un beso corto y dulce en la cabeza de KyungSoo.

**

KyungSoo despertó y de inmediato trato de encontrar a JongIn, se levantó de un brinco cuando no lo encontró, y todo fue como un déjà vu.

-No, no puede ser – se vistió a la velocidad de la luz, salió para tratar de encontrarlo en la calle. No dio con él, así que intento hablar con JunMyeon y este le dijo que no había visto a Lay desde ayer y que este no usaba teléfono celular, intento con Chanyeol, con BaekHyun, pero obviamente ellos no sabía nada de él.

Solo tenía un lugar en mente, corrió hasta la tienda “Peter Pan”, las puertas estaba abiertas, pero en el interior no había nada, solo un lugar vacío, todos se habían marchado, se sintió derrotado y muy estúpido, sus pies se rindieron y se dejó caer de rodillas. ¿Ahora que haría?

-Perdiste a alguien importante – se le apareció enfrente un señor delgado y trajeado y aunque había sido una afirmación más que una pregunta él asintió.

-¿Quién es usted?

-Solo digamos que alguien que puede ayudarte.

KyungSoo se levantó con grandes esperanzas - ¿De verdad?

-Solo si me demuestras que tanto lo deseas. Dime, ¿de verdad quieres que este a tú lado?

-Más que nada en el mundo.

-¿Por qué?

-Pues… es que yo… - titubeo.

-No te veo seguro – el tipo comenzó a caminar alejándose de KyungSoo.

-Espere – le detuvo – Lo quiero junto a mí, porque él me hace ver la parte especial de pequeñas cosas, porque me hace sentir cálido y feliz, porque me ayudo a salir de la soledad, porque junto a él siento que puedo ser yo sin miedo a nada y principalmente… porque lo amo y quiero también ser capaz de librarlo de la soledad, quiero abrazarlo a diario y decirle que estaré junto a él por el resto de mi vida.

El señor le sonrió y asintió -Bien, ve a casa – le entrego uno de los anillos mágicos, idéntico al suyo. No dijo mas solo se retiró.

¿Había funcionado? ¿JongIn había regresado?

Corrió a casa y entro esperanzado, pero no pudo ver a nadie, se dirigió con la cabeza gacha hasta su cuarto y dejo que todo fluyera, lloro, lloro sin importar que alguien lo pudiera escuchar, sin importar si espantaba a sus vecinos, se siguió revolcando en su dolor sin importar nada más, hasta que sintió una mano sobre su hombro.

-Largo, orejon, no estoy de humor – dijo sin voltear a ver a su intruso vecino. Pero la mano no se movió del sitio – ChanYeol, te prometo que si no te largas en este momento voy a cortarte… - detuvo la amenaza sanguinaria cuando encaro de frente al intruso – ¿JongIn?

-Ahora temo por mi vida – le sonrió divertido. - ¿De verdad crees que soy orejón? – toco sus propias orejas.

-JongIn.

Bajo las manos y le sonrió -Sí, KyungSoo, soy yo. Deberías de empezar a poner seguro a esa puerta-

El bajito se abalanzo sobre este y ambos cayeron hasta el piso alfombrado, KyungSoo encima del otro y quiso decirle lo mucho que sentía no haber pedido que se quedara desde antes pero su llanto e hipidos no se lo permitía, solo le paso el anillo mágico y con un gesto le indico que lo mirara.

JongIn exhalo sobre el anillo que KyungSoo le dio y revelo el mensaje Quédate conmigo.

JongIn sonrió y le indico que ahora el mirara el suyo, lo ayudo a exhalar ya que KyungSoo aún seguía hipando. Por siempre.

 Lo abrazo y dejo que se calmara, una vez le sintió más tranquilo le limpio las lágrimas, beso su frente, sus mejillas, la punta de su nariz y termino con sus labios, esta vez mas apasionado más profundo y con muchos sentimientos compartidos.

-¡Aww, que lindo!

Se separaron al escuchar una tercera voz.

-¿Qué haces aquí, duende? – le pregunto KyungSoo.

-Solo venía a asegurarme que estarán bien juntos, porque quiero tomarme unas vacaciones con JunMyeon y no preocuparme más que por el lindo chico que tendré enfrente y…

-¿Qué onda con este duende? En serio eres raro – miro la cabeza agachada del duende - pero muchas gracias, prometo que él estará bien – le sonrió y le deseo suerte con su amigo. A lo que el duende respondió con una gran sonrisa y saltos que no dejo de dar hasta salir de la habitación.

-Bien ahora volvemos a estar solos.

-Así es ¿Qué quieres que hagamos, JongIn?

-Pues que te parece si nos divertimos un rato – meneo sus cejas provocativamente – Hay algo que necesitamos hacer – sonrió y jalo de KyungSoo hasta la sala.

-Wow – dijo al ver la cantidad de regalos que se encontraba bajo el árbol de navidad.

-Lay nos dejó unos regalos que le pidió a su jefe – se acercaron al árbol – primero abre ese – señalo una caja de tamaño mediano.

Soo jalo el listón de la caja y espero a que las paredes del regalo se abrieran y cuando lo hizo revelo algo inesperado y hermoso.

-Pero… - sonrió al ver al pequeño cachorrito color chocolate que se le acercaba y lamia su mano.

-Es bonito ¿No crees?

-Lo es.

-¿Cómo llamaremos a nuestro perrito?

Nuestro, fue una palabra que a KyungSoo le encanto.

-¿Qué te parece… Kai?

-¿Kai?

-Sí, ese nombre me gusta por alguna razón, no entiendo por qué.

-Bien, así será.

Y KyungSoo se sintió completo, su corazón estaba en reconstrucción después de tantos años y eso le daba fuerza, por fin podía expresarse sin temor y decir las cosas que sentía.

-JongIn, te amo, amo tu compañía y presencia cálida que me hace olvidar los años de soledad.

 

FIN.

Notas finales:

Bueno eso es todo, espero que hayan disfrutado de esta historia como yo al escribirla.

Ahora solo quiero desearles una hermosa navidad al lado de los que aman, que no importa si se encuentran lejos, las personas que queremos siempres nos acompañan de alguna manera.

 

¡FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO!  (^o^)/


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