— ¡¿UN BEBE?! ¡POR EL AMOR DE BUDA! ¡¿SE DAN CUENTA DE LOQ UE ESO SIGNIFICA?!
Oh si, tan solo despertar el menor comenzó a gritonearle a todo el mundo.
El castaño estaba sentado en las piernas de su pareja, Akira no lo había soltado desde que se enteró.
—Pero Ruu, no es tan malo…—dijo el batero tratando de mantener el autoestima del castaño en alto, bien era sabido que en el estado de gestación se volvían más sensibles.
— ¡¿NO ES TAN MALO?! ¡¿EN SERIO YUTAKA?! ¡¡ENTRAREMOS EN HIATUS POR ESTO!! ¡TENEMOS PILAS DE TRABAJO QUE HACER Y TODO DE RETRASARA POR ESTO!
—Takanori ya cálmate, no es el fin del mundo…—esta vez fue Aoi el que hablo, los momentos de histeria del menor eran algo que realmente llegaba a fastidiar.
—si Taka—empezó Reita— el hecho de que vaya a tener un hijo no es el fin del mundo ¿si? Okey puede que vayamos a entrar en Hiatus, pero vamos, que podemos hacerlo, somos the GazettE, al única banda que le está dando ingresos mayores a PSCompany, nos merecemos un descanso ¿okey?
—P-Pero…
—Ruu…—esta vez fue el castaño-todo está bien ¿okey? No pasa nada si nos tomamos un descanso, siempre estas estresado por el trabajo, tomémoslo como unas vacaciones ¿te parece? Además, podríamos diseñar nuevos Goods o algo para tener a las fans quietas, tener algunas entrevistas de radio o algo que no tenga que ver con mostrarnos al público pero mantenernos en contacto… ¿bien?
Gracias a esas palabras y a la calma con la que el castaño las dijo Ruki se calmó, respiro profundo y se sentó en un sillón, meditaría todo para poder calmarse, estaba alterado ye so no era bueno para su salud.
— ¿Todo bien entonces? —pregunto Kai.
—Todo bien…—dijo Ruki en un suspiro, ya más tranquilo.
Todos sonrieron, al parecer ya todo estaría mejor.
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15 de enero.
Ya con 5 meses y un peso más saludable, Kouyou se encontraba descansando en su cama. Los chicos estaban abajo en la sala, terminando de arreglar las cosas con la compañía, se tomarían un tiempo, un par de meses más después del nacimiento del bebe…
La compañía pego el grito en el cielo cuando recibieron la llamada de Kai, diciendo que se retirarían por un par de meses, que necesitaban descansar, en especial el castaño por su estado, al final aceptaron más que nada por el hecho de que si Uruha estaba en esas condiciones no podría trabajar.
Con la autorización de la compañía lista, cada quien se fue por su lado.
Aoi y Kai se fueron de vacaciones a Mie, para estar en la playa.
Ruki regreso con sus padres para visitarlos ya que en navidad no pudo hacerlo.
Reita y Uruha se quedaron en casa, el castaño estaba muy caprichoso desde que se había descubierto lo de su embarazo, pero bueno, reta no iba a negarle nada, después de todo estaba feliz, tendría una familia con la persona que más amaba sin necesidad de adoptar, sería un bebe propio, sangre de su sangre y eso lo hacía muy feliz.
— ¡Aki~! ¡Tenemos hambre~!—dijo el castaño estando acostado en la alfombra.
—Ya voy cariño—dijo el rubio llegando con la bandeja de comida, eran platillos que ayudarían a la nutrición del bebe, por lo cual no eran mucho del gusto de Kouyou, ero se los comía, no solo por el hambre, sino también por su bebe.
~
19 de febrero.
Era momento de ir a su visita mensual con el médico.
Al fin sabrían que seria, todos se levantaron temprano ese día, sí, todos.
Todos querían saber que sería el nuevo integrante.
Kai paso por todos en la camioneta, primero fue por Ruki y después por la pareja, desde que Kouyou había revelado su estado se había vuelto un poco “caprichoso”.
Le gustaba que Reita lo mimara mucho, y por lo general siempre estaba muy sensible.
Estaban desayunando algo, solo sería una revisión, no le harían análisis de sangre así que podía comer libremente lo que quisiera.
Más que comer, estaba devorando todo, tenía bastante hambre.
Reita simplemente lo miraba con todo el amor de mundo, en serio, cada cosa de ese hombre lo tenía completamente enamorado.
Kouyou noto su mirada, dejo de comer- ¿pasa algo?
—No, nada—dijo sonriendo sin dejar de mirarlo.
— ¿Tengo algo en la cara? —era algo incómodo para el que lo vieran comer.
—Sí, de hecho si…—dijo acercándose, beso sus labios donde un par de migajas de los panques que se estaba comiendo se habían quedado.
El castaño se sonrojo de golpe, pero correspondió el beso con gusto.
—Listo—dijo relamiéndose los labios.
—G-Gracias…—dijo para después bajar la mirada avergonzado y seguir comiendo.
Un rato más tarde, el castaño termino y Kai llego, partieron de inmediato a la clínica.
Se quedaron sentados los 5 en la sala de espera cuando llegaron, el doctor estaba con otro paciente en ese momento.
Uruha estaba adormilado, después de comer siempre le daba sueño, se apoyó en el hombro de su pareja, este sonrió y apoyo su cabeza con suavidad en la de su pareja, comenzando a acariciar con suavidad su vientre.
Los chicos miraban la escena con ternura, realmente se veían felices por lo que estaba pasando.
Poco después el doctor despidió a su paciente y ellos pudieron pasar.
— ¿Cómo se ha sentido Takashima-san? —pregunto el médico.
—Cansado, sensible y con hambre…
—Es normal, ahora que ya se está alimentando correctamente, el peso del bebe aumento, por eso se siente cansado, la sensibilidad es normal por las hormonas del embarazo y el hambre también, él bebe necesita muchos nutrientes, dejándolo a usted apenas con los necesario, por eso necesita comer mucho y de manera saludable.
Lo acostaron en la camilla, se levantó el suéter que traía, era holgado y muy cómodo para él, colocaron el frio gel y comenzaron a revisar con la maquinita.
Los 5 chicos y el doctor estaban completamente atentos a la pantalla.
Pronto, los latidos de un pequeño corazón se escucharon y se pudo ver una pequeña figura humana.
—Es un niño…—dijo el doctor sonriendo- un saludable varón.
~
24 de abril.
Con 8 meses de embarazo ya, todos estaban emocionados, Ruki se la pasaba saliendo con Uruha y Kai de compras para que “patito junior”, secreto apodo que le tenían, tuviera la mejor ropa y siempre fuera “a la moda” claro que Kouyou solo quería que su bebe estuviera cómodo, Ruki era el que se emocionaba con el montón de ropita que compraba, claro que gracias a la presencia de Kai, conseguían tener la ropita adecuada para él bebe.
Mientras que, Reita y Aoi se la pasaban comprando todo lo necesario para él bebe, cuna, carriola, sillitas, corral para que jugara, mordederas, biberones, chupones, andadera, muchos, pero muchos pañales, entre más cosas, claro que siempre que iban a una tienda y veían algo que a Reita le gustara de ropa para su hijo también lo compraban.
La casa que Reita y Uruha habían comprado estaba cerca de la compañía, así que por el traslado con él bebe no habría problema, además de que era muy espaciosa y su hijo podría correr en un jardín o nadar en una piscina.
La mudanza ya estaba finalizada, ahora lo que faltaba era el cuarto del bebe.
—Estoy cansado…—dijo Reita tirándose a la cama Queen Size que habían comprado ¿Por qué tan grande? Bien era sabido que cuando un bebe llegaba a la casa y crecía, dormiría algunas veces en la cama de los padres, adueñándose de la gran mayoría de la cama, por eso tan grande.
Kouyou estaba recostado leyendo un libro, lo dejó cuando su pareja se acostó, se quito los lentes y se acercó a besar su cabeza.
— ¿Terminaste de acomodar la cuna? —dijo acariciando su cabello.
—La cuna, los cajones y el armario para su ropa, también el mueble para los juguetes y la repisa para los cuentos…—dijo el rubio con los ojos cerrados.
—Eres un buen padre amor…—dijo acomodándose mejor para poder besar sus labios. Reita correspondió, acariciando su rostro con suavidad.
El beso era suave y gentil, claro que con el tiempo, el beso paso a uno más apasionado, sorpresivamente el rubio fue quien lo paro.
— ¿Qué pasa? —pregunto confundido el castaño, Reita nunca era de parar los besos, menos si se estaban poniendo así de intensos.
—Para amor…no puedo hacerte nada ahora-dijo cubriendo su rostro— estoy en abstinencia por el bien de Yuichiro…
Kouyou no pudo evitar sonreír con ternura, se acercó y beso su frente.
— ¿Con un beso puedo ponerte caliente?
—Con el simple hecho de tenerte cerca me pones caliente amor.
El castaño se rio fuerte, eso sí que no se lo esperaba.
—Oh~ y entonces… ¿Cómo le haces todos los días?
—Me contengo amor, y no sabes cómo me cuesta…—dijo acomodándose de costado, al igual que el castaño, para poder acariciar su rostro, Uruha tomo la mano que acariciaba su rostro y la beso.
—Te recompensare amor—dijo sonriéndole cálidamente—cuando Yuichiro nazca créeme, aremos todo lo que quieras…
— ¿De verdad? —Uruha pudo ver el brillo de la perversión en esos achocolatados ojos.
—Sí, de verdad…
—Oh bebe, me haces tan feliz…—dijo acercándose más para poder besarlo, a lo cual el castaño no se negó, extrañaba esos labios sobre los suyos aun si la última vez que lo beso fue hace un momento.
La cesión de besos duro un largo rato, claro que no paso de ahí, ya que aún no podían.
La noche se dio y con ello la hora de dormir, mañana sería un nuevo día.
Un día menos para conocer a su bebe.
~
15 de mayo. 4:34 am.
Ambos estaban durmiendo, abrazados como de costumbre.
La noche estaba tranquila, no había ni un solo ruido que los perturbara.
Claro que una fuerte punzada en su vientre hizo que el castaño despertara y soltara un quejido de dolor.
Reita deserto inmediatamente, sabía que pasaba, la maleta ya estaba hecha así que lo único que hizo fue ponerse una playera, ya que solo llevaba el pantalón de un pans cómodo que ocupaba para dormir, y el calzado.
Fue por un abrigo para su amor y unas pantuflas, a veces al castaño se le hinchaban los pies por eso le compro unas pantuflas, claro que un masaje en los pies ayudaba mucho.
Tomo la maleta y ayudo a su amado a levantarse, el cual estaba encogido sobre sí mismo, realmente le estaba doliendo.
Bajaron las escaleras con cuidado, tomo las llaves, el celular y la cartera.
Subieron al auto, no tardaron mucho en partir.
Yuichiro ya quería salir.
Mientras Reita conducía lo más rápido que podía directo al hospital el castaño tomo su teléfono y marco a Kai.
~
El batero se encontraba dormido en el pecho de su pareja, hace solo una hora habían terminado de hacer el amor, estaba agotado, por lo cual un gruñido salió de su boca cuando su celular sonó.
Saco su mano de las sabanas y lo tomo, lo pego a su oreja.
— ¿hola? —pregunto adormilado y de malas.
— ¡YUTAKA! —dijo, o más bien grito Kouyou, las contracciones le estaban matando de dolor, ya que el embarazo en un hombre era obviamente diferente al de una mujer, ellos no podían “parir” cuando quisiera salir él bebe, ellos necesitaban obligatoriamente una cesárea.
— ¡¿Kouyou?! —el sueños e le fue cuando escucho la lastimera voz del guitarrista principal de la banda, incluso Aoi se despertó por el movimiento de Kai, se había sentado en la cama.
— ¡Y-Ya va a nacer! ¡AH maldición!
—Aguanta amor ya llegamos—pudo escuchar la voz de Reita también.
— ¡ya vamos para allá!
—El hospital general, llama a Ruki también —escucho de parte de Reita con los gritos de Kouyou de fondo, la llamada se cortó después de eso.
— ¿Qué pasa?... —dijo Aoi aún medio adormilado, mirando como su pareja se vestía rápidamente.
— ¡Él bebe ya va a nacer! ¡Muévete Yuu!
A Aoi se le fue por completo el sueño, rápidamente salió de la cama para poder vestirse.
~
Los tres ya se encontraban en la sala de espera, eran las 5:17 de la mañana, todos con el corazón a mil, estaban realmente preocupados, el rubio estaba dentro del quirófano junto con Kouyou, estaban haciendo la operación para que Yuichiro pudiera nacer.
Lo que los tenia intranquilos era el hecho de que no podían sacarse los gritos de Uruha de la cabeza por el dolor, al menos Kai, por lo tanto Aoi se veía preocupado, y la preocupación de ese par mantenía preocupado a Ruki.
Pedían a toda divinidad que todo saliera bien…
En el quirófano todo iba bien, los doctores hacían su trabajo mientras que Reita sostenía su mano, Uruha se encontraba medio dormido, ya que estaba despierto, pero no sentía nada de lo que le estaban haciendo.
Estaba preocupado y con los ojos llorosos, llevaban ahí buen rato y aun no escuchaba a su bebé llorar…
No quería pensar lo peor.
Pero por fortuna y alivio se escuchó.
El fuerte llanto de su hijo.
~
Dieron las 8 de la mañana.
Fue en ese momento cuando informaron a los chicos que el castaño ya estaba en una habitación y ya podían entrar.
Prácticamente corrieron en busca de dicha habitación.
Al abrir la puerta se encontraron con una escena de lo más conmovedora.
El castaño estaba sentado en la camilla, apoyado su espalda en diversas almohadas, cargando a su bebe, Reita estaba a su lado, de pie, abrazándolo y mirando a su hijo, que en ese momento se encontraba comiendo.
Los hombres, al igual que las mujeres, también producían leche “materna” claro que a ellos no les aumentaba el tamaño del busto, era algo que no se podía explicar tan claro.
Cuando escucharon la puerta abrirse, ambos voltearon a ver a los recién llegados con una sonrisa de lo más bonita, ambos estaban muy felices.
Los chicos se acercaron entonces a conocer al nuevo integrante de la familia.
El poco cabellito que tenía apenas era castaño como el de Uruha antes de empezar a teñirse el cabello, no tenía los ojos abiertos pero Uruha les confirmo que eran avellanados como los suyos, la naricita era inconfundible, era marca Suzuki, y sus pequeños labios iguales a los del castaño, “pico de pato”.
Era una perfecta combinación de Akira y Kouyou.
~
15 de junio.
Ya con un mes recién cumplido el pequeño Yuichiro se encontraba durmiendo tranquilamente el en pecho de su padre progenitor, era su siesta de las 4.
Los cumpleaños de Reita y Uruha ya habían pasado, solo que no habían podido “celebrar como querían” pues el castaño apenas se estaba recuperando de la cesárea.
Así que se conformaron con una pequeña comida con los chicos, pastel y la compañía de su hijo.
Reita estaba preparándose algo de comer en la cocina, cuando Yuichiro decidía dormir eso significaba que Kouyou también lo haría, por lo cual siempre, de 4 a 6 de la tarde, al menos de lo que iba del mes, siempre estaba todo muy tranquilo.
Con un café y un sándwich de mermelada se encamino a la sala donde retomo la novela que estaba leyendo desde hace un par de días.
Sentado en el sofá con la comida en la mesita de centro y la brisa de la tarde entrando por la ventana, haciendo que las cortinas se metieran suavemente es como llevaba Reita pasando sus tardes, no le molestaba, era un momento de paz que pocas veces había llegado a tener en su vida y ahora podía tener a diario.
Comió y bebió mientras leía su novela, todo en completa calma.
No supo cómo es que el tiempo paso tan rápido, pero el llanto de su hijo se hizo presente, probablemente fuera hambre o un cambio de pañal.
El llanto ceso rápido, si de por si Kouyou era de sueño ligero ahora con el “instinto materno, mas.
Dejo el libro de lado, llevo los trastes usados en la cocina y fue arriba.
Se encontró con sus dos personas más importantes saliendo del baño. Como imagino, Yuichiro necesitaba un cambio de pañal.
— ¿Qué tal la siesta mis amores? —pregunto el rubio acercándose para cargar a su hijo, el cual no dudo en acurrucarse para seguir durmiendo.
El castaño sonrió y no dijo nada, simplemente beso los labios de su pareja, el cual correspondió con gusto, claro que no contaban con una pequeña manita que toco el mentón de ambos.
Su bebe aún no estaba dormido. Ambos sonrieron y dejaron cada uno un besito en la frente de su precioso bebe, el cual les dedico una tierna sonrisa.
-Es tan tierno-dijo el castaño acariciando con suavidad la coronilla de su bebe, eso siempre lo arrullaba.
—Lo se amor, es una perfecta combinación de nosotros…
—Y es por eso que es tan lindo-dijo un besito más en la frente de su hijo, el cual ya permanecía con los ojos cerrados gracias al arrullo de sus padres.
Lo dejaron entonces en la cuna, no regresarían al trabajo sino hasta que Yuichiro tuviera 9 meses de edad que es cuando pudiera sentarse solito y gatear.
Estando así de pequeño necesitaba entera atención de sus padres por lo cual no podrían trabajar.
Dejaron a su hijo en la cuna, activaron el radio para bebe y ellos bajaron a la sala a jugar con la consola, no tenían mucho que hacer ese día.
~
—Yuu…—jadeo el batero, estaba preparando la comida de ese día, estaba cortando las verduras, claro, eso hasta que llego Aoi abrazándolo por detrás y comenzado a besar su cuello mientras sus manos se paseaban por lugares más interesantes.
—Hace un buen rato que no lo hacemos amor…—dijo el pelinegro con voz ronca, directo al oído del menor por lo cual pudo sentir el escalofrió que recorrió el cuerpo del batero.
—P-Pero estoy cocinando…—dijo sonrojado hasta las orejas, las manos de Aoi estaban recorriendo su cuerpo con tanta paciencia y maestría…
— ¿Y eso que? ¿No crees que es excitante hacerlo en la cocina?... —las manos del pelinegro ya se habían colado, una en su pantalón y la otra en su playera.
—P-Pero Yuu…—mantenía sus manos apoyadas en la barra de la cocina mientras Aoi hacía de las suyas debajo de la ropa.
Por parte del batero no hubo más resistencia, dejo que Aoi continuara tocando, pronto sus pantalones y ropa interior ya estaban por sus tobillos, mientras que su pareja se encargaba de repartir besos y mordidas a lo largo de sus piernas y trasero.
El solo se limitaba a gemir suavemente por sus atenciones.
Pronto las manos de Aoi se afianzaron bien de su trasero, separando sus glúteos para dejar a la vista aquella entrada que aclamaba atención, la cual fue dada por su lengua, el gemido que soltó Kai ante eso fue delos más tiernos y sensuales que Aoi alguna vez escucho, adoraba tomar desprevenido a Kai, de ese modo era más sincero con sus gemidos y no se contenía.
La lengua de Aoi se movía con maestría tratando de dilatar lo mejor posible, el batero apoyo su frente en la cerámica de la barra de la cocina, las piernas le temblaban, jadeaba y soltaba leves gemidos con cada movimiento de la lengua de su pareja, sumando a la tiernas caricias que Aoi repartía en sus piernas y trasero.
Cuando lo creyó listo se levantó, bajo sus pantalones y ropa interior, comenzó a rozar con suavidad su duro miembro entre los glúteos del menor lo cual le arranco un gemido de la garganta y un pequeño temblor, era verdad, hace un buen rato que no lo hacían.
Aoi se fue adentrando en el poco a poco, de manera muy lenta, el batero gimió el nombre de su pareja a la par como entraba, dios, como le ponía eso, termino de entrar de golpe a lo cual un grito salió de su boca de Kai y sus piernas fallaron.
Claro que al estar apoyado en la barra de la cocina y teniendo a Aoi sosteniéndolo no pudo caer.
—Dios amor…como aprietas…me encantas…—dijo inclinándose para decir esas palabras directo a su oído.
—Y-Yuu~…-apenas si podía decir su nombre…
Aoi no espero más tiempo, comenzó a moverse suavemente dentro de su castaño amor, dejando besos por su cuello y cabeza, Kai solo se limitaba a gemir lo más bajo posible, era muy penoso en ese aspecto.
~
— ¿Sabes Rei? —dijo el castaño de la nada, cargando a su hijo el cual estaba comiendo en ese momento.
—Dime…—ambos estaban en la cama, Akira costado y Kouyou sentado, ambos dándose la espalda, si Reita veía mas piel de la que debía no sabía que podía pasar.
—Deberíamos irnos de vacaciones…digo…Yuichiro solo podrá acompañarnos a la compañía hasta que cumpla nueve meses, y bueno son muchas vacaciones, prácticamente empezaríamos a trabajar hasta el siguiente año…
— ¿Nosotros solos? —pregunto el rubio.
—Podríamos invitar a los chicos…—dijo despegando a su hijo de su pecho para después acomodarlo en su hombro y darle las palmaditas correspondientes.
El rubio se giró entonces, mirando la carita de su hijo sobre el hombro de su pareja, el cual le sonrió, Reita le regreso la sonrisa, su hijo era una lindura.
—Sera buena idea…necesitaremos quien cuide a Yuichiro cuando estemos ocupados…—dijo levantándose al mismo tiempo que se acercaba mas al castaño, besando la piel descubierta de su espalda y cuello.
Pudo sentir el temblor que se dio en su cuerpo.
—Llámalos entonces…—dijo el castaño sonrojado, acariciando la espaldita de su bebe, el cual comenzaba a quedarse dormido.
—Llamo al enano, tu llama a Kai, seguro esta con Aoi—dijo Reita levantándose para buscar su celular.
—Supongo, son pareja después de todo—sonrió levantándose para dejar a Yuichiro en la cuna, ya estaba casi dormido.
Reita, una vez encontró su teléfono, llamo a Ruki.
~
El teléfono del departamento del castaño sonó, este se encontraba sentado en el piso, con un montón de papeles, en su mayoría bocetos de ropa o letras de canciones, su cachorro Koron estaba paseando por todos lados a su alrededor.
Ruki levanto su mirada de los papeles y tomo su teléfono, contesto y regreso la mirada a las hojas en sus manos.
— ¿Hola?
—Ruu hola-dijo Reita— ¿estás muy ocupado?
—Un poco ¿Qué pasa?
—Shima y yo iremos de vacaciones, queríamos saber si quisieras venir con nosotros.
—Oh vaya, la playa eh… estaría bien—dijo mientras borraba algo en uno de los diseños.
— ¡genial! Te avisamos cuando salimos ¿está bien?
—Sí, sí, me llamas.
—okey, bye~
—Chao…—colgó y continuo en lo suyo, los Goods para las fans tenían que estar listos antes si tenía pensado irse de vacaciones.
~
—Bueno el enano ya está avisado—dijo Reita- ¿Qué tal tú? —dijo girándose hacia su pareja.
—No contestan al número de su casa—dijo aun con el teléfono pegado a la oreja.
—Llama al celular entonces…—dijo acercándose para abrazarlo por detrás y besar su cuello.
—Bien…—dijo sonriendo, le gustaba cuando Reita hacia eso. Volvió a marcar, esta vez al celular de Kai…
~
—A-Ah…Yuu~… Yuu m-mi celular—dijo el castaño entre gemidos, Aoi lo mantenía sentado encima de él, botando rápidamente, de ese modo la penetración era más profunda, estaban en una de las sillas del comedor.
—P-Puede esperar…—dijo con esfuerzo, adoraba esa posición, llegaba más profundo dentro del menor y este le apretaba todavía más fuerte, además que así podía saborear esa suave piel que tenía en el cuello y clavículas.
—P-Pero Yuu~ ah~…—el batero ni siquiera podía respirar bien, el esfuerzo era demasiado, el oxígeno no conseguía llegar por completo a sus pulmones. —P-Podría…ah…p-podría...ah~ jodeeer~—se aferró al guitarrista moviéndose más fuerte, estaba al borde del orgasmo.
—Oh Dios, Dios, Dios, Así Yuta, sigue moviéndote así…—el pelinegro dejo caer su cabeza hacia atrás, el orgasmo le llego de golpe, inevitablemente se corrió dentro de su pareja, movió su cadera un poco para alargar la placentera sensación, gracias a esto Kai consiguió correrse por el fuerte estimulo que era el movimiento de Aoi sumado a su propio movimiento, gimió con fuerza, su cuerpo se relajó por completo, su cabeza termino apoyada en el hombro del pelinegro, el cual comenzó a acariciar su espalda con suavidad.
El celular ya había dejado de sonar, ahora era el de Aoi el cual sonaba, estaba en la bolsa de su pantalón, y como el pantalón lo tenía hasta los tobillos no podía alcanzarlo sin moverse de la muy cómoda y cálida posición en la que se encontraban.
—Te dije que era algo importante…—dijo el menor aun jadeante y con el miembro de su pareja dentro de él.
—Maldita sea…—se enderezo un poco, Kai se quitó de encima, sacando así el miembro de Aoi de él, lo cual provocó un gemido en ambos, Aoi tomo su teléfono, Kai volvió a sentarse en sus piernas.-Más vale que sea algo importante quien quiera que sea porque me acabas de joder un precioso momento con mi pareja-dijo molesto.
Kai sonrió y beso su cabeza al mismo tiempo que abrazaba la misma.
—Uy perdón por molestarte con mi amistad—dijo Reita indignado.
—Oh…Akira…-se arrepintió de haber dicho esas palabras.
—Perdón si te interrumpí mientras cogías pero quería preguntar si querían venir de vacaciones con nosotros…—el rostro del castaño se tiño de rojo, Akira conocía tan bien a Yuu…
—Cuenta con nosotros, y disculpa, no sabía que eras tú.
—Revisa quien te llama antes de contestar idiota. —la llamada se colgó.
Aoi suspiro y se mantuvo apoyado en el pecho de su amor.
—Akira te conoce muy bien…
—Él sabe muchas cosas de mi—dijo sonriendo—vamos a ducharnos y lo repetimos en el baño ¿bien?
—Eres un pervertido insaciable—dijo Kai aun sonrojado, pero con una bella sonrisa.
—Pero así me amas ¿no? —sonrió de medio lado.
—Sí, así te amo. —dijo agachándose un poco para poder besar esos gruesos labios que tanto el gustaban.
Aoi no perdió tiempo en corresponder, realmente amaba a ese chico…
Ambos se levantaron, se medió arreglaron la ropa solo para poder llegar al baño sin tropezar con nada.
Una vez ahí, calentaron agua en la tina y se desvistieron, cuando el agua estuvo lista se metieron juntos.
Y como Aoi dijo, se repitió una vez más en la ducha.
Cuando salieron ambos riendo por sus “travesuras”, fueron a vestirse rápidamente, tenía que ir a comprar lagunas coas para la casa, no era tan tarde así que tenían tiempo antes de que todo cerrara.
Tomaron llaves, carteras y celulares, irían en el auto de Aoi, como el encantaba a ese hombre presumir su auto.
Kai subió en el copiloto y Aoi al volante, fueron a una velocidad moderada pues Kai no era mucho de “velocidad” contrario a Aoi que siempre quería ir rápido.
Aoi tuvo que manejar a regañadientes a una velocidad moderada, fueron al centro comercial a comprar algunas cosas para la cena, ya que la comida no se hizo por culpa de Aoi, además de eso, Aoi paso por algunas cosas para su guitarra y Kai para la batería.
De ahí fueron a comprar ropa, intuían que las vacaciones con los chicos serian en la playa, así que fueron a comprar ropa fresca y nuevos trajes de baño.
Tardaron un rato, Aoi no solo era un ninfómano, adicto a manejar rápido, si no que también era un vanidoso de lo peor, y siempre que se probaba algo insistía en que Kai lo viera, y si al castaño le gustaba y le elogiaba con lo “guapo que se veía” se lo llevaba, si no, buscaba otra cosa.
De ahí, pasaron a una tienda de telas, tenían que comprar nuevas cortinas para la casa, las que había tenían que lavarse y ellos no tenían unas cortinas de repuesto que poner.
—Es como estar casados…—dijo Aoi de repente mientras veían telas.
— ¿De qué hablas? —pregunto Kai.
—Bueno…nos amamos, llevamos 3 años como pareja y casi uno viviendo juntos, estamos comprando las cortinas para nuestra casa…es como estar casados…—sonrió.
Kai se sonrojo hasta las orejas, le dio un suave golpe en el brazo y le dedico una tierna sonrisa.
Aoi era un tonto.
Pero el tonto que más amaba…
~
—Bueno, ya todos nos confirmaron así que todo estará bien…—dijo Reita acostado en la cama, acariciando con suavidad la cabecita de su bebe, el cual dormía de nuevo cómodamente en su pecho, había desertado hace poco y quería un poco de mimos.
— ¿Cuándo nos iremos? —pregunto el castaño estando recostado alado del rubio, apoyando su cabeza en una parte de su pecho y hombro derecho.
—A fin de mes ¿te parece bien?...
—Está bien…—dijo cerrando los ojos, él también tenía algo de sueño…
—Duerme un rato, pediré comida a domicilio para cenar ¿bien?
—Si…—dijo adormilado. —Te amo…—estaba adormilado, pero estaba siendo sincero, lo amaba.
Reita sonrió y beso su cabeza-también te amo…-dijo en voz baja para después tomar el celular y marcar el numero de un restaurante local donde había llevado a Shima alguna vez cuando apenas habían comenzado a salir, ese restaurante le había encantado, pediría comida ahí, seguro sería un buen despertar para el castaño encontrarse comida de su restaurante favorito…
Fin del capítulo 2.