PDV Sirius
No me lo podía creer. Mi pequeño cachorro salía dando una entrevista en el Profeta. Era su cumpleaños 31 de Julio. Le había entrevistado Rita Skeeter.
Rita: Dinos Harry ¿cómo te sientes?
Harry: Apenado, no entiendo cómo pudieron arrojarlo a Azkaban sin darle un juicio.
Rita: ¿Fuiste criado por muggles?
Harry: Debí ser criado por mi padrino.
Rita: Corren rumores de una vida familiar triste
Harry: Los rumores llevaron a mi padrino a Azkaban.
Rita: Si claro pero en tu caso ¿son ciertos?
Harry: Lo importante ahora es que Sirius vaya a Gringotts. En el banco le informaran de donde estoy. Ese es mi deseo de cumpleaños que se ponga en contacto con los duendes.
Rita: Pero ¿tus familiares?
Harry: Me alegra haberte conocido Rita y espero que Sirius sea uno de tus lectores.
Me eche a reír, el cachorro era listo. Pero ¿sería una trampa? Conseguí un ejemplar atrasado del Profeta en el que se informaba de mi inocencia. Me fui directo a Gringotts. Me llevaron al despacho de un duende, Rendus.
Sr. Black, he informado a su amigo Remus de su presencia en el banco. Enseguida estará con nosotros.
En cuanto Remus entro en la habitación me lance a sus brazos y los dos terminamos llorando. Rendus nos dejo a solas y Remus me fue contando. Fue un shock detrás de otro. Tardamos horas y mientras hablábamos nos sirvieron comida y agua.
Sirius, Harry está deseando verte pero creo que es mejor irnos juntos a una clínica y que recuperes la salud. Pareces un demente y no quiero que Harry te vea así.
No se Remus, Harry ha sido lo único que me ha mantenido cuerdo. Intenté escapar pero en la celda de al lado había un animago y por tanto protecciones especiales contra estos. Solo he podido escapar después de su muerte y la verdad no me sentía con fuerzas. Ver a Peter me hizo darlo todo, ese malnacido dormía en la misma habitación de Harry. No sé de donde saque las fuerzas la verdad. En una esquina de la celda podía transformarme y eso me ayudó a resistir. Las protecciones contra los animagos son trabajosas y costosas gracias a Merlín, en cuanto el animago falleció las quitaron.
Sirius un par de semanas en una clínica harán maravillas a tu cuerpo y a tu mente.
Pero Moony, el 1 se Septiembre se va a Hogwarts.
Lo sé, pero podrás estar con él una semana.
Snivellus no me dejará verle. Querrá humillarme.
No, no lo hará. Te dejará vivir con ellos para qué pases toda la semana con Harry, solo tienes que evitar insultarle. No debe ser tan difícil llamarle Severus.
¿No me odia?
Es un hombre complicado. Conmigo se ha portado muy bien. Quiere lo mejor para Harry y cree que eso implica ser cortes y civil con nosotros. Somos familia de Harry y él respeta eso.
Me duele la cabeza Moony.
Vamos a la clínica Canuto y todo será mejor. Estaré contigo. No te dejaré.
Pero el desteñido me odia.
Lucius solo ha estado celoso de ti, solo eso. Eres mi hermano en todo menos la sangre. La clínica nos la ha buscado él y se ha asegurado que pueda estar contigo todo el tiempo. Confía en mi Canuto.
Está bien Moony iremos a la clínica.
PDV Harry
Remus me había escrito. Mi padrino estaba mucho mejor y venía a la Mansión para pasar la última semana de vacaciones con nosotros. Estaba un poco nervioso, según tenía entendido no le gustaban las serpientes y la verdad me molestaría tener que elegir.
Llego por flu y se quedo parado mirándome, le sonreí y entonces se acercó y me abrazo. Lo siento cachorro, perdí la cabeza, jamás debí dejarte para vengarme de Peter. Es mi culpa que no pudiésemos estar juntos, lo siento tanto, tanto.
Yo también hubiese perdido la cabeza, es horrible lo que hizo Peter. Tu reacción es la normal en un león.
¿Y esa distinción?
Bueno, somos los más impulsivos de las 4 casas y es tonto negarlo.
Sí que lo somos.
Sirius me conto infinidad de anectotas de la niñez de mi padre, ellos eran como hermanos antes de entrar a Hogwarts. Entre Severus y él descubrí como eran mis padres y como habían vivido. Y los sentí más cerca de mí y de mi corazón.
Además de las charlas pasamos tiempo volando juntos. En nuestros vuelos estaba Draco y Sirius lo trataba con mucho cariño.
El 1 de Septiembre nos acompañaron a despedirnos a la estación solo Severus y Roy, no se suponía que teníamos mucho trato con Remus y Sirius. Según Severus, solo nos habíamos visto algunas veces.
Los 4 nos colocamos juntos en un compartimento. Era una charla relajada y feliz. Por primera vez no estaba ansioso por empezar en la escuela, me hubiese gustado estar un poco más en casa. Me di cuenta con asombro de que la Mansión era para mí mi hogar.
Ese mismo día después de la cena, estaba esperándonos en nuestras habitaciones Lucius, el padre de Draco, y se unieron a nosotros Remus y Sirius. Lucius nos contó toda la historia y veía como Draco miraba a Remus. Al final Remus se acerco y le tendió la mano a Draco y este la tomó permitiendo que Remus lo abrazase. Algo se rompió dentro de él en ese momento y empezó a llorar. Les dejamos a los tres abrazados en el salón llorando. Menuda historia. Sirius se coló en nuestro dormitorio.
Estoy aquí como el perro de Remus, Canuto. No me puedo ir solo, tengo que irme con él y como un perro. Debéis recordarlo ya que de otra forma no me podré quedar en el colegio.
Dumbledore no despedirá a Remus ahora.
Creemos que no. Por un lado Lucius está en el Consejo y avalará a Remus y por otro lado no tiene profesor con el que sustituirlo. Desde luego si se le ocurre como hacerlo, lo hará.
Draco entro en el dormitorio
¿Me puedo quedar aquí?
Claro, le dije, mi cama es grande.
Sirius se marcho con Remus y Lucius. Draco estaba acurrucado y me dijo.
Ahora soy un mestizo, menos mal que mi padre siempre me puso los pies en la tierra y que para mí los ideales sangra pura solo eran una pose. A pesar de vivir con ella tanto tiempo nunca ha debido quererme, creo que me estaba enseñando a odiarme a mí mismo. Es una horrible mujer.
Tienes una gran madre, Lucius, y un papa, Remus, que te quiere y lo daría todo por ti. Sirius te adora y Severus te ama. Ella no te ha podido quitar eso.
Tienes razón pero es todo tan extraño.
Sí que lo es, pero has ganado con el cambio. Todo se arreglará Dragón ya lo veras.
PDV Draco
Por la mañana llegó el profeta y todos se enteraron de la historia. Miradas burlescas y bromas soeces que ignoré con elegancia, no por nada era el príncipe de hielo.
Las clases de defensa que mi padre Remus nos había dado el año anterior dieron sus frutos. Theo y yo éramos emboscados con relativa frecuencia, nuestros asaltantes eran los que terminaban visitando la enfermería. El padre de Theo, que había pasado con nosotros parte del verano, también nos había enseñado un par de trucos. La verdad nunca me hubiese imaginado que iba a formar un equipo mortífero con el estudioso de Theo. Si esto me lo cuentan en primero no me lo creo. Mi vida había cambiado mucho pero sin lugar a dudas era para mejor.
Por otro lado los Slytherin empezaron a ser víctimas de bromas. Los que más se metían con nosotros eran las víctimas, pelo de horrible color en el caso de Pansy o voz de pito. Pieles moteadas y unas cuantas cosas más. Todo ello inofensivo pero ridículo. Unas veces eran los gemelos pero otras estaba seguro que procedían de mi padre y de Sirius. Los gemelos nos acorralaron pidiéndonos la identidad de los bromistas que les estaban haciendo la competencia.
Es un secreto que nadie debe saber.
Somos de confianza rubio. Si le preguntas a Harry seguro que responde por nosotros.
¿Vuestros ídolos?, les pregunté sabiendo la respuesta.
Los merodeadores.
Conozco muy bien a uno de ellos. Se quedaron pensativos un rato hasta que una sonrisa ilumino sus rostros.
¿Tú papa?
No podéis revelarlo, es el que se denomina como Lunático.
¿Podemos decirle a él que lo sabemos?
¿Para?
Por supuesto pedirle un autógrafo y convencerlo de que nos enseñe algunas de sus más celebres bromas.
Primero debo decirle que os lo he contado. Es posible que no le guste que me haya ido de la lengua.
Rubio, no queremos meterte en problemas. Si no crees que puedas decirlo nos conformaremos con admirarlo desde lejos.
Pero más vale que cuando mi papa este cerca no miréis mucho a mi padre. Los Malfoy podemos ser muy posesivos.
Más bien celosos.
Un Malfoy no puede tener celos ya que es mejor que los demás les dije a los gemelos, o al menos eso es lo que decimos.
PDV Roy
El curso estaba terminando y mis estudios estaban prácticamente concluidos. El problema es que era un adulto con necesidades de adulto y no sabía qué hacer con ello. Los niños estaban descartados. Si eran muy hermosos pero algo en la idea me repugnaba. Estos enlaces protegían a los menores de 18 años, eso estaba bien ya que muchos cumplían los 18 en el último curso de Hogwarts con lo cual antes de embarazarse terminarían sus estudios. El problema es que no todos éramos menores, Severus debía tener mi mismo problema pero no hacía ningún gesto sobre ello. Me daba miedo lanzarme y ser rechazado y Severus tenía una gran fuerza de voluntad. Tal vez en las vacaciones pudiese hablar seriamente con él sobre el tema porque yo desde luego tenía ganas, muchas ganas.