PDV Sirius
El patronus contándonos sobre el ataque que estaban sufriendo nos helo la sangre en las venas. El problema es que no sabíamos exactamente el lugar en el que se había producido el ataque. Dejamos a Marcus con los bebes y nos fuimos.
La primera parada fue la estación y allí nos encontramos con un equipo de aurores al que nos unimos. El jefe me saludó y le pedí unirnos al equipo de rescate.
-Solo os lo permito por ser pocos. Vamos a ir apareciéndonos a lo largo del recorrido del tren empezaremos a mitad del recorrido hacia arriba.
-¿Y el resto de aurores?
-No hay tiempo para esperarlos los mortifagos estaban atacando a los niños, solo nosotros estábamos de guardia y transformo nuestra ropa en uniforme de aurores. De esta forma todos sabrán que estáis con nosotros.
Fuimos bastante rápidos en localizarlo y empezamos incapacitando a los que estaban vigilando que los niños no pudiesen huir del tren.
Cuando se dieron cuenta de que estaban siendo acosados empezaron a aparecerse, y la verdad me importaba una mierda que se fuesen solo quería ver a los chicos.
-Matías, dijo el auror jefe, ve a buscar a los medimagos a San Mungo que vengan todos los que puedan.
La mayoría de los niños que habían intentado abandonar el tren estaban heridos, les habían lanzado hechizos no mortales pero que al hacerles caer implicaban cortes y huesos rotos que los tenían llorando y quejándose. Los malnacidos no habían querido matarlos pero sí que no les había importado herirlos.
Los niños empezaron a dejarse ver en la zona central los mayores estaban ayudando a los pequeños a salir del vagón central y allí vi a Harry.
-¿Estáis todos bien Harry?
-Nosotros sí pero algunos alumnos están heridos. Al final algún desgraciado decidió lanzar A.K pero hemos sido afortunados y los hemos esquivado o conjurado puertas del vagón para cortar sus trayectorias pero hay varios heridos.
Ayudamos en todo lo que pudimos y nos marchamos con los niños a la Mansión cuando vimos que los medimagos tenían la evacuación bajo control. Los gemelos y Ron se nos unieron y Severus y yo fuimos a buscar a sus padres a la estación.
En la estación ya se habían recibido las noticias del ataque al tren y había padres llorando por todas partes. En pleno pánico muchos no sabían si ir a San Mungo o esperar a sus hijos en la estación.
-¡Atención! grite con un sonorus. Ningún niño ha muerto, solo hay unos pocos cortes y algún hueso roto. Todos los niños van a ser evacuados a San Mungo. Los Weasley están con nosotros.
-¿Cómo lo sabes? grito un padre.
-Hemos estado allí y hemos estado ayudando a los aurores.
-Pero ¿cómo supisteis de ataque?
-Uno de los nuestros nos mando un patronus y por eso nos enteramos a la vez que los aurores. De esta forma pudimos unirnos a ellos para defender a los niños.
Entonces, dándose cuenta de que estábamos bien informados, se produjo la desbandada después de lo cual Molly y Arthur se nos acercaron.
-Sirius, me dijo Molly con el rostro cubierto de lágrimas, mis niños ¿están bien?
-Si Molly, han venido con nosotros a la Mansión. No estaban heridos y consideramos innecesario que fuesen a San Mungo. Molly debe haber un completo caos allí pero si queréis podemos llamar a un medimago para que examine a los chicos. Severus como guardián secreto de la Mansión ha venido para que podáis reuniros con los chicos.
-Gracias, dijo Arthur, pero si piensas que están bien no es necesario avisar a nadie. Creo que todo medimago que esté enterado de lo ocurrido se pasará por San Mungo para ver si es posible ayudar.
-No se Arthur, algunos querrán ver a sus propios pacientes para tranquilidad de los padres. Además no creo que sin conocerlos en San Mungo les permitan atender a nadie. Estoy bastante seguro de que podemos conseguir que un medimago vea a los chicos.
-Yo desde luego, dijo Severus, me quedaré más tranquilo si un medimago les echa un vistazo a los nuestros y ya que esta es mejor que mire también a los vuestros.
-Está bien, dijo Arthur, os lo agradecemos.
PDV Ron
No me lo podía creer. El hurón me había salvado. No había visto el A.K y no me hubiese tirado al suelo. De no ser por él estaría muerto.
-¿Qué pasa Ron?
-Fred, me lanzaron un A.K.
-Pero lo esquivaste.
-No, Draco me saco de la trayectoria, no lo vi venir.
-Es un buen chico, hermanito pensamos que estudiando con ellos y tratándolos como has estado tratándolos te habrías dado cuenta.
-Si pero siempre pensé que tarde o temprano se descubriría como un traidor y ¡me ha salvado!
-Está unido a Harry nunca hará nada que pueda perjudicarlo.
Llegaron mis padres y al enterarse de todo mi padre se dirigió a Draco y le dijo que después de lo que había hecho por mí todos los rencores entre ambas familias quedaban saldados.
-Harry, me temo que ahora tengo que ser amigo del hurón.
-Ron no debes de llamarle así.
-Realmente aunque somos amigos hace mucho que dejamos de ser los mejores amigos.
-Si te cerraste en banda con mis unidos y no me quedo más remedio, pero amigos sí que somos Ron.
-Lo sé, Mione también sigue siendo tu amiga pero no es la unión que teníamos en primero.
-No es cierto. Pero me pasan demasiadas cosas en poco tiempo no hay forma de construir una familia, sacar los cursos, pelear con magos oscuros y hacer mejores amigos.
-Si es complicado, me alegro de que la unión este funcionando bien. Me alegra que no estés solo y que tengas en quien apoyarte.
-Gracias Ron.
-Chicos, nos dijo Sirius, por lo visto hay varios mortifagos muerto. A uno le atacaron por detrás, los aurores creen que es el que lanzó los A.K., suponen que algún mortifago con hijos en el tren decidió que quitarlo de en medio era lo más sensato.
-Bueno, dijo Ron, me siento un poco confuso por un lado me alegra que ya no pueda hacerle daño a nadie y por otro me parece mal alegrarme de que este muerto.
-Hijo, dijo Sirius, a mi me pasa lo mismo. Es bueno tener escrúpulos, es cuando uno los pierde que empieza a hacer salvajadas.
-¿Y los otros?
-Ron parece que un par de ellos fueron mordidos por una serpiente.
-Sirius, vi la serpiente de Harry y creo que se quedo cerca de la puerta y estoy seguro de que solo mordió a los que estaban a punto de lograr entrar.
-¿La viste? me preguntó Harry
-Amigo estaba a tu lado, creo que nadie más lo vio.
-Por favor, no digas nada. Si la gente lo sabe ella no podrá protegerme.
-Tus secretos están a salvo conmigo pero ¿qué creen los aurores?
-No saben cómo ha sido piensan que pararon el tren cerca de algún nido.
PDV Marcus
Tenerlos a todos a salvo a mí alrededor me permitió respirar tranquilo. No me había dado cuenta de lo duro que resultaba quedarse atrás. Saber que el medimago no había encontrado nada malo en ninguno me devolvió la paz.
-¿Estás bien? me pregunto Roy
-¿Te has tenido que quedar atrás?
-Correcto por eso pregunto.
-No pensé que se pasase tan mal.
-La imaginación es realmente un ser perverso.
-Toda la razón compañero, todita toda.
-Amor, me dijo Sirius acercándose a besarme, ¿te han dado mucha guerra los bebes?
-Para nada, se han portado muy bien. La verdad es que son unos bebes tranquilos, sobre todos si los dejas juntos.
Por la noche en nuestra habitación bese cada pulgada de piel de Sirius, mis manos estaban por todas partes provocando sus gemidos y comencé a cabalgarlo. Me empale en Sirius tanto como me fue posible bebiéndose los gemidos que daba Sirius cada vez que lo cabalgada, por desgracia ninguno de los dos pudo aguantar mucho.
Sirius se apresuró a ayudarme a tumbarme a su lado y realizó los hechizos de limpieza. Besándome con suavidad me dijo.
-Te amo Marcus Black y no soy capaz de explicar lo feliz que me haces.
-Siento lo mismo amor.
-Oh, tú también amas a Marcus Black.
-Tonto, le dije dándole un pequeño golpe
-Solo por ti.