AMAR EN NAVIDAD.
El día no podría ser más normal para el pequeño que despertaba entre sabanas de seda de un bello color durazno suave; como todas las mañanas se alista para empezar su arduo día y ser el esposo perfecto para el amor de su vida.
Lo primero que realiza es verificar que siguiera durmiendo plácidamente para poder robarle un par de caricias llevo su calidad mano a los mechones azabaches y retiro los mechones traviesos de su frente para poder depositar un beso inocente.
-te amo.
Susurro suave y se alejó con lentitud entro al baño se aseo debidamente aplico un poco de maquillaje sobre sus ojeras a pesar de que odiaba el maquillaje e inmediatamente después salió de la habitación rumbo a la cocina. Tenía que preparar el jugo de tomate que a su esposo le encantaba y que además le servía para tener su preciosa piel tan blanca como porcelana pulida, no tardó mucho en tener todo el desayuno listo y la mesa acomodada para dos personas, mientras en el centro de la mesa se encontraba un ramito de girasoles adornando la mesa cortesía de su esposo a quien le gustaban mucho y siempre se encargaba de tenerlos frescos.
Poco tiempo después se escuchó un ruidito de un objeto en movimiento, así que apretó las manos en su regazo y retuvo el aire poco a poco mientras la ilusión brillaba en sus ojos, esperaba que este día por fin ese maravilloso hombre descubriera que lo mucho que lo amaba con locura a pesar de todo.
-buenos días teme. – resistió el impulso de pararse y ayudarlo a acomodarse en la mesa y en su lugar demostró una sonrisa deslumbrante que desapareció al sentirse ignorado.
Sasuke entro en el comedor con su silla de ruedas poco a poco hasta situarse frente a su comida como todas las mañanas desde que regreso a casa después de accidente evito tener contacto visual con su rubio esposo y se dedicó a desayunar en silencio con pose estoica y pequeñas gotas de agua cayendo de su cabello.
-estaré en mi estudio. – sin decir más llevo su mano al control remoto que le permitía mover su silla a voluntad y desapareció camino al estudio.
-yo iré al trabajo. –alcanzo a murmurar pero no recibió respuesta lo cual le entristeció.
Una lágrima cayó por la mejilla del bello rubio de ojos cielo, pero eso no lo detuvo de levantar la mesa junto con su desayuno sin tocar, dejando todo impecable salió rumbo a su trabajo.
Tal vez si algunos de los dos hubieran estado más metido en el mundo y menos en sus problemas, recordarían que era 24 de diciembre y que por lo general ninguno de los dos tenía trabajo en esas fechas.
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Una vez en su estudio Sasuke prendió el ordenador y se dedicó a terminar el trataba de un software de seguridad nuevo que estaba creando para la prestigiosa Familia Hyūga, a pesar de que ya no podía caminar no daría pie a que los demás pensaran que su esposo lo mantenía.
Él era un buen programador de sistemas y su talento para crear softwares era muy envidiada, antes del accidente se desempeñaba como Sub-presidente de Uchiha´s tenology, y aunque después de su accidente decidió dejar la Sub-presidencia en manos de su querido hermano aun apoyaba a su manera desde la “comodidad de su vivienda”.
Su rostro mostro pesadez por un momento, pero decidió volver a su rostro estoico y continuo tecleando.
Hacia aproximadamente unos 5 años quedo en coma por un accidente automovilístico que tubo junto con su recién esposo mientras ambos se dirigían a su luna de miel, fue una etapa dura para ambos; pero de los dos él fue el más afectado ya que al despertar descubrió que había quedado paralitico y condenado eternamente a la silla de ruedas o eso creía, para empeorar las cosas su familia culpo a Naruto del accidente.
Sasuke sabía que fue su dolor hablando, pero eso afecto demasiado al pequeño rubio que desde su nacimiento estuvo viviendo con los Uchiha a quienes consideraba su única familia.
-“aun así el demostró que le importabas más que lo que nadie pensara de él y jamás se alejó de ti”.- le recordó una vocecilla en su interior.
Sasuke soltó un suspiro recordar cómo no pudo defenderlo apropiadamente en aquella época; -aun le afectaba. -Sin embargo no podía estar enojado con su familia ya que cuando comprendieron su error pidieron disculpas al rubio, el las acepto y además juro que lo amaba y lo amaría por siempre prueba de ellos es que no lo había abandonado en estos 5 años en los que lo único que había recibido era dolor y sufrimiento.
-soy egoísta Tsk.- chasqueo la lengua y sus músculos se tensaron.
Apretó con más fuerza las teclas y después se adentró de lleno en su trabajo. Sin embargo las horas pasaron y pasaron: y cuando menos lo imagino se dio cuenta de que era ya muy noche, su cuerpo resentía el hambre y su descuido de saltarse la comida tuvo consecuencias.
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El aire le llegaba a su cabello mientras caminaba tranquilamente por el Parque en el que se encontraba y que apenas tenía personas debido a que deberían de estar muy ocupados preparando los últimos detalles de la cena de navidad.
No se detuvo aun cuando pensó que era un tonto por no preparar nada y haber olvidado una fecha tan especial, incluso más que su cumpleaños, sin embargo también era consiente que no deseaba celebrar nada.
Cuando llego a los hoteles Namikaze para trabajar se dio cuenta de que en realidad no tenía que estar hay así que simplemente salió como entro sin que nadie lo notara.
Sonrió con tristeza al pensar en que ni siquiera se despidió de su abuela la cual manejaba los hoteles que habían sido de su familia generación tras generación y que le pertenecían desde que su madre que murió al darle a luz y su padre decidiera que el suicidio era preferible a quedarse a vivir y mantener a un bebe llorón que le recordara constantemente que mato al amor de su vida.
Sin pretenderlo desvió su camino y se adentró en la parte del bosque que estaba en la parte norte del parque y que pertenecía a una reserva ecológica en protección del pino azul (Pinus maximartinezii) el cual se encontraba en peligro de extinción.
Solo quería estar solo y su necesidad le llevo a olvidar algo más ese día.
Cómo por ejemplo que estaba anocheciendo, la nieve caía poco a poco cubriendo todo de blanco y el bosque en el que no debería de adentrarse estaba repleto de peligros.
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Despertó desorientado mirando el reloj y sintiendo el lado frio de la cama al otro lado, con la práctica de años se trasladó a su silla y procedió a hacerse en el baño mientras tocaba su frente esta vez no sintiendo el fantasma de un aliento cálido de un beso en ella, llego al comedor y descubrió que el lugar estaba totalmente vacío.
-Naruto.- murmuro con su clásica voz ronca pero no hubo respuesta.
Busco en la mesa alguna nota de que salió pero de igual manera no había nada, su mirada se entristeció aunque evitaba encontrar la mirada de su esposo con la suya por la culpa que le causaba mantenerlo atado a una mentira, aun así amaba todas las pequeñas atenciones que este tenía con él y el no encontrarlas esa mañana por primera vez en 5 años le causo un resquemor en el corazón.
Suspirando decidió entrar a su estudio y pensó que si se concentraba lo suficiente tal vez pudiera ir a cenar fuera de casa.
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Despertó poco a poco sintiendo las sabanas y edredones tocar su piel desnudad, en cuanto su cerebro lo proceso llevo sus manos a la sabanas aferrándolas mientras todo daba vueltas y pensaba que no estaba en su casa al mismo tiempo que el pánico lo atravesaba.
-qué bueno que despiertas pequeño.
La suave voz lo trajo al mundo y dejo por fin que su cabeza dejara de crear castillos en el aire sobre secuestradores y asesinos a su alrededor, sintió una mano que suavemente lo invito a recostarse.
-tranquilo debes descansar.- lo ínsito al ver el miedo en los ojos cielo.- soy Otsutsuki Kaguya,
Naruto analizo a la una mujer por de más atractiva, con ojos como las perlas daban un aire de misterio y calidez que fácilmente atraía a las personas sin embargo su cabello en trenza de color blanco le llamo la atención ya que estaba adornado con florecillas de noche buena diminutas.
-¿Cómo te llamas? – pregunto en tono amable.
-Naruto… Uzumaki Naruto. – respondió tímido.
-muy bien Naruto la fiebre ya bajo así que te importaría compartir el desayuno conmigo.- se levantó lentamente y señalo una silla con un par de prendas que el rubio reconoció.- hay esta tu ropa tuve que quitártela porque estaba llena de agua nieve, pero ya está lista para usarcé.
-yo…
-no hace falta que me cuentes nada a veces necesitamos estar solos lo entiendo.
La mujer salió antes de escucharlo de nuevo, vagamente se preguntó por qué no tenía miedo pero más importante porque ella sabía que algo estaba mal y en vez de cuestionar actuaba normal como si fuera un invitado, encogiéndose de hombros se vistió rápidamente para evitar sentir el viento frio.
Una vez listo salió por la puerta encontrando una pequeña sala con una mesa céntrica donde descansaba un desayuno ligero, apenado llevo sus manos a su estómago por el sonido de hambre que realizo y se apeno al escuchar la risa fresca de la señorita que entraba con una tetera con lo que parecía te.
-listo.- alzo la tetera en clara invitación y el asintió contento olvidando sus responsabilidades.
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Había avanzado rápidamente y se sentía a gusto decidió hacer una llamada a su hermano y decirle, para que el paranoico no pensara que iba atrasado a algo así.
-bueno el guapo Itachi al habla.
-Itachi.- su voz seca mostro su irritación al instante.
-oh sasukito ¿cómo estas hermanito?, el lindo de Naru sigue aguantando tu mal humor, que suerte tienes hermano.
-no molestes tonto solo hablaba para decirte que el todo marcha según lo planeado.
-¿Enserio? ¡Eso es genial! Los Hyūga estarán contentos y yo podre darle una buena follada a mi esposo sin preguntarme de eso cuando regrese al trabajo, pero bueno no te entretengo más hermanito estoy seguro que tienes al bello Naru a tu lado disfrutando esta bella navidad en pareja.-hizo un lenguaje alegre y pícaro y colgó sin recibir respuesta aparentemente tenía mucha prisa.
Sasuke solo tardo un momento en procesar sus palabras.
NAVIDAD
En qué momento.
Dirigió su mirada al calendario de la computadora y después a las paredes de su estudio donde descansaban diferentes adornos y luces en tono apagado.
Naruto debió ponerlos hay al empezar diciembre pero…
Naruto sintió que el alma se le salía del cuerpo ¿Dónde estaba su mayor tesoro?
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-debes tener mucho dolor pequeño.- dulcemente acuno el cuerpo del doncel en su regazo y acaricio sus cabellos dorados.- tranquilo tesoro todo va estar bien.
Era increíble cómo un poco de amor podía quebrar a una persona que clamaba por el a gritos hacer que el menor le contara su historia había sido muy fácil una vez este se sintió en confianza.
Maldecía mil veces a ese esposo suyo que poco a poco estaba acabando con el alma del pobre chico que lo único que hizo fue amarlo.
El doncel le conto de la muerte de sus padres y de cómo creció rodeado de los Uchiha con un sentimiento de infinito agradecimiento, amor y lealtad hacia los mismos y aunque en su versión de los hechos ellos fueron como sus ángeles de la guarda, con lo poco que le conto definió que eran una pareja de elite acostumbrada a dejar a los hijos con niñeras y que solo se acordaban de ellos cuando sus logros valían para engrandecer a su familia, no eran malas personas pero si demasiado superficiales y faltas de cerebro a su parecer; el niño le conto de como cuando tenía 3 tres años debido a una travesura la señora Mikoto le había gritado sobre lo bueno que era que no tuviera su sangre por que su torpeza era tan grande que esperaba que mejorara para convertirse en el marido perfecto para sasuke.
También le conto de su esposo alias el tempano de hielo alias Sasuke Uchiha quien lo había condenado a vivir un infierno del cual el pequeño ni siquiera era consiente, siempre procurando su bienestar, siempre cumpliendo sus caprichos y procurando su salud animándolo en la buenas y en las malas con un amor ciego que era increíble que no calentara su corazón y le hiciera regresar un poquito del gran amor que recibe, pero lo que más le preocupo fue la confección que el doncel le realizo cuando finalmente dejo salir sus lágrimas.
-sasuke puede caminar dettebayo.- dijo dejando salir su muletilla después de 5 años en presencia de un extraño que no lo criticaba pero que aliviaba el vacío en su corazón escuchando sin juzgarlo.
La bella chica casi se queda muda de la impresión.
-lo descubrí un día cuando él pensó que había ido a trabajar pero en realidad me dio una infección en el estómago y no queria que se preocupara por mí, la mayoría del tiempo se la pasa en su estudio encerrado así que decidí descansar en la habitación, naturalmente tuve náuseas y vomite, use el baño de nuestra casa y cuando iba a ingresar al dormitorio lo vio haciendo una llamada desde el centro de la habitación sin silla de ruedas, en ese momento no supe que hacer… pero estaba en show.-rio sin humor.- pero hablaba con Sakura.
-¿sakura?
- Era la novia secreta de Sasuke antes de ser mi esposo.-continuo en silencio.- él la amaba pero nuestro próximo matrimonio le impedía decirle a sus padres ya que estos eran muy tradicionalistas, yo siempre lo apoye en silencio y encubría cuando quedaba con ella.
-oh mi niño cuanto debiste haber sufrido.- lo envolvió en sus brazos con un sentimiento protector al pensar a su hijo que acababa de morir hace 2 meses por culpa de un tristeza ocasionada por un amor no correspondido.- temo preguntar ¿pero?
-¿Por qué me case con él?, bueno era mi última nuestra de amor para con él. . -miro ojos contrarios y conto con culpa.- Sakura y Sasuke querían fugarse debido a que yo pronto cumpliría la mayoría de edad y en ese día tendría que casarme con Sasuke.- las lágrimas surgieron en sus ojos.
-no salió todo bien.
El doncel asintió en acuerdo. -El padre de Sasuke se enteró de alguna manera y amenazo a Sasuke con acabar con los sueños de Sakura de ser una gran doctora si osaba desobedecer la palabra que le dio a mi madre antes de morir, Sasuke no tuvo otra opción más que ceder así que cito a Sakura para hablar con ella, yo estaba leyendo en la biblioteca y presencie toda la pelea. Aproveche que Sasuke salió hecho una furia y enfrente al señor Fugaku, le dije que podía olvidar que me casara con Sasuke que no lo iba a hacer.
-pero entonces ¿cómo?
-El señor Fugaku me dijo el verdadero motivo por el que Sasuke se tenía que casar conmigo. Veras el matrimonio con mi Sasuke salvo a su familia de la quiebra ellos estaban muy endeudados por culpa de un desfalco enorme a la empresa y mi abuela prometió ayudar a cambio de la consumación de la promesa a mi madre, de hecho ese fue el motivo de vivir con la familia. Claro inmediatamente detuve a Sasuke de lastimar a su novia y le explique que intentaría hablar con mi abuela era lo más lógico, el rostro de felicidad de ese día fue brillante y yo me sentí su felicidad como un bálsamo. Si la persona que amaba era feliz no importaba lo demás.
-no funciono.- dijo tajante suponiendo lo obvio ella mejor que nadie entendía que la palabra para las personas pertenecientes a prestigiosos clanes era sagrada y difícil de cambiar una vez dada.
- no funciono mi abuela era muy terca y yo no queria revelarle nada de sakura pensando que eso afectaría que ella decidiera ayudar.- repitió con pesar.- En el último de los casos planeamos engañarla y no consumar el matrimonio así sería fácil divorciarnos una vez que los Uchiha estuvieran a salvo, sin embargo aunque el plan era bueno el accidente termino por arruinarlo todo y no solo eso…
-¿Qué más paso?
-Sasuke descubrió que ella no lo amaba lo suficiente, tengo un don por mi tamaño para ser silencioso y escuche como le confesaba que ella no podía unirse a un paralitico. Sasuke se encerró en su dolor por tres días y se estaba dejando morir, yo tenía mucho miedo de que cometiera una locura.- suspiro.- habían pasado muchas cosas, primero la pelea con su padre, el matrimonio rápido, el asunto de tener a Sakura esperando por él, la luna de miel que nadie esperaba y que causo una fuerte pelea entre ellos, el accidente, el coma del que nadie sabía si saldría la parálisis...
-¿Qué ocasionó el accidente Naru? – intento desviar el tema al ver el dolor del pequeño pero se dio cuenta que fue un error, hubo un largo silencio antes de que el pequeño hablara.
-yo estaba nervioso… Sasuke estaba furioso por la pelea con Sakura, ella había accedido a la treta y jurado esperar el posible año en que estarían separados por respecto a mi amistad con Sasuke.- dirigió una mirada tímida.- veras el mismo decidió que nadie tendría duda siempre me fue fiel durante el matrimonio algo sobre proteger mi honor.- desvió la mirada sonrojado levemente un poco más tranquilo como si desahogarse le estuviera ayudando enormemente.- Sasuke estaba enojado con ella por estar furiosa por la luna de miel.- continuo. –el no tuvo la culpa. –Aseguro titubeante.- pero había tomado antes de subir al auto.
-¡oh dios!
-no tuvo la culpa solo dijo que se sentía mal y después él me estaba abrazando y estábamos cayendo por un barranco, todo fue confuso, la versión original es que fallaron los frenos.
El doncel estaba cerrando los ojos, poco a poco mientras se relajada en los brazos de la mujer que lo acunaba con amor maternal.
-Naru ¿Por qué seguiste a lado de Sasuke a pesar de su mentira?
-sakura… sakura al parecer queria volver con él, yo estaba aterrado de perderlo incluso después de su mentira… pero escuche… -le costaba mantenerse despierto. -Él le dijo a Sakura que me amaba… - susurro antes de caer dormido.
Dejo al pequeño descansar en el lecho y suspiro que iba a hacer ahora, su instinto de madre le pedía ayudar al pequeño, pero sabía que en cosas de pareja lo mejor era la comunicación y en caso del pequeño un poco de ayuda psicológica para evitar que el amor puro que sentía por su marido no se transformara en un cuchillo de doble filo que le quitaría la vida, después de todo no fue grato encontrarlo desmayado en la nieve.
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Por su parte Sasuke estaba desesperado tratando de encontrar al rubio de todas las formas posibles, había hecho un par de llamada y cobrados favores sin escatimar en gastos su desesperación enmascarada con una capa de preocupación e impotencia.
Su mentira ahora le jugaba una mala pasada ya que no podía fingir que su parálisis no era real ¿Qué tal si su rubio regresaba como se lo explicaría?
Tenía 4 años siendo un cobarde, manteniendo la mentira tanto como se pudiera, alejándose de su familia para poder atrapar al rubio para siempre en un matrimonio y todo por amor.
Si porque mientras se pudría en su miseria esos días, después de terminar con Sakura, pudo por fin abrir los ojos y darse cuenta de quién era el verdadero dueño de su corazón.
Al principio de su recuperación no le prestaba atención a nada llego odiar la presencia de todos, pero Naruto.
Naruto siempre fue diferente era un doncel torpe y tozudo lleno de vida y dulzura que siempre había estado hay para él sin importar nada. Incluso a pesar de que siempre en su infancia le tenía envidia porque su hermano mayor le tomaba más atención que a él.
Claro en aquellos tiempos el ignoraba que eso se debía a que Naruto era un doncel.
Aun recordaba como su pequeño cuerpo que se colaba por las noches a su habitación del hospital y velaba “aparentemente sus sueño”, el rubio llegaba siempre a media noche y nunca sabia como se iba solo sabía que necesitaba su silenciosa presencia cerca para ser feliz.
Pero había un problema con eso, el rubio era inocente y el apoyarlo desinteresadamente era parte de su naturaleza, no había ningún otro sentimiento de su parte más que el fraternal, así que cuando se diera cuenta que no lo necesitaba se iba alejar y tal vez conocería a alguien del que en verdad estuviera enamorado.
Imaginar que su Naruto será de alguien más hizo que le hirviera la sangre.
¿Pero que podía hacer en aquel entonces en su estado de debilidad?
Estaba por resignarse y dejarlo marchar después de todo su trato se iba a romper tarde o temprano pero su lado egoísta le recordó que él jamás se iría de su lado si tan solo dijera las palabras adecuadas, además esa mañana el médico le había dicho que su parálisis seria temporal.
Podría tentar a su suerte y arriesgarse a jugar su única carta de tenerlo solo para él, esa fue una de las decisiones más fáciles que tomo en su día.
Naruto era más importante que nada y con el tiempo él podría enamorarlo. Esa era su meta y lo logro en cierto modo los primeros días a pesar de todo era miel sobre hojuelas su familia había dejado de ser hostil con Naru y el trataba de mostrar su mejor cara y cariño para enamorar al pequeño tratando de cruzar la línea “fraternal” y al mismo tiempo aprovecharse de esta para robar carisias y besos al rubito.
Pero las cosas no fueron bien pensar que fingiría su parálisis era una cosa pero cuando descubrió que el movimiento no era posible volvió a caer en un pozo sin fondo donde su único consuelo era también su martirio.
Deseaba a Naruto con un anhelo tan grande que dolía pero cuando su masculinidad se vio comprometida recibió un golpe tan grande a su orgullo de hombre que lamento no poder poseer a su precioso doncel como se debía.
El no poder tocarlo, chupar sus pezones rosaditos, lamer sus labios, adentrarse en él y tomar su virginidad tocando una y otra y otra vez ese punto dulce dentro de él, lo atormentaba día a día, sentía que si no avanzaba con el doncel de esa manera tarde o temprano Naruto lo dejaría.
Eso le llevo a esforzarse en sus terapias al máximo, dejando de lado hasta el mismo rubio sin darse cuenta, pero nada funcionaba, la desesperación lo invadió o eso pensaba, sin embargo siguió intentando con los ánimos que le daba el tan solo hecho de que Naru no había hablado de anulación, gradualmente fue recuperando la movilidad pero queria sorprender a su rubio y esperar hasta que pudiera mantenerse en pie sin tener que estar cansado por el simple hecho de sostenerse.
Hasta aquel día donde su madre logro que la culpa lo alcanzara y el remordimiento hizo acto de presencia por primera vez en su mente y corazón, no era tan tonto y saber que su precioso ángel lo amaba lo había llenado de tanta calidez que por fin entendió algunas cosas que antes le estaban ocultas.
Esa tarde su madre se había ocurrido visitarlo temprano así que estaba tomando un refrigerio en su compañía cuando soltó las peores palabras que pudo decir.
-tengo listos los papeles de divorcio querido.
La taza casi callo de sus manos pero su vista estaba fija en su madre como si no supiera de qué hablaba.
-pronto podrás caminar y la empresa de tu padre está mejor así que ya no necesitaremos la ayuda del Namikaze.
- de que hablas.
-oh querido.- sonrió. -Sakura me conto todo, francamente estoy encantada de que lo tuyo con Naruto sea pasajero, ese doncel carece de toda la clase que tenían sus difuntos padres y fuera de su dinero admitámoslo querido es un mal partido.
-¡Madre!
El grito saco a Mikoto de su mundo y dio un suspiro cansado, mientras dejaba de lado su faceta superficial y se ponía seria.
-Hasta que reaccionas como hombre.- ahora fue ella quien reaccionó y calmo a su hijo con una mirada típica de Uchiha.- sabes lo mal que me sentí cuando esa chica vino a mi casa para pedirme ayuda para volver contigo.
-¿Sakura hizo qué? – no entendía nada
- tuve que mandarla a sacar con seguridad al no aguantar su hipocresía, pero por dios Sasuke cómo pudiste hacerle eso a Naru
-¿de qué hablas?
- Él siempre te amado y ahora el pobre solamente esta… oh cuando pienso que lo culpe del accidente. –Soltó un par de lágrimas – sé que no eh sido el mejor ejemplo de madre, pero le prometí a Kushina cuidarlo. – Tomo aire – te prohíbo que te separes del Sasuke, nuestro Naru te ha demostrado su amor y por la reacción que as puesto cuando te hable de divorcio espero que al menos tú lo quieras como se merece. –termino severa.
-madre…
-no digas que te iras con la pelo de chicle.- se indignó.- esa chica solo te quiere por su dinero querido la investigue y sé que está metida hasta el cuello en deudas con su tarjeta de crédito, apuesto que quiere volver contigo pensando que eres una apetecible cheque en blanco, odio a las personas que se casan por dinero…
Una roca callo sobre Sasuke no había hecho el algo parecido.
La señora vio su reloj y se paró precipitadamente.
-tengo que irme pero piénsalo querido una joya como Naru no se consigue todos los días.
Cuando su madre se hubo retirado tuvo un largo tiempo de reflexión y con ello, llego la culpa, en un acto reflejo destruyo todo a su paso para terminar con pequeñas cortadas en su brazo.
-¿tanto así es tu amor? - sonrió amargamente.- dobe.
Ese sentimiento amargo que lo acompañaría en los próximos 4 años y que sería el muro que le impediría ver y dejar ver al rubio cuanto se amaban uno al otro.
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La tristeza es un sentimiento negativo tan real, pero aun así es dolorosamente llevadero, te consume como fuego, pero eres tan consciente de ello que logras salir adelante y sonreír; pero realmente no sé porque no puedo sentirlo ahora si hubiera sabido que era preferible a no sentir nada entonces tal vez nunca hubiera deseado dejar de sentir tristeza, ¿Que patética forma de pensar? lo sed…
Sin embargo en aquellos tiempos mi vida era triste pero llevadera gracias a cierta persona de la que ahora no quiero recordar el nombre.
¿Pero ahora?
Ahora simplemente esta tan vacía como el vacío que está bajo mis pies mientras observo en silencio el agua, esta mañana hable con la señorita Kaguya y llegue a una conclusión muy precipitada pero que creo que será lo mejor para la persona que amo.
Creo que mi cuento de hadas por fin choco en mi rostro no estoy conforme con el final.
-yo lo amo
-si lo amas déjalo libre, tu sabes que ninguno de los dos es feliz tesoro.
Porque la verdad puede doler tanto… pero no desaparecer.
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Sasuke escucho con emoción mientras le informaban los vigilantes de la entrada de la mansión que su esposo de nuevo en su hogar.
Rápidamente se dirigió a la entrada aliviado.
-Sasuke.
Hay estaba su tesoro con la mejillas rojas de frio, llevaba la misma ropa; el tonto suéter naranja con la imágenes de renos su pantalón que le quedaba adorablemente a su pequeño cuerpo.
-Naru.
Sus mirabas eran tan trasparentes y lo decían todo… pero Naruto ya tenía una resolución.
Adoptando una pose seria por reflejo le indico a Sasuke que lo siguiera.
Sasuke no tuvo más que seguirlo.
Ambos se sentaron en la sala y Naruto solo espero a que Sasuke estuviera acomodo en el sillón a su lado para hablar.
-lamento haberte preocupado.- decidió empezar con lo más simple. Inesperadamente unos brazos lo envolvieron en un abrazo asfixiante y sintió finas lagrimas resbalar en su camisa.
-Sasuke que tienes.- se preocupó al instante no esperando esa demostración de afecto que solo le hizo más difícil pasar el nudo en su garganta que le impedía decirle a su marido que queria el divorcio.
-Naru amor.- beso la boquita de cereza.- No te vuelvas a ir nunca.- lo atrajo más hacia si intentando controlar el miedo.-yo eh cometido muchos errores pero… -le costaba decirlo.- Naru necesito, necesito que me perdones tantas cosas… sé que no lo merezco pero yo en serio tenía miedo de perderte.- beso dulcemente la frente contraria cerro los ojos y lentamente empezó a realizar fuerza con sus piernas para levantar ambos cuerpos.
Naruto abrió los ojos enormemente.
NO…
NO…
NO…
Esto no podía ser Sasuke estaba el por fin… queria decir esto que entonces no tendría que dejarlo por fin logro entrar completamente en el corazón del Uchiha y ganar su confianza.
-lo lamento en serio.- no lo queria soltar.
-Sasu…
-pensé que si te enterabas me abandonarías, hice tantas cosas mal. Te engañe por que no queria perderte… sabía que me amabas pero después de todo lo que te hice ¿Cómo podría yo decir lo mismo sin que dudaras de mí?
-Teme.- sus lágrimas salieron y empezó a darle golpes en el pecho a Sasuke en un intento de alejarlo.- tu gran… ¡Teme como pensaste eso! –intento separarse estaba tan confundido
Tomo los puñitos y lo apreso más contra sí.
-¡No…! ¡No te alejes! Sé que suena loco pero todo lo que he hecho es por ti.
-lo sed.-susurro.
-¡escúchame por favor!
-Sasuke ya te escuche.- lo alejaba.
-¡si me dejas me muero dobe!
Un gran empujón por fin logro separarlo de Sasuke asiendo que esta callera de culo al cielo, llevo sus manos a su cintura.
-TEME…YO YA SABIA QUE PODIAS CAMINAR.-las lágrimas resbalaron de sus ojos.-yo también tuve miedo pero.- llevo sus manos a las mejillas blancas del que a un era su esposo y limpio todo rastro de lágrimas.-Hoy es navidad cierto.- cambio radicalmente de tema, dejando al azabache desconcertado.-Cierto.- repitió más fuerte.
El azabache asintió.
-entonces quiero un regalo.
-Naru a esta hora no hay ninguna... –se calló.
-como dije quiero un regalo.- sus ojos refulgieron con un brillo rojo.- yo deseo quedarme contigo siempre Sasuke, ¿crees que se cumpla mi sueño?
El azabache entendió inmediatamente no por nada era un genio beso las palmas de la mano que dulcemente acunaban su rostro y dando un leve jalón logro que el doncel cayera en sus brazos.
-Eres la persona más maravillosa del mundo.- repartió besos por todo el rostro contrario lleno de alegría.- pero si me quieres en tu vida tendrás que hacer algo por mí. –miro esos bonitos ojos brillosos.
-¿Qué cosa? –pregunto juguetón.
Sasuke sonrió con misterio mientras acariciaba sus caderas en pequeños círculos.
-me haces cosquillas.- su dulce alegría calentó el corazón de su azabache.
-aun eres muy inocente sus ojos brillaron con misterio y calor la cercanía con su pequeño le alegra partes privadas de su cuerpo que antes tenía que mantener a raya.
El doncel solo la rio un poco más y empezó a darle besitos en su ignorancia y nunca habiendo más contacto entre ellos que besos ignoraba que su esposo estaba planeando la mejor manera de cumplir todas sus fantasías eróticas y por fin arrancarle su virginidad.
-muy pronto.- prometió.
Recibió un piquito y después se escuchó el estómago del doncel.
-lo siento… yo.
-tranquilo comeremos enseguida.
Ambos se levantaron sin poder separarse tomaron sus manos y juntos prepararon algo ligero.
Las explicaciones de donde había estado Naru llegaron poco después y cualquier duda que pudiera surgir las resolvió en pareja.
-Eres mi girasol. – llevo una flor del florero de la meza al cabello de su doncel y tomándolo de la cintura le planto un beso profundo cargado de amor.- por siempre y para siempre.
-lo sed.- sus ojos estaban bañados de ternura pero parecieron cambiar fácilmente a burla y con una voz fingida dijo.- -¡si me dejas me muero dobe! –soltó la risotada.
Sasuke frunció el ceño pero después contesto en el oído del mismo.
-alguien se está portando muy mal en navidad.
-¡No! Uhm.
Su cuello fue atacado por una boca.
-maldito vampiro eso se va a convertir en un chupetón.
La sonrisa más bonita made en UCHIHA surgió y Naruto no supo si reir o llorar.
-asi nadie dudara de que eres mi.
Un golpe, un coscorrón, jaladas de pelo y muchos besos siguió a la feliz pareja.
Tal vez su historia no empezó como los cuentos de hadas pero al menos si fueron felices mientras no pelearan como viles infantes.
…
….
“CREO QUE DESPUES DE TODO LOS VACIOS NO SON TAN MALOS, POR QUE TOCAR FONDO ME ENSEÑO QUE PUEDO CONSTRUIR NUEVOS SUEÑOS Y ALCANSAR NUEVOS ORIZONTES… Y SI TROPIEZO EL TEME ESTARA HAY Y TODO ESTARA BIEN DEVERAS” =n.n=