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-Comida para vampiro- *los cachorros saben mejor* por serenituegt

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Capítulo 17: Amantes <3

Mokuba por fin se había reunido con el amor de su vida... Lo miraba con sus ojos metal, y se sentía incrédulo. Pues muchas fueron las veces, que lo fantaseó...

-Te amo –dijo el hombre, y el moreno se sonrojo-

Pues ambos amantes estaban desnudos, uno frente al otro. Pero Mokuba estaba de rodillas, y el hombre sentado al pie de la cama...

El azabache miro el cuerpo de aquel hombre, y con solo mirar su fuerte pecho, sus clavículas, como su largo cabello, se éxito...

El pequeño sintió como su pene se despertaba, y sintiendo vergüenza, tapo con su mano, su entre pierna...

Pero el hombre que observaba esto solo dio una sonrisa elegante y cariñosa... –No tienes que hacer esto –dijo el hombre, con una voz melodiosa y cálida-

Mas el pequeño negó con la cabeza, y se acercó a la entre pierna, de su amado... El varón separo las piernas, y  dejo ver su miembro semi-erecto.

Mokuba al ver el gran pene, trago salida y sintió miedo... Pero no por el tamaño, sino por ser nuevo en el sexo oral... Tenía miedo de lastimar a su amante, con los dientes...

El hombre de ojos marón, sujeto la cara del niño –Te he dicho que no es necesario... Mejor deja que yo te amé.

-¡No!... –dijo negativamente el pequeño- Yo quiero probar tu sabor... Además yo también quiero, amarte...

El niño bajo la mirada y con su mano tomo el pene, del susodicho... El pequeño comenzó con un suave masaje, mientras el miembro se fortalecía.

El azabache se podía dar cuenta, que la rigidez aumentaba, igual que el tamaño. El varón solo resoplo, dejando salir algunos quejidos...

-Hazlo más rápido –se quejó el varón, pues comenzaba a encenderse... pero Mokuba mejor de hacer eso, dio una pequeña lamida en la punta. Causando que el hombre se sobre exaltara...

-¡Mokuba!... –grito el varón, pero no muy fuerte- ¡No pares!...

El niño continuo, lamida tras lamida... pero este comenzaba a sentirse húmedo, lo cual le causaba cosquillas leves, en sus partes íntimas...

Así que para distraerse, metió todo el pedazo de carne en su boca. Causando que su amante, echase la cabeza hacia tras, moviendo melodiosamente su largo y fino cabello...

Con la respiración entre cortada, el peli-largo logro decir – ¡Tu boca es mi perdición!.

Con todo el pene en su boca, el pequeño comenzó a mover la cabeza, cuidando sus dientes, y resbalando los labios por tan rico tronco de carne...

El hombre tomo de la cabeza al pequeño, pues quería más presión... Pero el pequeño al sentir las manos de oji-marón sobre su cabello, saco el pene se su boca, y dio un fuerte gemido...

El varón miro rápidamente al niño y observo que su pene necesitaba atención... y con toda gallar dura. Sujeto al niño y lo recostó en la cama. Quedando recostados frente a frente.

Los ojos marón, se deleitaron con el cuerpo del pequeño. Y se preguntó ¿Cómo es posible, que YO me haya enamorado de un niño?... 

Mokuba volvió a gemir, pero su rostro mostraba dolor. Así que para aliviarse el pequeño busco su pene. Mas su amante no lo dejo –Me estas ofendiendo –dijo con arrogancia, mientras se colocaba sobre el vampirito-

-¡Esta noche serás mío!. Y tu hermano no podrá hacer nada...

El caballero de largo cabello, beso el pecho del niño y beso tras beso, lo llevo más abajo. Hasta toparse con el pene del azabache. Fue entonces que el hombre metió en su boca el lindo pedazo de carmes.

Con lógico razonamiento, el moreno gimió, pues su amante chupaba su pene, como si este fuese un dulce delicioso y exótico...

Mokuba clavo sus uñas en las sabanas, mientras se retorcía de placer, dejando caer un hilo de salida de su comisura derecha...

El peli-largo se detuvo bruscamente y busco los labios del niño. Mientras introducía un dedo, en la virginal entrada.

-¡Eres mío! –dijo rompiendo el beso, y metiendo otro dedo- ¡Yo seré el único! –susurro en el oído del azabache-

Mokuba que mantenía los ojos cerrados los abrió y miro al hombre. Que separaba sus piernas, y se colocaba en posición... el niño sintió bajo sus muslos, los muslos fuertes y musculosos del varón. Y en ese momento supo que no había vuelta atrás.

Su cadera estaba arriba y el hombre metió un tercer dedo. Causándole dolor punzante en esa área... otro gemido salió pero a la vez, un pene entraba...

Un grito desesperado se escuchó, entretanto un cuerpo se arqueaba... – ¡Para por favor! –suplico el niño, y el oji-marón lo hizo-

Pero tiernamente dijo, acariciaba los azabaches cabellos – ¡Sé que te duele mi amado Niño!... Pero el dolor pronto pasara.

El amante comenzó a besar al niño, y así pasaron un buen rato. Mirándose uno al otro, y besándose fieramente... –Me enamore del enemigo

El azabache toco la cara del otro y sonrió –Uno no decide de quien enamorarse...

Los dos amantes comenzaron un vaivén de placer y entrega. El más grande se entregaba al niño, y el más pequeño al hombre... hasta que el clímax llego y el varón dejo su semilla dentó del pequeño...   

-Nada ni nadie, podrá separarnos –dijo el amante de nombre, Maximillion Pegasus-

-¡A si es!... nada ni nadie... Yo ya he sacrificado mucho, para poder estar a tu lado...

Tanto Pegasus, como Mokuba se enroscaron y se mantuvieron abrazados por un largo, largo tiempo. Esperando la salida del sol, pues siendo vampiros los dos, ninguno necesitaba dormir...

 

-¡Dime amor!... Ya tienes planes para el lobo, violeta. –él peli-plata se enderezo, mirando al nosferatu-

-En realidad si... Y tal vez suene envidioso lo que deseo. Pero yo jamás he podido ser caprichoso, ni egoísta.

Los amantes fueron interrumpidos, pues la puerta sonó, y un hombre vestido con túnica, entro al cuarto. Mokuba sintió vergüenza y se tapó con las cobijas. Pero Pegasus sin pudor alguno salió de la cama, y se paró frente al susodicho.

-Amo... Le han traído una invitación; a la boda de lord Kaiba...

Mokuba se quedó con el ojo cuadrado, y con cara incrédula –¡Quien es la afortunada! –dijo con su aire de grandes el peli-plata-

-Al parecer es una tal Mai, mi Amo...

Los vampiros se buscaron las cara, para expresar su asombro –Ya puedes irte –exclamo he hizo un gesto con la mano el alto.

-¡¿Qué es lo que planea tu hermano ahora?!... –el niño no sabía que contestar así que solo puso una cara pensativa-

-¡Espera un momento! –dijo el varón- Ese nombre me suena... –Pegasus rondaba el lugar desnudo, y el nosferatu, sentía pena, como curiosidad, de tan atlético cuerpo-

-¿Podrías ponerte algo de ropa? –el oji-marón lo miro y sonrió sínicamente- ¡Acaso te pongo nervioso de esta forma!...

El vampiro sonrió una vez más y felinamente subió a la cama...  – ¡No es eso! -musito el moreno, sujetando una bata de ceda- Es solo que Ya recordé quien es esa tal Mai

El peli-negro salió de la cama y se colocó la bata, mientras su amante hacia un puchero y reclamo –Regresa a la cama... Te necesito, para seguir amándote.

El niño rodo los ojos, pues en ocasiones él se sentía el adulto en la relación –“Vamos amor”... Aun quiero practicar unas cuantas posiciones, además el baño ya está listo...

La pícara sonrisa del peli-plata era elegante, pero a la vez pervertida. Más todo esto era aceptable, pues tenía años sin tener pareja sexual... pues el susodicho se guardaba, para el pequeño...

 

En las tierras arridas del Nilo... Una caravana avanzaba velos mente, entre los valles de polvo, pues cuatro bueyes tiraban de la carreta principal, en la que viajaban Yami y Joey...

Pues el portal los había dejado muy lejos de la ciudad principal de Tebas. – ¡Creo que voy a vomitar! –dijo el cachorro sujetando su estómago, y tapando su boca, con la otra mano-

-¡Pero ya has vomitado tres veces! –contesto Yami, que venía acostado y más que adolorido por el ajetreo-

-Lo sé pero creo que aún puede salir algo –sonrió juguetonamente el rubio, y Yami solo cerro sus ojos, con una leve sonrisa-

-Siempre eres así de carismático –pregunto el carmesí, con algo de placidez, cosa que solo lograba el lobo violeta, y ahora Joey-

-Yo siempre estoy de buen humor... pero ciertas personas me hacen enojar –refiriéndose al moreno, que venía sobre un caballo, algo delante de ellos-

Yami carcajeó –Ja... si me hubieras conocido mejor hace unos días, dirías lo mismo de mi...

Los dos continuaron hablando, pero eran observados, por los azulones de Kaiba. El cual estaba más que molesto, pues su perro reía de lo lindo, con el carmesí.

-Parece ser que te molesta, que esos dos se lleven bien.

Mai también montaba su propio caballo, y conforme a la marcha se había emparejado, a un costado, de su futuro esposo...

-¡No dices nada! –volvió hablar la mujer-

Pero los gestos faciales del castaño lo decían todo... – ¡Está bien!... Entonces cambiemos a un tema, de más interés.

Kaiba ladeo la vista, y Mai supo que podía seguir hablando –Bueno como te dije... E puesto un campo de fuerza alrededor del sitio. Así ningún vampiro podrá entrar, ya que si se filtra la información de lobo. Todo mundo estará sobre ellos...

Con frialdad polar Kaiba dijo –Y como se quita el campo de fuerza, o el sello...

La mujer se alegró de tener la atención del castaño. – ¡Bueno tenemos que matar a mis arpías!... Pero eso no es gran problema.

Kaiba miro a la rubia – ¡Si me causas problemas, o me retrasas!... Se cancela la boda... –Mai quedo aturdida por las palabras, y eso hizo que bajara la velocidad, dejando al castaño a la cabeza...

Pero la caravana en donde venían Yami y Joey se detuvo. Y Kaiba paro de golpe su caballo, pasando a un lado de la rubia.

Kaiba llego rápido y cuando bajo del animal pregunto -¡¿Qué ha pasado?!... –el conductor se acercó y dijo- El joven ha vuelto a vomitar mi Amo.

El hiel observo que Joey estaba inclinado, y que con lentitud se enderezaba. -¡¿Te encuentras bien?! –pregunto Seto preocupado, por primera vez, mientras tocaba la espalda del rubio-

Con su carita llorosa, pero con unos ojos hermosos. Joey miro tiernamente al castaño... –Gracias... Ya me siento mejor

Yami desde la caravana, solo podía escuchar, pues el enderezarse le dolía a morir. – ¡Ya es demasiado Kaiba! Ni Joey ni yo estamos en estado para viajar.

El castaño fulmino la caravana y Joey tratando de calmar la situación dijo –Yo ya me siento mejor de mis heridas, además, he estado comiendo triple ración de hígado, para recuperar el hierro que perdí, con la sangre.

Los vampiros mantuvieron silencio, pero una voz aguda se escuchó... –Entonces solo debes de estar deshidratado, perro estúpido –Mai aventó una bolsa de cuero, en el rostro de Joey, más la bolsa estaba yema de agua, que a la vez no estaba cerrada correctamente. Lo que ocasiono, que el cachorro terminara bañado en líquido vital-

Joey que escurría de agua quedo sorprendido, pero Yami y Kaiba estaban hechos una furia, a pesar de que el carmesí solo escucho lo sucedido...

La mujer se sintió incomoda, pero en aquel momento lo mejor era replicar  -ja... Como es posible que los perros sean tan estúpidos, y no se puedan dar cuenta de que están perdiendo líquidos.

La rubia sonreía de oreja a oreja, pero Kaiba ya tenía más que suficiente... sujeto de un brazo a la vampiro y la jaloneo lejos...

-Seto suéltame me haces daño –decía con una voz chillona-

Mas el castaño hizo caso omiso y la soltó, una vez estuvieron muy lejos. –Que es lo que te causa gracia –pregunto el hiel con una voz de ultratumba-

-¡Solo dejemos algo bien claro Mai!... ¡Yo puedo tragarme vivo a ese perro!... ¡Más no dejare que nadie lo lastime, o humille frente a mí! –el moreno dio media vuelta y dejo sola a la mujer-

La cual estaba más que fúrica, y con toda su rabia dijo – ¡Por qué!!!... por qué le proteges tanto... –unas lágrimas salieron de sus ojos... Y con una sonrisa sínica el moreno le dio la cara

-Por qué el lleva a mi hijo en su vientre...

Notas finales:

La mentó la tardanza, pero estoy tratando que mucha gente lea el fanfic.


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