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-Comida para vampiro- *los cachorros saben mejor* por serenituegt

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Capitulo: 19 Seto...

Joey como Yami voltearon la vista, mientras pegaban un brinco – ¡Eres un perro de por quería! Prefiere divertir a otros, en vez de a tu amo...

El moreno ardió en celos, al descubrir que su cachorro estaba en otra habitación. Y además se la pasaba de lo lindo, con ese maldito carmesí...

Joey al notar el disgusto de Kaiba, recordó de inmediato la petición de la tarde –Maldita sea... lo olvide –pensó el lobo para él, pero la mirada del castaño era aterradora, y no lo dejaba razonar-

-¡Kaiba tranquilízate! –pidió Yami, pero estas palabras prendieron a un más al vampiro-

Kaiba que seguía cabreado miro detenidamente al carmesí y rechino los dientes, frunciendo el ceño –Eres una miserable puta –miro al lobo, y estiro su mano-

-¡Como te has atrevido a dar tu sangre sin mi consentimiento! -el collar que Joey traía puesto comenzó a asfixiarlo y un ardor espantoso recorrió su cuerpo, poniendo de inmediato el rosto del perro de un color rojizo-

Yami al mirar esto se exalto -¿¡Pero que mierda le has puesto en el cuello maldito?!... –el vampiro corro a lado del lobo y trato de quitar el collar, que tanto dolor le estaba causando al licántropo-

Pero al ver que nada podía hacer, miro con odio al otro – ¡Detente lo estas lastimando! –grito-

Mas no obstante el moreno solo ponía una cara de indignación –Esa perra se lo merece... Me ha desafiado, al no pedir permiso...

De inmediato el carmesí recordó, lo dicho... – ¡Espera Kaiba!... ¡Él no me dio sangre!... Yo fui a comprar un poco

El sangre que seguía aun lado del lobo, se levantó y busco el frasco, que había adquirido... – ¡Vez! –dijo exponiendo el recipiente-

El oji-azul lo tomo entre sus dedos y lo olio. Una vez cerciorado, que no era sangre del rubio. Tomo de la camisa al sangre y lo recargo contra un pilar, el cual agrietaron por la fuerza.

-¡A mí no me gusta que miren o toquen, mis juguetes!... ¡Así! que será mejor que te apartes de mi perro... 

El castaño soltó al carmesí después de cruzar mirada, y como si nada, salió de la habitación...

El collar de Joey dejo de estrangularlo, y causarle ese oribe dolor muscular... El pobre cachorro solo tosía y lagrimitas salían de sus cuencas...

En seguida  el vampiro presente corrió a auxiliar al pequeño –No puedo creer que ese maldito miserable, se haya atrevido, a ponerte un collar de esclavo -Joey se apoyó en el susodicho y se recostó en la cama-

-No logro entender por qué se pone de esa manera –hablo roncamente el lobo-

-Se comporta igual que su padre –manifestó el otro, mirando hacia la puerta, por la cual salió el castaño-

Joey miro al carmesí -¿Su padre?...

-¡Sí! –expreso, desviando la mirada-

-¿Puedes contarme un poco, sobre los padres de Seto?

Yami seguía sin dar la cara, pues no le incumbía la vida de Seto. Y mucho menos debía hablar de ella, al pequeño lobo... pero en fin ya había metido la pata...

-En realidad eso no me incumbe revoltoso... y por tu bien, es mejor que no sepas nada –Joey miro con tristeza al vampiro, suspiro y se recostó en la cama-

-Yo le amo... y quiero saberlo todo de él –con hosquedad Yami dirigió su vista al rubio-

-¡Has dicho que amas!... a ese hijo de p*

Los dos se contemplaron, sin saber que afuera de esa habitación, una mujer malvada los espiaba...

-Por favor cuéntame de Seto –pidió una vez más el licántropo-

Sin embargo antes de poder decir algo el vampiro, la mujer entro, e intervino en la conversación... –El padre de Seto se enamoró de una humana, la cual no correspondía a sus sentimientos...

De inmediato Yami desaprobó la conversación – ¡Eso no nos incumbe!... víbora traicionera –Mai sonreía y ladinamente, desafiaba al carmesí-

-Los asuntos de mi futuro esposo son de mi concierna... Y si yo quiero soltar la lengua, es mi asunto, como el de mi Seto.

El vampiro solo miro despreciativamente a la mujer, para luego dirigirse al perro. Esperando que este fuese más sensato.

-Es mejor que no sigas escarbando, en las remembranzas de Seto... Por lo regular él se guarda, todo para sí... Y nadie en este mundo, puede divisar lo que hay en su corazón o su ser...

El cachorro cambio su rostro, y este era más analítico y pensador. Pues si Seto escondía algo debía mantenerse al margen... “Más su personalidad no lo dejaba tranquilo”... ¡Tenía que averiguar más sobre el hiel!...

Mai observaba con cuidado. Y era más que obvio que no podía continuar con su conversación cerca del carmesí... Pero de alguna forma tenía que engatusar al rubio, para que este fuese a su lado.

-Eres un miserable –la mujer se refirió al vampiro- Pero es verdad, que mi Seto, tiene un corazón frio... y Yo que lo sé todo de él; soy la indicada para confortarlo.

La mujer miro fijamente al lobo, causando una seducción incorpórea, que Yami no podía notar –Sígueme -susurro la rubio, pero en la lengua licantropía-

Joey que estaba en transe se levantó de la cama, y siguió a la mujer – ¡Que te sucede! –manifestó Yami, sujetando al lobo del brazo-

De inmediato el carmesí busco a la susodicha, que no había salido de la habitación – ¡Que le has dicho! –mascullo-

Mai se giró he inocentemente dijo –De que habla –Mai miro al lobo, y noto que sus ojos estaban cristalizados-

-Esa palabra que has dicho... ¡Que es!...

La mujer continuo fingidor, pues como buena bruja, había hechizado al perro –Te refieres a la palabra licantropía... mmm... es solo un despido, los lobos lo usan, cuando termina el invierno.

Yami examino a la mujer, la miro detenidamente. Para luego mirar al perro – ¡Joey! –sacudió al cachorro, y este reacciono-

-Lo siento Yami –dijo con algo de pena, eso solo que sentí nostalgia, por mi hogar-

Al ver Yami, que Joey actuaba con normalidad, se relajó y soltó del brazo al pequeño –Nos vemos príncipe –las palabras de la vampira fueron cantarinas... Nos.. Vemos.. Príncipe...

Yami solo pudo seguir a la mujer con la vista, pues que le llamase príncipe, lo había dejado en shock. Para lo cual Joey musito –Príncipe...

El carmesí miro al rubio, pero su rostro estaba enfadado –Yo ya no soy un príncipe... –exclamo entre dientes. Dejando a Joey un poco incómodo, por haber repetido la palabra-

-¡Yo lo lamento! –declaro en seguida el rubio- Pero es que esa mujer...

-¡Ya!... –grito el vampiro- ¡Eso no te incumbe! –Joey quedo impresionado, por el humor del carmesí, y temiendo que se enojase más, retrocedió unos pasos, pero su rostro mostraba pánico-

Al notar que el rubio se alejaba de él. Yami trato de acercarse y confortar al pequeño, más Joey no lo vio así... 

El pequeño retrocedió más, y más... hasta topar con la cama –Yo lo lamento –explico el vampiro, pero Joey seguía sumergido en miedo- No debí gritarte... Pero ese tema, es muy delicado para mí... No sabes cuánto dolor me ha causado.

Yami tomo el rostro del rubio entre sus manos, mientras observaba los ojos miel –Revoltoso –enuncio- Voy a besarte...

Los labios carmesí poseyeron los miel, pero la fusión de este beso, solo fue efímero, pues con rapidez el contacto se rompió...

-¡Ve con tu Amo!... ya que si lo haces esperar... regresara y esta vez te llevara a rastrar...

Con delicadez el carmesí soltó el rostro del pequeño, mientras este asentía con la cabeza, y pasaba por un costado del susodicho...

Una vez que estuvo solo... el vampiro se piro a la cama –Por qué RA... por qué... Por qué deseo a ese pequeño revoltoso

Yami se encontraba confundido... en su corazón estaba tatuado el nombre de Yugi, más cada vez que veía al pequeño rubio. Surgía un sentimiento de protegerle... ¿? O tal vez de cuidarle... ¿Qué era este nuevo sentimiento en Yami?... En realidad todos los sentimientos, que Yugi y Joey le hacían sentir, eran nuevos para el... Y de cierta forma esto lo hacía confundir las cosas...    

-Que complicado son los sentimientos –dijo, poniéndose el brazo sobre la frente-

 

Mai se encontraba enfadada, y se movía de un lado a otro, de sus aposentos... la mujer no muerta sentía rabia y furia. Jamás en toda su vida pensó odiar a un licántropo, de hecho la traición la estaba consumiendo. Ya que por más que tratase, los ojos de Duke, se le venían al pensamiento...

-¡Maldita sea mi suerte! –gritaba y manoteaba, mientras mordía su labio, y continuaba son su vaivén-

La mujer que portaba una capa de color morada, miro su puerta, ya que esperaba a alguien... –Maldición por qué no ha regresado...

La vampiro trato de tranquilizarse, y se sostuvo de una mesa, en la cual se encontraba un libro de hechizos... Esta misma aculaba un pentagrama, que era muy conocido por los licántropos.

Este era el símbolo más importante de esta raza, su razón de ser y de existir... –Tengo que deshacerme de ese perro, pero sin bañar a la creatura.

La rubia sabía de antemano, que si él bebe moría Seto, jamás se lo perdonaría, si era el caso que la descubriera... 

-Ama he regresado –decía un encapuchado, que se arrodillaba ante ella-

Mai estaba tan metida en sus pensamientos, que no noto, cuando su sirviente llego. Sin embargo al salir de sus pensamientos, la vampiro se apresuró a un lado del ya nombrado...

-¡Has traído lo que te pedí!... –pregunto impaciente y algo agitada. Pero por la actitud el sirviente parecí, que había  malas noticias-

El rostro de Mai se descuadro y sus ojos mostraban frustración –Mi señora recorrí todo Luxor  y Tebas, pero al parecer el dios Anubis (dios perro) ha mandado a quemar todo rastro de mata-lobo...

La rubia poso una sonrisa desquiciada en sus labios, para después dejar salir una carcajada de frustración –Maldita la suerte mi a...  Yo pensé que en Egipto se adoraban a los hombres gato... No a los perros.

Cuando la mujer destilo todo, lo que su corazón albergaba, el hombre encapuchado se atrevió a hablar –Mi señora tal vez no sea mucho, pero esto es todo lo que pude encontrar.

El hombre estiro la mano y dio una pequeña mota, de tan deseada planta. La rubia abrió grande los ojos y sonrió...

-Esto me ha dado una buena idea... –el hombre miro a su señora, y Mai se atrevió, a decir su plan- Dicen que poco veneno no mata, pero si “apendeja”... Y si le damos esto al lobo, todo mundo pensara que está enfermo, así, cuando nazca la creatura, nadie sospechara de una muerte espontanea...

Los labios de la mujer temblaban... pero si ya había, sido capaz de traicionar a sus más querido amigo, ¿Por qué no llegar al homicidio?...

-Mi señora... ¿Qué aremos para no ser descubiertos?... Hay que recordar, que él Amo Seto, posee aun ser vidente.

-Tú te hará cargo de él –la mujer se volteo y busco en la mesa un relicario, el cual le puso en el cuello al encapuchado- 

-Con esto... ese estúpido vampiro no podrá ver el futuro. Tu misión será seducirlo y dárselo, al igual de cerciorarte de que lo use.

El hombre se levantó y se quitó la capucha, mostrando así su blanco cabello, de larga sedosidad –Cumpliré con sus órdenes mi señora.

 

Mokuba ya había bañado tres veces al violeta, pero este perro malo seguía sin acatar las órdenes de su nuevo amo. Pues sabiendo que una fiesta se daría, el perro no deseaba permanecer acedo.

-¡Déjame en paz! –gritaba Yugi entre dientes, mientras era bañado con agua helada-

Varios sirvientes se encontraban dentro de la bañera, pues el cachorro, osaba salirse desnudo y correr por los pasillos.

-¡Yo estoy cansado de ti! –refuto el moreno- Yo soy el único, que debería estar enojado. Además de todo, has rasgado las bellas prendad, que te he regalado.

Yugi seguía herido, le dolía el corazón y solo quería escapar de ese lugar. Para así poder preguntar, al carmesí, si realmente lo amaba.

Los sirvientes terminaron de bañar al pequeño y lo sacaron a cuestas de la bañera, mientras Mokuba lo miraba.

-Eh sido muy benevolente contigo, solo por ser un licántropo. Pero si no quieres ser una mascota, amada y consentida. Estoy dispuesto a convertirte en comida para vampiros...

El azabache busco la mirada del violeta, pero esta se mostraba desafiante. –Te quejas de tu hermano mayor, pero eres igual que él. –el pequeño escupió a la cara de su nuevo amo. Causando que Mokuba se enfureciera y lo abofeteara-

Pero el violeta solo rodo el rostro y sonrió, de una forma tan fría, que Mokuba quedo sorprendido. –Se ha acabado el invierno... y la primavera ha entrado –recito el violeta, pero en su lengua natal. Cosa que a Mokuba le causo miedo-

-Esta es la última vez, que se te arreglara. Y por tu bien espero que te mantengas así, hasta la fiesta... ¡Sino!... –el moreno hizo entrar a una joven, que vestía harapos y traía grilletes en los pies-

El violeta miro a la joven y le parecía conocida, pero no lograba identificarla. La joven o más bien la niña era rubia, con ojos azules (maga oscura)...

El azabache miro fríamente al violeta –Sino aprendes a ser una buena mascota, tú te convertirás en su verdugo –los sirvientes sacaron un collar de oro y lo colocaron, en el cuello de la niña. Mientras a Yugi le colocaban un brazalete del mismo material en la muñeca-

Yugi miro el brazalete y luego busco a Mokuba – ¡¿Que hace ese brazalete?! –el moreno sonrió maliciosamente-

-Sirve para esto –la joven recibió una descarga eléctrica, la cual la hizo revolcarse por los suelos, pidiendo piedad, y mirando al violeta-

El lobo exaltado corío a la joven, pero a la hora de tocarla, la corriente pasó a su cuerpo. Haciendo que este también gritara por la enorme tortura...

-¡Cada vez que me desafíes!... y no seas una buena mascota, esto le sucederá a la chica... ¡Tú será su verdugo!

Los choques eléctricos paralizaron a Yugi, mientras la joven se orinaba en el suelo... pero después de uno segundos la descarga desapareció. Y tanto la rubia como el violeta, perdieron la conciencia...

Lamente de Mokuba era igual de maquiladora, que la de su hermano... pero en el fondo, no había puesto el collar a Yugi. Pues sabía que el pequeño, podía ser algo masoquista y no deseaba verlo morir, por ser rebelde y arisco. Era por eso que si un segundo sufría, el perro violeta no tendría corazón, y terminaría acatando sus deseos...

Continuara>>>

Notas finales:

Nos leemos en el próximo capitulo:

Agradezco los comentarios y tratare de contestar ya que me emocionan mucho y más leer sus teorías


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